ɪ. ʜᴏʟᴀ ᴍᴀʟᴅɪᴛᴀ ɢᴏᴛʜᴀᴍ
┏━━━━━━┛♛┗━━━━━━┓
𝑱𝑨𝑵𝑮 𝑱𝑶𝑶𝑵-𝑾𝑶𝑶
┗━━━━━━┓♛┏━━━━━━┛
Las calles de Seúl son demasiado tranquilas... Este país es tan aburrido para un chico como yo... inquieto y con cierto humor bromista; pero, a decir verdad, quisiera que dichas calles se manchen de sangre, de la sangre de los malditos que se burlan de mí, o de los que no me agradan para nada...
Seúl necesita ser más colorido, y que mejor que el rojo para acentuarlo, jajaja.
Estaba ahorcando a un compañero mío de la secundaria, era el número cuatro de mi lista... Mientras le quitaba el aliento de vida, podía sentir su mirada de terror, la cual me llenaba de éxtasis cual droga entrando a mis venas.
Se lo merecía por robarme aquel balón en la clase de gimnasia... No debió escribir su final... No debió meterse conmigo...
El chico por fin había dejado de respirar, fue ahí en donde le quité su reloj, el cual posteriormente lo llevaría como trofeo... Me gustaba recordar mis hazañas, mis travesuras, aquellas de un simple niño aburrido, jajajaja.
Luego de ello, procedería a ocultar el cuerpo. Por supuesto siempre cubría mis huellas, porque en este juego llamado vida gana el más audaz, el más astuto y por su supuesto el más feroz... Siempre llevaba una pala en mi camino hacia la destrucción, por lo que la tomé y con ella cavé un gran agujero, con suficiente espacio para el inútil occiso. Después, arrastré el cuerpo hacia su tumba y lo azoté con demasiada furia.
—Por lo menos, siéntete orgulloso, fuiste asesinado por Jang Han-Seok —le decía al muerto mientras llenaba el agujero con tierra—. Jajajajajajaja —rematé con una risa psicópata para agregarle algo de locura al escenario.
Minutos después, la escena donde había cometido mi locura, parecía limpia como si no hubiera pasado nada...
El viento soplaba tenuemente en aquel bosque, había una buena temperatura en el lugar, por lo que se conservaría el cuerpo por muchas horas, tal vez encontrarían el crimen dentro de 10 días o hasta menos si es que un montañista descubre la tumba.
Matar es una medicina para mi alma rota... Mi padre es un hijo de perra, y él es el origen de todas mis desgracias... de mi psicopatía...
Se dice que la personalidad de un niño es definida por el ambiente familiar, y en mi caso todo fue un desastre desde que tengo memoria, y esto incluyendo al accidente llamado Jang Han-seo, mi maldito medio hermano que se coló entre la vida de mi madre y yo, y todo por la culpa de ya sabes quién...
Juré destruirlo por dentro, lo cual es más doloroso que sólo asesinarlo... Primero lo mataría en vida, lo torturaría hasta que él se rompa al igual que yo...
Él es sólo mi juguete... Mi marioneta...
Horas después me encontraba en mi casa, había llegado demasiado tarde, por lo que mi padre me empezó a regañar...
— ¡Dónde carajos estabas, mocoso! —un grito salió de sus malditos labios, ignoré sus palabras, dirigiéndome a mi cuarto, no obstante, una mano detiene mi cometido. Maldita sea olvidé guardar bien mi trofeo—. ¡Otra vuelta estabas haciendo tus estupideces! ¡Maldita sea, Han-Seok! ¡Ya me harté de cubrir todas tus fechorías!
—Ocúpate de tus asuntos, anciano —respondí sin gana alguna, este sermón hasta me lo sabía de memoria.
Sin embargo, algo iba a cambiar esa misma noche...
— ¡He gastado aproximadamente 1 billón de wones en tus matanzas! ¡Acaso te crees un villano! ¡Aportas algo a la sociedad! ¡NO, SÓLO ERES UN MALDITO ERROR! ¡NO DEBISTE DE EXISTIR!
Sus palabras dolían más que un cuchillo caliente clavado en el corazón... Por lo que no pude evitar soltar una lágrima rebelde, producto de la agonía de mi alma, de esa pequeña parte de inocencia que me quedaba... Ahora no había nada... Todo se esfumó con aquellas revelaciones...
Primero, tome un largo respiro para controlar mi estado de ira creciente, todavía no era el momento de explotar... Todavía no estaba listo...
Y entonces, por fin le respondí, con la absoluta verdad:
— ¡¿Y qué vas a hacer al respecto?! ¡Piensas arreglar todo con dinero, como siempre lo haces! ¡Arréglalo todo, hijo de puta! —grité en respuesta, no permito que nadie me humille.
