10

Narra Jade

Termine de vestirme bajo la atenta mirada de Lucifer, cuando ambos estuvimos arreglados bajamos a la planta baja desayunar todos.

Todos tomamos nuestros lugares en la mesa, observo a mi hermano entrar solo al comedor con su rostro demostrado enojó, detrás de él está aquella mujer, ambos toman lugares en la mesa.

La chica se sienta en completo silencio, come en silencio ignorando por completo a todos.

— ¿Sucede algo Dimitrov?— pregunto en mi idioma natal

— cosas que no importan cariño — responde en ruso

— ¿Estás seguro? Tu cara demuestra que es algo que te incomoda mucho — lo veo sentarse en el cabezal

— no es nada pequeña, no hay nada que un regaño arregle — me sonríe y comienza a comer

— está bien, confío en ti — sonrió comenzando a comer

Al terminar el desayuno, nos levantamos caminando a la sala, el celular de mi hermano nos hace posar nuestra atención en él.

— iré en unos minutos — dice antes de colgar —

— rubia — me mira Lucifer — estuve hablando con Dimitrov y me encantaría mucho hacer negocios con él —

— sería una gran idea — sonrió viendo a Lucifer

— El Luxe patrocinará el alcohol que producen — mira a Dimitrov y ambos se levantan

— quiero que se queden tranquilas, nosotros iremos a ver unos negocios—

— por supuesto, ¿Ustedes vendrán temprano?— pregunto viendo ambos

— por supuesto princesa, si llegamos a un buen acuerdo llegaremos temprano—

— claro hermano — sonrió — les deseo mucha suerte

— ¿Nos vamos?— anuncia Azadiel

— por supuesto, recuerden que las cosas no están bien afuera, eviten salir sin guardias ni hacer estupideces — habla Dimitrov viendo a todas

— jamás hacemos estupideces — lo miro ofendida —

— será una tarde relajante — habla Paola viéndome cómplice

— si claro — habla con sarcasmo mi hermano

—¿Puedo volver a mi habitación?— acomoda su cabello.

— pueden ir de compras, si eso las hace feliz— sugiere Azadiel

—lo pensaremos — inquiere Mice

—nosotras veremos qué hacemos, ustedes vayan a sus negocios— los corro de la habitación

— te has vuelto más mandona — se burla mi hermano saliendo de la habitación

— QUE LE VALGA SEÑOR — grito desde el sofá

— eres un desastre — se ríe Mice viéndome divertida

— siempre — sonrió — por cierto, olvide decirles que en un rato llegarán los hijos de mi hermano — miro a Paola y luego a Mice

— ¿Tiene hijos tu hermano?— me mira confundida Paola

— estúpida, sus perros — rodeo los ojos

— ay babosa, me asustas burra — se ríe a carcajadas — lo olvidé

— ¿Por qué sus hijos?— pregunta Mice

— ama mucho a esos perros y los consiente como si fueran sus hijos —

— ¿Cuántos son?— me sorprende su interés

— son seis hermosos Doberman — sonrió al ver una chispa de emoción en la mirada de Mice

— muero por verlos — me mira ansiosa

Jugamos un rato videojuegos, el sonido del timbre nos hace posar nuestras miradas en la entrada, la ama de llaves abre la puerta y después de unos minutos seis hermosos Doberman corren como locos hasta llegar a la sala.

— hola bebés — intento abrazar a todos, pero es imposible.

— cuando los vi, eran unos  pequeños bebés — sonríe nostálgica

— eran muy pequeños — beso la cabeza de cada uno

— ¿Cómo se llaman?— uno de mis perros se acercan a Mice

— el líder se llama Zeus — acarició al perro — todos llevan nombres de dioses de la mitología griega —

— ¿Por qué?— bebe un poco de vino

— mi hermano y yo somos amantes de la mitología griega, cuando los adoptamos decidimos llamarlos por nombres griegos — acaricio a Zeus

— ¿Cuales son el nombre de los demás?—

— Ares, Apolo, Hades, Poseidón y Hércules —

— ¿Vamos a dar un paseo?— sugiere Ivanna

— claro, iré por mí abrigo — nos levantamos todas.

Caminamos a nuestras habitaciones para tomar nuestros abrigos, salimos al jardín trasero dejando que los perros corrieran por todas partes.

Jugamos un rato con los perros con la nieve, quedamos completamente cansadas de tanto correr y jugar. Entramos de nuevo a casa, subí a la habitación para darme un baño de agua caliente para relajarme, al salir me vestí con una pijama cómoda buscando un libro para leer.

Al buscar por la biblioteca me percato que no está uno de mis libros favoritos. Busco en la habitación de mi hermano y no está, la única opción es la habitación de esa mujer.

— disculpa— tocó su puerta

—¿Quién?— gruñe en tono cansada.

— soy Jade — pongo mis manos en mi cintura

Abre la puerta —¿Qué necesitas?—

— de casualidad tienes el libro de Perfume, lo busque en su biblioteca y habitación pero no lo encuentro— la miró

—Está aquí—entrega el libro — Puedes irte— cierra la puerta en mi rostro

— gracias — recibo el libro regresando a la habitación — todavía me cierra la puerta en la cara en mi casa — bufo rodeando los ojos

Me acomodo en la cama iniciando mi lectura con mis pequeños acostados en la cama durmiendo.

Después de un rato se escucha música a todo volumen en la habitación de aquella mujer.

— ¿Es enserio?— gruño molesta por el ruido — necesito silencio, joder —

— SERGEY— grito furiosa Llamando al jefe de seguridad y mi guardaespaldas.

— dígame señora — habla  detrás de la puerta

— quiero silencio absoluto, necesito leer — habló fuerte para que pueda escucharme.

— ahora lo arreglo señora — lo escucho retirarse

Después de unos minutos la música de apaga, regreso a mi lectura relajando mi cuerpo. Luego de un rato de lectura salgo de la habitación encontrándome con las personas de seguridad alteradas.

— CORRAN CABRONES— grita furioso Sergey

— ¿Qué pasa Sergey?— pregunto viendo a los guardias

— de nuevo se escapó la mujer de su hermano, señorita — habla sin verme

— cuando la encuentren díganle a mi hermano que le ponga cadenas o algo así — rodeo los ojos — esa mujer es todo un show — suspiro antes de ir a la cocina

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