🌻5🌻

** Acciones.

⫽⫽ Fuera de rol.

() Pensamientos.

{} Susurros.

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Pov Narrador

          No importa que tan lejos puedas correr o cuanto intentes olvidar, el pasado siempre nos perseguirá y nos hará recodar ese día, el día en que tu mundo se volvió una pesadilla. No importa que tan avanzada este tu vida, siempre recordaras ese momento... en el que lo viste por última vez y te quedaste sola. Deseando en cada cumpleaños y en cada estrella fugas volver a verlo... aunque sea por un minuto, pero solo volviste a ver el causante de su separación.




          Observaste a tus alrededores, viendo a los hombres formar un gran circulo mientras que en medio se encontraba el arbitro y los dos luchadores, uno de ellos era tu esposo. Ahora se encontraban en otra pelea nocturna, el lugar era un estacionamiento subterráneo. Habían autos estacionados entre la multitud, iluminando el centro del circulo para tener mejor vista del combate.

     Arbitro: Esta noche - habla en voz alta, llamando la atención de todos - iniciara el combate entre la compañía GANDAI y Grupo Nogi - presenta a los luchadores - representando al Grupo Nogi ¡Ohma Tokita! - el joven daba pequeños saltitos en su lugar mientras observaba a su oponente, podías notar la ligera emoción en él.

     Kazuo: Me pregunto donde estarán el señor Nogi y la señorita Kaede ¿Qué no van a ver la pelea? - se pregunta confundido.

     (T/N): Tal vez no tarden en llegar - respondes estando a su lado.

     Kazuo: Ooh... nuestro oponente se ve muy imponente - comentó al observar el gran luchador - es como si su cuerpo estuviera hecho de roca.

     Arbitro: Contra el representante de GANDAI... ¡Jun Sekibayashi! - el luchador profesional vitorea con la multitud.

     Kazuo: (Esta es la primera vez que se enfrentara a un luchador profesional, esta pelea... ¡Es muy importante!) - estaba atónico.

     Arbitro: Peleadores, a sus posiciones - sentías un poco de nervios al ver que daría inicio el combate.

     Jun: Oye, novato - llama la atención del joven - espero que no pienses que soy igual que los demás peleadores basura, yo soy un profesional - comenta con orgullo - pero no creas que seré amable contigo solo porque eres nuevo, soy un peleador de verdad - el pelinegro solo lo observa con una ligera sonrisa.

     Arbitro: No quiero que hagan trampa - le recuerda a los luchadores - retadores... ¿Listos? - eleva su mano para luego dejarlo caer - ¡A pelear!.

     Jun: Ahora va- - es interrumpido por un puñetazo que Ohma le dio en el rostro.

     Ohma: Veo que eres mejor para hablar que para defenderte - comenta con burla - ¿No que yo era el nuevo? - con eso, le lanza más puñetazos en el rostro y torso.

          El último puñetazo quedo en su rostro, donde el hombre grande agarra la muñeca del muchacho, sorprendiéndolo un poco.

     Jun: Muy bien - lo mira directo a los ojos - te enseñare lo que es enfrentarte a un profesional - lo agarra por el brazo para luego elevarlo y arrojarlo de espaldas al suelo, el muchacho se levanta rápidamente, así, evitando la bota del luchador - tienes buenos reflejos - admite con una sonrisa.

     Kazuo: E-esa maniobra... fue un brazo martillo - comenta sorprendido.

          Ohma le lanzaba muchos golpes, mientras que Jun los recibía y a la vez le daba manotazos, demostrando que los golpes del muchacho no tenían efecto en él.

     Kazuo: Es totalmente invulnerable a sus golpes, es más resistente que Lihito - ahora los nervios estaban llegando a ti.

          El hombre de gran tamaño tenía una sonrisa en su rostro, algo aterradora para ti. Da manotazos en dirección del muchacho y este los esquiva sin problema, pero no reacciona a tiempo a la patada que le da en su abdomen, mandándolo a estrellarse al capo de uno de los vehículos. Kazuo y tú estaban realmente sorprendidos de la facilidad que tuvo al mandarlo a volar de esa forma. La multitud vitoreaba al hombre más grande, alentándolo en acabar con el joven, algo que te preocupo.

