Bella pov.

- ¿Cuántos son?.-preguntó Emmett a Alice.

-Tres.-contestó ella. Alexandra se puso a mi lado al instante poniéndose a la defensiva.

-¡Tres!.-exclamó Emmett con tono burlón. Flexionó los músculos de acero de sus imponentes brazos.- Dejalos que vengan.-agregó haciendo que Alexandra le dirigiera una mirada fulminante.

Carlisle lo consideró durante una fracción de segundo que pareció más larga de lo quefue en realidad. Sólo Emmett parecía impasible; el resto miraba fijamente el rostro de Carlisle
con los ojos llenos de ansiedad.

-Nos limitaremos a seguir jugando.-anunció finalmente Carlisle con tono frío.- Alice dijo que sólo sentían curiosidad.

-¡¿Qué?!.-exclamó Alexandra molesta.-no voy a poner en riesgo a Bella.-repuso rápidamente.

-No podrás lograrlo.-dijo Edward.

-Si puedo.-la familia Cullen supo al instante a lo que ella se refería, su don comúnmente no lo utilizaba pocas veces solía hacerlo sin embargo Alexandra se mantuvo firme ante su decisión pero Carlisle no pareció nada contento.-No perderé mas él tiempo arriesgando a Bella.-agregó agarrando mi mano, observe como ella cerró sus ojos por un momento para concentrarse o al menos eso suponía.

Parecía como si estuviera viendo una televisión en donde la imagen quedará congelada porque exactamente así había quedado todo excepto Alexandra y yo.

-Esto es...-no supe como describirlo pero ella me sonrió.

-Lo sé, raro.-dijo Alexandra mientras caminábamos lejos de la familia Cullen.

-Iba a decir sorprendente.-la corregí. Observando todo a mi alrededor él don de Alexandra sin duda era sorprendente.

-Eso también, con él tiempo aprendí muchas maneras de utilizarlo pero cada acción tiene consecuencias, hay algunas cosas que tienen que suceder y esto era una de ella. Pero no te expondré de tal manera.-explicó negando con la cabeza.

-No quiero que tengas problemas con tu familia.-dije mirándola, en ocasiones me preguntaba ¿Por Qué Alexandra seguía con los Cullen?.

-De seguro se les pasará, en realidad no me lo tomes a mal los quiero aunque no lo demuestre pero creo que ya ha llegado él tiempo de alejarme de ello.-la mire sorprendida, ella sonrió para después reírse entre dientes.-se leer tus expresiones.-aclaró haciendo que yo bajara la mirada.

-Es fácil ver lo que pienso. Mi madre
me dice que soy un libro abierto.-Expliqué al ver como todo se había detenido a nuestro alrededor.

-¿Cómo es tu madre?.-me preguntó de repente. La miré de reojo, con curiosidad.

-Se parece mucho a mí, pero es más guapa.-respondí. Alzó las cejas.- he heredado muchos rasgos de Charlie. Es más sociable y atrevida que yo. También es irresponsable y un
poco excéntrica, y una cocinera impredecible. Es mi mejor amiga.-me callé. Hablar de ella me había deprimido.

Alexandra paso su brazo por mis hombros al notar mi melancolía al hablar de Renée.

-Supongo que en parte te entiendo puedo hablar mejor con Esme que con  Carlisle o mis hermanos.-habló con una leve sonrisa.

-Mi madre siempre dice que nací con treinta y cinco años y que cada año me vuelvo más madura.-ambas nos reímos y luego suspiré.-En fin, una de las dos debía ser adulta.-me callé
d

urante un segundo.-Tampoco tú te pareces mucho a un adolescente de instituto.

-Lo se.-Ella suspiró.-En ese caso, ¿por qué se casó tu madre con Phil?.-cambió de tema debo admitir que me sorprendió que recordara el nombre. Sólo lo había mencionado una vez. Necesité unos momentos para responder.

-Mi madre tiene... un espíritu muy joven para su edad. Creo que Phil hace que se sienta aún más joven. En cualquier caso, ella está loca por él.-sacudí la cabeza. Aquella atracción suponía un misterio para mí.

-Aplica él dicho "para él amor no hay edad".-menciono haciéndome reír.-¿Lo apruebas?

-¿Importa?... Quiero que sea feliz, y Phil es lo que ella quiere.-explique mientras que vi a Alexandra un poco distraída.

-Eso es muy generoso por tu parte... Me pregunto...-murmuró un poco reflexiva.

-¿El qué?.-pregunte ansiosa.

- ¿Tendría ella esa misma cortesía contigo, sin importarle tu elección?.-
De repente, prestaba una gran atención. Nuestras miradas se encontraron y entendí él porque.

Alexandra ya me había presentado a su familia pero yo no le había dicho nada a Charlie y mucho menos a Renée.

-E...eso c...creo.-tartamudeé algo insegura, pero, después de todo, ella es la madre. Es un poquito diferente pero en cuanto te conozca dudo que Renée me juzgue.-agregué.

En realidad no sabia que reacción tendrían mis padres, pero si sabía que no terminaría por nada mi relación con Alexandra.

-También eso esperó.-murmuró

-¿A que te referías con algunas cosas tienen que suceder?.-pregunte para cambiar de tema.

-Te lo responderé en cuanto escapemos de aquí.-me guiño un ojo lo que hizo que mis mejillas se pusieran rojas.

-¿Escapar?.-pregunte mientras con su ayuda subía a su espalda.

-Si, porque estamos escapando de lo que tenía que suceder.-contestó, estaba un poco confundida. Alexandra me había dicho que era un poco complicado explicarlo por completo.-cierra los ojos.-me advirtió.

Y así lo hice.

Hasta que finalmente llegamos a mi casa.

-¿A que te refieres?.-ella me sonrió.

-Espera un segundo...-mire como unos pájaros habían quedado estáticos en su lugar hasta que finalmente se movieron al notar nuestra presencia.-listo de seguro no familia me matará.-se rió.

-Impresionante.-dije para mi misma.

-A lo que me refiero es que algunas cosas están destinadas a pasar, por así decirlo, y bueno yo me involucre tal vez mas adelante conozcamos a los nómadas pero por él momento prefiero intervenir a esperar a que algo te pase.-Explico agarrando mis dos manos.

Y es que Alexandra Cullen posiblemente no entendía él efecto tan grande que tenía en mi. Con sus sonrisas  y pequeños gestos ya me tenía a sus pies, por así decirlo.

Ahora estaba segura de afrontar lo que sea, le diría a mis padres sobre mi relación con Alexandra y si ellos no la aceptaban, ¿me dolería? de seguro si, pero no me alejaría de ella.