Sólo por esta vez

Había pasado ya una semana desde la noche en que gané el premio mayor y mi relación con Sanzu avanzaba a pasos agigantados al igual que con los demás. Es como si mantuviera una relación con todos siendo Sanzu el que ocupaba el trono.  

-¿Qué vas a pedir querido?-Pregunté en dirección a Mikey sin quitar mi vista del menú.

-¿Te puedo pedir un favor?-Se acercó hacía mí como si no quisiera que alguien más se enterará de lo que iba a pedirme.

-Claro.-Sonreí enormemente en su dirección.

-¿Podrías pedir el menú infantil?-Susurro contra mi oído.

-¿Menú infantil?-Pregunté algo curiosa.

-Por favor.-Pidió con una leve sonrisa.

-De acuerdo amor.-Le dediqué una sonrisa y sus ojos obtuvieron un hermoso brillo obligándome a querer dejar un beso sobre sus labios.

Las ojeras bajo sus ojos estaban comenzando a desaparecer y el color de su piel ya no era tan pálido como antes, era como una flor marchita que ahora estaba volviendo a florecer, sus risas eran más frecuentes e incluso un día en la semana despertó hasta el mediodía.

Mi niño estaba floreciendo nuevamente.

En cuanto el mesero llegó con mi platillo y  el menú infantil intercambiamos y verlo era como observar un niño pequeño, Mikey era una persona con un gran corazón en el fondo, pero sus fantasmas no lo dejaban ser feliz, pero según en palabras de Sanzu, yo lo estaba ayudando a sanar, esas palabras me hacían sentir plena.

La comida termino y seguimos caminando por las calles mientras observábamos las tiendas, compre ropa para ellos con la que me gustaría verlos, comimos helado, postres y reíamos. Tenía una hermosa sonrisa y me encantaba ver a Mikey sonreír pues cuando lo hacía veía en él a un inocente niño, daría mi vida porque fuera feliz.

-Vamos a casa amor, tengo sueño.-Escuchar aquello me lleno de felicidad y sonreí en su dirección.

-Vamos querido.-Dije, pero a lo lejos alcancé a ver a Chifuyu. -Adelántate a la camioneta, voy a comprarte unos taiyakis.-Dije y me vio con la ceja enarcada. -¿O no quieres?-Cuestione debido a su expresión.

-Me traes de queso y chocolate.-Sonrío.

-Sí amor, no tardo.-Deje un beso sobre él y lo vi caminar hacía la camioneta desapareciendo entre la multitud.

Camine en dirección a Chifuyu, hacía mucho no lo veía y quería saludarlo. Estaba platicando con un hombre mucho más alto que él, su cabello pelinegro estaba amarrado en una coleta y tenía tatuaje de dragón en la sien izquierda.

-Dani, que milagro.-Dijo Chifuyu mientras me envolvía en sus brazos en un cálido abrazo y dejaba un beso sobre mi mejilla.

-Hola Fuyu, salí de la ciudad y por eso no había estado por aquí.-Sonreí encogiéndome de hombros.

-Danielle, te presento a mi amigo, Ryuguji Ken.-Señalo al alto pelinegro. Sus facciones eran muy finas y era tan atractivo como Chifuyu.

-Draken.-Hizo una pequeña reverencia la cual imite para después dejar un beso sobre su mejilla.

-Danielle.-Dije una vez me separe del beso y en su cara se noto un sonrojo.

-Danielle no es de aquí.-Dijo Chifuyu llevando una de sus manos a su nuca para justificar mi acción.

-Oh lo siento, estoy tan acostumbrada aún, lo siento mucho.-Hice una reverencia exagerada ante él, estaba ahogándome en vergüenza.

-No te preocupes, entiendo.-Me dedicó una leve sonrisa mientras negaba con ambas manos.

-¿Cómo has estado?-Me pregunto Chifuyu intentando eliminar el ambiente que se había apoderado de nuestro alrededor.

-Muy bien, en realidad más que eso.-Sonreí enormemente mientras recordaba los acontecimientos de las últimas dos semanas. -¿Tú cómo has estado?

-Ya sabes, trabajando.-Sonrío nervioso mientras se encogía de hombros.

-¿Y tú que haces sola por aquí un sábado por la tarde?-Pregunto Draken uniéndose a nuestra conversación.