     Jun: Adelante - le dijo al muchacho que se sentaba en el capo - puedes hacer uso de tus privilegios.

     Ohma: ¿Qué? ¿Privilegios? - le pregunta confundido mientras se bajaba del auto.

     Jun: Jajaja así es, ustedes tienen muchos privilegios - declara con diversión - por ejemplo... el privilegio de huir del dolor - ladeas un poco la cabeza - ya sea bloqueando, esquivando o redirigiendo el ataque, lo que sea para proteger su delicado cuerpo, en cambio, nosotros, los profesionales tenemos un deber - comenta con superioridad - no importa si es una piedra, un arma o una bomba, nosotros le hacemos frente a todos sin temor al dolor - el muchacho lo observa en silencio - esa es la diferencia que existe entre tú y yo, ahora... - su energía se vuelve más aterradora - dinos que privilegios vas a usar, segundo peleador.

     (T/N): (Que mal habito en creerse más que los demás, papá le hubiera dado clases de ser más respetuoso) - tu padre no era la clase de peleador que alardeaba sus habilidades y su rango, solamente lo demostraba peleando y nada más, se podría decir que era un acto humilde a la hora del combate - ¿Uh? - notas al pelinegro acercarse al luchador hasta quedar enfrente.

     Jun: ¿Qué? ¿Quieres que te mande al hospital? - le pregunta burlón al joven, solo para que este pellizcara su brazo - ¡Oye! ¿Qué crees que estas haciendo? - le pregunta molesto al apartar su mano.

     Ohma: Jajaja lo hiciste también - el hombre de las rastas lo mira confundido - huir del dolor - le dijo con una sonrisa.

     (T/N): {Ooh...} - cubres un poco tus labios con los dedos de tu mano. ⫽esta la saque de la escena en la peli del gato con botas XD⫽

     Ohma: ¿Y luego? ¿Qué pasó con tu deber? - le pregunta con burla.

     Jun: ¡Te voy a enseñar a respetarme! - le dijo molesto.

          Mientras sujetaba el hombro del muchacho y trata de golpearlo con su otra mano, Ohma esquiva el golpe al moverse, provocando que Jun perdiera un poco el equilibrio. El agarre que el luchador profesional tenía en el hombro del joven, este lo usaba a su favor para moverlo de su sitio, hasta que sujeta su muñeca y le da una fuerte patada en la barbilla. Con eso, el pelinegro inserta más puñetazos en el rostro del luchador, el anciano y tú lo alentaban.

     Kazuo: ¡Eso! ¡Así se hace, Ohma! - felicita al muchacho por sus golpes.

     (T/N): ¡Sigue así, Ohma! - alientas a tu esposo.

          Ohma no deja de insertar sus nudillos por todo el rostro de su oponente, parecía que llevaba de la antera, bueno... eso creía. Cuando estuvo a punto de darle otra patada, fue sujetado por el luchador, esto tomo por sorpresa a los tres.

     Jun: Ahora si, se acabo el juego - eleva al joven sobre su hombro - debes saber niño - tenía una mirada aterradora - que los profesionales, somos buenos actores - con eso, estrella la espalda del joven contra el suelo de concreto, haciendo que el aire se fuera por completo.

          Observaste con pura preocupación al joven inconsciente en el suelo, querías ir a comprobar su estado, pero no podías hacerlo hasta que el combate terminara, algo que esperaste ansiosa al ver al arbitro acercarse a los luchadores.

     Arbitro: ¡Ohma! - se arrodilla a su lado - muchacho ¿Puedes continuar? - espera alguna reacción del joven.

     Jun: Levántate, niño - lo agarra por la cabeza para sentarlo - ¡Vengan esas palmas! ¡Que se escuche! - la multitud empieza aplaudir mientras gritaban su nombre.

          Jun sujeta a Ohma por atrás para luego levantarlo, manteniendo los pies en el suelo, se deja caer de espalda y estrella al muchacho en el suelo, luego vuelve a repetir el mismo movimiento. Tus ojos empiezan a cristalizarse mientras observabas como el luchador lo golpeaba en el aire.

     (T/N): {O-Ohma...} - las lágrimas cayeron por tus mejillas.

