Un poco de libertad
Eran aproximadamente las 4:30 pm y cruzamos la puerta del edificio riendo ante el recuerdo de la escena de unos niños peleando, echándose la culpa por el helado que a uno de ellos se le había caído al suelo, se veían tan tiernos enojados que decidimos parar a comprarle otro.
-Buenos días, ah no mejor dicho buenas tardes.-Rin nos veía con los brazos cruzados desde el comedor.
-Buenos días amor.-Le contesté acercándome a él y deje un beso sobre su mejilla.
-En la semana me las tienes que pagar.-Susurro con los ojos entrecerrados.
-Ah ya llegaron. Siéntense que la mesa ya está lista, vamos a comer.-Ran se acercó a mí y dejo un pequeño beso en mi frente. -Nos las vas a pagar.-Tomo mi mentón y susurro cerca de mis labios.
-Vamos a comer.-Le contesté de la misma manera y tomamos asiento junto a los demás.
Podía notar a los mayores curiosos ante los comentarios de Ran y Rindou pues cuando nos fuimos ellos aún no estaban en casa como para enterarse de la situación, nuevamente Sanzu estaba ausente en la mesa por lo que supuse que aún no había llegado de aquel viaje a Macao. Comenzamos a comer en silencio el cual duro poco menos de cinco minutos, pero tenía que imaginarlo que ante su curiosidad recibiríamos un interrogatorio.
-¿Cómo les fue tortolitos?-Pregunto Rin mientras servía un poco de pescado en su plato.
-¿De qué hablan?-Lo interrumpió Mikey mientras llevaba un bocado a su boca.
-Los tortolitos que ves aquí.-Rin nos señaló a Koko a mí con su dedo índice el cual movía de derecha a izquierda sin parar.- Tuvieron una "cita".-Hablo en tono cantadito haciendo el ademan de las comillas en la palabra cita.
Mis mejillas estaban ardiendo y la mirada de Koko no se despegaba de su plato. De reojo pude notar un pequeño rubor en él, pero también podía observar que quería matarlos debido a expresión en su cara.
-Oh ¿En serio Koko?-Preguntó Mikey con la ceja enarcada como si no pudiera creer lo que acababa de escuchar.
-Sí.-Levanto la mirada con la cual asesino a Rindou.
-Y yo supongo que les fue bastante bien en su cita como para a penas haber llegado.-Ran sonrió con malicia.
Justo cuando termino de hablar la puerta de la sala se azoto con fuerza, estábamos tan adentrados en la platica que no habíamos escuchado que esta se había abierto para dejar entrar al mayor faltante quien llevaba una maleta con él.
-Sanzu llegaste, ven a comer no tiene mucho que iniciamos.-Kakucho dijo en dirección a él.
-No, me voy de nuevo.-Camino en dirección a las escaleras sin siquiera voltear a vernos.
-Yo no te lo he ordenado.-Mikey habló haciendo que Sanzu se detuviera al inicio de las escaleras y finalmente dirigió su mirada a Mikey.
-Necesito unos días más, quedaron pendientes unos asuntos.-Informó de manera seria.
En ese momento todos menos Koko se voltearon a ver entre ellos e incluso Mikey intercambio miradas con los otros adultos en el comedor.
-De acuerdo, haz lo que tengas que hacer.-Mikey hizo un ademan con su mano indicándole que se fuera.
Aquella actitud que siempre caracterizaba a Sanzu hoy no había sido la excepción, pero al parecer aquellos asuntos lo estaban poniendo más de malas que de costumbre pues ni un hola o una mirada nos dedicó, ese hombre podía tener cambios tan repentinos de humor como para preocuparse y hablarte de lo más bonito un día y al siguiente suponer que no existes o querer asesinarte.
Todos continuamos comiendo y entonces recordé mi platica con Koko en la alberca, debía hacerlo ahora que casi todos estaban presentes o no sabría hasta cuando tendría el valor de hacerlo de nuevo.
-Quería hablar sobre algo con ustedes.-Hable casi a penas en un susurro.
Koko me volteo a ver sabiendo a que me refería y me sonrió de oreja a oreja colocando su mano en mi muslo en señal de apoyo.
-¿De qué se trata querida?-Kakucho me cuestiono y en ese momento todas las miradas se posaron sobre mí.
-Bueno. Yo. Hm. Cómo decirlo.-Balbuceaba mientras jugaba con mis manos intentando contener los nervios o tratando de descifrar como sería la manera correcta de pedirlo.
-No es como si te fuéramos a comer querida, suéltalo.-Mikey me ordenó generándome la confianza suficiente para finalmente decirlo.
