𝑪𝒂𝒔𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒎𝒆𝒎𝒐𝒓𝒊𝒂𝒔
Advertencias: Violencia típica del manga, spoilers del manga.
Somos, indudablemente, un milagro en todos los aspectos, pero nuestra facultad de recordar y olvidar me parece algo particularmente insondable.
-Jane Austen, El parque de Mansfield.
~•~
Amarla fue atropos, no había duda.
Todo comenzó cuando la conoció, y escaló hasta que Jane ayudaba a Kōyō con las cuentas de una empresa fachada. Chuuya observaba con lujo de detalles su linda cara. Sus ojos somnolientos. De vez en cuando Jane le regresaba las miradas, sonreía y volvía al trabajo.
El momento para darse cuenta de su gran aprecio por ella fue aquel día. Él esperaba unos papeles de Dazai, recién había pasado el incidente con Verlaine, por lo que evitaba la presencia femenina a toda costa. Al distinguir su figura entrando a la oficina se asustó.
Jane dejó el sobre frente a Chuuya, este ni le habló, la menor soltó una risa nasal. “Osamu me pidió que te trajera esto, cuando lo veas, por favor dile que aun no he recibido sus reportes de las últimas bajas, me evita por eso”, giró sobre sus talones y desapareció.
El de ojos azules tomó los papeles, en la primera hoja el suicida dejó un mensaje “Haz un buen trabajo, perro” la última palabra fue tachada, y debajo estaba “Chuuya”, sobra decir que la letra no era de Dazai, era más delgada y fina. Era la letra de Jane. Chuuya acarició la tinta con cuidado, temeroso de hacer que se corriera.
Entonces entendió que tipo de persona era esa mocosa. Lloraba hasta dormir ciertos días de diciembre, al día siguiente aplicaba corrector en sus ojeras y caminaba orgullosa por los pasillos de la mafia. Era vista como una reina solitaria, las personas clamaban que no tenía corazón.
“Idiotas” pensaba Chuuya, agradecido que no pudieran verlo, porque en realidad es celoso. Ella le permitió entrar a su vida, y Chuuya le dio la suya.
Había momentos en los cuales no soportaba tenerla cerca sin besarla, porque era consciente de un patrón en las personas que estaban cerca de él. Morían, o lo traicionaban. Para cuando se declaró devoto, un día después Jane abandonó de forma temporal la mafia. Chuuya no quería perderla nuevamente, porque su vida era gris en mayor medida, y las noches eran frías sin su calor.
—¿Quieres helado?— preguntó Jane por segunda vez.
—No, gracias— sirvió la tercera copa de vino en la velada y la mujer que negó para clavar su cubierto en el cremoso helado sabor chocolate—. ¿No es tarde para eso?.
—¿No eres muy joven para ser alcohólico?— sonrió mientras se acomodaba en su sillón y cubría su cuerpo con una manta.
—Touché— respondió arrastrando los pies aún cargando la botella para ponerla en la mesa de centro frente a ellos, enarcó las cejas divertido pasando su brazo por la nuca de la menor—. ¿Te da miedo?.
—Si, me asusto con facilidad— aclaró llevando la cuchara cerca de los labios contrarios—. En general es fácil deprimirse y el alcohol empeora nuestro estado de ánimo.
Aceptó su bocado, mezclando el sabor del licor con el chocolate, y sonrió por la expresión de Austen. Era una reina solitaria, no había duda.
—También produce disfunción eréctil, al igual que fumar— sacó la cuchara de su boca para volver a clavarla en su postre—. Tus hijos te lo agradecerán seguramente.
—¿Quieres tener hijos?— su pregunta descolocó a Jane, quien estalló en risas—. Es una pregunta real. Es que tú tratas muy bien a ese mocoso…incluso si está un poco loco, podrías ser buena haciendo eso.
Exhaló cuando pudo recuperar la compostura—. Ser decente con Q no significa que seré una buena madre, yo lo metí en esto. Nunca tendría hijos.
—Casi no mencionas nada de tus padres, si yo pudiera, lo haría— el pelinaranja beso su mejilla para bajar hasta su cuello—. Los hijos están descartados…me parece bien.
