🌻4🌻

** Acciones.

⫽⫽ Fuera de rol.

() Pensamientos.

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Pov Narrador

          Observas con curiosidad a tus alrededores, el edificio al que habían llegado era enorme y algo deteriorado, sentías el impulso de aventurarte por el lugar. Sacudes un poco la cabeza ante el pensamiento, no era un buen momento para andar de exploradora, tenías que estar presente en la pelea para animar a tu esposo y para atender sus posibles heridas.

          Detienen su caminar al quedar enfrente de un dúo, un hombre mayor con su asistente al lado.

     (T/N): (Si no mal recuerdo, él es Hideki Nogi, presidente del Grupo Nogi) - trataste de hacer memoria.

     Hideki: ¿Mhm? - nota tu presencia al lado del hombre joven - me gustaría saber el nombre de la señorita presente.

     (T/N): Un gusto en conocerlo, señor Nogi - te inclinas un poco hacia adelante - mi nombre es (T/N) Tokita - vuelves a tu compostura recta.

     Hideki: ¿Pariente? - pregunta con curiosidad.

     (T/N): Esposa - le corriges mientras señalabas el anillo de casamiento en tu dedo.

     Hideki: Nunca vi algún anillo en Ohma - comentó al ver de reojo al joven y luego regresa a ti.

     (T/N): No suele usarlo mucho, además, es mejor así - sonríes con algo de nervios - para evitar que se rompa en alguna pelea inesperada.

     Hideki: Tienes razón en eso - coloca sus manos en la espalda - es un joven con mucha suerte, Ohma - un ligero sonrojo apareció en tus mejillas ante el comentario del hombre mayor - ella es mi asistente, Kaede Akiyama - presento a la mujer a su lado - ahora que todos se conocen, es hora de empezar con los negocios - da media vuelta y empieza a caminar, los demás lo siguieron desde atrás.

          Caminaron por unos minutos más hasta llegar con otro dúo, rápidamente reconociste al hombre rubio que había irrumpido en tu vivienda. Te mantuviste atrás de Ohma, tratando de evitar que notaran tu presencia lo mayor posible, ya que siempre debías mantener un perfil bajo en cualquier lugar desconocido.

     ???: Que gusto de volver a verlo, Sr. Nogi - saluda el hombre que era desconocido para ti - dígame ¿Es el sustituto? Parece ser un muy jugoso ejemplar - comenta con una ligera sonrisa mientras se acomodaba un poco sus anteojos.

     Hideki: Sr. Yoshitake, lamento decepcionarlo, pero yo seré quien gane de nuevo este combate - le sonríe con algo de superioridad.

     ???: Jajaja... tal vez el último combate, pero esta vez, mi querido Lihito será el ganador de esta pelea - el rubio le da una sonrisa inquietante al joven, este se burla un poco.

     Kazuo: Increíble - diriges tu atención al hombre mayor a tu lado - es Yoshiro Yoshitake, el empresario más importante de bienes raíces - dirige su mirada a la asistente - ¿Señorita Kaede? - la mujer rubia lo mira - ¿Cuál es la apuesta en este combate? - le pregunta, algo que te dio curiosidad en saber también.

     Kaede: Creí que había leído el memo - el anciano se ríe algo nervioso mientras negaba con la cabeza - pelean por un edificio, o mas bien por un terreno donde hay un viejo edificio en demolición - explica - quien gane este combate se le otorgara los derechos de construcción para un rascacielos, con un valor de cien mil millones de yenes - te sorprendes un poco por la cantidad de dinero.

     Kazuo: ¡¿Cien mil millones de yenes?! - pregunta completamente en shock - (es una cantidad totalmente fuera de mi imaginación) - observa atónico a los dos luchadores - (y aquí, nadie parece sorprendido, como si el número no fuera gran cosa ¡El mundo de los negocios es realmente espeluznante!).


          La lluvia caía del gran agujero que había en el techo, donde ambos luchadores estaban abajo observándose entre ellos. Sentiste algo de angustia al ver las gotas de agua caer al suelo, te habrías traído un paraguas de saber que hoy llovería. También te preocupaba que el pelinegro pescara un resfriado al tener solamente su prenda de abajo y con la lluvia cayendo, aunque era raro que eso sucediera.

     Kazuo: Señor presidente ¿Quiénes son esas personas? - le pregunta al superior, algo que no tardo en llamarte la atención.

