☆Capítulo 17
El suave movimiento de la cama despertó a Yoongi quien abrió sus ojos lentamente, finalmente había podido dormir un par de horas.
Sintió como Jimin se levantaba de la cama con sumo cuidado de no despertar a Taehyun.
El rubio le colocó un oso de felpa que él usaba para dormir entre los bracitos al niño. Le dejó un besito y se fue de la habitación.
Yoongi lo encontró en la cocina, estaba preparando café porque la estancia olía a la agradable bebida caliente.
Se acercó con lentitud para poder abrazarlo por detrás y dejar un beso en su mejilla.
—Amor, es temprano.
—Ahh Yoonie. —Jimin cerró los ojos solamente disfrutando de la cercanía de su pelinegro novio.
—¿Pudiste dormir?
Jimin asintió aún dándole la espalda a lo que Yoongi sintió extraño, regularmente Jimin se le iba para encima para darle un beso de buenos días.
—Bebé, ¿Qué pasa? —Quiso saber Yoongi dándole él mismo la vuelta.
Jimin le dedicó una media sonrisa a su novio pero éste no quedó nada convencido con ello.
—¿Amor?
Jimin no hizo más que esconder su rostro en el cuello del mayor y soltar un gran suspiro, Yoongi sabía que quería decirle algo no era algo que no pudiera notar en su chico. Lo conocía bastante bien.
—Jimin.
—Yoongi...
Yoongi colocó sus manos suavemente en los hombros del rubio y lo alejó solo un poco, para que pudiera hablar.
—Park Jimin.
Jimin volvió a suspirar e hizo un leve puchero.
—Tenía miedo, mucho miedo Yoonie, pensé que te había pasado algo malo yo... y-yo pensé que te perdía Dios... solo de recordar la angustia que sentí.
Para este punto Jimin ya comenzaba a sollozar y Yoongi lo atrajo para abrazarlo.
—Amor...
—Dios Yoongi joder, pensé que te había perdido ¿Entiendes lo que es eso? ¿Entiendes Amor? Yo no se que habría pasado, no se que habría hecho sin ti, si te pasa algo yo me muero Yoongi lo juro...
—Ya amor, bebé, mírame amor, mírame si... —Yoongi volvió a alejarlo un poco y con una mano tomó suavemente a Jimin de su mandíbula para obligarlo a mirarle. —Cálmate Amor, estoy aquí y no me iré a ningún lado. El destino nos dio una tercera oportunidad para estar juntos y no creo que cuando finalmente somos felices quiera arruinarlo no, no mi amor no pasará, eso jamas pasará. Aquí estoy cariño.
Dejó suaves y cortos besos por las mejillas y la nariz de Jimin para calmarlo pues el rubio parecía realmente alterado.
Durante toda la estadía en el hospital y la noche se aguantó ese sentimiento que quería desbordarse en su interior, el miedo, el pánico que sentía que no pudo disipar si no hasta ahora que despertaba y caía de cara a la realidad y es que ¡Mierda! Casi perdía al amor de su vida. Al chico por el cual luchó y pasó por tanto para ser feliz a su lado.
—Yoonie es que me asusté tanto... lo siento perdóname por ser tan débil yo, no se que me pasó.
—No amor no pasa nada, aquí estoy y te amo te amaré siempre lo que la vida me permita a tu lado. Ya pasó.
Jimin se aferró al cuello de Yoongi soltando pequeños quejidos lastimeros hasta que finalmente pudo calmarse.
—Te amo. —Susurró aún con el rostro en el cuello del mayor. —Dios te amo tanto Yoon, te amo, te amo.
Yoongi sonrió sintiendo una agradable sensación en su pecho. Tenía la fortuna de que ahora sus sentimientos eran bien correspondidos porque amaba tanto a Jimin como Jimin lo amaba a él.
Se mantuvo así abrazado a Jimin por un buen rato.
—Huele bien amor ¿Me das café?
Jimin se limpio una última lagrima y asintió pero antes de alejarse para servir Yoongi lo tomó de la cintura y le dio un beso casto sobre sus labios. Jimin sonrió más tranquilo y feliz.
—Hice pastel de melocotón y manggaetteok ¿cual prefieres?
—Mmm no soy muy fan de los pastelillos de arroz pero el Manggaetteok no está mal. —Murmuró Yoongi sobre los labios de Jimin. —Me recuerdan a ti, lo dulce y tierno que eres como un Manggaetteok.
Jimin se sonrojó, recordaba como Yoongi antes solía compararlo con uno de esos pastelillos.
—Yoon. —Jimin se dejó ir de nuevo sobre los labios de Yoongi para compartir un beso, está vez más largo y más intenso, saboreando la boca contraria y jugando con la lengua de Yoongi.
Soltaron un sonido de satisfacción al cortar ese beso.
—Serviré el café. —Jimin se separó finalmente de Yoongi y fue a servir dos tazas de humeante café y cortó dos trozos de pastel de melocotón y sirvió dos Manggaetteok.
—Gracias amor. —Yoongi tomó la cucharilla para comer del postre que su novio había preparado la noche anterior. Noche que definitivamente quería olivar.
Se había sentido tan débil, él era doctor y como tal se suponía que debía ser frío y duro ante algunas circunstancias pero es que ver agonizar a alguien de una manera tan trágica mientras un pequeño de 5 años Gritaba por su mamá no fue nada bonito. Eso lo marcó en definitiva.
—El pequeño durmió bien. —Habló un poco fuerte para sacar de su mente aquella imagen.
—Es tan indefenso Yoon, tan pequeño y que le haya pasado esto.
Yoongi asintió en acuerdo tomando la mano de Jimin entre la suya y acariciando.
—Lo es pero aprenderá a ser fuerte estoy seguro.
