chapter seven. halloween kiss
ੈ✩‧₊˚ 𝒕𝒉𝒊𝒔 𝒊𝒔 𝒎𝒆 𝒕𝒓𝒚𝒊𝒏𝒈 !! 🥀
─── capítulo siete, beso de halloween
❝'Cause when you're fifteen
And somebody tells you they love you
You're gonna believe them❞
──────🎸──────
Juliette abrió lentamente los ojos, había llorado silenciosamente durante gran parte de la madrugada causándole un fuerte dolor de cabeza por la mañana y las cortinas abiertas que dejaban entrar directamente los rayos de luz no ayudaban mucho. Se inclinó sobre su cama para observar si Alex seguía dormido, pero como ya lo sospechaba antes, se había despertado temprano y se había ido ya a su propia habitación.
La morena se retiró con pesar las sábanas de su anatomía, se levantó y sus pies descalzos se alteraron gracias al frío suelo. Caminó hasta la habitación de Jackie y al verla dormida se tiró sobre ella, rodó un par de centímetros hacia su izquierda y se acomodó entre la espalda de la mayor y su colchón. Kie soltó un breve pero ruidoso quejido, cubrió a Julie con su manta hasta el cuello.
─── Jamás volveré a tomar alcohol ───mencionó.
─── ¿Te embriagaste? ───cuestionó la menor con un deje incrédulo.
─── Larga historia, Julie ───asumó apenada.
─── Tendrás que contármelo todo.
─── Deja de abrazarme, necesitamos ir a desayunar ───habló Jackie quejándose de lo cómodos que eran los abrazos de Julie.
─── ¿Tenemos que hacerlo? Duerme para siempre y ya ───protestó entre dientes.
─── Quédate un rato más si quieres, pero necesito hacer algunas cosas.
─── Está bien, te acompañaré con la condición de que me cuentes absolutamente todo sobre ese tema ───sonrió.
─── Trato hecho.
La mayor se levantó sin ninguna dificultad, estiró su brazo para que Julie lo tomara, la chica propuso un maratón de Harry Potter para cuando volviera del café Lark y su hermana aceptó gustosa. Jackie no era muy de ver televisión pero quería pasar más tiempo con Juls.
Juliette tomó una ducha reconfortante de agua caliente, se decidió por usar unos pantalones a la cadera, atreviéndose por primera vez luego de tanto tiempo a que se notara su cicatriz en la espalda baja, seleccionó uno de sus tres tops favoritos: uno color naranja que llegaba a la altura de las últimas costillas verdaderas y tenía impresa la frase “Camp Half-blood” en letras negras.
Se dirigió hacia la cocina con su cojeo habitual, la imágen ahí la dejó bastante sorprendida. James estaba sentado en la isla con un par de panqueques en un plato azul, los llenó de miel de maple y sonrió en su dirección al notar su presencia.
─── Buenos días ───habló con un tono tranquilo.
Danny, Jackie, Katherine y Jimmy le devolvieron el saludo.
─── ¿Cuál es el motivo de tu visita, Jim? ───inquirió mientras tomaba su propio desayuno.
─── Iré al pueblo hoy, antes de la fiesta en el Lark para comprar los disfraces que Tabi y yo usaremos, quería preguntarte si te gustaría acompañarme.
─── Claro, tendrás que ayudarme a escoger qué usaré.
─── Está esa tienda, ¿cómo se llamaba...? ───mencionó Danny y trató de recordar el nombre─── ¡Lo tengo! Halloween forever, qué nombre tan común ───rió.
Una vez que terminaron su desayuno, Jim y Julie se dispusieron a salir de la casa no sin antes tomar sus abrigos, Isaac pasó por su lado y la morena sintió su mirada. Sabía que aquello ocurriría pero quizá no lo terminó de aceptar al cien por ciento, ahora el castaño era uno de los primeros en haber visto sus cicatrices en la espalda. Le sonrió un tanto incómodo por el asunto y se adentró rápidamente en la cocina, Juls colgó su bolso sobre su hombro y ambos subieron a la Jeep del chico.
─── Quizá tu sugerencia sea la correcta.
