𝔰𝔢𝔳𝔢𝔫𝔱𝔢𝔢𝔫 𝔠𝔥𝔞𝔭𝔱𝔢𝔯
Hort nos estaba llevando hacia nuestra habitación, aunque parecía que el camino hacia esta parecía interminable.
— Traté de que nos pusieran en la misma habitación, pero ya están los príncipes de Ginnyvale. — explicó Hort - Los viejos lobos parecen adorables comparados con Aric y sus secuaces. Pero no se preocupen, no dejaré que les pase nada malo a mis mejores amigos.
Me dolía luego decepcionar a Hort al irme al primer día, aunque tenía que ver la manera de dar una excusa. Ahora eran mucho más cuidadosos, si causaba problemas me matarían antes de salir o me interrogarían.
En medio del camino de las cloacas, había una línea divisoria entre el fango y el lago, sellado con enormes piedras. Estábamos en un túnel, lo que sorprendió mucho a Sophie.
— Pero sigo sin entender. ¿Por qué estamos aquí aba...?
— ¿Dónde está? - resonó la voz del profesor Manley
— Ya le indiqué dónde está encerrado - insistió la voz de... Tedros.
— Pero no está allí. Mientras sigas mintiendo, seguirás sin comer
— ¡Seguro que es son esas dos chicas! ¡Sophie se debe de esconder en el castillo!
¿Por qué dijo dos? ¿No había dicho tres antes...?
— ¿Crees que no sabríamos si una mujer hubiera entrado? - se rio el profesor - Esa pluma sigue estando en algún lugar de la torre del Director, pues de lo contrario se hubiera movido. Ahora, dime donde la escondiste o fundiré la espada de tu padre y te cubriré con los restos de esta.
— ¡Ya le dije! ¡Está debajo de la mesa!
Lo que faltaba, ahora desapareció la pluma.
Si la pluma estaba en el castillo, solo necesitábamos encontrarla, aunque no tendría mucho tiempo. Debía de ayudar a Sophie para que sea primer puesto en el día.
Mientras pensaba que hacer seguí a Hort, bordeando las paredes del túnel hasta llegar a la reja oxidada de un calabozo oscuro. Se notaba la sombra de Manley, en un rincón, que tapaba la figura que estaba detrás de él.
— Por favor, profesor, tiene que dejarme participar en la Prueba - suplicó Tedros - ¡Soy el único que puede vencer a esa chica!
¿A cuál de todas se refería? ¿Por qué me preocupaba si se refería a mí...?
— Morirás de hambre mucho antes de la Prueba hasta que encontremos esa Pluma - sentenció Manley, dirigiéndose a la puerta
Estaba aún muy sorprendida por la escena como para darme cuenta de que el profesor estaba enfrente mío.
— A los chicos no les gustan los mentirosos, Ronald. Tedros les prometió que besaría a Violet. Prometió volver todo a la normalidad y ahora sus seguidores tendrán que ser esclavos. No me sorprende que lo detesten - dijo el profesor con una sonrisa irónica - Hoy toda la escuela está de su lado. Denle una lección a este gallito engreído.
— Espere - tartamudeo Sophie
Hort cerró la puerta.
— ¡Los veo en clase!
— ¡Hort! ¡Este no puede ser mi cuarto! - grito Sophie agarrándose de las rejas, pero Hort ya se había ido.
Yo solo lo miraba la habitación, en las paredes colgaban todo tipo de instrumentos de tortura sobre tres armazones de cama de metal, sin colchones ni almohadas. Era muy distinta a cualquier habitación que haya visto.
Dos ojos inyectados en sangre me miraron desde el rincón.
— ¿Es cierto? - pregunto Tedros
— ¿Qué cosa? - murmuro Sophie
— Que el que tenga la peor calificación en los exámenes de la Prueba recibe castigos todas las noches.
— Es lo que dijo el perro.
Lentamente, Tedros salió de las sombras, había cambiado mucho. Estaba más delgado, podría haber perdido uno 10 a 12 kilos, su uniforme está sucio y sus hermosos ojos azules estaban inflamados. Aleje a Sophie de él al ver que venía molesto.