—No recuerdo mucho— mintió buscando darle un abrazo por lo que dejó su faena y prestó más atención al muchacho.
—Prefiero que sea así con las cosas malas— olfateo dicha zona antes de besar y lamer en repetidas ocasiones—. Hueles a una colonia para hombres.
—Que curioso, creo que es la tuya— la azabache sonreía de forma boba por sus caricias.
Mordió nuevamente—. No es como si estuviera enojado, solo que no me gusta…en realidad toda tu ropa está impregnada de ese aroma.
—¿En serio?— se acercó el antebrazo a su nariz pero no distinguió mucho.
—Estoy seguro, quítatela…por favor— su vergüenza se fue con el último trago de alcohol.
—No hacía falta lo primero— soltó una risita, y recostó el cuerpo del varón en el sofá.
—Bueno, también es cómodo así— estaba somnoliento.
—Es una lástima, estás ebrio, y yo debo dormir. Descansa— plantó un beso en su frente y lo cubrió antes de ir a su habitación para dormir.
Jane era un pecado que arrastraba a todos a lugares salvajes, lugares que pocos conocían. La comparaban con una bruja, con una víbora, o una alimaña que regaba su veneno con suaves gestos. La mayoría querían su cuerpo, lágrimas, sudor y carne.
Chuuya dejó de ver piel y huesos hace años. La percibía como calidez, suavidad y armonía ilógica.
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—Llegas tarde, señorita mafia.
—Estoy ocupada con mi propia vida.
Ranpo asintió—. ¿Dazai-kun te advirtió sobre esto?.
—Mencionó eso, entre otras cosas— arrastró la mirada al joven alto detrás del detective—. No participaré en el rescate de su personal, pero después de hacer una pequeña visita encontré la ruta de traslado para la doctora Yosano. Según tengo entendido está condenada a muerte, pero no llegará a su destino, es una red de mentiras para secuestrar a los agentes durante su traslado. No encontré gran cosa del niño detective.
—Ya veo, bueno, ese es trabajo de un gran detective.
La mujer mantuvo su rostro serio, no hubo reacción ante su chiste—. Intentarán matar a Dazai en prisión…
—Lo que sea que ese hombre quiera contigo no te hará caer, pero debo sugerirte ser precavida— la más baja dejó un sobre lleno de papeles en brazos del acusado—. Nada bueno saldrá de eso, si te sigue es porque quiere tu cabeza, o tu alma.
—¿El payaso?— arqueo las cejas curiosa—, Supongo que resulta ser útil, creo que planea un gran escape, y me agrada. No lastimarán a Dazai.
—¿Por qué apoyas a la agencia? ¿Solo por eso?— Edogawa estaba tan preocupado por la rara intervención de la femenina, si bien era ex compañera de Osamu, ella cambiara de opinión apenas atacarán a su círculo más íntimo.
—No los conozco, y sinceramente no sé de que son capaces, si ustedes mueren me da igual, pero si conozco a Dazai. No me pagan por esto, me retiro.
Ranpo sonrió de lado, sus predicciones fueron correctas—. Tenía razón. Estoy seguro que no tardarás en cambiar de opinión, mientras tanto mantente a salvó.
—¿Podrías sacarme?— la muchacha ignoró su comentario señalando al más alto.
—En un segundo— habló Poe notablemente nervioso por la mirada de Austen.
—¿Eres un ex miembro de Guild?— arqueó las cejas curiosa por su acento.
—Si, yo trabaje con Guild— tartamudeo un poco antes de utilizar su habilidad para salir junto a ella, claro que el actual acusado permaneció en su libro.
—¿Por qué ayudas a la agencia?— preguntó perezosa.
—¿Tan de repente?— acomodó su flequillo para poder ver su rostro—. Yo creo que la agencia es inocente.
—¿Por qué?— caminó por el pasillo para salir del edificio.
—Ranpo-kun es demasiado listo para cometer un crimen y no cubrir sus pasos— admitió en un susurro siguiendo sus pasos—. Él es demasiado inteligente…
—Bueno, supongo que si esto sale mal, nos veremos en sus funerales— se despidió haciendo que el más alto se asustara. A fin de cuentas, ella era ejecutiva de la mafia.