─── ¿El vestirte de Anne Shirley? ───se giró a verla con una ceja alzada.
─── Síp.
─── Non lo so, newyorkese ───dijo Jimmy y la morena rodó los ojos fastidiada.
─── Te he dicho mil veces que no me hables en italiano, no te entiendo nada ───se quejó───. Cada vez que lo hagas te hablaré en español.
─── Bien, bien. ───bufó divertido mientras daba una vuelta al volante─── ¿Te vestirás junto a alguien?
─── No tengo con quién...
─── Sabes a quién me refiero ───interrumpió.
─── Pues la verdad es que no, dudo mucho que lo hagamos, no somos nada, ¿sabes?
─── Pueden hacerlo como amigos, Julie ───vociferó.
Estacionó su Jeep justo frente a la tienda, era un lugar pequeño pero desde fuera se podía ver la gran variedad con la que contaba.
─── Llegamos.
Al abrir la puerta de la tienda sonó una campana, un chico pelirrojo detrás de la caja registradora les dirigió la mirada para después sonreírle a Julie. Nuestra castaña se paseó por el lugar buscando las mejores opciones, pensó en mejor ir a una tienda de antigüedades para buscar vestidos que se parecieran a los que Anne Shirley usaba.
─── Ya tengo mi disfraz, ¿estás lista? ───preguntó Jim acercándose a ella, Julie asintió un par de veces─── Tienes las manos vacías ───observó confundido.
─── Sólo necesito una peluca pelirroja, están detrás de la caja registradora ───señaló.
Cuando se acercaron a pagar, Julie notó las ganas inmensas que el pelirrojo tenía de hablarle.
─── ¿Encontraron lo que buscaban?
─── Sí, sería una peluca pelirroja clara, por favor ───pidió mientras sacaba unos cuantos billetes de su bolsa.
Mortenson le apartó la mano y negó.
─── Yo la pago, guarda eso para tu vestido porque no saldrá nada barato, la señora Hillson le sube diez dólares a cada maldita cosa ───hizo un ademán con las manos y rodó los ojos.
─── Gracias, Jimmy. Pero me mucha pena.
─── Tabitha me hubiera matado igual, se siente como una mamá contigo ───soltó una carcajada.
─── ¿Sientes que podrías casarte con ella? En el futuro, claro.
El chico pareció dudarlo unos segundos.
─── Por supuesto, pero no sé si ella querría casarse conmigo...
─── Comprendo. Hacen linda pareja, sus vibras se mezclan muy bien ───le sonrió.
─── Aquí está la peluca ───dijo saliendo del pequeño almacén trasero─── Serían cinco dólares con cincuenta y tu número de teléfono ───Julie soltó una pequeña carcajada.
─── ¿Esas técnicas no se usaban hace cincuenta años?
─── Me gusta lo anticuado.
─── No puedo dártelo, estoy...
─── En una situación complicada, entiendo ───interrumpió─── ¿Vendrán a la fiesta de Halloween en la casa de Sarah Rockefeller?
─── No pensábamos ir ───contestó su amigo.
─── Ni siquiera estaba enterada, pero sería bueno ir al final de pedir dulces.
─── Pues si deciden ir, puedes buscarme en la cocina, por lo general estoy comiendo siempre en las fiestas ───las comisuras de sus labios se alzaron.
─── De acuerdo, gracias ───sonrió tontamente y salió detrás de Jim.
Ya en el vehículo se colocó el cinturón, luego de su accidente jamás se le olvidaba ese paso. El ojiverde le lanzó una mirada fugaz antes de meter la llave para encender su camioneta.
─── ¿Algo que quieras decirme?
─── No creo que la fiesta de Sarah sea un buen ambiente para ti ───observó con cautela.
─── Tenemos la misma edad, James.
─── Mejor cerraré la boca ───fingió pegarse los labios con un cierre y ella le sacó la lengua cual niña pequeña.
─── ¿Tabi irá a la fiesta del Lark?
─── Oh, me recordó decirte que lleva enferma desde anoche, dijo que sus mensajes no te llegaron.
Juliette recordó haber arrojado su celular al suelo de madera con todas sus fuerzas, sus labios se crisparon.