— Participaré en esa Prueba. ¿Me oyen? - dijo él con desdén - Esa chica me quito todo lo que tengo en este mundo. Mis amigos, mi reputación, mi honor y a ella... — Nos agarró a los dos del cuello - No dejaré que cualquier de ustedes me robe la posibilidad de pelear contra ella.
Intente de quitar de su agarro, pero Sophie levantó las manos a modo de rendimiento.
De pronto, sentí que algo se apoderaba de mí, como si hubiera estado escondido todo este tiempo. Una furia desconocida inundó mi sangre, una que nunca había sentido. No podía pensar con claridad, solo veía a aquel chico, el chico el cual me había dañado mucho tiempo, el chico que había amado tanto, que ahora quería matarme y a mis amigas.
— Todo un bravucón, ¿verdad? Para alguien que perdió a su princesa por una chica - gruño Sophie, Tedros se sorprendió soltándola, pero ella lo golpeo fuertemente contra la pared. — Ya veo por qué ella eligió a sus amigas, a Sophie. Ella le brinda lealtad, amistad, sacrificio, amor y confianza. Todos los poderes del bien...
En eso ella lo soltó para irse, cuando agarre a Tedros del cuello, ahorcándolo fuertemente.
— ¿Qué tienes tú para ofrecerle? Eres débil, vacío, inmaduro, aburrido y ni siquiera puedes confiar en la persona que dijiste amar. Lo único que tienes es una cara bonita. Y ahora veo lo que escondes - me acerque mucho más a él
Tedros se puso rojo.
— Yo veo a un pobre elfo con un pelo de zanahoria que no sabe nada de mí.
—¿Y sabes que veo yo? - lo mire con un profundo odio, uno que nunca había experimentado - Nada.
Tedros dejó de pelear, parecía un niño asustado.
— ¿Quién eres? - me miró a los ojos, sentí como por un momento sus ojos se iluminaron, creí que me había descubierto, pero aparto la mirada, como si no lo creyera.
— Para ti, soy Filip, y él Ronald - respondió Sophie deprisa
Solté a Tedros, el cual se sujetó el cuello, tenía unas marcas rojas en él.
Contuve una sonrisa al igual que Sophie.
En eso se oyó el tintineo de llaves del otro lado de la celda. Aric abría la puerta
— Hora de clase - gruñó.
◌₊˚⋆
Caminé hasta las primeras clases, Sophie estaba a un costado mío. Aún no creía lo que acababa de hacer, se había sentido tan bien y nunca lo había experimentado. No mataba ni a una hormiga y ahora disfrute ahorcando a alguien, no solo a cualquier persona, sino a la que me gustaba, lo cual era mucho más extraño. Prefería no pensar en eso, me aterraba y me sentía culpable de cierto modo.
Me quedé un poco sorprendida al ver que algunas personas llevaran "El cuento de Sophie, Agatha y Violet". No me acostumbraba a que mi vida haya sido un libro y mucho menos ser un personaje. Sería raro saber que en cualquier momento te están leyendo desconocidos, incluso esto podría ser escrito.
— ¡Filip! ¡Ronald! ¡Olvidaron sus horarios! - grito Hort - Están todo el día conmigo
— Nos venimos preparando desde hace unas semanas para los exámenes, asique tienen pocas posibilidades de ganar. — nos guiñó un ojo - Sobre todo tú, Filip. Caminas como si pasaste toda tu vida con tacones o algo así.
Sophie se asustó.
Diez minutos más tarde, en el Salón del Mal, el profesor Espada se paró delante de la clase.
— Cómo deben de saber, once chicos y once chicas ingresarán al Bosque Azul al atardecer. Los equipos deben no solo protegerse uno a los otros, también de las trampas que pusieron los profesores. Y todos sabemos el premio que tendremos.
Con solo imaginarme el hacha en mi cuello, se me congelo la sangre.