     Kazuo: ¡¡Retráctate!! - diriges tus ojos al anciano al escucharlo gritar, notando como sujetaba a un hombre en estado de ebriedad - él no va a perder, no importa que el otro sea luchador profesional ¡Ohma no va a perder!.

     ???: Dices que no va a perder... - dirige su mirada al luchador inconsciente - pero si esta ahí como perro atropellado ¿Ves? *hip* Ni se mueve, para mí, que ya esta muerto.

     Kazuo: ¡No esta muerto imbécil! - le grito con enojo - Ohma no es un peleador cualquier, es un luchador que enfrenta a cualquier adversidad, no importa cuantas veces caiga, él renacerá cual fénix ¡Aún no pierde la pelea! - te sorprende un poco su comentario.

     ???: Pues...*hip* parece que a tu fénix lo van a convertir en pollo rostizado - dijo en broma.

     Jun: ¡Ahora quiero una gran novación! - le reclama a la multitud - hora del golpe final - agarra el brazo del pelinegro y lo coloca sobre sus hombros, sujetando también su pierna.

     Kazuo: No, e-esa es... la técnica especial de Jun... ¡La quebradora Argentina! - comenta atónico.

          Jun sujeta el cuello y pierna de Ohma, flexionándolo hasta el punto de poder escuchar sus huesos crujir.

     Kazuo: Por favor... no puedes... ¡No puedes terminar así! - grita con desesperación, cubres tu boca con ambas manos - ¡Por favor! ¡¡Tienes que reaccionar!!.

     (T/N): ¡¡Ohma!! - gritas su nombre entre llantos.

          En eso, Jun se detiene al sentir como el cuerpo del joven temblaba, esto lo confundió y a la multitud por igual. Trato de mantener al joven en su lugar al sentirlo intentar salir, pero no funciono por mucho y Ohma logra liberarse de su agarre, quedando a unos metros de él.

     Jun: Dime... - observa sus dedos últimos fracturados - ¿Cómo lo hiciste?.

     Kazuo: ¿Qué?... Increíble - estaba sorprendido y confundido, tú solo te mantuviste en tu lugar.

     Ohma: ¿Qué... cómo lo hice? - pregunta mientras se estiraba y miraba al frente - digamos que tuve que usar un préstamo - en su rostro había una sonrisa macabra.

          Tus ojos se agrandaron al ver esa sonrisa y su piel algo rojiza, reconociste esta habilidad de él. Con eso, Ohma se lanza contra Jun y le inserte incontables puñetazos en el rostro, haciéndolo retroceder. Todos los hombres observaron atónicos, nunca antes lo habían visto retroceder y mucho menos por alguien con 60kg menos que él. El pelinegro golpeaba de manera salvaje a su oponente, algo que sorprendió al anciano y algo que te hizo retroceder un poco, ya que te asustaba cuando usaba esa técnica suya. Después de que el joven le diera un puñetazo en la barbilla al luchador, este le golpea en el pecho, haciendo la táctica 'chop'. Esto no detuvo al muchacho y siguió lanzándoles más golpes, ahora en el pecho incluido. Jun no bloqueaba sus ataques, solo los recibía mientras iban avanzando de a poco. Ohma esquiva el intento de agarre del profesional y le da una patada, ambos se observan con sonrisas algo aterradoras.

          Kazuo, al ver el comportamiento del muchacho, lo confundía. No entendía su comportamiento salvaje, no era el mismo como en su pelea contra Lihito. Mientras el observaba preocupado la pelea, tú solo te mantenías en silencio. Recuerdas cuando habías visto esta fase del hombre, pero fue hace tiempo atrás, cuando aún eran amigos. Fue un momento en el que se descontrolo en una pelea y casi mata a su oponente. Te había causado terror al tener su mirada en ti cuando intentaste detenerlo, cerca de lastimarte. Desde ese momento no volvió a usarlo... hasta ahora.

          Sales de tus pensamientos al escuchar algo estrellarse, al comprobarlo, te percataste que Ohma había sido enviado contra una columna de concreto, quedando boca abajo en el suelo.

     Jun: Arriba, Ohma - le ordena - quiero acabar contigo de pie.

