✹ ━━━━━ 001 ❝ DRAGONSTONE ❞
♱ ━━━ 001, ❝DRAGONSTONE❞
✹ dragonstone, 149 dc
SAERA TARGARYEN, la tercera hija de Viserys II Targaryen, nacida despues de sus dos hermanos mayores Aegon IV y Aemon, esta creció en un hogar marcado por el abandono de su madre, quien dejó a su esposo y a sus cuatro hijos cuando Saera tenía solo cinco años. Este hecho dejó una herida profunda en la familia. Sin una madre que la guiara, Saera se crió en un ambiente rígido y exigente, donde su padre, a pesar de ser afectuoso, debía dividir su atención entre los deberes reales y el cuidado de sus hijos. Mientras sus hermanos se adaptaron a la disciplina de la corte, Saera encontró en la rebeldía su manera de resistir al vacío emocional que la rodeaba.
Desde temprana edad, Saera demostró ser una fuerza imparable. Era testaruda, independiente y completamente reacia a cumplir con las expectativas que se le imponían como una princesa Targaryen. Rechazaba los bordados y las lecciones de etiqueta, prefiriendo montar a caballo o explorar los rincones más oscuros de la Fortaleza Roja. Su espíritu indomable la convirtió en una figura desafiante para los septones y septas que intentaban moldearla. Cada castigo o reprimenda solo parecía reforzar su voluntad de hacer las cosas a su manera.
Cuando cumplió trece años, Saera ya había forjado una reputación única. No era la hija obediente ni la dama perfecta que la corte esperaba, pero su carácter audaz y su belleza enigmática la hacían imposible de ignorar. Con su melena plateada siempre desordenada y una sonrisa que sugería peligro, Saera deslumbraba y desconcertaba a todos a su alrededor. Su habilidad para desafiar las normas con gracia y carisma la convirtió en una figura fascinante. Fue entonces cuando empezó a ser conocida como "El Deleite del Reino", no por ser dócil o encantadora, sino por ser una joven que encarnaba el magnetismo de los dragones: impredecible, indomable y cautivadora.
Saera no buscaba cumplir con las expectativas de los demás; más bien, disfrutaba rompiendo las reglas y dejando una marca en cada lugar que visitaba. Su rebeldía era tanto una declaración de su independencia como una forma de lidiar con las cicatrices de su infancia. Aunque nunca hablaba de su madre, su ausencia se reflejaba en su constante lucha por definirse a sí misma, no como una princesa ideal, sino como una mujer que se negaba a ser controlada. A los trece años, Saera no solo era "El Deleite del Reino", sino también una figura que prometía cambiar las reglas del juego en Poniente.
Durante diez lunas, Saera Targaryen, junto con sus hermanos Aemon, Naerys y Aegon IV, se mantuvo al cuidado de Dragonstone, lejos de las tensiones que agitaban la corte, por orden de su padre, Viserys II.
Esta medida tenía como fin mantenerlos apartados de las disputas que comenzaban a caldear los ánimos en el reino.
Sin embargo, para Saera, Dragonstone no era solo un refugio, sino un lugar lleno de historia familiar y misterio, especialmente por los dragones que habían sobrevivido a la Danza de Dragones.
Aunque la fascinación por esas criaturas era fuerte en ella, había un lugar al que no podía acercarse: la Fosa de Dragones.
Su padre había prohibido estrictamente que sus hijos se acercaran a la fosa, consciente de la compleja relación de su hermano, Aegon III, con los dragones.
Aegon III albergaba un profundo rencor hacia ellos, especialmente debido a que el dragon Sunfyre de su tio, Aegon II, el usurpador, había sido el que quemó viva a su madre, Rhaenyra, durante la tragedia de la Danza.
Esta dolorosa experiencia dejó una marca imborrable en el rey Aegon III, quien no solo sentía miedo, sino una animosidad hacia esas bestias que había asociado con la pérdida de su madre.
Por esta razón, Aegon III no podía tolerar la idea de ver dragones rondando cerca de King's Landing, y mucho menos que los jóvenes Targaryen se acercaran a los pocos que quedaban en Dragonstone.
Saera, siempre rebelde y curiosa, no podía evitar sentirse atraída por esos dragones, especialmente por Cannibal y Silverwing, los dos sobrevivientes que quedaban en la fosa.