Regreso a la sede, claro que antes hizo una parada para comprar unos pastelillos junto a unas flores, lirios blancos.
Atravesó los pasillos que parecen ser nada en comparación a su presencia, llega hasta un cubículo donde descansaban sus amados subordinados. Patea la puerta pues tiene las manos ocupadas, y los ve, Gin parecía leer un libro pero ahora está asustada, y Hirotsu solo permanecía silencioso.
—Sé que no deben comer golosinas pero quise traerles algo, ya saben, la comida de los hospitales es horrible— hizo una mueca para que Gin se bajará la máscara—. Son deliciosos, compré muchos sabores.
Dejó la canastilla en la encimera, de reojo distinguió un ramo de flores, por lo que sonrió y se desplazó hasta ellas.
—Tachihara las trajo— murmuró el anciano—. ¿Cómo está?, nos dijo de su misión.
—¿Misión?— Jane enarcó las cejas quitando el ramo de aquel jarrón pulcramente blanco y tirándolo a un cesto de basura cercano.
—¿No lo envío?, parecía apurado— agregó Gin, con apenas serenidad.
—Claro, lo olvidé. No te preocupes, Gin-chan, seguro que regresa antes de siquiera notar su ausencia— les regalo una sonrisa cínica—. ¿No les gusto?, haré que les traigan otra cosa…
—No, estamos bien— el varón inclinó su mano para empujar un panecillo en la boca de Gin.
—Gracias…¿Sabe cómo está mi hermano?— preguntó con las mejillas rojas—. Me visitó por poco tiempo.
—No lo sé, pero haré que te visite apenas llegue— acomodó las flores junto a la ventana—. Creo que nunca pregunté, pero ¿por qué entraste a la mafia?.
—Porque no quería quedarme atrás, mi hermano hizo tanto por los dos, era lo mínimo que podía hacer— clamó cubriendo su boca con el fino dorso de su mano.
—Bueno, me alegra, no hay acto más noble que hacer algo por otra persona— arrastró sus pies para quedar junto a la camilla del mayor—. Hirotsu lleva años en la mafia, a veces olvido que tuvo una vida antes de esto.
—El no morir es mera suerte— intervino el canoso—. La señorita se unió muy joven, pero tengo entendido que incluso antes ya practicaba…lo siento.
—¿Homicidios?— suspiró tronando sus dedos—. Digamos que mi tutor es una persona diligente, no tengo nada más que agregar. Bueno, ya ví que no están graves, así que respondan ¿Por qué se pusieron en peligro por un detective?.
Ambos temblaron levemente, su mirada se clavó en Hirotsu—. Teníamos órdenes de proteger a los detectives.
—Pues fue estúpido seguir órdenes de Mori-san, ustedes están hospitalizados, los detectives detenidos, no hay gran diferencia— observó el nerviosismo de Gin y trato de hablar con más propiedad—. Se los he dicho muchas veces, su vida es prioridad, incluso la del mocoso rebelde.
—¿Tachihara?.
—Si, también me importa Tachi-chan.
Después de unos cuantos regaños más, Austen salió de la enfermería con destino a su siguiente misión era buscar algo, y volverlo inaccesible. Necesitaba a la persona correcta en Europa, y claro que tenía una amiga. Solicito una búsqueda inmediata de la usuaria de habilidades sobrenaturales “F.D”, la hermana de viejas víctimas.
Sintió la necesidad de ver a Ryunosuke. Buscó al pelinegro por las instalaciones, solo para enterarse que Akutagawa usó muchos fondos para tener un pase vip en el casino volador. Jane suspiró enojada antes de bajar al estacionamiento, dónde ignoró la llamada de Ōgai, ya eran tres en todo el día.
Austen analizó la jugada de ese casino. Había algo raro, ella dudaba en si de la propia agencia, menos de su ex compañero, entonces mordió su labio tratando de ver en la mente de un demonio.