          El pelinegro se levanta del suelo, mientras que su oponente festejaba y era alentado por el público. Jun fue corriendo en dirección al joven, listo para acabar con él de una vez por todas. Kazuo y tú observaron preocupados a Ohma, ya que este estaba quieto en su lugar. Cuando el luchador profesional estuvo a unos centímetros del muchacho, este golpea su tráquea con rapidez y fuerza, el hombre de gran tamaño termina tendido en el suelo por la falta de aire. Todos se mantienen en silencio, los hombres estaban completamente atónicos, algo incrédulos al ver que lo derivo de un solo golpe.

     Arbitro: Ganador - señala al joven con su mano - el representante del Grupo Nogi... ¡Ohma Tokita!.

     (T/N): ¡¡Sí!! - aplaudiste de la felicidad, contenta de que ya se haya terminado.

          La multitud aplaudía y felicitaba al joven de cabellera negra, nunca habían visto a alguien capas de vencer al luchador profesional. Kazuo saltaba de la felicidad, su preocupación por su comportamiento se había desvanecido.

     Ohma: Me diste muchos problemas, viejo - observa al hombre inconsciente - bastantes.

          Sin perder tiempo, corres en dirección de tu esposo y lo abrazas, algunas lágrimas caían de tus ojos.

     (T/N): N-no lo vuelvas hacer, Ohma - hablas al tener tu rostro en su pecho para luego levantar tu mirada y verlo a los ojos - esa técnica tuya da miedo.

     Ohma: No tuve de otra - limpia las lágrimas de tus mejillas con su mano sana - ¿Te preocupe?.

     (T/N): Mucho - declaras mientras te alejabas un poco del abrazo y limpiabas tus ojos con la palma de tu mano, luego notas la otra mano del hombre - ¿Puedes ponerlos en su lugar? - le preguntas al agarrar con mucho cuidado su mano con los dedos rotos.

     Ohma: Sí, no te preocupes por eso - dijo despreocupado.

     (T/N): Iremos a una farmacia al salir de aquí - diriges tu mirada a sus ojos color carbón - solo espero que estén dislocados los huesos de tus dedos y no rotos.

     Ohma: Posiblemente tenga algunas costillas rotas - declara casi sin importancia.

     (T/N): ¡Yo te abrace, Ohma! - comentas alarmada, con el pensamiento de que le habrá dolido tu abrazo repentino.

     Ohma: Estoy bien, ni siquiera sentí algo - te aseguro para tranquilizarte.

     ???: ¡Impresionante! - una voz se escucho por todo el estacionamiento.

          Tu cuerpo se paralizo por completo al reconocer aquella voz, giras tu cabeza con dirección al dueño de esa voz, todos los presentes hacen lo mismo. Allí parado, con dos guardaespaldas atrás y un bastón en mano se encontraba el presidente del Banco Dainippon, Metsudo Katahara. Todos estaban completamente sorprendidos por la presencia del director, pero tú estabas aterrada, más al verlo acercarse. Rápidamente te ocultas atrás del joven peleador y agarras su brazo, observando con pánico a tus alrededores si él se encontraba cerca. Ohma te observa algo extrañado, este comportamiento tuyo era muy inusual y al sentir tu cuerpo temblar, sintió confusión y preocupación.

     Hideki: Presidente Katahara - se hace presente entre la multitud con su asistente.

     Metsudo: Ah... eres tú, Nogi - su atención esta en el hombre.

     Hideki: Es un honor para nosotros tenerlo aquí en persona, señor presidente - se inclina un poco hacia adelante con la mujer a su lado.

     Metsudo: Veo que encontraste un peleador digno ¿Tú también piensas lo mismo, no? - dirige su mirada al hombre en el suelo, para verlo levantarse - a pasado tiempo, Jun.

     Jun: Admito que me sorprendió, hace mucho que nadie lograba derribarme - comenta mientras enderezaba sus dedos dislocados.

     Ohma: (Vaya... este tipo es más resistente de lo que pensé) - estaba realmente sorprendido.

     Jun: Ohma, esta vez acepto mi derrota - le dijo al joven luchador.

     Metsudo: Jajaja felicidades, Jun te a reconocido como un peleador digno, debes sentirte afortunado - cierra sus ojos por un momento - ¿Y bien? ¿Tienes algo que decir, Gen? - el hombre sale entre la multitud.