─── Lo rompí. Espero se mejore, le llevaré un café por la noche.
─── Ojalá. ───cruzó los dedos─── ¿Quieres arreglarte en mi casa? Lola me lo pidió, no sabe maquillarse y quería ver si la ayudabas.
─── Con gusto, aunque no soy muy buena con los maquillajes ligeros ───dió una risa nasal───. Hay que ir con la señora Hillson por un vestido y después vamos a mi casa por mis cosas.
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Juliette estuvo contenta una vez compró su vestido y unas medias blancas para acompañarlo, pediría unas botas prestadas a Jackie que hace mucho no se las veía usar y pediría a Katherine ayuda con su peluca, ya tenía todo planeado para su día favorito del año. Cuando Juls tenía ocho, su madre le trajo de Milán un hermoso vestido de princesa confeccionado por sus mejores empleados, era color rosa con brillos plateados en los bordes. Su familia siempre se esmeraba mucho en hacer de las festividades lo mejor para ella, la más pequeña de su hogar y quien más disfrutaba de esas cosas.
─── Kate, me arreglaré en casa de Jimmy ───proclamó bajando las escaleras con los brazos llenos.
La pelirroja se asomó por el umbral de la cocina e hizo un gesto de duda.
─── ¿Por qué no aquí? ───interrogó.
─── Lola quiere que le ayude a maquillarse, la hija de los Mortenson.
La adulta asintió tomándole razón.
─── Bien, te quiero aquí cinco minutos antes de que nos vayamos. Para no llegar tarde y eso, Alex debe ayudar a Will.
─── Gracias.
Llegaron en pocos minutos debido a la corta distancia entre ambos hogares, el mayor se adentró y le murmuró que se sintiera como en su casa. Benjamin y Fiorella Mortenson la saludaron con un apretón cálido de manos, eran unos señores muy amables que demostraban su gran amor por el otro seguido. Según lo que Jimmy le había contado, su padre había viajado de mochilero en el noventa y siete alrededor de todo Europa y conoció a su madre mientras visitaba la Fontana di Trevi, “una hermosa italiana de cabellos casi dorados” le recordó decir.
Subieron las escaleras, pasaron por la habitación de Lola quien al verla se levantó de su alfombra y le proporcionó un beso en cada mejilla como saludo.
─── Te agradezco que hayas aceptado, Julie.
─── No es ningún problema para mí, lo hago con mucho gusto. ¿Qué quieres que te haga?
─── Te mostraré la imagen, deja tus cosas en mi cama.
─── Mientras ustedes hacen todo eso yo iré a bañarme, me avisan al estar listas ───pidió.
─── Ajá, ya vete ───Lola cerró su puerta y chilló como cerdito por la emoción.
Se colocaron sus vestidos primero para después no arruinar su maquillaje de ninguna manera. El de Julie era color amarillo pastel con efecto corset de la cintura hacia el pecho, tenía tirantes gruesos que su unían en un moño por los hombros. Se colocó sus zapatillas bajas de color blanco.
─── Te ves bellísima ───halagó Lola.
─── Me siento como Andie Anderson ───aceptó sonriente dando una vuelta─── Hay que empezar con los maquillajes.
Lola eligió sólo usar sombras de ojos, rubor, rímel y un brillo labial no tan cargado para su edad.
─── Ya quiero tener al menos dieciséis.
─── Dios, no. Créeme cuando te digo que al estar llegando casi a tu mayoría de edad desearás volver a tu infancia, todo se vuelve extremadamente complicado. ───tomó el alisador de cabello─── Tus rizos son hermosos, ¿por qué siempre las personas se empeñan en arruinarlos con este tipo de cosas? Mi hermana Jackie tiene unos hermosos pero alisa su cabello todos los días.
─── Siempre las personas los han mirado como a la peste bubónica, no sé.
─── Pues deberían aceptarlo, el cabello siempre vuelve a su forma original incluso después de alisarlo de manera permanente. No es fácil, eso lo sé, pero es como las cirugías estéticas, algunas veces se arruinan sus mejores y más característicos rasgos por complacer a otras personas. Mira a Courtney Cox, era la mujer más hermosa que yo hubiera visto jamás y ahora está irreconocible.