—Solo esta vez, debes…— habló en voz alta, sus ojos se dirigieron al retrovisor, dónde encontró una mirada avellana. Jane sudaba frío—. Bueno, yo también haría lo posible para que no le crean a mis enemigos.
—Skyfall—
Tachihara fue atemorizado por su superior, Jōno hizo toda clase de preguntas por su víctima suelta, claramente necesitaba terminar con lo que inició. Matar a esa "pecadora" en propias palabras del muchacho era solo el inicio de su clímax.
Los perros de caza aterrizaron en las instalaciones del casino, les tomó cinco minutos llegar a la oficina del gerente para solicitar amablemente el cierre temporal del establecimiento.
"No", fue la respuesta de ese hombre, tan andrógino y propio, quien lo diría, tenía mucho parecido con la pequeña mafiosa.
La líder actual en la operación fingió estar de acuerdo, para cuando salieron la más baja ya tenía un plan elaborado para encontrar a los terroristas. Francamente no le interesaba matarlos ya mismo, pero debía llevarlos con vida.
—Dañe el sistema de seguridad, con eso nadie podrá entrar al casino— habló la mujer de uniforme verde—. Así podemos cazar silenciosamente a los terroristas.
Tachihara caminaba solo por el pasillo, se perdió en sus pensamientos tratando de entender por qué lo involucraban más en el caso de aquellos terroristas.
"La agencia es inocente" eso dijo el jefe la última vez que lo vió. Tachihara jamás lo consideró alguien amable, o siquiera sentimental, probablemente por eso le daba un poco de miedo.
—Lo olvidé— tocó su frente con vergüenza, "No trates de pensar las metas del jefe, solo sigue sus órdenes. Regla de oro en la mafia" pensó.
Sus pies se detuvieron en ese mismo momento, sus ojos reflejaban terror, ¿Por qué hablaba cómo un mafioso?. Antes de poder darse un buen golpe tropezó con una moneda. Alzó la cara y logró ver al detective, el tigre que por mucho tiempo volvió locos a todos en la mafia.
Entró a la habitación, y no distinguió nada en particular, su olfato le indicó la presencia de pólvora. "Tienes olfato de perro", recordó el tono de burla de aquella "pequeña" cómo solía referirse a Jane. Se dio un golpe en la frente tratando de olvidarla y a sus compañeros en la mafia. Solo fue una misión.
Encontró una compuerta debajo del tapete, la liberó, y de primer momento no vio nada fuera de lo normal. Acercó su cara para tener lujo de detalles, y estalló. El de ojos ámbar apenas pudo contener la explosión gracias a su habilidad pudo salvarse, pero ahora sabía la verdad.
Ni bien se puso de pie para buscar a su superior un avión no tripulado se estrelló frente a él, era demasiado grande para detenerlo, y su cuerpo estaba más débil que el promedio para su equipo de élite.
—Hazte a un lado, débil Tachihara— su líder de misión se puso enfrente y manipuló su propia edad hasta parecer una mujer adulta.
Teruko era por mucho una mujer fuerte. Mostró que clase de monstruos son aquellos soldados. Con mucho esfuerzo logró detener el avión. El sonido de metales chocando contra el suelo paralizó a Tachihara. Eran más monedas con explosivos.
Ambos estaban lo suficientemente lastimados para ser catalogados como una emergencia médica. No les resultó difícil entender el plan de los terroristas.
—Las monedas irán al exterior, entonces terminarán por todo el mundo y estallarán todas a las vez— el pelirrojo analizó más de cerca la situación—. Son objetos llevados por las personas, y cerca del cuerpo.
—El casino en sí mismo es terrorista— concluyó la más baja—. Eso sería una crisis mundial.
Fueron atacados por guardias del propio casino. Solo uno de ellos podía acabar con cien oponentes sin tener mayor cansancio en comparación a salir a trotar. La que aparentaba ser una niña era el mismo Cerbero, lastimando sin discriminación a sus oponentes.
—Vamos al centro de…
Todos los clientes del casino salieron de sus habitaciones, recibieron un anuncio especial “Ataquen a los militares, no serán cargados de ningún crimen. Aquellos que los maten y tengan deudas con el casino, quedarán exentos”.
