𝟎𝟐

La integración es un concepto fundamental del cálculo y del análisis matemático —la voz de Ectoplasm se escuchaba en el salón de la clase 3-A, mientras explicaba su materia con tranquilidad—. Básicamente, una integral es una generalización de la suma de infinitos sumandos, infinitesimalmente pequeños: una suma continua —con un pedazo de tiza realizó algunos trazos en el pizarrón mientras seguía hablando—. La integral es la operación inversa a la diferencial de una función....

La clase se encontraba silenciosa, no porque la mayoría se encontraba prestando atención, sino que casi la mayoría estaba a punto de llegar a su quinto sueño durante esa aburrida clase de Matemáticas III, materia que tenían luego de la clase de Inglés.

Suma de infinitos sumados... —soltó un susurro la estudiante de largos cabellos albinos, mientras atendía las explicaciones del maestro tratando de comprender sobre el tema de la clase de ese día.

Se encontraban en su primer día de clase de su último año en la Yūei y que mejor que comenzar con una clase de Matemáticas de más de dos horas seguidas.

Ahora les daré un trabajo sobre resolver una cantidad de ejercicios —habló Ectoplasm dejando su tiza.

La mayoría de los estudiantes se quejó mientras que soltaban un suspiro.

El trabajo será en grupo...

Y como si todos tuvieran una personalidad bipolar, luego de aquellas palabras se encontraban festejando mientras cada uno comenzaba a buscar a sus amigos o conocidos para formar sus propios grupos.

Mientras que, el tímido Tamaki se encontraba aún en su pupitre preguntándose donde estarían sus amigos y si formarían ellos su grupo.

Pero antes de crearse una novela exagerada en su mente, del que quizás sus amigos lo dejarías de lado y todas las demás cosas negativas que su personalidad nerviosa lo hacía pensar.

Un mesa fue pegado a la suya mientras que una joven de cabellos blancos colocaba su silla cerca suyo y comenzaba a sacar sus cosas.

—¿Te parece bien juntarnos en tu mesa Tamaki? —preguntó Tsuki con una dulce sonrisa mientras lo observaba.

El nombrado sintió sus mejillas teñirse de carmín mientras que en su interior se avergonzaba por la cosas que se había imaginado.

Esta bien —murmuró con timidez pero sin tartamudear, mientras que trataba de controlar los latidos de su alocado corazón, que al estar junto a la joven Luna no paraba de latir con rapidez.

¡Tsuki, tú te encargaras de los más difíciles!escuchó la voz de su mejor amigo rubio, quien con facilidad alzaba su mesa y la acercaba al suyo, quedando sentado también a su lado.

Amajiki observó a su amigo y también a su amiga de cabello celeste que se había sumado, mientras oía las quejas de su novia al comentario del rubio.

No pudo evitar sonreír al sentir la calidez y la comodidad que sentía al estar con ellos.

Y al disfrutar de su bonita amistad.

¡Fue horrible! ¡Tener los Lunes esa materia!.

En la cafetería, el grupo de amigos se encontraba haciendo fila para pedir sus almuerzos, como siempre cada uno su favorito.

Ya, ya tranquila Nejire-chan —le contestó Futōmeina con una sonrisa mientras la daba palmadas en su cabeza—. Luego del almuerzo tendremos las clases de héroes.

Así Nejire volvió a animarse mientras se dirigían a su mesa.

Hablando del departamento de héroes ¿Han visto a los nuevos estudiantes de la clase A? —volvió a hablar la joven Hado esta vez llamando la atención de sus otros dos amigos.

Mirio dio un mordisco a sus onigiris, para luego responder.

Aun no, pero espero que este año Aizawa-sensei no vuelva a expulsar a la mayoría de los estudiantes —respondió el rubio con una sonrisa nerviosa al recordar el susto que se habían llevado en su primer día de primer año.

Aizawa-sensei da miendo —murmuró Amajiki temblando un poco mientras agachaba su mirada a su platillo.

Nejire pudo oírlo y soltando una risa mientras se burlaba de él.

Y eso que es tu suegro, corazón de gallina —dijo mientras reía al notar como el joven se asustaba y tanto sus mejillas como sus orejas se pintaban de rojo.

Al igual que...

¡Nejire! —la regañó Tsuki también con la timidez a flote.

Las mejillas de la pequeña Luna.

Mirio río divertido al ver la timidez de sus dos amigos, que a pesar de ya ser pareja, aún no podían actuar tan abriertamente por culpa de sus personalidades tímidas.