     Hideki: Ellos son agentes de la asociación Kengan - explica.

     Kazuo: ¿Asociación Kengan? - parecía confundido.

     Hideki: Son hombres que representan a las corporaciones más grandes del mundo, todos ellos vienen a ver la pelea - observaste a los grupos de hombres que se encontraban en el piso de arriba.

     Kazuo: (Pero... ahora que los veo, no parecen ser del tipo clásico millonario) - observa a los grupos.

     Hideki: Desde tiempos antiguos, los grupos de los clanes han usado empleados como emisarios para observar y reportar los resultados de cada combate - sigue explicando - aunque, por otro lado, muchos de ellos vienen aquí por deporte, por un poco de diversión - una ligera sonrisa aparece en sus labios - varias apuestas se dan de modo independiente, y claro, cuando hay dinero de por medio hace que todo se vuelva más emocionante.

          La multitud al ver el joven de cabello negro, empezaron a protestar. Reclamando por el antiguo luchador, Komada, luego alentaban a Lihito para que acabara con él. Juegas con tus pulgares por los nervios, no era la primera vez que presenciabas una pelea de tu esposo, sabías bien que él nunca se dejaría vencer, pero la preocupación siempre estaba presente por su bienestar.

          Notas al señor Nogi hablando en voz baja con su secretaria, si los espectadores no gritaran tanto, de seguro habrías escuchado de lo que hablaban.

     Arbitro: Los dos al frente - habla al terminar en revisar a ambos luchadores.

     Lihito: Oye, Ohma, espero que tu jefe sea billonario, porque hoy le hare perder una estúpida cantidad de dinero - comenta con burla.

     Ohma: Y yo espero que te hayas desahogado con alguna mujer anoche, porque te voy a dejar inservible - habla con el mismo tono mientras tenía una sonrisa.

     Arbitro: Retadores... ¿Listos?... - mantiene su brazo elevado para luego bajarlo - ¡A pelear! - con eso, da inicio el combate.

          Aunque la señal de inicio se lanzo, ambos luchadores mantenían sus poses de combate mientras se observaban con atención. Esto claramente molesto un poco a la multitud, ansiosos por ver la pelea cuerpo a cuerpo.

     Kaede: ¿Por qué no empiezan a pelear? - pregunta confundida.

     Hideki: De hecho, ya empezaron - observa a los dos hombres - ambos se observan, analizando cada movimiento de su contrincante - la curiosidad se hizo presente en tu mirada - para el ojo silvestre, pareciera que no se han movido para nada... pero el combate entre ellos empezó desde el primer momento en que se vieron de frente - observaste al peli negro - igual que en un duelo entre espadachines, cada uno observa desde el peso y el modo de caminar, hasta la respiración de su oponente para terminar el combate de un solo golpe.

          Todos observaron a los dos luchadores. Los miembros protestaban impacientes que ambos hombres empezaran a luchar, mientras que los presentes de abajo estaban en completo silencio. Observabas con nervios y preocupación al pelinegro, no podías evitar tener esos sentimientos a pesar de que aún no empezaban a pelear. En eso, Ohma se adelanta y luego Lihito lo hace un segundo después.

     Kazuo: ¡Se movieron! - expresó sorprendido.

     Hideki: Sí, pero Ohma salió primero - detallo con seriedad.

          Como era de esperarse, Ohma inserta el primer golpe en el rostro del rubio, este claramente se dejo golpear y luego empezó a lanzar puñetazos al joven, donde los esquivaba sin ningún problema.

     Kazuo: El señor Ohma esquiva sus golpes - comenta algo atónico.

     Kaede: Sí, pero lo que más me impresiona es que Lihito, en lugar de esquivar los golpes de Ohma, se acera a una velocidad mayor para reducir el daño - agrega sorprendida.

     Hideki: Sin duda es un peleador extraordinario - admite - su velocidad y fuerza están perfectamente equilibradas, un adversario poderoso, tanto en ataque como en defensa - observa como Ohma esquivaba los golpes de su oponente - pero... - el pelinegro esquiva una patada del rubio, para luego contraatacar de la misma forma.

     Kazuo: ¡Eso! - vitorea al ver como deja algo atontado al luchador.

          Lihito termina sentado en el suelo para luego recibir un rodillazo en el rostro por parte de Ohma, haces una pequeña mueca al verlo.

