Ese fin de semana era el principio de mi nuevo horario, donde lo normal sería que duerma en la casa de Jungkook y no solo en casos especiales.

Estaba guardando en una caja algunas cosas que debía llevar. Jungkook ya me había traído para llevar algo de ropa, así que por ese lado no necesitaba mucho más.

Estaba sentado en el medio de mi habitación con una caja a mi lado con un par de cosas preguntandome si debía o no llevar algunas más.

Sentía que se llenaba la caja, era una manera de aceptar que pasaría poco tiempo con él, pero al mismo tiempo no quería que creyera que no pasaría mucho tiempo en su casa.

Suspuré frustrado cuando una idea brillante se pasó por mi cabeza, haciendo que tome la computadora portatil y me siente en la cama para hacer la compra más importante de mi vida.

-¿Llega mañana?- Leí pensando su valía la pena el costo extra. -A la mierda, si-

Cliqueé el botón de compra y sonreír alegre con mi nueva estrategia.

Eso ocuparía lugar en la caja.

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Salí al jardín de mi casa y me acercé a mi tía que se encontraba sentada en un gran sillón de exterior, viendo las flores con los ojos brilloso mientras que el jardinero regaba las rosas del otro lado del lugar.

-La señora Lee me ha dicho que planeas mudarte- Dijo viéndome de reojo.

-Algo así- Susurré asintiendo lentamente. -Los fines de semana volveré-

-Con Jeon- Dijo desviando la mirada.

Mi tía siempre mirada a los ojos cuando hablaba con la gente. Consideraba una mala educación directa no hacerlo, pero ahora parecía distraida.

-¿Hay algún problema?- Pregunté frunciendo el ceño preocupado.

-No me agrada la idea de que vivas con el hombre que pudo haber provocado que no nazcas- Soltó haciendome alzar una ceja.

-¿Que quieres decir?- Pregunté sorprendido por aquella declaración.

-Que tus padres iban a cancelar la boda por su culpa- Dijo con molestia en su voz.

-¿Qué? - Pregunté sin saber que decir. -¿Cómo?-

-No lo sé- Dijo alzando los hombros. -Unos días antes, tuvieron una discusión donde hablaron mucho de él y tu padre gritó que quería cancelar la boda-

Parpadeé sorprendido y sintiendo un dolor en mi pecho similar a pinchasos de agujas largas y finas directo en mi corazón.

Tenía que hablar de esto con él. No iba a dejar que alguien que nunca lo quiso me haga cambiar de opinión. Necesito su punto de vista del tema.

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Cuando llegué a la mansión de los Jeon ese lunes, me dirigí a la habitación que fue nombrada suya hacía un tiempo.
Dejó sus cosas, se quitó la ropa, entró a su baño y preparó la tina con agua tibia y espuma.

Jungkook estaba trabajando en la compañía, por lo que tenía tiempo suficiente para instalarse y volver ese lugar algo más suyo.

Adentré mi cuerpo en el agua intentando calmar mis pensamientos al rededor de la declaración de mi tía Min, sin lograrlo en lo absoluto.

Mis padres no eran de discutir en lo absoluto. Recuerdo vividamente que en los doce años que viví con ellos, solo habían discutido dos veces y yo no había escuchado ninguna de esas peleas.

Siempre fieron muy directos y sinceros conmigo. Se me hacía inconcebible la idea de que podían no haberse casado.

Por Jungkook...

Empujé mi cabello empapado hacia atrás y solté un suspiro viendo mi cuerpo a través del agua y la espuma del jabón.

Quería ver esas manos tocandome, sentir esos labios besando mi cuerpo, su cadera al redearlo con mis piernas y su aroma a tabaco contra mi piel.

Debía hablar con él.

Quería confiar en él.

Necesitaba saber que fue lo que ocurrió y que opina Jungkook del tema.

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Estaba en pijama para cuando Jungkook regresó.

Le había pedido a una de las empleadas que me llamara cuando volviera, así que recorrí el pasillo casi corriendo hasta él.

Iba caminando cansado mientras se quitaba la corbata, cuando lo abracé por la espalda y escondí mi rostro en su espalda.

