𝐀𝐔 𝐌𝐎𝐃𝐄𝐑𝐍𝐎┆Cupido al rescate (𝟮)
༻ ☁️ ༺ Advertencias: Primer capítulo poli amor muchachas.
El Dios Uzui estaría orgulloso.
segunda parte del pedido de: LaMazorcaDigital (no me deja etiquetar JDJDK)
Rosslenne tras una breve charla y series con Santiago se mantuvo en los silencios pensativa.
Tenía que tomar una importante decisión, entre Yuuichiro o Muichiro.
Cuando se terminó el envase de palomitas de maíz, miró el perfil de su amigo.
—Ya sé cuál es la mejor decisión.
—¿Enserio? —Santiago se llevó un vaso con soda a la boca.
—Ambos. —así fue como el castaño escupió su bebida.
—¡Amigaa, ¿Qué?! ¡¿Acaso quieres que el mundo explote?! —se levantó de la cama dando vueltas como si entrara en crisis.
—No, te digo la verdad. No puedo tener preferencia con ambos.
—Ajá. ¿Y qué le dirás? ''Oigan, me gustan demasiado. ¿Qué tal un trío?''
—Haces que suene peor, pero literalmente sería algo así.
—Renuncio. ¡Renuncio a este trabajo! —hizo que se iba de la habitación. Rosslenne se levantó y le jaló del brazo.
—¡Ah no, tu dijiste que serías mi cupido! ¡Y cupido nunca renuncia a un caso!
Santiago giró los ojos. —Si Yuuichiro te rechaza, es mío.
—Te amo, déjame besarte. —acercó sus labios a su mejilla con boca de pato.
—¡No me babees, no me babees! ¡Nooo!
—¿Y bien? ¿Cuál es tu plan súper dotado del amor? —los ojos mieles acariciaban el cabello de Santiago quien hacía gestos pensativos.
—Fácil y claro, diles que les gustas. No sé porque la gente se complica la vida.
—Eres el peor cupido, ni si quiera me dices como debería hacerlo o el ambiente. Algo cursi, rosas, chocolate, no sé.
—Bleh. Demasiado cursi. Puedes hacerlo con Muichito si gustas, pero con Yuui seguro te lo lanzara por la cabeza.
—¿Qué recomiendas entonces?
—Si yo fuera una chica, sin operaciones... entonces con el caso de Muichiro buscaría decírselo en privado, obviamente. Tal vez ver si está interesado en alguien.
—¿Y cómo lo averiguaremos?
—Tranquila, yo me encargo.
—Oh no. ¡Nooo! ¡Me pondrás en ridículo!
—¿Acaso no confías en mí? ¡Tú me pediste ayuda, acepta mis condiciones! —Ross suspiró.
—De acuerdo.
(...)
El día de vuelta a clases llegó, Ross no paraba de sentir que el estómago se le retorcía. Tal vez era porque se pasó de verga en tragarse tantos tacos que compraron días anteriores. De igual manera, no estaba lista para confesarse. Primero muerta que pasar vergüenza para luego ser rechazada. Preferiría no decir nada y quedarse con ese sentimiento hasta envejecer comiendo sopa con unos diez gatos.
Por esa razón Santiago sabía que no iba a ser fácil, con su mejor amiga haciéndose la difícil iba a tener que dar el primer paso y nada mejor que comenzar con lo más difícil: Yuuichiro.
—Hola mi amigo, ¿Qué tal darse cuenta que las vacaciones se acabaron y volvimos a este infierno? —para su suerte, se encontraba solo. Tomando los libros de su casillero.
El mentoso lo miró, para cerrar la puerta y empezar a caminar. Santiago lo siguió.
—¿Por qué me hablas? —preguntó.
—¿Cómo que por qué? ¡No es mala idea empezar con nuevas amistades otro semestre para cambiar un poco las cosas! —su ánimo no bajaba en ningún momento a pesar de lo cortante que era.
Yuuichiro se detuvo en la puerta de su aula y se giró. Su gesto era claro de odio estaba pero a otro nivel.
—No me agradas. —sentenció para entrar.
Santiago regresó en una clara derrota, parecía una hoja de papel por lo desanimado que estaba. Se quedó en una esquina siendo regañado por el profesor para que se sentara.
Pero no se rindió. Oh, no. Claro que no. Mientras más difícil más satisfactorio es la victoria.
Volvió a buscarlo en la hora del receso, esta vez espero que su gemelo menor se alejara. Parecía todo un stalker esperando a su víctima.
Muichiro se alejó, entonces fue su momento de oro.
—¡Hola, que agradable clima!, ¿Qué estás comiendo? —se sentó al frente sin pedir permiso con su bandeja. Yuuichiro empezó a tener un tic en su ojo derecho.
—...En serio, estás actuando más raro de lo normal. ¿Qué es lo que quieres? —Santiago empezó a devorar la comida, después de todo tuvo que esperar para hacer su jugada y ya moría de hambre.
—¿Te vas a comer eso? —preguntó señalando lo que tenía en la bandeja.
Yuuichiro se lo dio, después de todo ya no tenía tanta hambre.
—¡Gracias! ¿Acaso estás haciendo dieta? —el de puntas mentas se cruzó de brazos.
—No.
—Pareciera, te veo más delgado. Ahora me arrepiento, deberías engordar más.
El mentoso tomo aire para evitar lanzarle la bandeja en la cara.
—No ignores mi pregunta, ¿Qué quieres? —Santiago se detuvo con una mueca de nerviosismo. Se limpió las mejillas.