     Hideki: Si se trata de una pelea a puño limpio, Lihito no tiene oportunidad de ganarle a Ohma - se cruza de brazos - no si es un combate justo.

     Ohma: Admito que eres fuerte y que hasta me caes bien - habla mientras golpeaba sin parar al rubio al estar encima de este - pero estoy acostumbrado a lidiar con tipos como tú a diario - Lihito deja caer sus brazos, los que usaba para cubrir su rostro de los golpes.

     Kazuo: ¡Ya lo tiene señor Ohma! ¡Oblíguelo a rendirse! - exclamo con emoción, algo que también sentías al ver como llevaba de la antera.

     Ohma: Ahora si llego tu hora - levanta su puño, listo para terminar con esta pelea.

          Ohma se dispone en darle el golpe final, pero al acercar su puño al rostro de su contrincante, su brazo es desviado, junto con un dolor en este. El pelinegro observa su brazo, notando la marca de desgarres mientras la sangre caía. En eso, se aparta de repente al ver como Lihito le lanzaba otro ataque, pero logra herirlo en el pecho.

     Kazuo: ¡¡Aah, esta sangrando!! - hablo alarmado, juntaste tus manos en tu pecho al sentirlas temblar - ¡Es como si lo hubieran rebanado con un cuchillo!.

     Hideki: (Como pensé, Lihito ya empezó a usar su arma secreta) - observa al joven - (Ohma esta en problemas).

     Ohma: (La herida no es la un chuchillo) - habla mentalmente al ver su pecho ensangrentado - Me rasgaste con tus uñas, muy ingenioso - se pone en pose de pelea.

          La multitud alentaba a Lihito al usar su técnica especial, algo que el joven de ojos carbón no dejo pasar.

     Ohma: (Por el ruido de la gente, me doy cuenta de que no es la primera vez que usa esa habilidad) - mira de reojo al Sr. Nogi - (el anciano no me dijo nada a propósito) - el mayor tenía una ligera sonrisa.

          Observa con seriedad al presidente, para luego dirigir su mirada a tu dirección. Tus ojos color azul marino reflejaban preocupación, mientras que se cristalizaban un poco. Ambos se observan, el hombre te enviaba una mirada de seguridad, algo que hizo que te relajaras un poco.

     Lihito: Peleas bastante bien, novato - el pelinegro regresa la mirada a su oponente - hace mucho que no me divertía así, voy a hacerte pedazos.

     Kazuo: (Entonces...) - recordó el ataque sorpresa de aquella vez - (esa vez no ataco con un cuchillo, lo hizo con sus dedos) - observa con atención las manos del luchador contrincante - (no tiene las uñas largas... ¡Entonces solo usa la fuerza de sus dedos!) - la preocupación aumenta en él - (¿Qué vas a hacer ahora, señor Ohma? ¿Cómo vas a defenderte de esos... dedos de navaja?) - dirige su atención a ti - (¿Cómo manejara esto la señorita (T/N)? Debe de estar muy angustiada) - te observa con preocupación.

     (T/N): (Tú puedes, Ohma, se que podrás vencerlo y ganar este combate) - aprietas un poco tus manos, manteniéndote fuerte.

          Lihito empieza a atacar al pelinegro con sus dedos, Ohma los esquivo una vez pero luego tuvo que cubrirse, ganándose unos rasguños en los antebrazos y en el costado de su torso.

     Kazuo: (Esta perdiendo mucha sangre, no aguantara por mucho) - observa con preocupación al muchacho herido.

          El hombre rubio, confiado, se acerca al pelinegro para atacarlo una vez más, pero este le da una patada al costado de su cabeza, dejándolo en el suelo. La multitud estaba sorprendida y alentaban cada vez más la pelea.

     Lihito: Excelente patada, novato - habla mientras se levantaba del suelo - si no hubiera tocado tu pierna, habría perdido - la pierna del pelinegro estaba algo rasgada mientras la sangre caía, la preocupación aumento en ti - ahora ya no seré amable contigo - dijo al estar completamente de pie.

     Kazuo: (¡Claro! Justo al momento del contacto, redujo el impacto con sus dedos) - observa al rubio - (ese hombre es una animal, su velocidad de reacción es la de un tigre).