A pesar de sus deseos, su hermano mayor, Aemon, siempre estaba a su lado, vigilante para asegurarse de que no cometiera el error de acercarse al peligroso lugar. Aemon, protector por naturaleza, se aseguraba de que Saera no desafiara las estrictas órdenes de su padre, aunque la joven Targaryen seguía alimentando su deseo de descubrir el misterio detrás de los últimos dragones de su familia.
Saera siempre se molestaba con su hermano mayor por ello, aunque el ya estaba tranquilo de que su hermana no cometería ningún error, luego de dos lunas alejarla de las fosas, esta dejo de hacerlo.
Y ahora tan solo faltaba horas para volver a Kings Landing nuevamente. Pero estuvo demasiado confiado Aemon.
━━ Princesa Saera, debe de hacerse las trenzas. -- dijo una dama, siguiendo a la princesa la cual entraba a la sala, el desayuno estaba listo.--
━━ Gracias pero no. -- dijo esta cerrando la puerta, a lo que la dama rodeó los ojos y simplemente se fue a los aposentos de la princesa nuevamente.--
Saera miró a sus dos hermanos y su hermana menor sentados en la mesa, esperando a que ella se sentará.
━━ Cuando será el día que obedezcas? -- preguntó con una sonrisa irónica su hermano mayor, Aegon IV. Esta se sentó y volteó a verlo antes de responder.--
━━ Cuando será el día que dejes de ser un bastardo inútil que lo único que hace es engendrar bastardos? -- dijo esta con una sonrisa, borrandole la sonrisa a su hermano mayor, Aemon tosió ante aquella respuesta de su hermana menor mientras que Naerys comia en silencio mientras observaba la pelea entre sus hermanos mayores.--
━━ Cuando será el día que dejes de ser una maldita.. -- antes que Aegon IV terminara su frase, Saera clavo su cuchillo en la mesa de madera con furia. A lo que Aemon alzó sus manos.--
━━ Basta de peleas, todas estas lunas largas se la han pasado peleando cuando terminaran, somos hermanos. -- dijo Aemon ganandose la mirada de sus dos hermanos, estos lo miraron con el ceño fruncido. --
━━ Rhaenyra fue asesinada por su hermano. -- dijo Aegon IV.--
━━ Medio-hermano, pero tiene razón este engendra bastardos, no importa que seamos hermanos, Maegor usurpo el trono que por deber le pertenecia a Aenys. Asi que no importa que tan hermanos seamos. -- dijo Saera empezando a comer su comida, mientras miraba a su hermano mayor.--
━━ Hizo algo bien. -- dijo Aegon IV, comiendo su comida mientras miraba mal a su hermana menor, esta bufo.-- Le hubiera caído bien a Maegor.
━━ Maegor el primer día que estuvieras acompañando te cortaba la cabeza, él o Visenya. -- dijo Saera como tono de burla, Aegon rodeó los ojos.-- La sangre del usurpador jamás prevalece.
━━ Jaehaera sigue viva y siendo reina. -- dijo Naerys, ganandose la mirada de todos, Saera sin decir nada sigue comiendo.--
No podía quejarse de Jaehaera, ella era una buena mujer, no era nada comparada a lo cruel que su padre había sido. Jaehaera era dulce pero fría, silenciosa pero habladora cuando había confianza, era una dulce amiga.
━━ No hay veces que se ponen a pensar, que hubiera pasado con nosotros si éramos hijos de los abuelos y estábamos en la danza de dragones? ━━ preguntó Aegon IV con una sonrisa, su hermana menor lo miró.━━
━━ Tú serias conocido como el hijo del usurpador no de la abuela. Serias demasiado inutil para ser hijo de ella.━━ admitió Saera, Aegon bufo ante lo dicho. ━━ Pero si nosotros hubiéramos sido hijos de los abuelos, tal vez hubiéramos ganado, más dragones, tal vez los bastardos qué domaron a los dragones no la hubiera traicionado. ━━ dijo Saera, Aemon miró a su hermana con una leve sonrisa y asintió.━━
━━ Hacíamos falta nosotros, no crees eso, Nae? ━━ dijo Aemon con una sonrisa a su hermana de 14 años, esta sonrió y asintió ante lo dicho.━━
━━ Tal vez, los dragones no hubieran sido ellos los que morían. ━━ dijo Saera removiendo de su plato, a lo que Aegon rodeó los ojos.━━
━━ Los dragones son bestias malvadas. Mataron a la reina. ━━ dijo Aegon con un poco de disgusto a la notoria obsesión de su hermana con los dragones. Saera al oir tales palabras lo miró incrédula.━━ Fueron la destrucción de la casa.