     Gen: Sí señor - dirige su mirada al Sr. Nogi - acepto mi derrota, Nogi, como prometí, el Grupo Nogi tiene el voto de la compañía GANDAI para iniciar el torneo por la presidencia de la asociación Kengan, ya estas completo - todos quedan sorprendidos al escucharlo.

     Kazuo: (¡El torneo por la presidencia de la asociación Kengan!) - estaba en estado de shock.

     Metsudo: Para aspirar a la presidencia de la asociación Kengan, uno debe de contar el voto de 50 miembros, GANDAI tenía el voto número 50 - abre sus ojos para observar a Hideki - el señor Hideki Nogi... - una presión se hace presente en el lugar - ¡Finalmente a logrado su derecho a desafiarme a mí, Metsudo Katahara! - todos quedan atónicos.

     Kaede: (¿Qué es esta sensación?) - se pregunta algo aterrada - (siento como si el peso de un árbol de cien años hiciera presión contra mi cuerpo, la energía que transmite es la de un volcán en erupción, es un poder tan tremendo que... no puedo moverme) - su cuerpo estaba completamente quieto mientras sudaba de los nervios.

     Hideki: (Parece que el viejo no se a debilitado a pesar de su edad, al contrario, su fuerza sigue aumentando incluso a sus 90 años) - observa al anciano que tenía enfrente - agradezco su aprobación, Metsudo Katahara, quincuagésimo octavo presidente de la asociación Kengan, yo, Hideki Nogi, lo desafío.

     Metsudo: Jajajaja y acepto gustosamente - habla con diversión - esto será muy divertido, querido Nogi - una sonrisa aparece en su rostro - pero prepárate, porque ahora tendrás que pelear como no lo has hecho jamás - observas al anciano con miedo - deberás enfrentar al Colmillo de Metsudo.

          Aprietas un poco el brazo del joven hombre al escuchar a Katahara, sentías que tu pesadilla se volvería realidad.

     Kazuo: ¿Qué pasa? ¿Por qué todos se ven intranquilos? - se pregunta confundido al escuchar murmurar a la multitud - disculpe ¿Qué es eso del Colmillo de Metsudo? - le pregunta a un dúo.

     H1: ¡¿Qué?! ¿En serio no sabes, anciano? - le pregunta incrédulo, algo que puso un poco nervioso al hombre mayor.

     H2: El Colmillo es el representante del presidente Katahara, es el peleador más fuerte de la asociación Kengan - le explica.

     Kazuo: ¿E-el más f-fuerte? - pregunta nervioso.

     H2: Sí, el Colmillo de Metsudo tiene un récord de 157 victorias y 1 derrota - vuelve a explicar.

     H1: Me pregunto... ¿En dónde estará aquel que logro derrotarlo? - se pregunta curioso.

     H2: Lo único que se sabe es que se retiro de los combates para poder casarse, ya todo lo demás es un misterio - le explica al hombre a su lado.

     Gen: Debo irme ya, gusto en verlo - camina en dirección de su luchador.

     Metsudo: Ahora declaro oficialmente, como actual presidente de la asociación - eleva un poco su mano - ¡Que a partir de este momento comience el Torneo de Aniquilación Kengan!.

     Kazuo: ¿D-de aniquilación? ¿Ósea que v-va a m-morir gente? - pregunta atónico.

          Todos parecían sorprendidos y emocionados en ver el torneo, mientras que algunos peleadores presentes estaban emocionados en participar.

     Metsudo: Jejeje puedo sentir la pasión en sus corazones, pero el deseo de ganar no es suficiente para derrotarme - presume - solo será digno quien no tenga miedo de morir en combate ¡Pongan atención! - llama la atención de los presentes - para el torneo pueden elegir a su mejor peleador, sin importar sus antecedentes penales, solo las armas están prohibidas, puede ser un profesional, un improvisado o un asesino asueldo, cualquiera puede participar - declara en voz alta - quien logre derrotar a mi Colmillo ¡Será coronado como el peleador más fuerte de todos! - grita con emoción.

     Ohma: (Con que un torne ¿Eh?) - una sonrisa aparece en sus labios - (eso suena muy divertido) - recuerda un suceso pasado - (seguramente él estará ahí, jamás se perdería algo así y en cuanto ese maldito aparezca) - su mano sana se convierte en un puño - (esta vez... lo haré pesados, finalmente, después de diez años, por fin... ¡Tendré mi venganza!) - esperaría emocionado por ese día.