Julie deseaba poder hacer algo por todas esas personas, la misma sociedad que se quejaba por los altos estándares de belleza que antes se imponían ahora hacían sufrir unos nuevos mucho más estrictos. Habían cosas inevitables de las que no podía sentirse segura, como por ejemplo sus cicatrices, no se las podía arrancar del cuerpo así que no tuvo otra opción más que aceptarlas.
Alguien tocó la puerta tres veces, por los pasos que se escucharon anteriormente en el pasillo, Julie dedujo que se trataba de James. Era buena reconociendo los pasos de las personas.
─── Pasa.
─── Hola, ¿están listas? ───cuestionó mirando a Lola de arriba hacia abajo─── Estás sorprendente, ambas están muy lindas.
─── Gracias, Jimmy. Ya terminé con ella.
─── Bien, déjame llevarte a tu casa.
La chica Mortenson le agradeció el haberle ayudado unas tres veces más, se despidió cortésmente de sus padres y su mejor amigo la llevó a su propia casa.
─── Nos vemos allá ───le proporcionó un abrazo y bajó del automóvil.
Al entrar en la casa chocó con Alex por accidente, los nervios salieron a flote y alisó su vestido con las palmas.
─── Cielos, Julie. Te ves hermosa... Eres hermosa ───se corrigió, sus ojos se achicaron al esbozar una sonrisa.
─── Oh, gracias, Alex ───se frotó el cuello.
─── ¿Listos todos? ───gritó George desde la planta superior, bajó las escaleras con su trote típico y su esposa le siguió.
─── Luces sorprendente ───admitió Katherine.
Juliette se sintió más nerviosa al sentir la mirada de todos sobre ella, los chicos que pasaban a su lado para salir de su hogar le sonreían y daban cumplidos, sus mejillas ya se hallaban completamente rosadas. Su pelinegro favorito le ofreció una mano y ella la tomó mientras posaba la otra en el mismo antebrazo de esa misma. George y Kate se miraron cómplices.
Jackie llegó caminando desde la dirección del patio y recogió unos juguetes del suelo.
─── Guau, te pareces más a mamá con ese vestido.
Se abrazaron unos segundos antes de que la Howard menor subiera a la vieja camioneta de George donde también estaba Danny. Alex charló un poco con su hermana y subió a su lado después.
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Mato Summerhill dió un discurso de agradecimiento hacía sus empleados, Alex y Kiley repartían bebidas a las mesas y la mayoría de las personas bailaban en el centro. En un momento dado, Juliette se acercó hacia Will y Hayley para felicitarlos por el éxito de Lark al Anochecer. Pidió un refresco pero nadie se lo dió, tuvo que acercarse a la barra.
─── ¿Nadie te hace caso aquí cuando pides una bebida? ───cuestionó bromeando hacia Skylar.
─── Lo siento, te daré una...
─── Pepsi está bien, odio las demás.
─── Qué crimen ───rió el moreno.
Llenó un vaso de cristal con hielos y el refresco que la chica pidió, le colocó un popote largo y delgado de metal al recordar que ella odiaba tomar directamente de los vasos.
─── Gracias, Sky.
Sorbió una sola vez y se lo acabó todo, rodeó a varias personas con el fin de llegar a la pista improvisada y bailar. Sacó sus mejores pasos.
─── Deberías acompañar a Julie ───susurró Kiley junto a Alex.
─── ¿De qué hablas?
─── Sé que te gusta, aunque no dejes de hablar de Jackie, es Julie quien te gusta en realidad. Te conozco desde jardín de niños, ¿recuerdas? ───al pronunciar aquellas palabras se notó cierta tristeza en ellas.
─── ¿No te molestaría? ───sus ojos brillaron.
─── Claro que no, a mí me están pagando, a ti no ───le dió unas palmadas en la espalda y retiró las bandejas circulares de sus manos.
Alex se quitó su delantal y se aproximó a Juls.
─── Hola, Alex ───alzó la voz por encima del ruido.