-Quería ver si bueno, me daban permiso de salir entre semana sin alguno de ustedes a mi cuidado.-Mi mirada comenzó a recorrerlos uno por uno, inclusive a Sanzu quien en ese momento iba llegando nuevamente al comedor colocándose detrás de la silla de Mikey.
-¿Y eso cómo por qué?-Ran me cuestiono.
-Bueno, he estado la mayor parte del tiempo encerrada aquí desde que llegué jugando de vez en cuando con ustedes cuando están aquí, o recorriendo lo que ya conozco, nadando, haciendo ejercicio.-Movía mi mano de un lado a otro para hacerles entender que se había vuelto hasta cierto punto muy rutinario. -Quiero poder salir a conocer más lugares y no tener que depender de su disponibilidad.-Me mordí el labio.
Cuando terminé de hablar todos voltearon a ver a Mikey pues como siempre, él era el de las decisiones en la casa. Por unos segundos me miro confundido tratando de entender si detrás de mis palabras había alguna otra intención como escapar o algo relacionado, todos estaban en silencio haciendo que aquellos segundos se sintieran como horas. Sostuve su cansada mirada, que a pesar de aun tener esas grandes ojeras se veían menos pronunciadas que cuando lo conocí y finalmente lo escuche soltar un pequeño suspiro.
-¿Qué hay de ustedes? ¿Confían en ella?-Volteo a verlos uno por uno.
Por un momento lo pensaron mientras se veían entre ellos como si pudieran comunicarse con la mirada, pero después todos asintieron o dieron respuestas positivas ante su cuestionamiento ofreciéndome una sonrisa.
-Está bien, tienes razón no puedes estar dependiendo de nuestra disponibilidad.-Mikey asentía lentamente.
En ese momento una gran sonrisa apareció en mi rostro y voltee a ver Koko quien me guiño un ojo en señal de felicitación.
-Pero...-Ahí estaba el pero que tanto quería evitar y me daba miedo escuchar. -Dame tu pasaporte, irá a la caja fuerte. Tómalo como una garantía de que no nos vas a dejar.-Me sonrío levemente.
-¿Sólo eso?
-Sí querida, sólo eso.-Asintió.
Se sentía bien que confiaran en mí, aunque ellos no siempre eran sinceros conmigo o lo eran en un mínimo porciento ocultando las cosas que tal vez sabían me espantarían o eran peligrosas de saber, y que tal vez hasta lo hacían por mi seguridad, pues mientras menos supiera, menos blanco era ante aquellos enemigos que rondaban por ahí.
-Muchas gracias y en verdad no tengo otras intenciones más que conocer la ciudad.
-Ah y yo ya me encargué de amenazarla si piensa escapar.-Koko dijo con una gran sonrisa recordando nuestra platica de anoche.
Todos retomamos la comida mientras podía observar a Mikey hablar con Sanzu en la cocina, este último se veía bastante molesto debido a sus expresiones y los movimientos de manos que hacía. Mikey coloco una mano en su pecho en un intento de tranquilizarlo y entonces él comenzó a hablar, lo veía mover los labios de manera calmada, pero el pelirosa parecía estar lo que le seguía de enojado y en ese momento volteo encontrando su mirada con la mía, seguramente había sentido mi mirada haciéndolo voltear, la sostuvo durante unos segundos con una mirada vacía, no se podía descifrar las emociones que tenía en ese momento ni siquiera el enojo que hace unos segundos reflejaba, volteo en dirección a Mikey nuevamente pronunciando unas ultimas palabras y salió con la maleta en mano.
-Me voy, regreso en unos días.-Informo a los demás mientras caminaba en dirección a la puerta.
Me levanté y caminé en dirección a él quien parecía estar huyendo de mí.
-Que tengas buen viaje, cuídate mucho.-Le sonreí mientras tocaba su hombro con un dedo.
-Gracias, nos vemos en unos días.-Pronuncio sin siquiera voltear a verme y desapareció por la puerta.
-Tenlo por seguro.-Susurre un tanto decepcionada ante su respuesta cuando la puerta se cerró y regrese al comedor para terminar de comer.
El resto del día lo pase jugando con los hermanos quienes se hacían los dignos ante mi cita con Koko, me reía de ellos y con ellos ante su falso enojo. Vimos películas, jugamos a las cartas y definitivamente ya me estaba aprendiendo a defender pues llevaba ganados 2 de 10 juegos y conociendo la complicidad que esos dos tenían estaba orgullosa con el resultado.
