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(al día siguiente)

Narra Victoria

Desperté lo más temprano posible, me di una ducha larga al terminar envolví mi cuerpo en una toalla y camine a mi clóset. Termine de vestirme (imagen en galería) me coloque mis tacones junto mis joyas.

Salí de la habitación con mi bolso metí mi arma, mi celular y unos cuchillos. Observe a José dormir como una roca bese su cabeza y salí de la habitación haciendo el menor ruido posible

David: señorita.
Dante: buen día señorita.
Victoria: buen día chicos, es hora de irnos.
David: si señora.

Nos montamos al auto, durante el camino leí un poco más acerca de lo que debía hacer y decir.

Victoria: cuando lleguemos trataremos de no levantar sospechas ¿Okay?.
Ambos: si señora.
Victoria: ¿Esta todo listo? (Observo a Dante quién va al volante)
Dante: si señora, es seguro de bajar.
Victoria: está bien, (David abre la puerta) gracias querido.
David: de nada señorita.

Dante aparco el auto y entramos los tres a la empresa, caminamos hasta recepción al observar una morena clara con un escote demasiado diría yo.

Victoria: buen día, tengo junta con el señor Salvatore.
Xx: ¿Su nombre?
Victoria: Victoria Rusell.
Xx: aquí tiene (me entrega tres tarjetas) con este tendrán acceso al ascensor, el señor Salvatore se encuentra en el último piso.
Victoria: gracias. (Caminamos al ascensor)
Dante: ¿Rusell? (Pregunta confundido)
Victoria: aveces debes tomar apellidos de tus ancestros (le guiño el ojo).

Presione el último botón, después de unos minutos salimos del ascensor dando paso a un pasillo muy elegante con piso de mármol blanco, caminamos hasta una pequeña recepción observe a la chica tan tímida.

Victoria: buen día, vengo ha visitar al señor Salvatore.
Xx: ¿Usted es la señorita Rusell?
Victoria: así es.
Xx: solo deme cinco minutos para avisar.
Victoria: por supuesto. (habla unos segundos por el teléfono)
Xx: puede pasar señorita.
Victoria: gracias (camino hasta la última puerta) que nadie nos moleste.
David y Dante: si jefa.

Toque la puerta hasta escuchar un "adelante", entre a la oficina de una manera elegante hasta llegar frente a este hombre demasiado guapo, me senté frente al escritorio con mis piernas cruzadas.

Victoria: buen día señor Salvatore, Victoria Rusell (extiendo mi mano).
Darren: Darren Salvatore (besa mi mano) es un placer conocerla señorita Rusell.
Victoria: lo mismo digo (sonrió coqueta)
Darren: hablemos de negocios y tal ves luego a celebrar (me guiña el ojo)
Victoria: por supuesto.
Darren: ¿Que negocios quiere hacer conmigo?
Victoria: mi empresa necesita un buen equipo tecnológico y por supuesto quiero lo mejor.
Darren: ¿De cuánto estamos hablando?
Victoria: billón y medio, (se ahoga con el whisky)
Darren: perdón, prosiga.
Victoria: Necesito mejorar por lo menos diez o quince empresas de diferentes países.
Darren: por supuesto, me parece perfecto.

Narra José

Desperté por el sonido de un teléfono, abrí un ojo para observar que estaba solo en la cama, mire mi celular y era quien insistía demasiado con una llamada.

José: ¿Hola?
Nicolás: señor, el cargamento está listo, las mujeres están en la bodega de siempre.
José: claro, ¿Todo en orden?
Nicolás: tenemos a tres chicas preñadas.
José: dime qué no es cierto (digo frustrado)
Nicolás: y según el doctor ya no se puede hacer el aborto.
José: ¡Maldición!, Voy en unos momentos.
Nicolás: si señor.

Corte la llamada molesto, me levanté de la cama me di una ducha corta me coloque un traje, me coloque los zapatos y mis joyas escondí mi arma y salí disparado de allí.

Llegue a la bodega rodeada de mis hombres, entre y observe a las chicas sentadas en el piso con hombres alrededor.

José: muestra el error (miro a Nicolás).
Nicolás: son ellas tres (señala a tres chamaquitas con barrigas ya muy notables)
José: ¿Cuánto tiempo los tuvo Gustavo?
Nicolás: nueve meses, el fue el culpable que salieran preñadas.
José: manden a traer a Gustavo, llamen a las sirvientas para que estás chicas se valen y cambien de ropa.
Nicolás: señor, ya no hay ropa para ellas.
José: carajo, tendremos que esperar a mi mujer.
Nicolás: ¿Que haremos con las preñadas?
José: las necesito vivas, serán tratadas hasta finalizar el embarazo y luego trabajaran en la casa grande.
Nicolás: si señor.
José: terminen de revisar a las demás.
Nicolás: si señor.

(Mientras Victoria)

Narra Victoria

Victoria: es un gusto hacer tratos con usted señor (le sonrió)
Darren: será un placer volver ha verla.
Victoria: lo mismo digo (sonrió coqueta) debo irme (observo el mensaje en mi celular)

Pelos locos 💜

Beba, tenemos problemas con el cargamento, debes venir lo antes posible.

Darren: claro señorita Rusell.
Victoria: nos vemos en una semana (beso la comisura de sus labios) fue un gran placer (habló cerca de su oído)
Darren: lo mismo digo.

Me aleje de el un poco, me di la media vuelta hasta caminar a la puerta, escuché perfectamente hablar en su natal alemán.

Darren: que culo tan más precioso.

Hice que como si no escuchará, salí de la oficina camine junto a mis escoltas hasta el ascensor. Salimos del edificio con una sonrisa triunfante me monte al auto hasta llegar a casa.

Victoria: ¿Saben algo del cargamento de esta mañana?
Dante: la última ves que hable con Diego dijo que todo estaba en orden.
Victoria: mi marido acaba de llamar diciendo que algo está mal.
David: tranquila señora, tal ves solo un detalle pequeño.
Victoria: eso espero.

Llegamos a casa, salí disparada del auto entre a la casa camine hasta la sala, encontré a José con un vaso de whisky sentado en el sofá su cabeza reposaba en la parte de atrás del sofá, me acerqué hasta sentarme en sus piernas acaricie su rostro hasta que sus ojos se abrieron, al verme una sonrisa se formó en sus labios.

José: llegaste (besa mis labios)
Victoria: vine lo más rápido posible, ?que sucede cariño?.
José: tenemos a tres mujeres embarazadas.
Victoria: se practica el aborto y listo.
José: ese es problema amor, el embarazo está muy adelantado.
Victoria: joder, al terminar su embarazo trabajaran aquí en la casa.
José: lo mismo órdene.
Victoria: eres el mejor (beso sus labios)
José: ¿A dónde has ido tan sexi?
Victoria: una visita a los Salvatore para hacer negocios.
José: ¿Ha caído?
Victoria: redondito.
José: me agrada esa idea.

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