     Yoshiro: Jajajaja mi querido Lihito no tiene puntos débiles, su ataque y su defensa son invencibles - presume con una sonrisa - sino te rindes ahora, acabaras muerto.

     Lihito: Pudiste alejarte antes de que te rompiera el tendón, nada mal para un humano - comentó con una sonrisa.

     Ohma: ¿Qué? ¿Humano? - pregunta un poco incrédulo - hablas como si tú no lo fueras.

     Lihito: ¡Claro que no! - hace un movimiento rápido, quitándose algo de la sangre de sus manos - yo soy un ser sobrenatural - Kazuo y tú lo observaron algo nerviosos - para tu información, partí mi primera moneda cuando tenía siete años, en ese entonces aún no entrenaba, lo hice sin ninguna ayuda - comenta, recordando su reacción y la de sus amigos - fue ahí, cuando me di cuenta de que había nacido con una fuerza titánica, como la de un semidiós - su sonrisa se agranda cada vez más - ahora lo sabes, desde aquel día supe que era superior a todos ustedes, así que no tienes oportunidad contra mí - juegas un poco con tus pulgares por los nervios - pero tú lograste entretenerme hasta ahora, hace mucho que no me divertía así... como recompensa te revelare mi verdadero nombre - esto confundió un poco al joven - me llamo Ichiro Nakata.

     Ohma: Mmm... no es un mal nombre - admite - ¿Por qué preferiste usar 'Lihito'?.

     Lihito: Porque los héroes de las películas y comics no usan su verdadero nombre - su comentario te hizo recordar cuando de niña te creías ser una personaje de tu dibujo animado favorito ⫽yo cuando veía los power rangers: ¡¡Soy la rosada!! >:›⫽- estando yo, por encima de la razón humana, no podía usar mi nombre real, así que use los diagramas japoneses de razón y persona, bastante ingenioso ¿No crees?.

     Ohma: Creo que es lo más estúpido que oído - comentó con aburrimiento - además, solo a los villanos les gusta monologar.

     Lihito: ¡¿Qué dijiste?! - le pregunto molesto por su comentario.

     Ohma: Ya, en serio, no pierdas mi tiempo - se truena el hombro - porque mejor no vienes y me demuestras tu fuerza, en lugar de decir estupideces.

     Lihito: ¿Sí? Mira quien lo dice - habla con burla - no pudiste con mi rasuradora y aún te crees más fuerte.

     Ohma: Es cierto, antes no podía - empieza a caminar - pero quería ver si de casualidad tendrías una habilidad más interesante que mostrarme, pero ya veo que no - termina enfrente del rubio.

     Lihito: Oye ¿Te importa? Invades mi espacio personal - le dijo con incomodidad de su tan repentina cercanía.

          Los presentes se mantuvieron en completo silencio, observando si habría algún movimiento de uno de los luchadores.

     Yoshiro: ¡Lihito! ¿Qué esperas? ¡Ya dale el golpe final! - le habla con desesperación.

     Lihito: No necesito que me lo digas - responde con una sonrisa maliciosa - ¡Llego tu fin basura! - elevo su mano para atacar al peli negro.

     (T/N): ¡¡Ohma!! - gritas su nombre con preocupación, al igual que el anciano a tu lado.

          Mientras que Yoshiro Yoshikate creía que tenía ganada la pelea, Hideki Nogi sonríe con satisfacción al ver como el joven luchador logra tener la ventaja completamente. Todos observaron como Ohma tenía su mano contra la de Lihito, controlando los movimientos de su contrincante. Una sonrisa a parece en tus labios rosados al ver la gran jugada de tu esposo, a veces te sorprendía mucho sus tácticas para bloquear los ataques de sus oponentes.

     Lihito: No es cierto - estaba atónico al ver como había bloqueado su ataque, mientras que Ohma lo observaba con una sonrisa.

     Hideki: (Aunque la fuerza de Lihito es impresionante, necesita de cierta distancia para tomar velocidad y poder cortar con los dedos, pero si uno reduce esa distancia al acercar al punto de contacto, el ataque pierde su fuerza y velocidad, evitando el corte) - observaba a ambos luchadores - (así el oponente queda totalmente desarmado).

          Lihito, al tener su mano bloqueada, eleva la otra para luego atacar, pero Ohma lo retiene contra muñeca y muñeca, esto sorprendió al rubio.