━━ Sunfyre mató a la reina, no todos los dragones. Sin los dragones no seríamos nada más que simples comparados. Se dice que los Targaryen estamos más cerca de los dioses qué de los primeros hombres, sabes por que acaso, Aegon? ━━ preguntó esta irónicamente, su hermano simplemente la miró, esperaba un respuesta a la pregunta que ella misma había hecho.━━ Los dragones. Ellos no fueron la destrucción de la casa, fueron sus jinetes y los usurpadores, pero la casa, nuestra casa sigue en pie.
La voz de ella se oia tan seria, tan confiada, sabia lo que decía. Todas las charlas que había tenido con su tía Baela, esta no habia parado de contarle cosas sobre lo que habia pasado en aquella Danza de dragones.
Aegon IV al no saber que responder a lo que su hermana le dijo bufo simplemente, a lo que esta se paró y bufo también, sin más lentamente salio de aquella sala, pero no solo de la sala, sino que del castillo.
Esta se quedo parada en una vista que daba a todo el enorme mar, esta miraba lentamente con detalle aquel lugar, lleno de rocas, era tan alto que le formaba vueltas en el estomago de solo verlo.
━━ Eres cruel algunas veces. ━━ se oyó una voz, una voz sumamente reconocible para aquella joven de cabello plateado, la cual volteó a ver con mala cara a su hermano mayor.━━
━━ Soy realista. Le digo su triste y estúpida realidad, es solo un hombre que servirá para beber y crear bastardos. ━━ dijo casi molesta mirando a su hermano mayor. Este simplemente soltó un resoplido.━━
Ambos quedaron en silencio, mirando hacia aquel mar, el silencio no era incomodo para ellos, era algo tranquilo.
━━ Por que no se habrá quedado con nosotros en sus últimos días? ━━ fue una pregunta que tomo un impacto sorpresivo para aquella princesa, esta misma simplemente siguió mirando aquel mar tratando de encoger su corazón y tratar de no sentir nada a esa preguntar.━━
━━ Por que jamás le importamos, prefirió morir entres sus amantes antes que sus hijos. ━━ dijo Saera con molestia, eso eran rumores que se iban esparciendo de en el consejos y entres los sirvientes, una de las razones por las que el lord mano, Viserys II Targaryen mando a sus hijos a Dragonstone con permiso del rey.━━
Aquellas palabras fueron difícil de oír para Aemon, el sabía que Saera siempre había sido fría o seca en el momento de hablar de su madre, pero aquellas palabras habían dolido. Este simplemente frunció su mentón y miró a su hermana
━━ Es la verdad simplemente, Aemon. ━━ dijo fríamente está, a lo que eso fue lo que el corazón de Aemon se encogiera completamente, este simplemente asintió y volvió a mirar a aquel mar.━━
Pero su mirada se desvío cuando sintió como unas manos con las suyas se entrelazaban, Aemon miró a su hermana menor, la cual siguiendo aún de perfil mirando el mar le regaló una leve sonrisa.
Aunque estos se separaron rápidamente cuando un gran rugido se sintió por encima de estos, a lo que Aemon puso a su hermana menor detrás de él, era un dragón, uno enorme ante los ojos de ambos Targaryen.
Era más que obvio que nunca habían visto un dragón tan enorme, en todas estas lunas que estos jovenes estuvieron, ninguno de los dos dragones que se encontraban en la fosa había salido de aquellas fosas.
Los ojos de Saera se iluminaron al ver aquel dragón, este era tan plateado que brillaba, era hermoso ante los ojos de esta, nunca había visto a un dragón en su corta vida de tan solo dieciséis años.