-¿Y a dónde piensas salir ahora qué ya puedes salir amor?-Me preguntó Rin.
-¿Qué lugares me recomiendas amor?-Dije mientras seguía analizando mis cartas.
-Definitivamente el barrio de comida.-Contestó y en ese momento Ran comenzó a asentir de manera exagerada.
-Encontrarás todo tipo de comida e ingredientes ahí, ¿Sí vas podemos ir contigo?-Ran se encontró con mis ojos.
-Claro que sí amores, entonces mañana tenemos una cita.-Comenzamos a reír y en ese momento baje mi juego dejando a la vista mi gané.
-Oye eso es trampa, nos distrajiste.-Rindou se quejó dejando sus cartas sobre la mesa de mala forma.
-Danielle.-Escuché una voz llamarme desde la puerta. Era Mikey que estaba con Takeomi.
Me levanté y caminé en dirección a ellos.
-¿Qué sucede?
Y sin contestar Mikey tomo mi mano la cual comenzó a acariciar de manera muy delicada comenzando su recorrido en mi dedo meñique subiendo y bajando por este hasta llegar a mi pulgar el cual coloco sobre el sensor de la cerradura durante unos segundos hasta que este se encendió de color verde.
-Listo querida, ahora podrás entrar y salir a la hora que quieras.-Ambos me sonrieron y los hermanos me felicitaban desde el comedor como si hubiera realizado la mayor hazaña de mi vida.
Estaba feliz de que ellos confiaran en mí y celebraran aquello como si fuera el mayor triunfo en mi vida, amaba el apoyo que me daban y claro que yo no pensaba traicionarles si ellos eran tan buenos conmigo a pesar de solo ser una carga en esa casa.
-Muchas gracias por todo.-Me abalance en los brazos de Mikey y le di un gran beso en la mejilla repitiendo la misma acción con Takeomi.
-Ah y una cosa más.-Mikey me tomó la mano mientras buscaba algo en el bolsillo de su pantalón, una vez lo saco la dejo sobre mi mano, era la llave de una Acura. -Es mi camioneta, muévete con ella.-Dijo dedicándome una pequeña sonrisa.
-Pero Mikey y tú en qué vas a mo-
-De eso no te preocupes, todos tenemos dos carros por cualquier situación.
-Muchas gracias Mikey, en verdad se los agradezco mucho.-Volví a besar su mejilla con mucho cariño pues en verdad estaban siendo muy buenos conmigo.
Llevaba poco más de un mes viviendo con ellos y en ese tiempo no me habían negado nada, al contrario, siempre me complacían en cada cosa que decía o pedía, "La princesa de la casa" recordé las palabras de Ran. Estos hombres me estaban consintiendo como si fuera una niña pequeña, me hacen sentir tan querida por todos ellos, unos hombres que tienen el poder de tener y ser lo que quieran cuando quieran y que ese poder también me lo estuvieran dando, tal vez podría llegar a ser bastante adictivo para mí y no sabía sí aquello podría tener consecuencias en el futuro.
-No te separes amor, hay mucha gente y te puedes perder fácilmente.-Dijo Ran entrelazando su mano con la mía mientras caminábamos por las calles observando todo a nuestro alrededor.
Esos dos tenían razón, valió la pena haber venido aquí pues la combinación de olores que invadía tus fosas nasales te obligaba a querer comer todo lo que podías observar y oler.
-¿A dónde quieres ir primero?-Rin me preguntó mientras me tomaba de mi mano disponible.
-¿No es obvio? México.-Esboce una gran sonrisa y comenzaron a guiarme hasta el lugar.
Caminaba con aquellos dos a mis costados como si fuesen mis guardaespaldas mientras volteaba de izquierda a derecha para observarlos uno a uno. Sin duda cargaban con unos genes de envidia pues aparte de ser muy altos sus facciones eran muy finas volviéndolos unos hombres bastante atractivos y las mujeres que caminaban por la calle lo confirmaban pues parecía que un gran reflector los iluminaba y todas los seguían con la mirada.
-Que famosos son los hermanos que atraen tantas miradas.-Sonreí levemente.
-Ninguna otra mujer importa si estamos con nuestra princesa.-Rin bajo su mirada para encontrarla con la mía, me guiño un ojo haciéndome sonrojar y llevo mi mano a sus labios en donde dejo un delicado beso.
-Por eso son mis favoritos.-Aprete con mayor fuerza sus manos y continuamos caminando.
-Es aquí princesa.-Ran se detuvo frente a una enorme tienda. -¿Qué vas a comprar?
-¿Quieren probar algo de gastronomía original mexicana?