-Hey- Soltó a modo de saludo dándose la vuelta para dejarme abrazarlo correctamente. -¿Ya te instalaste?-

Asentí respirando hondo y ganando que rodeé mi cuerpo con sus brazos correspondiendo de una buena vez el abrazo.

-Necesito hablar contigo- Susurré estirandome para adentrar mi nariz en el espacio de su camisa ligeramente abierta.

-¿Sobre?- Preguntó acariciando mi espalda.

Tragué duro algo incómodo.
Él quería verme como una persona separada de mi familia y el primer tema de conversación que ibamos a tener era sobre mis padres.
Que desastre.

-Mis padres- Susurré pegando mi frente a su pecho cuando sentí sus brazos tensarse. -¿Podemos ir a tu cuarto?-

-Vamos- Susurró con un hilo de voz.

Cuando se separó de mi para comenzar a caminar, lo tomé de la mano sorprendiendolo, pero no me soltó, al contrario, me tomó con firmeza y acarició mi mano con su pulgar.

Llegamos a su cuarto y me dejó pasar, cerrando la puerta tras él para luego sentarse en la cama junto a mi.

Me puse de rodillas y le quité por completo la corbata, comenzando a quitarle el saco del traje intentando relajarlo.

-He hablado con mi tía Min- Dije dejando la ropa que le quité a un lado para comenzar a abrirle la camisa lentamente. -Me ha dicho que mis padres podrían no haberse casado, que tuvieron una discusión antes de la boda-

Jungkook soltó un sonido a modo de mostrar que me escuchaba y dejó que le quite por completo la camisa.

-Ha dicho que en la discusión te mencionaron mucho- Dije en un susurro alzando la mirada para verlo a los ojos con pena. -¿Sabes por qué?-

Jungkook tragó duro y bajó la mirada. Me tomó de la cadera y me hizo sentar en sus muslos, dejandome apoyar mi cabeza en su hombro y sentir sus manos acariciando mi pierna y espalda baja.

Su diestra estaba en mi muslo y su mano izquierda se había escabullido por debajo de mi camisa del pijama para acariciar mi piel de la espalda.

-Puede que si- Susurró haciéndome estremecer.

-¿Puedes contarme?- Pregunté y él asintió soltando un sonido gutural que me hizo temblar.

-Estaba con tu madre cuando Temin le propuso matrimonio- Explicó con voz suave. -Tae me pidió ser su padrino pero le dije que no-

-¿Por qué?- Interrumpí haciendolo reír sin gracia.

Ya sabía que se había negado a ser el padrino, pero quería saber el porqué de eso.

-No quería odiar a tu madre- Negó en un susurro con una sonrisa triste. -Sabía que no podía verlos jurarse amor eterno sin sentir envidia de Yoonah-

-¿Por eso se pelearon?- Pregunté frunciendo el ceñi confundido, no me parecía un motivo para cancelar la boda.

-Cuando le dije que no a tu padre, Yoonah vino a verme y me pidió que lo reconsidere- Explicó acariciando mi espalda. -Le comfesé cuán enamorado estaba de tu padre y me dijo que...- Tragó duro y borró cualquier rastro de la sonrisa que adornaba su rostro.

-¿Que dijo?- Pregunté acariciando su barbilla para hacerlo verme a los ojos.

-Que si tu padre me correspondía, no tenía problema conque yo saliera con él- Susurró con la voz entrecortada por el nudo en su garganta.

-¿Qué?- Pregunté bajando la mano hasta su pecho sintiendo los fuertes latidos de su corazón.

-Me dijo que sería capaz de romper con tu padre si él podía llegar a enamorarse de mi- Susurró con pena. -Le dijo a tu padre, Taemin se enojó porque pensara que sería capaz de dejarla por mi-

Sentí mi corazón estrujarse al ver el dolor en su rostro al decir eso. Me acomodé mejor sobre él, dejando mis piernas a sus costados para poder abrazarlo con fuerza y sentir como me correspondía de igual manera.

-No sabía que estuvieron a punto de cancelar la boda- Susurró escondiendo su rostro en mu cuello. -Yoonah vino al día siguiente para la prueba de vestido y me dijo que discutieron pero no era nada grave-

-Mi tía no cree eso- Susurré besando su hombro. -Lamento haberte hecho recordar esto-

Negó abrazandome con más fuerza, tal vez intentando evitar llorar porque lo sentía temblar eentre mis brazos.