     Ohma: ¿Y ahora? ¿Qué pasó con tu fuerza sobrehumana, Ichiro? - le pregunta con burla.

          Esto hace enojar cada vez más al rubio y usa toda su fuerza para hacer retroceder al joven pelinegro.

     Yoshiro: No importa que haya podido detener su ataque especial, su fuerza sigue siendo superior a la suya - grito con algo de nervios.

     Lihito: ¡Prepárate- 

          Antes de que pudiera decir algo más, Ohma lo hace arrodillarse con su propia fuerza y le mete una patada al costado del cuello, esto atonta un poco al rubio. Lihito se pone de pie y trata en desgarrarlo con una de sus manos libres, pero el pelinegro lo esquiva para luego darle un puñetazo en la barbilla. Aún quedando en pie, intenta nuevamente en atacarlo con su mano libre, pero Ohma hizo un movimiento con la mano que retenía aún la suya, desestabilizando su cuerpo con su propia fuerza, dejándolo boca arriba en el suelo.

     Lihito: (Ohma Tokita, el infeliz pudo revertir la fuerza de mi ataque como si fuera cualquier cosa) - lo observa con algo de miedo - (ese hombre no es humano).

     Yoshiro: ¡¡Lihito!! ¡No te pago para que descanses! ¡¡Levántate!! - le grita con desesperación.

     Ohma: Creo que eso no se va a poder - con eso, eleva su pierna para luego estampar su pie contra su rostro, dejándolo completamente inconsciente - estas acabado, Ichiro.

     Arbitro: Esta fuera de combate - dijo, al comprobar al rubio - ganador - apunta con su mano al joven pelinegro - ¡Ohma Tokita!.

          Algunos victorearon y otros abuchearon el resultado del combate, Kazuo y tú eran de los que felicitaban al joven por haber ganado.

     Hideki: Mhm... muy buen trabajo, pasó la primera prueba - dijo con una ligera sonrisa.

     Ohma: Lihito, peleaste bien - le habla al hombre en el suelo, a pesar de que posiblemente no lo escucharía - pero al final fuiste vencido por tu arrogancia - con eso, da media vuelta y camina en dirección de su grupo.

     (T/N): ¡Ohma! - te acercas con rapidez al joven y te colocas del lado de su pierna herida.

     Ohma: Te mojaras, (T/N) - comenta, ya que aún no había techo para evitar la lluvia.

     (T/N): Es solo agua, se secara - agarras su brazo y lo colocas en tu hombro, no querías que forzara mucho su pierna lastimada.

     Ohma: No es necesario, yo puedo caminar aún - intenta retirar su brazo, pero se lo impides al tener un agarre en su muñeca.

     (T/N): Ohma, no quiere que forcejees más tu pierna - el hombre te observa - por favor - le suplicas para que te dejara ayudarle.

          A pesar de ser un hombre que no le importaba mucho la reacción de alguien, no podía dejar que te angustiaras por la negación de su parte. Siempre aceptaba cualquier petición tuya, sin escusas, ni reproches, excepto si trataba de algo público.

          Dejando escapar un profundo suspiro, se deja ayudar por ti, algo que te puso muy feliz. Una gran sonrisa aparece en tus labios mientras lo ayudabas a caminar en dirección a los demás, Ohma se limito a verte de reojo con una ligera sonrisa.


          Luego de que curaras las heridas de tu esposo, salieron de aquel edificio en ruinas y fueron a un restaurante para cenar. El Sr. Nogi se fue temprano, así que solo quedaron ustedes cuatro.

     Kazuo: Vamos, anímese, solo otro traguito - le dijo algo ebrio a la mujer rubia.

     Kaede: Bueno, solo uno y ya - acepta mientras le acercaba el pequeño vaso.

     Kazuo: Jejeje si, como no, aquí tiene - le sirve la bebida alcohólica a la mujer - ¿Y usted, señorita (T/N)? ¿No quiere tomar un poco? ¿Aunque sea uno? - te pregunta mientras sacudía un poco la botella.

     (T/N): No, gracias señor Yamashita, pero yo no bebo alcohol - respondes para luego tomar de tu refresco favorito.

     Kazuo: Bueno - dirige sus ojos a la pila de dinero que estaba en la mesa - jejeje es la primera vez que gano dinero en una pelea, pero, señor Ohma - observa al joven que comía - ¿Por qué lo carga todo en efectivo? - le pregunta curioso.

