Narra Victoria

Termine de ducharme, seque mi cuerpo para luego arreglarme (imagen en galería), me coloque mis tacones me coloque el labial rojo mate, salí de la habitación con mi teléfono en la mano observe que mi arma no se viera, la liga mantenía en orden todo.

Salí de la habitación al mismo tiempo que aquel chico, en sus manos traía una caja de color negro aterciopelada, se acercó a mí dejando un beso en mi mejilla.

José: se que no es la mejor situación pero quiero regalarte esto.
Victoria: José (lo miro)
José: hoy lo vi, y pensé que te quedaría hermoso.
Victoria: muchas gracias.

Al observar en aquella caja una hermosa gargantilla junto a unos preciosos aretes, la gargantilla tenía hermosos diamantes incrustados y tiras que caían en forma de lluvia.

José: sé que lo usarás en la mejor ocasión, tal ves en una salida con tus amigas.
Victoria: hoy es una bonita y especial ocasión, ¿Me ayudas a colocarla?.
José: claro (me sonríe).
Victoria: gracias.

De la forma más delicada me ayudó a colocar la gargantilla, me coloque los aretes, deje rápidamente la cajita en mi habitación para regresar a su lado, me tomé unos minutos para observarlo en realidad era un tipo guapo, no era tan musculoso pero tenía un cuerpo trabajado, tenía un traje color vino con una corbata negra,  su cabello peinado perfectamente la barba bien cuidada que adornaba su rostro, los tatuajes que sobresalen de su traje, las joyas que tenía en su cuerpo, tome el brazo que me ofrecía para bajar, bajamos las escaleras con mucho cuidado, cuando por fin estábamos todos reunidos nos montos a la limusina.

José: ¿A dónde vamos?.
Victoria: iremos a la casa de mi hermana mayor, por el momento no podemos usar esta mansión por medidas de seguridad.
José: ¿Estás nerviosa?.
Victoria: demasiado, ¿Y si lo hago mal?.
José: todo estará bien.
Victoria: eso esperemos (observo mi reflejo en la cámara de mi celular).
José: no mentía cuando dije que te mirarias hermosa con esa gargantilla.
Victoria: gracias (me sonrojo)
José: me gustaría hablar contigo de algo muy importante.
Victoria: claro, te escucho.
José: no soy de los hombres mujeriegos pero si fiestero, sin embargo me gustaría que tuviésemos un matrimonio normal.
Victoria: claro, incluso podemos añadir de fiesta juntos (chocamos puños)
José: seremos el mejor matrimonio (me sonríe)
Victoria: claro que sí.

Después de reírnos durante todo el camino, por fin habíamos llegado a la humilde casa de mi hermana.

Victoria: bienvenido a la humilde casa de mi hermana mayor.
José: ¿Humilde?, La casa Blanca se queda corta.
Victoria: créeme aún no has visto nada.
José: ¿Ella lo compro?
Victoria: regalo de bodas de mi padre, dijo que les daría su humilde casa.
José: ya veo, ¿También nos darán una humilde casa?.
Victoria: claro que sí (me mira incrédulo)
José: cuando decían los demás carteles que la reina se quedaba corta con su lujosa vida jamás creí que fuera cierta.
Victoria: somos una familia de poder (me encojo de hombros) si tienes dinero solo disfrútalo.
José: claro.

José bajo primero del auto para luego ayudarme a bajar, caminamos a la entrada donde se escuchaba una suave melodía, había mucha gente vestidos de gala, caminamos hasta llegar con nuestra familia.

Victoria: José, te presento a Jade mi hermana mayor y Raymond su esposo.
José: un placer (estrechan manos) José Balvin.
Jade: un placer (se sonríen)
Raymond: un gusto pana.
José: he escuchado muchas cosas de ti.
Raymond: espero y sean cosas buenas.
José: claro que sí.
Victoria: ella es Brisa mi segunda hermana y Brian su esposo.
José: un gusto señorita.
Brisa: es un gusto.
Brian: bienvenido a la familia.
José: gracias.
Victoria: y al parecer ya conoces a todos.
Jade: solo falta Ivanna pero fueron por una copa.
Victoria: ¡Oh! Pensé que no vendría.
Raymond: las cosas terminaron antes.
Victoria: ya veo.
José: me gustaría conocer a tus socios.
Victoria: claro, vamos que te presento a la demás familia y unos socios.
José: sabes a qué hora haremos el show.
Victoria: en un par de minutos.
José: aún me da tiempo de preparar mi mente.
Victoria: lo haremos bien (le doy ánimos).
José: así será pequeña (besa mi frente)