-Oh no, vine con un amigo a comer y estuvimos recorriendo la zona.-Dije mientras elevaba una de las bolsas que Mikey me había dejado.

-Oh ¿Y en dónde está él?-Comenzó a buscar a mis alrededores.

-Se adelanto a la camioneta, vine a comprarle unos taiyakis.-Sonreí. -Le gustan mucho al igual que los doriyakis.-Dije y vi su cuerpo tensarse.

-Ya veo, entonces será mejor que te apresures.-Chifuyu contesto.

-Sí, quería saludar antes de irme.-Comencé a despedirme de ambos. -Espero volver a verlos pronto, tienes mi número Fuyu.-Dije mientras me alejaba de ellos despidiéndome con mi mano.

Regresé a la camioneta con los taiyakis y me encontré con un Mikey dormido en el asiento del copiloto, sin hacer ruido emprendí el camino a casa. Iba bastante concentrada en el camino cuando el sonido de mi celular me saco de mis pensamientos, deslice la pantalla contestando la llamada del número desconocido.

-Hola querida, ¿Cómo estás?-Escuché la voz de una mujer por el altavoz.

-Hola, no quiero ser grosera, pero… ¿Quién eres?-Pregunté curiosa.

-¿Tan rápido te olvidaste de mí? Soy Yun.

Y en ese momento mis ojos se abrieron de par en par, aunque para mi suerte el alto se puso frente a nosotros obligándome a detener la camioneta.

-Ah, hola bonita, ¿Cómo estás?-Formule llevando el celular a mi oreja.

-Muy bien querida, espero estés de la misma manera manera.-Contestó y no pude evitar cambiar mi semblante a uno más serio. -Llamaba para invitarlos hoy en la noche a mi residencia, daré una pequeña fiesta y quería que vinieran.

-Claro, ¿En dónde será?-Pregunté más a fuerza que de ganas.

-Te mando la dirección en un rato, nos vemos en la noche querida, ven lo más hermosa que puedas.-Dijo y colgó.

Bah, ¿Una fiesta con Yun? ¿Cómo había conseguido mi número? ¿Por qué me sentía tan emocionada? ¿Estaba emocionada de volverla a ver? Vaya mierda.

Al llegar a casa llamé a Sanzu para que bajará por Mikey que aún yacía dormido sobre el asiento del copiloto.

-¿A dónde fueron cariño?- Dijo mientras tomaba a Mikey dormido entre sus brazos.

-A comer y estuvimos recorriendo las tiendas.-Sonreí. -Mi vida, ¿Puedes mandar a que me ayuden con las bolsas?

Asintió con una sonrisa y desapareció escaleras arriba. En cuestión de segundos llegaron Koko y Kaku a ayudarme con las bolsas de ropa que había comprado para todos y una vez entramos baje las bolsas y ellos me imitaron.

-Les compre esto.-Grite con emoción mientras sacaba la ropa de las bolsas y les lancé el cambio de ropa que compre a cada uno.

-¿Dónde está Takeomi?-Pregunté con su ropa en mano.

-Salió de la ciudad, regresa el lunes.-Contesto Ran desde el sofá mientras veía su nueva camisa.

-Entiendo, tendrá que esperar para ver su ropa.-Solté un suspiro. -¿Les gustaron?

-Me encanta pero, ¿Me lo vas a quitar?-Dijo Kaku en un tono perverso haciéndome sonrojar.

-Pero claro que sí querido.-Sonreí con la ceja enarcada. - Por cierto… Yun me hablo y nos invitó a su residencia, ofrecerá una fiesta.

-A mí también me marco.-Dijo Rin y volteé a verlo con seriedad.

-¿Ah sí?-Pregunté cruzándome de brazos mirándolo fijamente y lo vi asentir con temor. -Entonces no entiendo para que me marcó a mí si ya te había dicho a ti.-Camine a la cocina y salí con una botella de agua.

-¿Vamos a ir?-Pregunto Koko.

-Yo diría que sí.-Ran contesto.

-Por mí estaría bien.-Kaku dijo desde las escaleras.

-¿Qué estaría bien?-Sanzu bajo las escaleras y se acercó a abrazarme por la cintura.

-Tu novia nos invito a una fiesta.-Dije llevando la botella a mis labios.