El dragón pareció conectar su mirada con aquella jóven, mientras al ver como el jóven Aemon saco una espada, este gran dragón, Silverwing, rugio con todas sus fuerzas mirando a ambos jovenes Targaryen.
Aemon agarró con fuerza la mano de su hermana y sin más que hacer la metió al castillo nuevamente, cuando la puerta se cerro se pudo oír un fuerte rugido del dragón y sus alas chocar al tomar impulso.
━━ Por que? No nos iba a hacer daño! ━━ habló Saera molesta, Aemon simplemente suspiró frustrado, esta agarró el rostro de Saera con delicadeza y lo acerco a él. ━━
━━ Saera, te voy a advertir esto una maldita vez, no te quiero afuera, no quiero que vayas a ningún lado que no sea tu aposento, así que ahora ve a guardar tu ropa, a la hora del lobo partiremos nuevamente para estar a la primera hora del día. Ya estoy harto que trates de ir en busca de los dragones cuando padre nos advirtió qué no nos acerquemos a ellos. Es peligroso, y tu no debes de estar ahí. ━━ dijo ya harto de como su hermana insistía hacia los dragones, Saera simplemente subió el mentón alejandose de él y miró a su hermano de mala manera. Haciendo que este notará de la forma en la que le hablo, este trato de agarrar su mano para disculparse pero esta bruscamente se alejó y camino sin más hacia sus aposentos. ━━
Saera al entrar a sus aposentos cerro con fuerza aquella puerta, encontrandose con sus dos doncellas, estas la miraron con sorpresas. ━━ Alanne nesecito trenzas, no quiero que el pelo se dañe.
━━ Sabia que en algún momento me lo iba a pedir, princesa. ━━ dijo aquella amigable doncella, Saera sonrió ante lo dicho y se sentó dejando que Alanne tocase su cabello con delicadeza.━━
Alanne era buena haciendo las trenzas, esta le hizo un gran trenzado, su cabello plateado largo era tan hermoso que las doncellas amaban peinarlo, al igual que el cabello de Naerys, aunque esta no dejaba que le hicieran trenzas, ya que ella se las hacía ella misma.
━━ Gracias, Alanne, esta perfecto. ━━ agradeció la princesa mirándose en el espejo, la doncella sonrio ante aquel agradecimiento, no era tan seguido oír a la princesa agradecer o halagar.━━
Sin más la princesa salió, dejando a las doncellas sin comprender adonde iba, estas pensaban que Saera se hizo el trenzado para dormir unas horas antes de partir denuevo hacia Desembarco de rey nuevamente. Pero al parecer esta se habia negado a dormir y se dirigia a un lugar que nadie sabía que ella iría.
Un lugar que ella no debía de ir.
Saera sintió el peso de las palabras de Aemon como un hierro candente, quemándola más de lo que había anticipado. Su hermano mayor, con su rostro serio y su tono autoritario, le había ordenado ir a sus aposentos. "No quiero verte cerca de las fosas, Saera," había dicho, sin dejar lugar a discusión. ❝Es peligroso, y tú no debes estar allí.❞
Pero Saera no podía simplemente obedecer. No cuando algo tan extraño, tan irresistible, la llamaba desde las sombras de las ruinas. Apenas unos minutos antes, había cruzado el camino con Silverwing, el dragón plateado, y en ese instante, algo se despertó en ella. La sensación de haber sido tocada por los mismos dioses, al ver la grandeza de una criatura ancestral la impulsaba con fuerza hacia ese lugar prohibido. A pesar de la orden, a pesar de las advertencias, su cuerpo no podía quedarse quieto.
Ignoró las palabras de Aemon, que aún resonaban en su cabeza. En lugar de regresar a sus aposentos, dio un paso tras otro, alejándose de los pasillos iluminados por la luz cálida del día, hacia las fosas oscuras, donde los ecos de los dragones antiguos todavía parecían susurrar. El aire pesado y frío de las fosas la rodeó al entrar, y aunque el miedo se asomaba en su pecho, su deseo de sentir más cerca esa conexión con el dragón superaba todo.
A medida que descendía, el sonido de sus pasos se apagaba bajo el eco de las rocas y el murmullo lejano del agua. Saera avanzaba entre las sombras, con la lámpara temblando en sus manos, iluminando el camino que sabía debía seguir. La imagen de Silverwing seguía viva en su mente: las escamas brillando a la luz tenue, la majestuosidad de una criatura que parecía existir fuera del tiempo.