-Me ayudarás a cerrar heridas- Susurró separandose lentamente. -Eres como mi angel de la guarda-

Sonreí enternecido y lo tomé de las mejillas, acercándome lentamente para darle tiempo para alejarse, pero no lo hizo, correspondiendo el toque besando mis labios lentamente.

Tal vez esto llevaría tiempo, pero estoy seguro que valdrá la pena.

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Bajamos a cenar ignorando las miradas y susurros por lo bajo de los empleados de Jungkook.

Entiendo que sea extraño. Yo estaba ahí como un empleado más pero comía a su lado, en pijama y tocandolo a cada rato, era entendible las miradas y a Jungkook parecía no molestarle.

-¿Has traído todo?- Preguntó tocando mi rodilla por debajo de la mesa.

-Eso creo- Dije alzando los hombros restándole importancia. -¿Por qué no me llevas de compras cuando tengas tiempo libre?- Pregunté sonriente pese a su expresión. -Pasaremos tiempo juntos, conseguiré algo de ropa que no me haga quedar como un vago al lado de tus perfectos empleados y...- Me acerqué y pegué mis labios a su oreja para susurrar con voz suave. -Podemos hacernos los análisis de ETS-

Jungkook tragó duro y asintió lentamente, con la mirada sl frente y dejando que mi mano acaricie su muslo mientras me pegaba más a él.

-Mientras tanto, podemos hacer cosas que no impliquen penetración- Susurré y noté un leve sonrojo en sus mejillas. -Debería compenzarle las caricias que me ha dado-

-Dijiste que no me presionarias- Susurró pero no alejó mi mano que casi rozaba su entrepierna.

-No es no- Susurré mordiendo su lóbulo suavemente. -Pero no has dicho que no-

Estaba tenso, pero podía ser ya que había gente mirándonos desde lejos y, aunque no veían mi mano, si podían verme demasiado cerca.

-Solo debes decir que no- Susurré y toqué el bulto con mi mano haciendo estremecer.

-Termina de cenar- Dijo quitando mi mano. -Luego iremos arriba-

Sentí mi corazón latir con fuerza y mi cuerpo temblar ansioso. Dejé un rápido beso en su mejilla y volví mi atención a la tarea de terminar mi cena lo antes podible, haciendolo sonreír y verme de reojo.

Estaba a punto de comerle la polla al hombre más caliente que he visto, y yo acá como inepto pensando en lo lindo que se ve sonriendo.

Mierda, realmente me estaba enamorando.

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Estaba sentado sobre su miembro duro, cubierto por sus pantalones mientras besaba su cuello y sus manos se adentraban en mis shorts y tomaban mi trasero con firmeza.

Se había puesto una camiseta negra luego de que le quité el traje, pero los pantalones seguían siendo los de vestir, por lo que el cinturón estaba comenzando a molestarme.

Me separé y rocé sus labios con los mios, mientras mi cadera se movía de adelante hacia atrás sobre su dura erección.

-¿Puedo hacerte un oral?- Pregunté pasando mis manos por su pecho y vientre para quitarle la camiseta.

Al no obtener respuesta, bajé y me acomodé entre sus piernas y comencé a quitarle el cinturón atento a una negativa que nunca llegó.

Bajé la bragueta y quité el botón del ojal antes de tomar el elástico de sus boxers y alzar la mirada en espera de un consentimiento no verbal que fue el hecho de que alzó la cadera y me permitió bajarle las prendas hasta las pantorrillas.

Tragué duro al ver el miembro grande, grueso y duro alzarse ante mi.

Se me hizo agua la boca, mi interior se contrajo ansioso de sentirlo dentro de una buena vez.
Tan grande, hinchado y venoso que clamaba por mi atención especial y personalizada que con gusto le daría.

No podía esperar a que se corra dentro mío.

⊰᯽⊱┈ ──𝑷𝒓𝒐𝒉𝒊𝒃𝒊𝒅𝒐── ┈⊰᯽⊱

Tranquis, en el que viene está la narración de esto y si todo se da bien, ya empiezan los lemons un poco más constantes (Aunque no van a ser todos narrados por completo, solo partes para que no se vuelva tan pesado)