-Es un rotundo sí amor.-Rindou me jalo casi corriendo dentro de la tienda.
Sí había algo que los hermanos amaran al mismo grado que pelear y romper huesos era la comida, comían tanto que de verdad no lograba entender como mantenían esos cuerpos de ensueño.
-Yo quiero probar los famosos tacos al pastor, amor.-Rindou comenzó a sacudirme por los hombros y su manera de pronunciar "Tacos al pastor" me causo gracia y ternura a la vez.
-Está bien, está bien, pero basta de agitarme.-Me sostuve de sus hombros mientras el mareo cesaba. -Y repite después de mí, tacos.-Comencé a enseñarle la pronunciación.
-Tacos.-Dijo con mucha precaución para no equivocarse.
-Al pastor.-Pronuncie despacio para que comprendiera.
-Al pastor.-Repitió en el mismo tono que yo.
-Listo, ahora sabes pronunciar "Tacos al pastor".-Bese su mejilla para felicitarlo.
-Yo quiero los enchilados amor.-Ran se acercó a nosotros.
-¿Cómo dijiste amor?-Me reí al escucharlo.
-Los enchilados.-Repitió muy seguro de si mismo.
-En-chi-la-das.-Lo corregí de la misma manera que a Rin.
-En-chi-la-das.-Repitió con mucha cautela y lo felicité de la misma manera que a Rin.
-Vamos a comprar los ingredientes entonces.
Estuvimos recorriendo toda la tienda de arriba abajo y efectivamente tenían de todo, parecía que de verdad estabas en México cosa que me hacía sentir feliz pues podría volver a comer algo de mi país. Los hermanos parecían como niños chiquitos queriendo llevar de todo para probar y claro que iba a complacer a mis niños.
En cuanto tuve todos los ingredientes conmigo nos dirigimos a pagar, pero hubo algo que llamo mi atención, era un cartel con el título "Cursos de cocina", obviamente se referían a la comida japonesa cosa que me atrajo aún más pues de este modo podrían dejar de comprar la comida y yo podría hacerla para ellos.
-Comenzamos mañana.-Una voz me sacó de mis pensamientos.
Se trataba de una señora con cabellos largos y blanquecinos, se veía ya de la tercera edad y su sonrisa me causaba un gran confort, me recordó tanto a mi abuela que sentí mis ojos humedecerse un leve.
-¿Estás bien querida?-La señora se acercó a mi al notar aquella expresión melancólica en mi rostro.
-Sí, muchas gracias por preocuparse, es sólo que me acordé de alguien.-Sonreí intentando que aquel sentimiento pasara. -¿Dónde me inscribo?
La señora me sonrió y me paso un cuaderno de registro para anotarme, llene todo lo solicitado mientras escuchaba a los hermanos acercarse a mí.
-¿Qué haces amor?-Ran se agacho hasta que su cabeza quedo a la altura de la mía para ver de que se trataba, pero en ese momento le devolví el cuaderno a la señora.
-Listo.-Dijo dedicándole una gran sonrisa a la señora.
-Nos vemos mañana linda.-Hizo una reverencia.
-Hasta mañana.-Devolví la reverencia y me voltee en dirección a los hermanos.
-¿Qué hiciste amor?-Rin me cuestiono con las bolsas en sus manos.
-Clases de cocina.-Sonreí mientras daba un pequeño salto de emoción.
-¿Eso significa qué vas a salir diario?-Dijeron al unisonó volteándose a ver entre ellos.
-No se pongan así, solo será una hora diaria.-Los abrace dejando un beso en sus mejillas.
-Una hora en la que nos vas a abandonar.-Rin parecía estar a punto de hacer un berrinche.
-Hey, hey, hey! No se hagan las victimas. Si yo puedo tolerar estar tantas horas sin ustedes cuando salen claro que ustedes pueden.-Me cruce de brazos.
-Bueno, es que nosotros somos irresistibles amor.-Ran se burló.
Comenzamos a reír y le solté un pequeño golpe en su brazo mientras fingía que el brazo se le iba a caer.
Estaba feliz pues al fin podría hacer algo fuera del edificio y sin duda algo de provecho llegando a casa.
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Holaaaaaaaaa! Espero se encuentren muy bien 🥰
Quise subirles el capítulo de una vez ya que al rato tengo examen 😩
Ya comencé a escribir el siguiente capítulo, ¿Cuál será la razón por la qué Sanzu regreso? ¿Aquel pretexto habrá sido cierto? 🙈
Nos vemos mañana con otro capítulo, excelente día corazones 💕
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