“Los humanos no tienen un carácter definido, es deformado a la mínima alteración de su rutina”, palabras de una joven con noción de la realidad. Ambos soldados ahora mismo estaban en aprietos pues no podían lastimar a civiles, mucho menos matarlos.
—Ven aquí— la más baja tiro del cuerpo de su “débil estorbo” para esconderse y tramar un plan en el que no fueran lastimados camino a la sala de control.
Su plan consistió en modificar la edad de Tachihara y la propia para poder perderse en la multitud. Los guardias eran tan hábiles como una persona promedio, la femenina los pateó y así logró torturarlos hasta obtener la clave. Su habilidad era la más aterradora, incluso en el grupo de excéntricos compañeros. Manipular la edad para provocar enfermedades.
—Seguramente los guardias ya vienen, tu mantenlos a raya. Yo voy por la cabeza del rey.
Ahí estaba, una persona etérea, casi intangible. Hermosa belleza y cualidades tan únicas, casi hechas a mano…casi creadas directamente por dios.
No tenía nada, así que no podía perder eso que le era similar. Atacó de todas las formas posibles a Teruko, incluso usó el cañón especial que disparaba cien balas por segundo. La más baja era tan hábil que verla moverse era un reto. Lo acorraló como se hace con un gato asustado.
—Ríndete, alguien como tu no tenía oportunidad desde el principio— aclaró la de uniforme.
—Es cierto, eso es justo lo que parezco. Soy ese tipo de hombre— amaba tanto a su casino, que haría lo necesario para defenderlo de intrusos—. Siempre estuve solo, pero aun así no puedo dejar de mover mi cuerpo. Solo quiero decir que todo va de acuerdo al plan.
Ese hombre extraordinario era a menudo comparado con alguien común, nadie era capaz de comprender su necesidad por proteger su hogar, lo único que simulaba ser uno. La tacleo con facilidad, y disparo. Su arma era especial para controlar a usuarios de habilidades.
—¡Ese es el poder de mis sentimientos!— en su habla había algo similar con un monstruo justificando sus caprichos, o con un ángel buscando justicia.
La mujer se puso de pie, estaba al borde del colapso, y sólo pudo salvarse gracias a que arrancó su canal auditivo evadiendo las ondas sonoras—. Nosotros llegamos al punto de alterar nuestros cuerpos, todo por ser sirvientes de la sociedad. ¡Quemamos las llamas del orden en nosotros mismos!.
El gerente del casino fue tomado del cuello, y así mismo empujado hasta que su cuerpo atravesó la pared quedando al borde del precipicio.
—Mi último consejo, ríndete, o te dejaré caer— explicó la mujer.
—Me niego, incluso si soy ordinario estoy lo suficientemente desesperado para ser inquebrantable— jadeaba pues la mano en su cuello le impedía respirar apropiadamente.
—¿Qué les queda?. En este mundo donde la desesperación significa relativamente nada— la expresión de ese soldado era tan vacía—. Bienvenido a nuestro mundo.
—No tengo forma de ganar, a este ritmo el casino y seremos destruidos— apretó más su extremidad y se balanceo para caer junto a la más baja—. Entonces, salvaré a uno de los dos.
La mujer trataba de aferrarse a cualquier cosa para salvar su vida. El hombre ordinario de repente se convirtió en alguien fuerte. Teruko se impulso empujando el cuerpo del gerente.
La desesperación cambió a una profunda pena, pero antes de procesarlo ocurrió algo aleatorio, imposible por su naturaleza. Atsushi rescató al hombre, su soga se partió, pero tomaron el impulso suficiente para caer en una estructura exterior del casino.
—Tú eres un detective, ¿Por qué me salvaste?— cuestiono el de cabello largo.
—Para ser franco, es para salvar a la agencia. Necesito la página y tu sabes su ubicación— contestó el de corte irregular.
—Aunque lo supiera, no te lo diría.
El tigre mostró su teléfono donde había una videollamada con Ango.
—Si estuviera ahí, podría usar mi habilidad. Dadas las situaciones tendremos que torturar al sujeto— el hombre juntó ambas manos—. No daré beneficios a quien apuñaló al director Taneda.
