¿Sueños o solo pan duro?
Capítulo 10
Estoy sentado en un banco en un rincón escondido de Nueva York que pocos conocen. Las palomas se agrupan a mi alrededor, picoteando los pedazos de pan que les lanzo distraídamente. El sol de la tarde se filtra a través de las ramas de los árboles, proyectando sombras danzantes sobre el césped. Mis pensamientos vagan, inevitablemente aterrizando en Thomas. Cada vez que pienso en él, siento una extraña sensación en el pecho, algo que no puedo definir. Me convenzo a mí mismo de que es simplemente gratitud por su amabilidad, por la manera en que me ha acogido en su mundo mortal.
Matthew, se posa en el respaldo del banco y me observa con sus ojos penetrantes.
—¿Sucede algo, jefe? —pregunta con su voz rasposa pero preocupada.
Sacudo la cabeza.
—No, nada en particular —le respondo, rompiendo otro trozo de pan y lanzándoselo. Matthew parece no estar del todo convencido, pero no insiste. Vuelvo a perderme en mis pensamientos, mirando al horizonte sin realmente ver nada.
De repente, oigo unos pasos familiares. Miro hacia arriba y ahí está Thomas, sonriéndome con esa calidez que siempre parece rodearle.
—Hola, Morfeo —dice mientras se acerca y se sienta a mi lado en el banco. Su presencia trae consigo una oleada de calor que no sé cómo describir, pero me agrada profundamente.
—Hola, Thomas —le respondo, tratando de no mostrar demasiado mi sorpresa por el impacto de su cercanía.
— Vine a buscar algunos materiales para un nuevo diseño —comenta, levantando una bolsa que lleva consigo—. No pensé que podría encontrarte aquí. ¿Cómo has estado?
La pregunta es simple, pero detrás de sus palabras siento un interés genuino.
—He estado... bien —respondo, notando cómo el calor en mi pecho se intensifica—. Y tú, ¿cómo va el proyecto?
Thomas empieza a hablarme de sus ideas y planes, y yo escucho atentamente, aunque una parte de mí sigue fascinada por esta nueva emoción que me embarga. No es solo gratitud, me doy cuenta. Es algo más, algo que aún no sé nombrar, pero que me hace sentir más vivo que nunca. Mientras habla, me encuentro perdido en la melodía de su voz. Sus palabras fluyen, describiendo los colores y formas que planea usar, la manera en que cada pieza encajará perfectamente. Es un hombre apasionado por su trabajo, y esa pasión es contagiosa. Me hace desear entender más, ser parte de su mundo de creatividad.
—¿Qué opinas? —pregunta de repente, mirándome directamente a los ojos. Me doy cuenta de que ha terminado de hablar y espera una respuesta.
—Parece una idea maravillosa —respondo, sinceramente impresionado—. Tienes un talento increíble, Thomas.
Él sonríe, y ese simple gesto hace que mi corazón se acelere. ¿Es esto lo que llaman amor? No estoy seguro. Los dioses rara vez experimentan estas emociones de la misma manera que los mortales, pero hay algo en Thomas que me hace querer saber más, sentir más.
—Gracias, Morfeo. A decir verdad me siento inspirado —dice, sonrojándose ligeramente.
Nos quedamos en silencio por un momento, simplemente disfrutando de la compañía del otro. Las palomas continúan picoteando el pan, ajenas a nuestras silenciosas complicidades. Matthew, desde su posición en el respaldo del banco, nos observa con un brillo curioso en sus ojos.
—Me pregunto cómo sería verte trabajar —comento, rompiendo el silencio—. Ver cómo tus ideas cobran vida.
Thomas se ríe suavemente.
—Bueno, no es tan emocionante como parece. Mucho de ello es prueba y error, más error que otra cosa —dice—. Pero, si te interesa, podrías venir al taller algún día. Me encantaría mostrarte.
La invitación me toma por sorpresa, pero no puedo negar el entusiasmo que siento.
—Me encantaría —respondo, sin pensarlo demasiado.
Thomas asiente, pareciendo contento con mi respuesta. Luego, su mirada se vuelve pensativa.
—¿Sabes? A veces siento que hay algo en ti, algo diferente —dice lentamente—. Como si hubiera más de lo que muestras.
Mis instintos me advierten que tenga cuidado, pero no quiero mentirle. Thomas es alguien en quien confío, aunque aún no entienda completamente por qué.
—Quizás haya cosas que aún no sabes de mí —digo, eligiendo mis palabras con cuidado—. Pero espero poder compartirlas contigo algún día.
Él asiente, aceptando mi respuesta sin presionar más. Su capacidad de aceptar lo desconocido es una de las muchas cosas que me atraen de él. Mientras continuamos nuestra conversación, siento que un nuevo capítulo está comenzando, uno lleno de posibilidades y descubrimientos.
El sol empieza a ponerse, tiñendo el cielo de tonos naranjas y rosados. Thomas se levanta y me ofrece su mano.
—¿Te gustaría caminar un poco? —pregunta.
Acepto su mano, sintiendo una cálida conexión al contacto. Caminamos juntos por el parque, dejando atrás a las palomas y a Matthew, quien decide seguirnos de cerca. Mientras avanzamos, no puedo evitar sonreír, sabiendo que, aunque no tengo todas las respuestas, estoy dispuesto a descubrirlas.
𖤐⭒๋࣭ ⭑
Mientras caminamos por el parque, el aire se llena de la fragancia de flores silvestres y el sonido de hojas crujientes bajo nuestros pies. Thomas sigue hablando de sus proyectos y sueños, y yo me doy cuenta de cuánto disfruto simplemente escuchándolo. Cada palabra suya es una ventana a su mundo, un mundo que cada vez me resulta más fascinante.