No digas esas cosas Nejire —habló Togata con un gesto divertido mientras se encargaba de detener la huída de su mejor amigo, quien quizás iría a esconderse en una de las paredes de la academia.

Así siguieron hablando, cambiando a varios temas, como de que trataría su clase de esta tarde, hasta lo sorprendente que era la noticia de que All Might había entrado como docente este año.

¡Espero tener clases junto a él! —dijo entusiasmado Mirio mientras levantaba sus manos y realizaba una extraña pose, siendo seguido por su amiga peliceleste.

Mientras que tanto Tsuki como Tamaki sonreían igual contagiados por el emoción.

De querer tener ya su primera clase de héroes.

¡Llegaremos tarde!.

En los corredores exteriores de la U.A. podía escucharse el paso apresurado de cuatro estudiantes, quienes vistiendo los trajes de gimnasia se dirigían al Territorio Beta donde de seguro su clase se encontraba a punto de iniciar su clase de héroes.

Mirio y Nejire iban en frente mientras que detras iban Tsuki y Tamaki.

Vamos Tamaki —le habló la albina, mientras que sujetaba su mano para apresurar el paso y alcanzar a sus amigos.

—¡Te dije que no repitieras tus Onigiris Mirio! —dijo Tamaki ya junto a sus amigos, mientras que las chicas corrían junto a ellos.

¡Es que estaban deliciosos!.

Y el rubio respondía, al parecer no arrepentido de haber repetido su almuerzo, cosa que los hizo retrasarse.

Aquella respuesta causó diversión en la dos chicas que no evitaron reír por las ocurrencias de su amigo.

Mientras que aquel grupo de buenos amigos por fin llegaban a su clase.

Fumei-chan voy a morir... —murmuró la pobre Nejire quien se encontraba agotada por el día que habían tenido.

La nombrada suspiró dándole la razón, también se encontraba agotada luego de aquel exhaustivo entrenamiento que su clase había tenido, más el castigo adicional que tuvieron ellos cuatro por haber llegado tarde, de parte del héroe y docente Snape.

Sera mejor que vayas directo a casa y descanses —le respondió dando caricias en su cabellera celeste.

Hado asintió mientras se despegaba de su amiga y se despedía de sus amigos.

Bueno, nos vemos mañana —también se despidió Mirio levantado la mano y yéndose por el mismo camino por donde la peliceleste se había ido.

Dejando tan solo a la pareja frente a los enormes arcos de la entrada de la Yūei.

¿Nos vamos? —preguntó Tamaki con una tímida sonrisa mientras le extendía la mano para ir juntos.

La joven Luna no dudo y correspondiendo aquella bonita sonrisa, junto sus manos y las oculto en el abrigo de la joven Noche.

Si —respondió mientras comenzaba a caminar hacia la estación de trenes.

Comenzando así la rutina de volver juntos que duraría todo su último año.

¿Que tal tu primer día?.

Ya llegada la noche, junto a la luna y las estrellas.

En el departamento padre e hija se encontraban sentados en el sofá observando la televisión, mientras que su mascota. Un gato negro de ojos también oscuros se acurrucaba en las piernas del mayor y decidía dormir.

Tsuki siempre se había preguntado quien fue la persona que le había regalo a su padre aquel gato, pues recordaba que un día tan solo había aparecido con el gatito en los brazos, diciendo que alguien importante para él se lo había dado.

Bien, las clases de héroes iniciaron de forma intensa —habló dejando aquellos pensamientos de lado mientras volvía a poner su atención en su padre—. ¿Que tal el tuyo, hubo un nuevo algún alumno que te haya interesado? —preguntó mientras observaba como el rostro de su padre dudaba por unos segundos, pero luego volvía a su común gesto perezoso y neutro.

Todos son ruidososhabló para luego beber un sorbo de su café amargo.

Tsuki lo escuchó con atención comprendiendo que al parecer.

Nadie de la nueva clase de su padre había sido expulsado.

Sonrió también al descubrir que al parecer ese año.

Conocería a nuevos e interesantes kōhais.

Nota de la Autora:

Kōhai es una palabra de origen japonés que se traduce, literalmente, como “el compañero de después”. Se refiere a un nuevo miembro de una institución, empresa, asociación, academia u otras formas de organización social, que debe recibir un período de preparación e instrucción por parte de un miembro con experiencia

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top