     Ohma: Porque no me gusta que otro guarde mi dinero - le responde con la boca algo llena.

     (T/N): Ohma, no se habla con la boca llena, es de mala educación - el hombre solo alza un poco sus hombros mientras seguía comiendo - *suspiro* por Dios - comes un poco de los mochis que ordenaste.

     Kazuo: ¿Qué hay de la señorita Kaede? - le pregunta confundido - ella no puede andar así.

     Kaede: No me molesta, por mí esta bien - comenta sin preocupación - por ahora, hay una duda que me ha estado rondando últimamente.

     Kazuo: ¿Cuál? - pregunta curioso, también llamando tu atención.

     Kaede: Hasta ahora, 1.205 peleadores se han registrado - te sorprende la cantidad de peleadores que había - ósea que cada uno peleara un promedio de ocho combates al año, son cinco combates más de los que tienen un peleador profesional que compite a nivel mundial.

     Kazuo: ¿Qué? ¿En serio? - estaba muy sorprendido.

     Kaede: Además, todos los peleadores elegidos a competir en un combate kengan son de elite, pero la mayoría de ellos terminan perdiendo la vida - bajas la mirada al escuchar eso - siendo sincera... la recompensa por participar en esas peleas tan sangrientas me parecen un tanto injusta y la verdad no creo que valga tanto la pena - comenta con seriedad - los que aceptan a entrar a ese matadero... o son gente muy estúpida, o creen que pueden conseguir algo más valioso que su vida - dirige su mirada al joven - responde Ohma, dime ¿Por qué decidiste participar en los combates kengan? - le pregunta cuestionable.

          El anciano gira su cabeza en dirección del joven, curioso por saber la respuesta, tú solo lo miraste de reojo.

     Ohma: ... - se quedo en silencio por un momento - ¿Por qué me lo preguntas? ¿Acaso necesito una razón para pelear?... Solamente quiero ser el más fuerte y ya - responde sin más - y para demostrarlo, tengo que ganarle a todos, eso es todo, no tengo otra motivación.

     Kaede: ¿En serio solo lo haces por eso? ¿No te importa que puedas perder tu vida en cualquier momento, Ohma? - le pregunta algo sorprendida.

     Ohma: Por supuesto que no - responde sin preocupación - porque yo solo vine a ganar, no hay nadie a quien no pueda vencer - la mujer y el anciano lo observan atónicos, viendo la falta de miedo del joven - (pero de esos 1.205 peleadores... hay alguien muy importante, a quien espero enfrentar) - aprieta el hueso del costillal que tenía en la mano.

          Notas su estado de seriedad y colocas tu mano suavemente en su brazo vendado, para luego acariciarlo con tu pulgar. El hombre dirige sus ojos de color carbón a tu dirección y le das una sonrisa tranquilizadora, provocando un sentimiento muy agradable en él. ⫽siente mariposas en la panza :3⫽


          Dejaste escapar un suspiro de satisfacción al ingresar a casa, te sentías un poco cansada por lo de hoy y por la caminata hasta tu hogar, aunque lo disfrutabas como rutina de ejercicio. Caminaste en dirección a las escaleras y cuando estuviste a punto de pisar el primer escalón, fuiste levantada del suelo. Un pequeño grito se escapo de tus labios por la repentina acción del pelinegro al llevarte en sus brazos al estilo nupcial.

     (T/N): ¡Ohma! Las heridas de tus brazos - le reprochas con preocupación.

     Ohma: No es nada - responde sin preocupación de sus heridas vendadas.

     (T/N): *suspiro* Vayamos a dormir ya - apoyabas tu cabeza en su pecho, mientras cierras los ojos.

     Ohma: ¿Quién dijo que iríamos a dormir? - pregunta mientras subía por las escaleras con dirección a la habitación que compartían.

          Frunciste el ceño en confusión aún con los ojos cerrados, hasta que estos se abrieron par en par al entender lo que quería decir. ⫽JAJAJAJA⫽

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(4090 Palabras)

Decidí en atravesar mis limites con lo de +18, esto es una bocha, basta y sobra.

Ya era hora de que actualizara algo aquí y en algunas historias más :>

Espero que les haya gustado y lamento si llego a haber algún error ortográfico en el que no me percate, sin más que decir...

¡Bye! :D

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