          Lo que estaba ocurriendo en este preciso momento, te estaba agobiando y más al tener la presencia de aquel anciano, del que se suponía que te mantendrías oculta. Diriges tus ojos a tu pareja y llamas su atención jalando un poco su brazo, este inmediatamente se encuentra con tu mirada azulada.

     (T/N): {Ohma, v-vamos a casa, p-por favor} - le súplicas en susurros.

          Este no entendía de tu comportamiento raro, pero sabía que iba a tener una explicación en cuanto llegaran a su hogar. Ohma asiente con la cabeza y empieza a caminar en dirección a la multitud para salir del circulo, así llegarían a la salida del estacionamiento subterráneo. En eso, sientes una mirada en tu nuca y al mirar de reojo hacia atrás, te encuentras con la mirada del anciano. Un escalofrió recorrió por tu columna vertebral al notar una ligera sonrisa en su rostro, ya te había encontrado.



          Juegas con el cordón de la sudadera de Ohma, ya que lo usabas como pijama en algunas ocasiones. Sientes como alguien se acostaba en la misma cama que tú, obviamente sabías que era tu esposo, pero no lo veías porque estabas bajo las sabanas. La tela que cubría tu cabeza fue quitada por el joven, notando tu mirada angustiante mientras aún observabas el cordón.

     Ohma: ¿Vas a explicarme lo que tienes? Porque me extraña que no me hayas hablado en todo el camino - sabías que no se creería la mentira de que estabas bien.

          Te mantienes en silencio mientras te sentabas en tu lugar y procedías en abrir el cajón de tu mesita de noche, sacando un sobre ya abierto. Sacas el contenido, que era una carta y se la entregas al hombre sentado a tu lado, este lo recibe para leerlo algo confundido.


⊱ ✉ ⊰


Querida Hija:


                    Cuando leas esto, es porque tuve que dejarte para evitar un posible infierno para ti. Se que tendrás preguntas sobre el porque tuvimos que irnos esa noche de la vivienda de Metsudo Katahara, es porque ya no era de mi confianza y además tenía una propuesta que nunca tuve, ni tendré en cuenta. Se que esto podría dejarte en shock, pero no sé cuanto tiempo me quede para terminar con esta carta. Él quería que te casaras con Agito, para reforzar más la compañía que había creado con mi padre, pero a la vez pienso que era para algo más. Por eso, necesito que te mantengas oculta, de ellos y de mis hermanos, ya que al ser dueños de esa compañía, harán lo que sea para obtener más beneficios, incluso, entregándote a las garras del diablo.

                    (T/N), eres una mujer hermosa y fuerte, ese último se puede explicar por mí. Tienes los genes de mis huesos más fuertes y duros que el mismo diamante, prácticamente irrompibles, no podrías romperte un brazo aunque quisieras. La genética que obtuviste por parte de tu madre fue su hermosura, eres la misma imagen que ella en su juventud, fácilmente podrían confundirlas como gemelas.

                    En la ciudad lejana a la que te envíe, ahí, deberás empezar una nueva vida. Consigue un trabajo estable, un techo para tu cabeza y has muchos amigos, quien sabe, hasta incluso conozcas alguien que si merece estar a tu lado. Lo más irónico es que lo conozcas en algún callejón, donde te salvara de unos matones. Así fue como conocí a tu madre, comenzando con un lazo de amigos hasta terminar casados, solo espero que sea digno de tu corazón dorado.

                   Espero que nuestros caminos floreados se crucen, y si no es así... solo sigue adelante y no mires atrás, porque solo verás flores marchitas. Sigue con la vida que construiste y no te detengas hasta llegar al cielo, donde serás la estrella más brillante que las demás.


                    Adiós, mi pequeña girasol.


          Con amor, tu padre, Takeo Kowarenai


⊱ ✉ ⊰


          La mirada del pelinegro se oscureció al terminar de leer la carta que tu padre había escrito para ti. Antes le habías explicado la razón por la que estabas en la ciudad, pero ahora que sabe más a fondo la situación, estaba molesto. Molesto con ese anciano por la propuesta que le había sugerido a tu padre y más con aquel sujeto con el que te iban a obligar a casarte.

