Algunos días pasaron; Moonbin y Dong Min ya debían volver a Daegu, por lo que todos estaban en la entrada del castillo, despidiendo a los reyes de Daegu.

— ¡Sanha! — exclamó Dong Min en cuanto lo vio

El peliazul corrió ignorando los gritos preocupados de su alfa y fue a abrazar al rubio, quien ya le esperaba con brazos abiertos.

— Espero verle pronto, Hyung — el menor hablo

— Espero poder volver pronto — sonrió Dong Min — ¡O puedes venir tú a Daegu! —

— Creo que quisiera conocer Daegu — Sanha sonrió.

Ambos omegas se despidieron. Moonbin y Dong Min subían en el mismo carruaje en el que habían llegado, ese azul con detalles de oro. Dentro del carruaje, Dong Min agitó su mano a modo de despedida y Sanha le respondió con una sonrisa.

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Lo primero que hizo Dong Min al llegar al castillo fue correr hasta su habitación para llegar al baño; el aun tenía náuseas y vomito debido al embarazo.

Moonbin, preocupado, fue detrás de el; mientras Taemin estaba en la entrada, indignado de no ser saludado por su hermano ni su cuñado.

— Cuanta educación... — susurra Taemin para ir detrás de su hermano.

Mientras tanto, en el baño de la habitación; Dong Min desechaba lo que había sido su desayuno. Moonbin tocaba la puerta con desesperación, queriendo entrar; pero el omega había cerrado con llave para que su alfa no entrara.

— Dong Min ¿Estás bien? — cuestiona el alfa, apoyando su mejilla contra la puerta

— S-Si... — responde el omega

El peliazul sale del baño, pero decide ignorar a su alfa e ir directo a la cocina del castillo para obtener un vaso de agua.

— ¡Dong Min ¿A dónde vas?! — cuestiona Moonbin persiguiendo a su omega

Justo en ese momento llega Taemin y detiene a su hermano; el mayor frunce el ceño, queriendo ir con su omega.

— Tu y yo debemos hablar — comenta el menor.

— ¿De qué o que? — cuestiona el mayor.

— ¡Sobre lo que dijo Minhyuk! ¿Qué harán? ¿Atacaran? ¿Empezaran una guerra? — empieza a hablar Taemin.

— ¿Empezar una guerra? Eso es lo que no queremos — dice Moonbin — Solo mandaremos hombres a Busan para que les den un susto —

— Creo que es buena idea — dice pensativo Taemin — Ahora que lo pienso, hay algo que quiero hablar contigo.

— ¿Qué sucede? — cuestiona Moonbin empezando a preocuparse

— Me voy a ir del castillo — aquello sorprendió al mayor.

— ¿Cómo dices? — pregunta Moonbin, no creyendo lo que escucho.

— Lo que escuchaste; lo estuve pensando demasiado y... tu y Dong Min ya empezaron a hacer su propia familia, yo solo seré un estorbo aquí; planeo irme a vivir al pueblo — confiesa el menor.

— Sabes que te puedes quedar, no eras un estorbo aquí; Dong Min no tiene problema con que te quedes y yo tampoco — sonríe el azabache

— Ya lo decidí, viviré en una de las mansiones cerca del castillo; tampoco planeo irme al otro lado de Daegu — ríe el alfa.

Moonbin suspira y asiente, comprendiendo a su hermano; era cierto que el ya empezaba una nueva familia con su omega, pero aquello no significaba que no amaba a su otra familia, a su hermano.

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La noche cayo en el reino de Daegu, los reyes se encontraban ya en sus camas, listos para dormir. Las risas del omega se podían escuchar por la habitación y unas pocas del alfa también.

Moonbin se encontraba entre las piernas de su omega, besando el vientre del peliazul; quien reía debido a las cosquillas. El alfa subió su rostro, hasta besar los labios de su omega, quien río nuevamente.

El azabache se acosto a un lado del omega, el alfa acariciaba el vientre del menor, mientras este miraba con amor a su alfa; el alfa voltea a ver el rostro de su omega, ambas miradas se conectan y se sonríen. El alfa no pudo evitar darle un beso a su omega, quien sonreía feliz.

— Ya se puede ver una curvita en tu vientre — menciona el mayor, aun acariciando el lugar mencionado

— No es cierto, aun no se nota — el menor frunce un poco el ceño mientras hace un puchero

Así fue como la pareja durmió; entre caricias, besos y palabras de amor.

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Taemin estaba en la entrada del castillo, viendo con una gran sonrisa a su hermano y al omega de este. Los reyes no estaban tan seguros de dejar ir al alfa tan fácilmente.

— ¿Estás seguro de esto? — cuestiona el omega

— Si, es tiempo de que yo haga una vida y no ser mantenido por mi hermano mayor — bromea Taemin.

— No estoy seguro de que sobreviva ni una semana — comento el mayor.

— ¡Claro que lo haré! — reclama el menor de los alfas

— Ni siquiera sabes cocinar para ti mismo — se burlo Moonbin

— Ese es mi problema, para eso puedo venir aquí a robar la comida — comenta Taemin.

— Ni lo pienses — el mayor frunce el ceño

Taemin ríe, pero detiene sus risas cuando nota que el carruaje ya esta frente al castillo; el menor de los alfas agarro sus pertenencias con ayuda de unos guardias y las pusieron en el carruaje que llevaría al alfa al pueblo.

Taemin se introduce en el carruaje, y agita su mano cuando este se empieza a mover; los reyes le devuelven el gesto y Moonbin ahora tiene un rostro de tristeza.

— No estes triste, no es como si se fuera al otro lado del mundo — ríe el omega

— Voy a extrañar sus bromas en los desayunos — dramatizo el mayor.

— Se ira a solo 5 minutos del castillo, no es tanto — el peliazul rueda los ojos

— Es diferente; pero bueno, se que tarde o temprano vendrá aquí — se burla el mayor — Apuesto a que no pasa ni una semana y ya esta aquí nuevamente.

El omega solo negó con la cabeza ante la actitud burlona de su alfa y se empieza a ir al comedor, pues era de mañana cuando fueron a despedirse del alfa y los reyes apenas iban a ir a tomar su desayuno.

El hecho de que Taemin se fuera iba a cambiar muchas cosas.

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