—No tenía intenciones de apuñalarlo…era un estorbo— susurro mirando el cielo—. Tengo envidia de esos ojos tuyos, son tan fuertes que cualquier cosa que te propongas es algo que yo jamás lograría.
El peligris apretó los labios. Era como si la vida se les escapara con cada suspiro que daba.
—Pregunta lo que quieras, estoy cansado— entrecerró los ojos para ver ese azul tan hermoso que quería grabar en su memoria—. Después de todo, nunca entendí para qué nací.
—Atsushi-kun, por favor guía a Sigma a tierra firme— habló Ango.
—Entendido— apenas parpadeo y logró ver a un hombre, era el ex miembro de Guild, Nathaniel—. ¡Dostoyevsky!
—¡Ten cuidado! ¡Es colega de Sigma!— grito Ango.
El muchacho esperaba un disparo, y al ver el proyectil ya daba por hecho el dolor. La sangre nunca llegó a él. Disparo a Sigma.
Tambaleante terminó por caer, el más bajo sostuvo su mano y se aferró a un tubo de metal—. ¡No sueltes mi mano!.
—Está bien, de alguna forma sabía que terminaría así— sus ojos perdieron el brillo.
—Expia tu pecado— sentenció el atacante y disparó justo en el entrecejo de Atsushi.
Ambos cayeron, con sus pocas fuerzas, el joven apretó su cola en la última estructura para sostenerse.
—Ríndete, suelta mi mano, o morirás conmigo— ese sentimiento de perder el sentido era bien conocido. Sigma fue arrojado al mundo para enfrentarse a lo más grande, la vida sin humanidad. Era un cuerpo vacío, él estaba solo, sin importar quien lo rodeará.
—¡No puedo! ¡No puedo dejar morir a una persona que no sabe para qué nació!— el de ojos extraños apretó más su mano.
—Eres amable— se soltó comenzando su descenso—. Está bien, hice lo que un hombre ordinario podía.
Nakajima estaba conmocionado, no solo era la oportunidad para salvar a su familia, una persona así deja marcada tu vida. Lo único que buscaba era hacerle saber que su vida no era una sin sentido, todos merecían vivir.
—¡Una cuerda!— chillo Lucy en busca de algo que arrojar, y al no tener nada, salto—. Si caigo, encuentra mis huesos.
Era la reina enviada para salvar a los peones.
En el cuarto de Annie fueron nuevamente atacados por el antiguo pastor. La pelirroja sonrió, llamó a la que fue su única amiga por mucho tiempo y lo encerró en el cuarto “especial”.
—Bienvenido a mi reino.
El pelirrojo aún tenía que recolectar la información del enemigo. Una memoria llamó su atención, al ver el contenido, era el joven de la agencia, explicaba el plan de la decadencia.
—¿Tienes algo?— preguntó la mujer por la radio.
—Nada, solo información falseada— rompió dicho objeto.
—Tendrás que infiltrarte a la mafia de nuevo— ordenó desganada.
—¿Otra vez?— Estaba exaltado, sabía que no era lo mejor.
—Esto de las monedas bombas va contra el mundo entero, este es terrorismo real, no como lo visto en Rusia— la mujer subió a su nuevo transporte—. Obtendrás información de esos detectives y los atraparemos ¿No estás de acuerdo?
—No, es solo que últimamente cuando me comporto como un mafioso siento nervios.
—¡Tonto! ¡Es como si fueras hecho para infiltraciones!.
—Tu habilidad es especial para robar información, manipular y falsear información— señaló la más baja—. Por algo lograste matar a esos criminales.
El recuerdo de la última vez que visitó a sus compañeros de lagarto negro llego a su mente.
“¿Estoy hecho para la mafia?”.
“¿Lo dices por como te trata la señorita?, Estoy seguro que no intenta hacerte sentir fuera de lugar. En realidad no importa lo que otros digan de eso, Tachihara, tú eres mafia misma. Tu rebeldía, sangre caliente y coraje brutal son rasgos de mafioso, deberían aprender de ti.”