-¿Mi novia?-Enarco su ceja.

-Yun dará una fiesta en su residencia y nos invito.-Contestó Koko.

-¿Y quieren ir?-El semblante de Sanzu se torno serio y todos afirmaron. -No podemos ir si no quieres cariño.

-Por mí no hay problema.-Dije con una leve sonrisa y en ese momento mi celular sonó, era Yun.

Yun

📍Ubicación

Los espero a las
8 bonita 😚

Seguro, nos vemos
en un rato 🤗


-Nos vamos a las 8.-Sonreí en dirección a los demás y desaparecí escaleras arriba.

¿Qué mierda iba yo a hacer ahí? La opción de Sanzu de quedarnos nosotros ahora sonaba bastante tentadora, pero me vería como una niña inmadura que no quería ver a quien le caía mal si me quedaba aquí, no tenía opción más que ir y bueno, estaría con ellos ¿Qué sería lo peor que podría pasar?

-¿Qué te vas a poner?-Pregunté a Sanzu quien se duchaba en la bañera.

-El clásico traje negro, ¿Tú?-Pregunto mientras me veía cepillar mi cabello frente al espejo del baño.

-¿El vestido rojo carmín?

-¿El del gran escote en el pecho, espalda y pierna?-Cuestiono con la ceja enarcada y asentí burlona. -Enseña mucho, pero se te ve increíble. Me pondré la camisa roja para combinar contigo.

-Me parece perfecto cariño.-Dije sonriente y salí del cuarto para terminar de arreglarme.

Después de 40 minutos todos estábamos listos, los halagos se hicieron presentes cuando me vieron pues aquel vestido era sensual en extremo y ellos eran unos Dioses vestidos de manera tan elegante y sin siquiera ponernos de acuerdo todos llevaban una prenda roja combinando con mi vestido.

En cuanto cruzamos la entrada de la enorme mansión de Yun las miradas se posaron sobre todos nosotros, el lugar estaba repleto de adultos jóvenes y todos vestían de la misma manera que nosotros, incluso los vestidos de las mujeres presentes dejaban más a la vista que el mío.

-Mis invitados de honor han llegado.-Se escucho decir a Yun quien bajaba las enormes escaleras obligándonos a voltear la vista hacía ella.

El ajustado vestido dorado de una manga la hacía lucir como un verdadero ángel, era una mujer preciosa. Cuando volteé a verlos todos estaban embobados incluso con la boca abierta, me iba a poner celosa, pero no podía culparlos de apreciar tremenda belleza.

-Yun.-Dije haciendo que todos regresaran en sí mientras caminaba en dirección a ella.

-Querida, que bueno que vinieron.-Me saludo con un cálido beso en ambas mejillas, por alguna razón la hipocresía ya no se notaba en sus palabras ni semblante. -Te ves divina.-Dijo mientras tomaba mi brazo obligándome a dar una vuelta para apreciarme.

-Tú también te ves preciosa.-Le sonreí cálidamente mientras el color rojo subía a mis mejillas.

Todas las miradas estaban puestas en nosotros, no sólo de aquellos 6 sino del resto de los invitados, era algo incomodo el que tuviéramos toda su atención. Después de que saludo a todos y platicamos durante un rato desapareció entre la gente.

-¿Por qué no se ve nadie mayor?-Pregunté en dirección a ellos quienes se habían colocado a mis alrededores formando un círculo entre nosotros.

-Porque creo que no es una fiesta normal.-Mikey apretó sus labios y elevo sus cejas.

-¿Conoces los clubes en donde la gente va a tener sexo con desconocidos?-Preguntó Rin mientras dirigía su mirada a mí.

-Pues creemos que es lo mismo aquí, pero en una fiesta.-Ran dijo antes de llevar la copa a sus labios.

Cuando escuche aquello mis ojos se abrieron de par en par, ¿Toda la gente aquí estaba reunida para tener sexo? Estábamos en la boca del lobo y cuando dijo una fiesta no pensé que se refería a este tipo de fiesta, necesitábamos salir de ahí ahora.

-Queridos invitados.-Grito Yun desde las escaleras sacándome de mis pensamientos haciendo que todos le prestáramos atención. -Que comience la noche.-Abrió sus brazos elevándolos a la altura de su cabeza.