─── Hola, Lili...
Las pupilas de él se dilataron, al notar tal cosa, Juliette se sintió particularmente contenta, le tendió la mano como él lo había hecho horas atrás. Bailaron agitadamente cualquier canción que los músicos tocaban, las canciones lentas comenzaron a llegar pronto y él pidió autorización.
─── Claro, siempre ───contestó nuestra morena.
Posó sus manos en la cintura de Julie mientras ella las ponía en los hombros anchos del pecoso. Se movían al compás de la música y unas risillas se les escapaban de vez en cuando. Los demás adolescentes Walter los miraban con felicidad.
─── Siento que ambos se complementan bastante bien ───dijo Nate.
─── ¿Bastante bien? ¡Se ven perfectos juntos! ───agregó Isaac.
─── Ahora sólo falta que Cole no se meta de nuevo ───todos se giraron con sorpresa ante el comentario de Lee pero terminaron por reír a carcajadas.
Lola y James llegaron después, Alex la dejó sola para que bailara con sus amigos. Juls reconoció que si Jordan estuviese ahí se llevaría muy bien con Lola, tenían la misma edad al final de cuentas.
Antes de irse pidió un café y unos biscuits para llevárselos a Tabitha, se despidió de Will y Haley felicitándolos por última vez. Como quedaba de paso, George estacionó su automóvil frente a la puerta de la pelirroja para que su dependiente saludara a su mejor amiga enferma. Al paso de unos minutos salió y regresaron directo a casa.
El maratón de Harry Potter se pospuso para días después cuando el castigo hacia Jacks estuviera más leve.
──────🎸──────
Halloween llegó tan rápido como un abrir y cerrar de ojos. Howard había decidido ir a la fiesta de Rockefeller y al parecer los Walter y García también. Ya tenía su disfraz listo y Katherine le arreglaba la peluca.
─── Tienen que ser trenzas, ¿cierto?
─── Sí, por favor.
Se removió en el asiento afelpado de su tocador y Kate le lanzó una sonrisa a través del espejo.
Comenzó a trenzarle con delicadeza el cabello falso.
─── Tú y Alex... han estado muy juntos últimamente ───por el tono que usó, parecía estar bastante cómoda con aquello.
─── Sólo somos amigos, tranquila.
─── No me molesta, al contrario. Alex es un chico maravilloso, sé que merece lo mejor y eso creo que eres tú, me gustaría saber que está con una buena chica ───admitió.
─── Me halagan tus palabras, pero no sé si yo le guste realmente. Pasa más tiempo con mi hermana en realidad.
─── ¿Eso? Lo hará por fastidiar a Cole, te lo aseguro. Conozco bien a mis hijos y sé por quién está flechado cada quién ───musitó divertida.
Se roció del mejor de sus perfumes, bajó las escaleras y al pie de ellas estaban todos ya con sus disfraces.
─── ¿Elvis Presley? ¿En serio? ───inquirió hacia Isaac con las cejas alzadas.
─── Sé que fue un patán, pero va con mis vibras.
Realizó una mueca y le ayudó a hacerse un nudo con un pañuelo rojo en el cuello. Peinó con sus dedos el cabello alborotado de Danny.
─── Déjenme adivinar. ───dijo─── Isaac es Elvis, Danny es Shakespeare, Nathan es una versión drogadicta de David Bowie, Jordan es Tarantino, Parker es una Patrick Mahomes versión rubia, Lee es Kurt Cobain, Cole es demasiado estúpido como para no disfrazarse y el guapísimo Benny es... ───dudó un momento─── Mike Wazowski con dos ojos.
─── ¡Soy Shrek! ───se quejó de inmediato.
─── Uy, perdóneme, señor.
Juliette lo tomó en brazos y llenó su cara pintada de verde con muchos besos.
─── ¿Quién falta? ───preguntó George.
─── Alex se irá después, así que sólo Jackie.
─── No, ella no irá.
─── Correcto, todos al auto.
A las siete comenzaron a pedir dulces por las casas y calles del pueblo para que no se fueran tan tarde a la fiesta de Halloween. Los Rockefeller eran una familia con buena reputación así que los patriarcas Walter supieron que sus hijos estaban en buenas manos.