     (T/N): Hice lo que me dijo - hablas con suavidad, ganándote la mirada del hombre - conseguí un trabajo, también un departamento, hice amigos, tanto como del trabajo y de otras partes de la ciudad, luego... te conocí a ti - te ríes entre dientes mientras mantenías la cabeza baja - es irónico como nos conocimos y terminamos siendo, papá se hubiera reído por horas jejeje - tu pequeña sonrisa desapareció de a poco - creí que no volvería a verlo y que estaría en paz contigo, pero... al parecer el destino tiene sus planes malos a veces - levantas la cabeza, las lágrimas caían de tus ojos azulados - t-tengo miedo... Ohma... d-de que d-descubran donde e-estoy y-y... t-te pase algo a-a ti.

          Ohma te observa en silencio, mientras que tú intentabas quitarte las lágrimas derramadas. Él no era bueno con las palabras de consuelo, pero a veces lo intentaba para tranquilizarte o usaba las acciones cuando no sabía que decir, un abrazo era lo que más usaba. Deja de lado la carta para luego atraerte hacia él y rodearte con sus brazos, acariciando tu espalda en el proceso.

     Ohma: Eso no sucederá - sintió como tus brazos rodeaban su espalda - legalmente eres mi esposa y solo mía, por lo que no puedes volver a casarte con nadie más, ni siquiera si llegáramos a divorciarnos, yo no lo permitiré - te ríes un poco por lo que dijo.

     (T/N): Eres un poco posesivo a veces - comentas mientras colocabas tu rostro en su cuello.

     Ohma: Lo soy cuando intentan quitarme lo que me pertenece - apoya su barbilla en tu cabeza - no tienes que preocuparte por mí, se cuidarme solo y puedo cuidarte a ti - un bostezo se escapa de tus labios - je... ya deberías de dormir.

     (T/N): Gracias, Ohma... - con eso, cierras tus ojos, dejando que el sueño te consumiera.

          El hombre que te mantenía en sus brazos permanece en silencio, mientras sentía tus brazos caer un poco y tu respiración lenta. Dirige sus ojos color carbón en dirección a la carta que estaba sobre la cama. Su mandíbula se tensa un poco y entrecierra un poco sus ojos, observando el nombre del individuo desconocido para él.



◖En otra parte◗

     Matsudo: Ya la encontré, Agito - habla al estar sentado en la silla de su oficina - no a cambiado mucho desde nuestro último encuentro, solo un detalle - el hombre de gran tamaño lo observa con atención - parece ser que ella esta casada, pude notar el anillo cuando se estaba yendo con el representante del Grupo Nogi, debo suponer que ese muchacho es su esposo - el luchador aprieta su puño mientras su mandíbula se tensaba - jejeje tranquilo - le dijo con una ligera sonrisa - puede que este comprometida, pero eso significa que sea un problema, al contrario, es favorable - apoya su espalda en el respaldar de la silla - se notaba el entusiasmo en ese muchacho por la noticia del torneo, y si él va, ella lo seguirá - cierra sus ojos - estaremos en una isla, por lo que no tendrá ninguna escapatoria una vez que el torneo llegue a su fin - vuelve a abrir sus ojos y observa al hombre parado enfrente de su escritorio - podrás tenerla y juntos crearan un guerrero sin límites, uno irrompible y poderoso... solo espera y obtendrás tu recompensa.

          El luchador de gran tamaño permanece en silencio. Mete su mano en el bolsillo de su saco y la retira al tener lo que buscaba, la pequeña foto tuya que pertenecía a tu padre. La observa por un momento para luego dirigir su mirada al anciano y asentirle con la cabeza. Después de cuatro años, por fin te volvería a ver.

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(4655 Palabras)

¡No estoy llorando, vos estas llorando! >:'/

Que ganas de ir a la pileta loco, me estoy cagando de calor. Espero que al clima de Argentina le de sus episodios de bipolaridad y empiece a llover a lo loco, que caiga granizo si quiere. ¡Ya no aguanto más!

Espero que les haya gustado y lamento si llego a haber algún error ortográfico en el que no me percate, sin más...

¡Chau! :D

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