Un lloriqueo en la habitación los hizo levantarse de inmediato a ambos pero Jimin fue quien corrió hacia allá.
El pequeño estaba hecho una bolita en la cama mirando con horror la habitación mientras se balanceaba hacia adelante y hacia atrás sin soltar el oso de felpa de Jimin.
—Mamá, papá, mamá...papá, mamá, papá. —Repetía.
—Shhh ya ya pequeño Taehyun, todo está bien cariño. Ven con Jimin.
El pequeño al escuchar la voz suave de Jimin se acercó gateando sobre la cama hasta él y extendió sus brazos. Jimin lo tomó y lo cargó con cuidado dejando caricias en su cabecita.
—Ya cariño, todo está bien Jimin está aquí.
Se sentó en la orilla de la cama para calmarlo pues seguía sollozando comenzó a cantar suavemente.
Yoongi miraba de lejos la escena y sonrió aliviado de que Jimin supera que hacer con él niño. Se veian tiernos así.
—¿Quieres pastel cariño? Jimin hizo pastel de melocotón ¿te gustaría? ¿Si?
El pequeño le miró a los ojos por una fracción de segundos y luego la apartó rápido volviendo a moverse de atrás hacia adelante.
Jimin lo tomó como un sí y se levantó con él aún en sus brazos para ir a la cocina.
—Yoon ¿Podrías?
—Si amor ahora mismo.
Yoongi se encargo de servir pastel y leche para Taeyun quien tímidamente tomó la cucharita para probar.
Una mueca parecida a una sonrisa se le dibujo al pequeño.
—¿Te gusta? Bien, come pequeño come. Si quieres más pídele a Jimin él te hará más pasteles del sabor que quieras ¿Cuál es tu sabor favorito?
Yoongi de inmediato fue por su celular y buscó una imagen de varias frutas y se la mostró a Taehyun.
El pequeño se llevó otra porción de pastel a la boquita y luego se enfocó en la imagen y señaló donde estaba la fresa.
—¡Fresa! —Dijeron los mayores al mismo tiempo provocando un pequeño sonido de los labios del pequeño que se distingio como una sonrisa.
—OK, Jimin te hará de fresa entonces.
El pequeño siguió en lo suyo hasta acabar la leche y el pastel por completo e incluso pidió con señas un poco más.
—Eres genial con él amor, eres increíble. —Dijo Yoongi mientas veía a Taehyun sentado en la sala viendo caricaturas.
—Es un buen chico Yoon, es tan lindo y a pesar de tener autismo no verbal es fácil comunicarse con él.
Yoongi lo abrazó y asintió.
—Espero que haya alguien que pueda cuidar bien de él así como tu lo haces cariño. Necesita amor tanto amor.
Pasaron el día con Taeyun, incluso le dieron postik colores con los cuales hizo muchos papelitos y los guardo en su bolsillo, después jugaron con figuritas de lego, Taehyun no lo armó pero se pasó horas poniéndolos por color.
—Mamá...
—Si cielo ¿Qué pasa bebé?
El pequeño había aprendido a que si quería llamar la atención de Jimin podía decirle mamá y si quería llamar a Yoongi decía papá y ellos corrían a su lado.
—¿Afuera?
El pequeño hizo un gestito con la cabeza que Jimin interpretó como un si.
De la mano fueron a recorrer la casa de los chicos que era muy bonita, los alrededores eran amplios y se acercaron al lago caminaron por el muelle y le dieron comida a los peces.
El pequeño se pasó casi tres horas sentado a la orilla tirando comida a los patos y los peces. Después se tumbaron al suelo sobre el césped en el jardín de atrás donde jugaron por otras dos horas más.
—Bebé, es hora de entrar vamos. Haré de comer, ¿Qué te gusta comer?
Tomó de la mano al pequeño y entraron, Yoongi estaba ya en la cocina.
—Pedí comida amor, no creo que estés como para cocinar ahora, has pasado cuidando de él en todo el día.
—Papá... papá...
Yoongi volteó su rostro en dirección a Taehyun y sonrió.
—¿Qué pasa pequeño? ¿Quieres de eso?
Yoongi tenía en la mesa unos volantes de comida que siempre le daban cuando pasaba por los restaurantes cerca del Hospital y señalaba el pollo.
Asintió con una gran sonrisa.
—Entonces pediré pollo.
Jimin sonrió y luego en poco tiempo los tres comían a gusto en el comedor.
Finalmente en la noche después de darle un baño y arroparlo Yoongi y Jimin se dejaron caer en el sofá. El pequeño se había dormido abrazado al osito.
—Esto de ser papá sustituto es agotador. —Susurró Yoongi con sus ojos cerrados y su cabeza echada hacia atrás en el sofá.
—Pero...bonito.
Yoongi abrió sus ojos y se dedicó a mirar a Jimin, sonrió recordando lo hermoso que se veía Jimin con Taehyun en sus brazos.
—Bonito. —Coincidió.
—Yoon
—¿Qué pasa?
Jimin se apegó más a él y recostó su cabeza en el hombro de Yoongi.
—¿Si no viene nadie por él?
El pelinegro ladeó su cabeza analizando la mirada que Jimin tenía en ese momento.
—No lo sé, yo... no sé.
—No me molestaría cuidar de él Yoon.
—¿Te gustaría?
Jimin asintió jugando con los dedos de Yoongi entre sus manos.
—Bien, tenemos que hacer las cosas de manera correcta. —Respondió.
—Creo que le gusta mi voz. —Habló Jimin.
—A mi también. —Sonrió Yoongi besando sus nudillos.
Jimin sonrió, de verdad le haría muy feliz cuidar de Taehyun. Solo debían esperar a ver si aparecía alguien de su familia si es que tenía más.
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