Lo que no sabían era que Sarah no era sus padres y ellos habían tomado un viaje a Las Vegas desde tres días antes.
──────🎸──────
Los mayores habían dejado sus bolsas llenas de dulces en el asiento trasero de la camioneta para no llegar con las manos ocupadas a la fiesta Rockefeller.
─── Como máximo deberán volver a casa a medianoche ───advirtió George.
Todos aceptaron a pesar de que por dentro deseaban más horas de diversión, únicamente Benny, Parker, Jordan y Cole volverían a casa con el adulto.
─── ¿Te irás para estar con Jacks? ───le preguntó por fuera de la ventana al rubio.
─── Tal ves sí, tal vez no ───respondió jugando.
Juliette resopló y se despidió de todos en el vehículo. Entrelazó sus brazos con Nathan y Lee para entrar en la enorme casa.
La música estruendosa competía con las estruendosas risas contagiosas mientras los otros adolescentes disfrazados de superhéroes, monstruos y personajes de películas animadas se mezclaban en un torbellino de diversión. Luces neón iluminaban el centro de la sala de estar que estaba siendo utilizado como pista de baile, donde las coreografías espontáneas se entrelazaban con los movimientos cómicos de disfraces ingeniosos. En otra esquina varias chicas competían por quién era el mejor karaoke y junto a ellas una mesa de competencias sobre quién lograba meterse más gomitas a la boca. Toda la vibrante energía juvenil se mezclaba con la magia de Halloween.
Aquella noche se volvió prontamente tan especial que Juliette no dejaría arruinar con sus recuerdos y pensamientos tristes sobre su familia. Recordó que el chico pelirrojo de la tienda de disfraces estaría en la cocina, caminó hacia aquella dirección decidida a buscarlo.
─── ¡No te vayas tan lejos! ───escuchó decir a Danny por sobre todo el ruido y levantó un pulgar en su dirección.
Tomó un vaso rojo de la cocina y se sirvió agua natural.
─── ¿No quieres mejor una cerveza? ───reconoció a duras penas aquella voz a sus espaldas.
─── No tengo edad suficiente.
─── Eso no importa, ven ───le tomó la mano repentinamente.
─── Pero... ───susurró.
Lee frunció el ceño al verla pasar junto a él, levantó sus hombros como respuesta.
─── ¿De qué es tu disfraz? ───quiso saber.
─── Es de una serie de libros, pero yo me basé en la adaptación a televisión ───contó feliz por su interés.
Estaban ya en el patio trasero de la casa, había varios chicos más e incluso algunos chapoteaban en la piscina.
─── ¡Hola, Sarah! ───levantó su mano y la agitó hacia una chica de rastas.
Llegaron hasta un cubo lleno de hielo y cervezas, que por lo que alguna vez le contó su padre, eran de las más fuertes.
─── Oye, ni siquiera me has dicho tu nombre ───recordó.
─── Damien Johnson.
Le tendió una cerveza, Howard la tomó con una mueca. La llevó hacía unos arbustos un poco más alejados de la multitud, cuando él tomaba, ella fingía hacerlo también y tiraba rápidamente el líquido al pasto. Al parecer el tal Damien no sabía lo que era comenzar una plática, estaba siendo Julie la que lo hacía y ya se empezaba a sentir muy preguntona.
El de disfraz de esqueleto desplegó un interés incómodo hacia Juliette, trató de manejar la situación con una inquietud disimulada, el corazón le latió rápido sin saber qué hacer o decir. El ambiente se tornó tenso en medio de las risas y la música de los otros, se volvió casi palpable en el aire.
Damien estaba cruzando los límites de su espacio personal al rozar con su nariz el cuello de nuestra morena.
─── Deberíamos ir a bailar, ¿no crees? ───sugirió entre balbuceos.
─── Aquí estamos bien, linda ───le dejó un beso en su mandíbula.
Era como si el cuerpo de Juliette estuviese congelado, con la mente en blanco y la garganta seca.
─── No me gusta ésto ───habló por fin tratando de empujarlo lejos de ella.