— En el desafío de hoy probaremos su desempeño con sus armas. — termino de explicar el profesor mostrando una gran mesa, llena de todo tipo de espadas. — Apunten al corazón de una chica y ella soltará su bandera de rendición de inmediato. Ahora veremos quien suelta el suyo.
El profesor poco a poco llamó a diferentes dúos de chicos, en los cuales, los Siempre ganaban.
— Jackson y Ronald.
Ahora sí estaba en problemas, había entrenado anteriormente con Jackson con mi daga, podría reconocer algunas de mis técnicas.
Todos se quedaron en silencio. Agarré una daga al tener más experiencia.
El profesor dio la indicación y empezamos a pelear.
Se me hacía más difícil moverme con el cuerpo de un chico; sin embargo, tuvimos una fuerte pelea.
En una parte del enfrentamiento, Jackson intentó de atacarme por la espalda, pero logré hacer una maniobra desequilibrándolo y apuñalándolo, estaba a punto de quitar el pañuelo cuando vi los cortes que le había hecho y me desconcerté, tenía varias heridas en todo el cuerpo, incluso creo que lo había apuñalado cerca de las costillas. Por un momento, pareció como si no estuviera del todo consciente, muchas de estas heridas siendo "innecesarias" y sabía que lo estaba disfrutando. Algo no estaba bien...
Finalmente, en esos segundos agarramos el pañuelo del otro al mismo tiempo, por lo que fue un empate.
De ahí siguieron Sophie y Tedros. Gano la primera porque todos los estudiantes ayudaron para que venciera a Tedros, teniendo el último lugar y siendo humillado. Así, en las siguientes clases, ayude a Sophie tener las mejores calificaciones para que esté en el número 1, yo no me quede atrás. Ante la ayuda de todos al dejar a Tedros atrás, los profesores hicieron la vista gorda o simplemente dijeron que era algo de su propia medicina.
Mientras estaba caminando, alguien me sujeto del brazo y me metió en un callejón.
— ¡Qué te pasa! - grité, golpeando a la persona que me jaló
— No puedo creer que sigas golpeando a los príncipes, primero Tedros y luego yo - se quejó el chico, no reconocí su voz. – Encima creo que terminaré muerto para lo que queda del año, no creo recuperarme tan rápido de todas las heridas que me hiciste.
Ya arruiné todo el plan.
— Vivi, no tienes que fingir cerca de mí – río Jackson abrazándome - Por cierto, no te vez nada mal como pelirrojo, aunque, creo que te pasaste tal vez un poco con el cambio de estilo, ¿no crees? Y por cierto, tu reacción medio agresiva en las clases es muy raro viniendo de ti, ¿estas bien?
— Jackson - me alegre – Realmente lamento lo de la clase
— No te preocupes, solo que, ¿estas bien?
—¿Cómo me reconociste...? – intente cambiar de tema
— Número uno, soy tu mejor amigo-hermano, obviamente te iba a reconocer, no soy Tedros y número dos, entrenamos a escondidas ambos, sé tus técnicas. - explicó, sabía que lo podría haber supuesto - Ahora vayamos a lo importante, ¿Dónde esta Agatha? ¿Por qué están Sophie y tú aquí?
— ¿Cómo sabias que Sophie estaba...? - Jackson me fulmino con la mirada queriendo que vaya al punto - Agatha está a salvo, en la escuela.
— Gracias... - susurró - Ahora dime, no tengo mucho tiempo y quiero ayudarlas, ¿qué hacen aquí?
— Buscamos al Cuentista...
— Pero Vi, nadie sabe dónde está, Tedros lo escondió, sin embargo, nadie lo encuentra. Solo dime, ¿Cuánto tiempo se quedarán?, es muy peligroso y es un poco fácil notar que son raras.
— Yo hasta hoy día, Sophie tiene dos días más, justo antes de la Prueba. Por favor, Jackson, solo cuida a Sophie, ella definitivamente no confiara en que la ayudes, pero es muy peligroso...
— Por supuesto, solo mantente a salvo y cuida a Agatha.
Después de eso, ambos nos miramos por última vez y me fui rápidamente al calabozo, allí estaría Sophie.