Finalmente, allí estaba, entre las rocas, la silueta de la bestia plateada. Saera no pudo evitar detenerse y admirar su grandeza, su fuerza inhumana. Cada uno de sus músculos, cada ala extendida, parecía hablar de un poder tan antiguo como la propia historia de los Targaryen.
Sin embargo, más allá del miedo y la advertencia de Aemon, Saera sintió que estaba en el lugar correcto. Algo en su interior le decía que esta era la experiencia que necesitaba, que debía conocer la presencia de un dragón de tan cerca, sentir esa conexión que pocos habían tenido el privilegio de experimentar. Y con un paso más, acercándose lentamente a Silverwing, sabía que no había vuelta atrás.
El gran dragón sintió su presencia, a lo que de la forma en la volteó tan rápido asusto a Saera, haciendo que esta de un paso atrás, el dragón rugio al ver aquella joven de cabello plateado.
A lo que Saera con un poco de miedo dio dos pasos atrás lentamente, pero el dragón se acercó lentamente a ella, esta al ver como el dragón se incorporó, esperaba ser quemada por aquel dragón qué no la quería allí.
Pero no fue así, el dragón sin más con su gran hocico empujó el estómago de la princesa con delicadeza, pero seguía teniendo fuerza por lo que sin tanta fuerza empujó a Saera pero al final y al cabo la termino sentando en el suelo.
Esta abrió sus ojos con asombro ante ello, el dragón simplemente miró a aquella jóven qué lo miraba con demasiada atención.
El dragón simplemente pareció agacharse, a lo que Saera sintió como el corazón latia por mil en cuestión de segundos sabía lo que eso significaba.
A lo que lentamente caminó hacia aquel dragón, con dificultad subió, ya que aquel dragón no tenía su montura ni ella guantes, a lo que simplemente se agarro de las escamas de este, el dragón sin miedo se elevó por los suelos y paso por un gran orificio qué había en la pared saliendo afuera de aquellas fosas.
Esta miró como el dragón en cuestión de segundos simplemente la elevó por los cielos, esta sin darse cuenta de que había realizado, de que había acabado de reclamar un dragón.
Un grito de emoción salió por la boca de la princesa, pero en cuanto hizo eso el dragón sin más escupió fuego al iré, sorprendiendo a esta.
Pero al lanzar fuego este dragón tapó a su nueva jinete del fuego, esta sorprendida volvió a gritar de la emoción.
Esta sabia valyrio, su tía Baela les habia enseñado cada vez que iba de visita a la fortaleza roja. Por lo que sabían alto Valyrio.
Silverwing había sido el dragón más hermoso que Saera había visto, o más bien él único que vio.
━━ Dracarys! ━━ dijo esta a lo que el dragón simplemente soltó el fuego de forma ruda, haciendola sonreir aquella joven.━━ Silverwing.. ━━ susurró esta acariciando las escamas de este, reconociendolo por las historias que su tía Rhaena y tía Baela contaban sobre como eran los dragones que habían quedado vivos después de la Danza.━━
Mientras Saera montaba a aquel dragón sin montura puesta, afuera del castillo se encontraban sus tres hermanos, las doncellas y bastantes guardias mirando con fascinación aquella princesa. Aunque sus hermanos no la miraban de esa forma, solo Naerys.
Aegon simplemente negaba con la cabeza mientras veia a su hermana menor montar aquel dragón. ━━ Se va a caer sin montura. ━━ dijo Aegon, sin más este entró adentro del castillo, dejando que los cuatros domadores de los dragones salieran corriendo del castillo, estos sorprendidos vieron a Silverwing y aquella joven montarlo sin la montura. ━━
━━ Con ella en sus manos, el dragón dejará de ser tranquilo. ━━ dijo un domador, este recibió una mala cara del otro domador y una mirada sin emoción de Aemon.━━
Aemon miró a su hermana menor y sin más soltó un suspiró frustrado, puso sus manos en su cara. Esto hizo que todos lo miraran y sin más volvieron a entrar a adentro, no sin antes darle una última mirada a la princesa que daba vueltas con aquel gran dragón plateado.