“Oye viejo, ¿Creen que la agencia es terrorista?”
“Olvida lo que dije, estas más dañado que nosotros, obviamente te golpearon la cabeza. No hay necesidad de pensar es eso, cualquiera en la mafia lo sabe, ¿verdad, Gin?”.
“Si, no hay necesidad de pensarlo.”
“Claro, es imposible que esa agencia de detectives sea terrorista, si eres parte de la mafia lo sabes.”
Arrojó su radio casi desesperado— ¡¿Qué demonios hemos estado haciendo?! ¡Es imposible que la agencia de detectives sean terroristas! ¡El gobierno está equivocado!.
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—Tienes un carácter tan pobre— hablo el castaño.
—La maldad es la mejor fruta que dios dio a la humanidad— contestó Fyodor.
—Estoy completamente de acuerdo. Reina de E2 a C4— agregó el suicida.
—Mandar a la reina al campo de batalla, que audaz— el de ojos violetas apenas pestañeó.
—Tu eres mi oponente, debo usar todas las piezas que pueda.
—Tu reina es Montgomery, ¿verdad?.
—Bueno, pensé que lo habías descubierto hace tiempo— sonrió de lado burlándose del más delgado—. El tablero de juego es el casino, pero la agencia no puede salir al público , por eso use a los perros de caza para cerrar las salidas.
—Mi reina solitaria, llegado el momento será la real causa para que el mundo caiga. Claro que también tenemos a Sigma, es fuerte porque no tiene memoria.
El castaño ignoró lo primero para no tener esa conversación incómoda—. Que explicación tan miserable, en ese caso la anciana donde bebo té sería la más fuerte de todas. Enfrentar a los perros de frente a frente es un suicidio, ¿Cual es tu objetivo?.
—¿Nivel?— el ruso soltó una risita burlona—. En ese caso, nadie bajo el sol puede ser comparado con Sigma, es un elemento externo, ¿Sabes por qué está tan obsesionado con su casino?.
El castaño por fin expresó esa cara que pone cuando siente frustración.
—Por sus venas corre la melodía del dolor. Sigma es el máximo desconocido para este mundo. Para alguien así, no puede perder lo único que se le asemeja, no perderá el casino, simplemente es incapaz.
—¿No te refieres a…— el detective comenzó a sudar.
—Hace tres años fue escrito en el libro, y nació de la nada. Estás muy familiarizado con ese término.
—Que malo…
—¿Yo?, no hice nada— sonrió el de piel pálida—. Solo rece, y mis plegarias llegaron a dios.
—Incluso el terror de las monedas era un señuelo…los perros de caza y los detectives en el casino, ¿Para que?— muchas veces lo dijo, ese demonio daba miedo, le ponía los pelos de punta.
—Es hermoso. Lo sabes, pero Dios prefiere la perfección y armonía, así que seguí su voluntad.
—¿Quieres decir una alteración para que nadie crea en la inocencia de la agencia?— era una pregunta, pero sonó como un gruñido.
—Si, incluso si hay prueba, nadie les creerá— - pasó los dedos por su libro, ni prestaba tanta atención a su plática—. Ha sido escrito en la página, eso significa que…
—La estrategia para ganarnos a los perros de caza no era viable— el de vendas asintió y soltó una carcajada—. ¡No entiendes a dios!.
Eso logró causar incomodidad en el ruso—. Te escucho.
—¿Perfección y armonía?— sonrió por lo patético que era el hombre frente a él—. A dios le importa un carajo eso. Lo he presenciado muchas veces, sus trucos son lo accidental, lo ilógico y sentimental. Ese es nuestro problema, estamos planeando y conspirando pero terminamos encerrados en esta prisión lejos de la humanidad. Los que verdaderamente hacen que el mundo cambie son aquellos que gritan dentro de una tormenta de incertidumbre, los que corren con sangre ardiente en sus venas.
—¿Eso piensas?— estaba desconcertado, Fyodor no comprendía del todo a Dazai.
—Ante un alma así de fuerte, tú y yo podemos paralizarnos de asombro. Los humanos son estúpidos y pecaminosos, pero no son seres tan aburridos como piensas.