Él le tomó bruscamente los brazos haciendo que la menor soltara un chillido del dolor. La estaba lastimando y todos estaban tan centrados en otra cosa que parecían no darse cuenta de la situación. Sus ojos parecían los de una pequeña presa a punto de ser asesinada por su depredador.
─── ¡Suéltala en este instante o voy a romperte todos los huesos! ───un suspiro de alivio salió de ella al escuchar su voz.
─── ¿A ti qué te importa, idiota? Déjanos en paz.
Damien se giró de nuevo hacia ella, Alex no permitiría nada más así que lo tomó del hombro izquierdo y le propinó dos fuertes puñetazos en dónde cayeran. Tomó delicadamente por la muñeca a su Julie y la arrastró hacia el interior de la casa, al saber que estaba fuera de peligro alguno, ella se le lanzó a los brazos.
─── No sabes cuánto te agradezco, Alex. Por Dios, lamento que tuvieras que hacer eso.
Agachó el rostro pero él le acarició la mejilla buscando su mirada.
─── Eres... ───comenzó al notar de quién iba vestido él.
─── Gilbert Blythe, sí ───terminó su oración.
Sonrió fascinada al darse cuenta de que Alex combinó a propósito sus disfraces.
─── ¿Puedo?
Lo observó confundida hacia el principio, pero una vez hubo comprendido su pregunta, asintió frenéticamente. Walter se acercó y la tomó por la cintura, su Lili entrelazó sus manos por detrás de su cuello acortando cada vez más la distancia.
Julie se sorprendió un poco cuando los labios del chico por fin rozaron los suyos, eran tan suaves. Un torrente de emociones se desató cuando por fin se encontraron, pasó sus manos a las mejillas de él para juntar sus rostros más cerca en su beso desesperado, encontraron aquella chispa que les hacía falta a cada uno desde tiempo atrás. Sintió algo revolverse en su estómago, dió un par de cortos besos más que le permitieron tomar un poco de aire y él volvió a envolverla en un beso más duradero. El agarre en su cintura se fortaleció haciéndola aproximarse más a su anatomía.
Cuando por fin se separaron, ambos sin aliento, se observaron a los ojos con complicidad y emitieron unas risillas diminutas. Howard recargó su cabeza en el pecho del pecoso y Alex la abrazó.
─── ¿Cómo me encontraste? Estaba un tanto alejada.
─── Lee me dijo por dónde te habías ido y estuve preguntándole a las demás personas.
Al querer señalar a su primo, Alex y Julie se dieron cuenta de que todos los chicos estaban reunidos en una sola esquina y los habían observado en aquél beso, tenían expresiones divertidas y Isaac se giró hacia la pared para rodearse con sus propios brazos fingiendo estar besándose con alguien.
Juls se cubrió el rostro sonrojado con las manos y se escondió en el pecho de Alex nuevamente.
Incluso Tabitha y James se encontraban a su lado, la pelirroja hizo un gesto de celebración y el castaño la miró orgulloso de que por fin se habían aceptado ambos.
─── Iré al baño, mantente cerca de ellos ───anunció el pelinegro.
─── Te esperaré allá entonces.
Se acercó apenada hacia sus amigos y soltó un gritito sincronizado con Tabitha, los chicos se fueron a bailar un rato dejándolas solas. Julie se dió el tiempo para descifrar el disfraz de su amiga pero terminó por rendirse.
─── ¿En serio? ¡Somos los papás de Tarzán! ───habló Tabi como si fuera obvio.
─── Por Dios. ───sonrió─── A que no adivinas lo que acaba de pasarme ───finalizó meneando los hombros.
HOLAAAAAA, ya volví.
Perdón por la tremenda abandonada que les metí, estuve muy ocupada en varias cosas y quería publicar ya mi fanfic de Percy Jackson (ya lo publiqué), en verdad sorry. Se viene ruptura amorosa, gente 🤟🏻
Espero les haya gustado este cap, sólo lo hice porque ya quería que se besaran 😓 JAJAJAJAJAJ.
Ahora sí no vemos pronto, lo prometo 💗
─── XOXO, Eva <3
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