—Verás, es una situación complicada. Tengo una amiga, de una amiga que conoce a otra amiga cercana que le pareces lindo. Pero es tan cobarde que me está haciendo pasar por su comunicador, por así decirlo. —sonrió de oreja a oreja, esperando con temor su reacción.
—¿Y quién es ella?
—Ehh, no te puedo decir eso.
—¿Por qué no?
—¡No voy a decirte quien es! ¡¿Y si la rechazas duramente?!
—¡¿Cómo voy a rechazarla si no sé quién es?!
—Ah, buena pregunta.
Yuuichiro se levantó de la mesa.
—¡Espera, dejaste tu yogurt de dieta!
(...)
Ross caminaba tranquilamente de vuelta a su salón, cuando alguien la tomo de la muñeca y la movió contra la pared.
—Rosalía, debes tomar las cartas de tu propio destino. —Santiago dejó las manos sobre sus hombros, tenía un aura extraña de suspenso. —¡Ya no soporto tanto odio! ¡Hice todo lo posible, tu novio es un dolor de cabeza! ¡Tienes que confesarte ya!
—¡Shh! ¡Santiago por el amor de dios, no grites eso! —continuaba lloriqueando. —Ya te pareces a Zenitsu por andar como un cliché a donde va.
—Deberías volverte un cliché con los Tokito para acabar ya con esto y dejar de hacerme hacer tu sucia tarea por ti.
—No seas así, sabes que no es fácil. Además, no debería estarte dando explicaciones. —suspiró. Entraron al salón.
—Perdón, solo me gusta poner drama a la situación. Pero enserio, no deberías ya decirles. Después de todo no pierdes nada.
—Haces que suene tan fácil.
—Bueno, haré mi última voluntad. Ya sabes, si Yuuichiro te rechaza me lo robo. —salió del salón.
—¡Santiago! —lo llamó pero este se lanzó como si fuese un maratón afuera del aula. Ross se levantó para evitar detenerlo pero ya era tarde. Volvió a sentarse. —El profesor lo va a volver a regañar.
Después de la última hora Santiago volvió a secuestrar a Rosslenne de manera imprevista, ni si quiera le dio tiempo de despedirse de sus amigos. La llevó a la azotea.
—¡Me vas a sacar el brazo! ¡¿Qué hacemos aquí?!
—¡No subas la voz! Me costó mucho lograrlo, así que más te vale aprovecharlo.
—¿Aprovechar qué? —la luz de afuera les hizo entrecerrar los ojos, fue entonces que dos personas que estaban ya adentro se giraron hacia ellos. Ross se quedó congelada al ver quiénes eran y tuvo intenciones de huir.
—¡No, tu vienes! —su mejor amigo literalmente la cargo para que no escapara.
—¡Santiago, suéltame! ¡No quiero, no quiero! —estaba roja como un tomate con el corazón a mil. Santiago la dejo al frente de ellos. Retrocedió unos pasos.
—Bien, ¿Qué es lo importante para citarnos aquí? —preguntó Yui.
—Que se los diga ella. —la volvió a acercar a ellos. —¡Porque yo, me voy! ¡Suerte! —le dio palmaditas en la espalda.
El sonido de la puerta sonó para empezar un silencio incómodo. Ross se aferraba al borde de su falda con la mirada cabizbaja mientras los ojos menta estaban sobre ella.
Tragó saliva, para empezar a hablar.
—Y-yo, lo siento. Se supone que desde el principio yo debí llamarlos y no Santiago. N-no sé cómo decir esto...
—Está bien, tomate tu tiempo. —Muichiro sonrió.
Rosslenne sintió un nudo en su garganta, pero era ahora o nunca. No iba a hacer que todo el esfuerzo que hizo su mejor amigo por ella fuese en vano.
—M-me gustan... —dijo en casi un susurro, observó el suelo por unos segundos para luego verles. Ambos parecían asimilarlo.
—¿Qué? ¿Acaso escuche mal...? —preguntó el gemelo menor.
—¡N-no! Me gustan, los dos.
—Es una broma. —dijo Yuuichirou desconfiado.
—¡No es una broma! ¡Lo digo enserio! ¡Aghh, por eso no quería decirlo! —se tapó el rostro con las manos.
Fue entonces que los gemelos se miraron y se alejaron a una distancia prudente. Empezaron a hablar entre ellos. Ross se quedó de pie en su lugar.
(...)
—¡Hola, ya volví! —Santiago guardó su teléfono.
—Qué bueno, ¿Qué fue lo que...? ¡AHHH! —dio un salto en su sitio al ver a Rosslenne tenía tomados de la mano a Yuuichiro y Muichiro.
—¿Qué pasa? —preguntó Ross ante la reacción de su amigo quien los miraba de arriba a abajo con una mueca de espanto. Quedo mudo.
—Que ruidoso, no sé cómo lo soportas. —comentó Yui.
—¿Ya nos vamos? —consultó Mui para salir los tres de la escuela.
—Lo logró. La muy hija de fruta lo logró.
༻ ☁️ ༺ -posando con la portada nueva y los separadores- ¡Los volví a cambiar, ya voy como mil veces! AJJAJA Me desaparecí para tomarme un tiempo de la historia y dedicarme a otras. Sé que no me salió con tanta comedia como es habitual, pero próximamente habrán más one shots más románticos y menos joda.
Siempre habrá, pero no me gusta que sea siempre siempre para no aburrirles. En fin. Tenía que terminar este pedido para continuar con las ideas que tengo en borradores. Mil gracias por leer y su apoyo, sus comentarios siempre me hacen el día y los leo para reírme un rato asdjsj
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