—¿Y tú, Morfeo? —pregunta de repente—. ¿Qué te apasiona?
La pregunta me toma por sorpresa. Como dios de los sueños, mis pasiones siempre han estado ligadas al reino del subconsciente y la creación de mundos oníricos, pero ¿cómo explicar eso a un mortal?
—Me apasiona... ayudar a las personas a encontrar paz y descanso —respondo, eligiendo cuidadosamente mis palabras—. Hay algo mágico en ver cómo un sueño puede cambiar la perspectiva de alguien, cómo puede ofrecer consuelo y claridad.
Thomas me mira con una mezcla de admiración y curiosidad.
—Eso suena increíble —dice—. No muchas personas piensan en el poder de los sueños de esa manera. Es como si tuvieras una conexión especial con ellos.
Sonrío, apreciando su comprensión.
—Sí, es algo así —respondo—. Y tú, ¿cómo te involucraste en el diseño?
Thomas se encoge de hombros, sus ojos brillando con recuerdos.
—Siempre me ha gustado crear cosas. De niño, pasaba horas dibujando y construyendo con bloques. Con el tiempo, esa pasión se convirtió en mi carrera. Me encanta ver cómo una idea en mi mente puede transformarse en algo tangible y hermoso.
Su entusiasmo es palpable y contagioso. Mientras caminamos, me siento más cercano a él, más comprendido y aceptado. La conversación fluye con naturalidad, y por primera vez en mucho tiempo, me siento genuinamente feliz.
Nos detenemos junto a un pequeño estanque, donde los patos nadan tranquilamente. Thomas se sienta en un banco cercano y me invita a unirme.
—Morfeo, hay algo que he querido preguntarte desde hace tiempo —dice, su tono volviéndose serio.
—Dime —le digo, sintiendo una ligera inquietud.
—¿Por qué siempre pareces tan... distante? Como si hubiera algo que te preocupara constantemente.
La pregunta es directa, y sé que no puedo evadirla sin levantar sospechas. Respiro hondo y decido ser honesto, al menos en parte.
—He vivido muchas cosas, Thomas. Y a veces, es difícil no llevar esas experiencias conmigo. Pero estar contigo me ayuda a olvidar esas preocupaciones, aunque sea por un momento.
Thomas me mira con una mezcla de compasión y determinación.
—Quiero que sepas que puedes confiar en mí, Morfeo. No importa lo que hayas pasado, estoy aquí para escucharte.
Su sinceridad me toca profundamente. Extiendo mi mano y la coloco sobre la suya, sintiendo esa cálida conexión una vez más.
—Gracias, Thomas. Eso significa mucho para mí.
Nos quedamos así, en silencio, disfrutando de la tranquilidad del momento. Siento que, poco a poco, los muros que he levantado a mi alrededor comienzan a desmoronarse. Tal vez, con el tiempo, podré mostrarle a Thomas lo que siento realmente. Pero por ahora, estoy contento con compartir estos pequeños momentos de felicidad a su lado.
[𝓣𝓱𝓸𝓶𝓪𝓼]
Desde que conocí a Morfeo, mi mundo ha cambiado de maneras que no puedo explicar completamente. Los sueños han sido el vehículo de esta transformación, llenos de imágenes vívidas y resonantes. En cada sueño, una figura enigmática aparece consistentemente: una persona cuyos ojos brillan como una galaxia, con estrellas parpadeando y remolinos de luz celestial. Es una visión hipnótica que me deja maravillado cada vez que la experimento.
Al principio, pensé que estos sueños eran solo el resultado de una mente activa o una coincidencia curiosa. Sin embargo, conforme más tiempo paso con Morfeo, más fuertes se vuelven estas visiones. Como si hubiera una conexión invisible entre nosotros que trasciende el tiempo y el espacio. No puedo evitar preguntarme si Morfeo también siente esta extraña conexión o si soy solo yo quien experimenta esto tan intensamente.
Estar cerca de él es como descubrir un paisaje desconocido pero familiar al mismo tiempo. Sus ojos profundos y tranquilos tienen el poder de calmar cualquier inquietud que pueda tener. Su presencia serena es reconfortante de una manera que nunca antes había experimentado con alguien. A veces, cuando nuestros ojos se encuentran, siento como si hubiera un lenguaje no hablado entre nosotros, una comunicación que va más allá de las palabras.
Me pregunto si se da cuenta de la profundidad de mi fascinación por él. Si sabe que cada gesto suyo, cada palabra dicha, resuena en mí de una manera que no puedo ignorar. No soy alguien que se deje llevar fácilmente por las emociones, pero con Morfeo es diferente. Hay algo en él que me atrae de una manera que no puedo explicar racionalmente.
Quizás sea su aura de misterio, su conocimiento profundo de los sueños y las sombras que habitan en ellos. O tal vez sea su naturaleza tranquila y compasiva, tan contrastante con la agitación del mundo exterior. Sea lo que sea, estoy agradecido por la oportunidad de conocerlo y explorar esta conexión que parece haber surgido entre nosotros de la nada. Caminamos juntos por el parque o compartimos momentos de silencio cómodo, no puedo evitar sentir que estamos entrelazados en una danza cósmica de destino y elección. No sé qué depara el futuro para nosotros, pero por ahora, estoy dispuesto a seguir este camino que parece guiarme hacia Morfeo, hacia un mundo de sueños y misterios que solo él puede revelar.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top