◌₊˚⋆
Entré al calabozo, estaba la puerta medio abierta. Sophie estaba adentro, con Tedros.
— No eres mejor que Violet.
Sophie parecía querer salir, pero se detuvo en seco.
— Yo la amaba tanto, - murmuró, como si fuera para sí mismo - incluso aún lo hago. No sé ni en que pensar. Traté de hacer realidad su deseo, nuestro deseo. Poder ser felices y tener un cuento de hadas... - su voz se quebró - Habría dejado vivir a Sophie si eso significaba quedarme con Violet, no importa cuánto odio a esa bruja, lo hubiera hecho. La habría besado en ese instante y nunca dejar que nos volvamos a separar. Pero ella me engaño. Tenía a Sophie debajo de la mesa todo el tiempo...y me mintió.
— ¿Por qué no confiaste en ella? - le pregunté - Si eso fuera "cierto", ¿no pensaste en la posibilidad de que ella no supiera nada? ¿Por qué no pudiste confiar en ella...?
— Le creí... por eso no sé qué sentir o que suponer, yo vi lo que sucedió, todo apunta a que ellas tres lo planearon, solo que no puedo saber si eso es verdad. Debí haber confiado en ella, tal vez así, nada de esto estaría pasando, tal vez... ya tendríamos nuestro final feliz. No lo sé...
Miré su rostro por última vez, podría ser está, nuestra despedida sin saberlo. Quería abrazarlo y solucionar las cosas, pero ya era muy tarde. No era solo mi deseo, sino un bienestar mayor. Aunque en el fondo quería ser egoísta, y cumplir ese deseo, sin importarme lo que vaya a pasar.
Salí de prisa, Sophie se quedó un tiempo más, solo dejé una pequeña carta en mi cama.
◌₊˚⋆
Estaba avanzando rápidamente hacia una de las torres.
Para mi desaparición puse como excusa, que mi hermano menor había sido sentenciado para ser exiliado al bosque y tenía que ir a buscarlo para salvarlo. No se me ocurrió nada más, solo dejé algunos cuchillos y armas en modo de agradecimiento.
En el camino me fui por un pasadizo oscuro, parecía llevarme más rápido y nadie estaba en él. En el camino me tropecé y vi algo.
En una parte de la pared había dos iniciales: "J+D"
Parecía ser parte de un hechizo de ocultamiento, ¿por qué en los lugares que iba siempre me encontraba con estas dos iniciales?
Intenté de ver si había otro hechizo, pero al tocar lo escrito, sentí un brillo que me cegó, al volver a abrir los ojos, me caía de en un hueco, como si me cayera en la madriguera de Alicia. Todo estaba lleno de diferentes relojes, espadas, varios libros, cartas y dibujos de una chica pelirroja, solo pude ver estos por unos segundos cuando caí fuertemente.
Olí el olor a pasto y flores, miré a mi alrededor, estaba en ese sitio escondido dentro de la Escuela del Bien, el árbol donde encontré las iniciales por primera y vez y el pequeño cajón. Parecía como si el cambio entre las escuelas no lo hubiera afectado. ¿Me había teletransportado?
Me mogrifiqué en una paloma, por si acaso, salí de aquel escondite y al parecer tenía razón, esas iniciales servían para teletransportar entre las escuelas. Volé hacia mi habitación para encontrarme con Agatha, la cual se sorprendió que haya volado desde un lugar nuestra escuela y no de la otra.
Al llegar volví a ser yo, ya no era más un chico, era mucho más cómodo, aunque la ropa no me quedaba y me tuve que cambiar.
Ambas no dijimos nada, solo miramos a ver a Sophie encender un farol de color verde, era nuestra señal para saber si estaba a salvo. Después de un tiempo, Sophie lo encendió, pero no regresó.
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Hola, ¿cómo están?
Espero que les haya gustado el capítulo :D
¿Violet esta entrando en el lado oscuro?
No se olviden de votar, comentar (que me ayudaría mucho) y tomar agua <3
Gracias por su apoyo <3333
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