Mientras que Naerys observaba casi hipnotizada, cómo Saera montaba a Silverwing. El dragón, recién reclamado, extendió sus alas plateadas, que brillaban con el resplandor del sol, mientras su hermana se erguía con una elegancia salvaje sobre su lomo. Era como si el cielo entero fuera suyo, su presencia en el aire una afirmación de su rebeldía y su fuerza.
Saera nunca había temido al desafío, y ahora, al controlar a la majestuosa dragona, parecía invencible.
A su lado, su hermano Aemon estaba en silencio, su mirada fija en la misma escena, aunque su expresión era menos admirativa y más calculadora, como si evaluara cada movimiento de Saera con la misma precisión que cuando examinaba una estrategia en el campo de batalla. Aemon siempre había sido el más serio de los tres, el que seguía las reglas, el que se mantenía firme en la tradición. A diferencia de él, Naerys sentía una admiración profunda por la actitud indómita de Saera, un deseo de ser como ella.
━━ ¿No la ves? ━━ susurró Naerys, casi sin querer, mientras sus ojos seguían fijos en su hermana. ━━Es tan... libre.
Aemon la miró con una ligera sonrisa, aunque en sus ojos brillaba una mezcla de respeto y desaprobación.
━━ Saera siempre fue así ━━ dijo, su tono implacable. ━━ No sigue ninguna regla, ni siquiera las de la prudencia.
Naerys no respondió de inmediato. La libertad de Saera, su capacidad para reclamar lo que quería sin dudar, siempre le había resultado fascinante. Saera era todo lo que Naerys no se atrevía a ser.
Mientras ella misma se sentía atrapada en las expectativas y las reglas que la rodeaban, su hermana vivía como si nada pudiera detenerla, ni siquiera un dragón tan feroz como Silverwing.
━━ ¿Te gustaría ser como ella? ━━ preguntó Aemon, sus palabras parecían más una observación que una pregunta.
Naerys lo miró, sorprendida por su intromisión, pero asintió con un ligero suspiro.
━━ Sí, a veces ━━ admitió en voz baja. ━━ Es tan audaz. Tan... libre.
Aemon guardó silencio un momento, observando a Saera como si pensara en algo más allá de lo que sus ojos podían ver.
━━ No todos los que son libres, lo son de verdad ━━ dijo al final, con una sombra de pesar en su voz. ━━ La libertad tiene su precio.
Naerys no pudo evitar pensar en eso mientras seguía mirando a Saera, que ahora desafiaba el viento y surcaba el cielo, más allá de cualquier restricción, más allá de cualquier ley. La joven Targaryen deseaba ser como su hermana, pero también comprendía, aunque a regañadientes, que la libertad de Saera era más compleja de lo que ella podría imaginar.
━━ Pero aún así ella se ve feliz. ━━ sonrió la princesa de tan solo catorce días con su nombre, aun mirando a su hermana mayor.━━
Aemon no dijo nada ante ello, le dirigió una ultima mirada a la dulce Naerys y volvió a mirar a su hermana, este la miró con una leve sonrisa. Se lo tomó con gracia, tanto que la cuido, para que al final esta el ultimo día se revele.
━━ Odio a Saera algunas veces. ━━ dijo con gracia Aemon, antes de volver a entrar al castillo. Naerys antes de entrar detrás de su hermano volvió a dirigir su mirada con una leve sonrisa a su hermana mayor.━━
Saera montaba a Silverwing con tanta felicidad, pero esa felicidad no duraría para siempre.
NOTA DE AUTORA𓂅 abru
HOLAA, por fin el primer cap, como andan? Espero que muy bien, espero que les haya gustado mucho este primer cap!
Este primer capítulo es super largo, por favor les pido que comenten y voten, que interactuen con este fanfic, les agradeceria bastante si lo hicieran.
Les quería pedir que me vayan a seguir en tiktok, ahí voy a estar subiendo videos de este fanfic, me llamo blackscatwp! 🫶🏻
Que tengan una hermosa nochey que les vaya muy bien, no se cuando volver actualizar, cuando tenga más tiempo! Pero bueno, espero que les haya gustado como a mi me gustó escribirlo, los quiero mucho, bbs! 🤍🫶🏻✨️
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