Los murmullos y risas comenzaron a hacerse presentes mientras había gente que comenzaba a subir las escaleras y otros se mantenían aun abajo, nosotros nos veíamos sin saber que hacer.

-¿Qué quieres hacer?-Mikey pregunto en mi dirección y los seis me veían con atención.

Volteé a ver mi alrededor y me encontré con la mirada de Yun quien me observaba detenidamente desde las escaleras, en su mirada se podía ver el deseo y lo curioso es que no los veía a ellos sino a mí, lentamente fue acercándose a nosotros.

-¿Qué van a hacer?-Ella pregunto en nuestra dirección. -¿Me darías la revancha en el póker querida? Prometo que ahora la apuesta no será de tanto.-Me sonrío.

-Claro, juguemos.-Contesté sin pensarlo, estúpida. Volteé a ver a los demás que me veían con un poco de preocupación. -¿Qué hay de ustedes amores, vamos?-Abrí un poco mis ojos para que supieran que necesitaba que me librarán de esta.

-Unos juegos de póker estarían bien.-Dijo Koko inmediatamente, al parecer no había entendido mi suplica. -Nosotros sí jugamos.

Entonces sin esperar respuesta de los demás Yun tomo mi mano y comenzó a guiarnos a otra sala, los seis iban detrás de nosotros y sin siquiera verlos podía adivinar en donde tenían la mirada fija.

Al llegar nos sentamos en una de las mesas, era increíble el tamaño de aquella casa pues la sala en donde estábamos parecía un pequeño casino. Nos sirvieron uno tragos y una vez que todos tomaron asiento a nuestro alrededor hablo.

-Apuesta cerrada de 10 millones.-Dijo en dirección a un hombre que recogió mi cheque y se fue. -Comencemos.

Estaba ansiosa y podía notarse en su cara, aunque no entendía la razón del porque ¿Sería porque quería vengarse de mí? ¿Quería humillarme? O ¿Simplemente quería jugar conmigo? Fuera lo que fuera estaba lista y no iba a dejarme caer por el resultado que obtuviera.

-Pre flop.-Dijo la mujer y nos lanzo las primeras dos cartas a cada una.

7 y 10, bueno, adiós corrida imperial. Volteé a ver a los chicos de reojo que mantenían su atención en mí.

-Flop.-Y ahí iban las primeras tres cartas sobre la mesa.

Entre ellas un 7 que podía servirme para hacer un par, meh.

En ese momento llegó el hombre a quien anteriormente se había marchado con mi cheque y dejo el dinero sobre la mesa.

-Sigamos; turn.-La cuarta carta sobre la mesa.

Otro 10, ahora tenía dos pares, no iba tan mal, ambos eran números altos, pero no podía confiarme ya que no era de las jugadas más altas.

-River.-La quinta carta sobre la mesa y la decisiva para ambos juegos.

7, perfecto podía cantar un full, una jugada fuerte.

-Full.-Baje mis cartas muy segura poniéndolas frente a las 5 sobre la mesa.

-Eres buena querida.-Sonrío de oreja a oreja. -Pero ahora sí se acabo tu suerte.-Dijo y bajo su juego.

Póker de 5, una jugada más fuerte que la mía. Esta vez ella gano.

-Buen juego.-Sonreí en su dirección y me levante para sentarme a un lado de Sanzu quien al llegar me abrazo a su cuerpo y dejo un beso sobre mi frente en señal de consuelo.

-Pero tú le ganaste más dinero la primera vez.-Susurro en mi oído haciéndome soltar una pequeña risa y él me acompaño.

-Esto sucedió porque no me diste mi beso de la buena suerte.-Hice un pequeño puchero el cual interrumpió besándome.

Los chicos comenzaron a jugar entre ellos, el tiempo pasaba ameno mientras reíamos y jugábamos. El alcohol comenzaba a hacer efecto en mí y mis mejillas sonrojadas me delataban.

-Ni una más por ahorita cariño.-Dijo Sanzu mientras quitaba el vaso de mi mano.

-Creo que tienes razón.-Susurre mientras recargaba mi cabeza sobre su hombro.

Después de un par de juegos más salimos de aquella sala y nos dirigimos a la sala principal en donde la gente bailaba, reía y platicaba. Ahora unas luces led rojas iluminaban la habitación y se podía sentir el cálido ambiente del lugar.