Fragmento perdido.
—¡Es hora que reviva la magia muerta! — gritó el payaso haciendo uso de su habilidad para evitar la muerte de Sigma.
Una vez estaba en el suelo hizo que la sangre perdida volviera a su cuerpo para evitar su muerte inminente. Pasaron unas horas mientras el payaso cuidaba al otro miembro de la decadencia hasta que despertó.
—¡¿Gogol?!— se sobresaltó al recuperar la conciencia y ver a un fantasma.
—¡Me encanta como te sorprendes!— sonrió agitando las manos.
—¿No sé supone que estás muerto?, Fuiste cortado en el incidente de los rehenes— Sigma estaba lo suficientemente confundido para pensar con claridad.
—Solo debes preguntar, el hombre está frente a ti en cuestión— estiró una mano para animarlo a preguntar.
—¿Cómo es que estás vivo?.
—Que ofensa, un mago no debe revelar sus trucos— bromeó provocando cólera en su compañero—. Es broma, use mi habilidad para crear una brecha en el espacio, nada complicado pero las personas son ingenuas.
—Eres un usuario de habilidad de primera sin límites, esa no es la razón de mi sorpresa— contestó el bicolor—. En la estrategia aceptaban morir para borrar al verdadero culpable, dejando sin salida a la agencia.
—Ciertamente, en verdad tenía la intención de morir con el fin de mostrar mi voluntad totalmente libre— quitó la máscara que cubría parte de su rostro—. Nadie lo entendió completamente, hasta que alguien lo hizo y me conmovió. La persona que yo considero mi amigo más íntimo vió en mi esencia. Si yo matará a ese amigo ¿No nos libraremos de ese lavado de cerebros llamado "sentimientos"?.
Sigma estaba sudando por su cambio tan repentino de conversación.
—En ese caso, no tendría problema con darle libertad a mi pequeño canario, pues no habría eso que aún me impide lastimarla— quitó su sombrero para ponerlo en la cabeza del más bajo—. Con tu habilidad quiero que leas la habilidad de Dos-kun.
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Los detectives trataban de averiguar la ubicación de la página, nuevamente en vano. El tigre se desmayó al buscar en sus memorias y la encontró.
—Ya sé su ubicación— gruñó apenas recuperó el conocimiento.
—¿De verdad?— preguntó Lucy.
—La página está en el lugar menos probable. La decadencia la ocultó en el lugar más obvio que es impensable— frunció el ceño—. Es llevada por el jefe de la decadencia "Kamui".
—¿Kamui?— Ango dudaba un poco en sus palabras.
—Es una especie de sobrenombre, su vida no es clara— respondió el muchacho.
Al mismo tiempo, un detective vestido cómo un purgador comenzó a buscar a sus compañeros. El hombre que trascendió sin una habilidad. El hombre más fuerte de la agencia.
La información de Jane, en conjunto a su mente capaz de crear un plan en menos de dos minutos le permitió moverse sin muchas dificultades. Claro que su buen amigo ahora mismo era parte de la farsa, fingiendo ser un agente secreto.
Al tener claro que trataban de matar a sus compañeros solo se aprovechó de los movimientos enemigos para lograr burlar sus técnicas.
El último fue su presidente, quien parpadeó un poco al verlo actuar tan serio.
—Los demás están a salvó, con Katai recibí un poco de ayuda— señaló a su acompañante que reveló su identidad.
—Soy yo— sonrió orgulloso—. También ayude con muchas cosas más…
—Después puedes presumir, ahora estamos en algo serio— habló el de ojos verdes.
—¡Aplastalos!— gruñó el de cabellos plateados—. ¡Estoy harto!.
Notas:
*Atropos: Se usa para decir decir que algo es inevitable, inexorable, su significado puede variar a inflexible por su origen (en la mitología griega, Átropo era la inflexible de las tres moiras)
NADIE EBRIO PUEDE DAR UN CONSENTIMIENTO REAL. Sé que está claro que está es ficción, pero algunas veces es necesario mostrar situación realistas.
El siguiente capítulo lloré todo el rato que lo escribí, avisadxs ya están.
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