Al paso de una hora el alcohol había salido de mi sistema y me sentía perfectamente, aunque ahora a este punto de la fiesta se estaba celebrando era en los cuartos.

-Aquí siguen mis invitados de honor.-Escuché a Yun detrás de mi y me abrazo por la cintura. -¿No quieren divertirse un poco más?-Sonrió con malicia.

-¿Y cómo sería eso?-Mikey enarcó la ceja.

-Bueno, si nuestra pequeña niña acepta...-Colocó un mechón de mi cabello detrás de mi oreja. -Podríamos subir a la habitación.

El asombro se apodero del rostro de todos y me observaron atentos sosteniendo sus bebidas, no sabía cómo reaccionar ante aquel comentario ¿Estaba proponiendo una orgía entre nosotros?

-¿Estás hablando de-

-Sí querida, tú, ellos y yo.-Me interrumpió y sonrió enormemente como si fuera lo más normal del mundo proponer una orgía.

Era evidente que para ellos sería un sueño y por alguna razón, no quería negarme. Yun era una mujer hermosa que podría tener a quien quisiera a sus pies y yo no era la excepción, el solo pensar en compartir a mis hombres con ella no me desagradaba, pero Sanzu…

-De acuerdo, hagámoslo.-Solté casi automáticamente y todos me miraron anonadados.

-¿Estás segura que quieres hacerlo amor?-Rin me cuestiono muy confundido.

-¿Sigues ebria?-Sanzu tomo mi mentón para obligarme a verlo y sus ojos se abrieron como platos en cuanto miro mi semblante sobrio.

-¿O ustedes no quieren?-Los cuestioné y comenzaron a intercambiar miradas entre ellos como si no supieran que decir ¿Tan difícil era pronunciar un sí? -Bueno, sí ellos no quieren, vámonos querida.-Tomé su mano y comenzamos a caminar hasta las escaleras.

Fue cuestión de segundos para sentir la presencia de aquellos seis detrás de nosotras, volteé a ver a Yun de reojo y sonreímos en complicidad.

Yun nos guío a uno de los tantos cuartos sobre el pasillo, pero la diferencia de esta a los demás era el tamaño de la puerta, era más grande.

-Bienvenidos a la suite presidencial.-Dijo haciendo una pequeña reverencia con su vestido y abrió la puerta.

Al entrar las luces neón iluminaban la enorme habitación, lo primero que podías observar era la gigantesca cama en la que sin duda podrían dormir hasta 10 personas juntas sin problema alguno, que absurdo tamaño. El lugar parecía un cuarto rojo pues estaba repleto de juguetes sexuales, había un gran mueble en donde podías observar todo tipo de artículos que se podían utilizar durante el sexo.

-¿Y vives aquí?-Pregunté bastante curiosa.

-No querida, esta solo es mi casa para este tipo de fiestas.-Se encogió de hombros. -Me gusta vivir la vida al limite.-Sonrió y se acercó lentamente a mi mientras me sostenía por la cintura.

Sus manos me jalaron hacía ella y comenzó a besar mis labios, no cabía duda que los besos de una mujer siempre iban a ser más delicados. Sentir sus suaves labios y sus manos masajear mi trasero generaba pequeñas corrientes de electricidad en mí, no era la primera vez que besaba a una mujer, pero con ella se sentía diferente, es como si fuera una experta haciéndolo.

Se separo de mí y todos nos estaban observando extasiados, ambas sonreímos y tomo mi mano para guiarme a la orilla de la cama.

-Que comience el espectáculo.-Susurro y volvió a unir nuestros labios mientras ellos se acercaban a nosotras.

Pensándolo bien, no sonaba tan mala idea compartir a mis hombres, ser egoísta no dejaba nada bueno y quería que mis niños disfrutarán tanto como yo, pero...

Sólo por esta vez.

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

Hola gente preciosa, espero estén de maravilla 🥰❤

Aquí les dejo un cap maaaaás. Tan hermosa es nuestra Yun que hasta nuestra querida Danielle cayó ante ella, esperen los detalles en el siguiente cap🙈

Cuídense mucho, bonito fin 💖

Los amo mucho y por cierto, amo leer sus comentarios ❤🤣

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top