—Por favor no peleen —de pronto se escuchó una voz minúscula, y el dueño de aquella voz tan horrorosa ante mis oídos, era de nada y nada menos, que de mi idiota hermano Han-Seo.
— ¡Tú cállate, bastardo! —tomé un palo de hockey, y le di un fuerte golpe a Han-seo en el estómago—. Nadie pidió tu opinión.
— ¡SUFICIENTE, HAN-SEOK! —mi padre me separó de mi marioneta, me arrebató el palo de hockey, para después romper dicho objeto en mi cabeza.
De tal palo... Tal astilla...
Acto seguido, el comenzó a darme fuertes patadas en todo mi cuerpo...
Tal vez me merecía todo esto, tal vez no... Pero, fuera el castigo que fuera, nunca me arrepentiré de nada...
—Papá... Por favor, odio verlos pelear —Han-Seo habló con una voz débil, en serio lo había dejado tan mal, jajaja.
Podría sentir una pequeña conexión de hermandad con Han-Seo, sin embargo, mi lado oscuro no me lo permitía, puesto que siempre debo de mantenerme duro con él, porque Han-Seo es el error, ¡y no yo!
—Sé que esta reprimenda no será suficiente para ti, por lo que no me dejas opción, más que enviarte lejos, no soporto ver que me avergüences —dijo mientras se limpiaba sus manos manchadas de mi sangre—. Un detective te está investigando, Han-Seok. Y si no te envío lejos, entonces será el inicio de un gran caos dentro de la empresa, porque la prensa se enterará de lo que hiciste, lo difundirán, luego los accionistas se enterarán, y entonces todas nuestras acciones se desplomarán a un nivel descomunal... Un efecto dominó, sin duda, el cual concluirá con la caída de Babel —se acercó lentamente hacia mi rostro, tomando rudamente mi barbilla—. No construí Babel con mi sangre y sudor, para que un estúpido psicópata lo destruya lentamente. ¿Entendiste?
Ante su cuestionamiento, asentí lentamente, conteniéndome las ganas de matar a mi padre, pero desgraciadamente mis manos estaban atadas, o más bien todavía no tenía el coraje de hacerlo... Tal vez, más adelante lo haga...
— ¿Y cuál es tu estupendo plan? —pregunté con cierto sarcasmo en mi tono de voz.
—Primero que nada, desviaré toda la investigación que tiene la policía sobre ti, luego contrataré a un mercenario, quien se ocupará del detective quien te sigue la pista. Y LUEGO... —soltó con fuerza mi barbilla, haciendo que yo me azotara en el suelo—. TÚ TE IRAS A GOTHAM...—sentenció y recalcó la última palabra.
Nunca me imaginé estar lejos de Corea del Sur... Tal vez extrañaré a este país, o más bien extrañaré torturar a mi hermano.
Y aquí estoy, en el aeropuerto internacional de Incheon, documentando todo mi equipaje, preparándome para irme del país.
Al fin y al cabo, el viejo hizo de las suyas... Siempre lo hace. No obstante, prometo que yo lo voy a cambiar todo... Ya verá el estúpido.
Puede que extrañe mi país natal, tal vez no, y no me importa. Veamos que me tiene Gotham... ¿Qué tan interesante es esa ciudad?
Pasaron las largas horas de vuelo, un jodido y largo viaje, que me hace que explote el avión para de una vez acabar con todo... Más no soy un suicida. Lo haría explotar, sí; pero estando a varios metros lejos, ya sea escapando en un paracaídas o estando viendo mi hazaña a través de unos binoculares.
—Hola maldita Gotham —me susurré a mí mismo cuando aterrizó el avión.
Por fin estaba en las entrañas del aeropuerto internacional de Gotham, esperaba mis pertenencias con mucho pesar, a fin y al cabo no sentía mi trasero por estar sentado más de 15 horas vuelo... De repente, una alarma suena en dicho lugar, volteé mi vista, desconcertado por lo ocurrido, y entonces mis ojos captan una balacera dentro del mismo recinto.
Vaya, por lo menos, Gotham es una ciudad muy interesante... Perfecto.
Acto seguido, y por mera supervivencia, me resguardo detrás de un gran pilar de concreto. Tenía acelerado los latidos de mi corazón (y por ende también mi respiración), y eso era tan excitante, el peligro hablando detrás de mi oreja, sin duda una experiencia inigualable.
Había un señor, quien por su compostura me recordaba a mi padre, éste permanecía resguardado tras otro pilar.
Rezaría fuertemente, sólo para que ese sujeto sea atravesado por una bala perdida...
Dicen que se debe de tener cuidado con lo que uno desea, y este caso no es la excepción.
Como arte de magia, una bala impacta el hombro del señor, haciendo que éste se desplome abruptamente.
Soy yo o tengo un gran poder mental de la atracción... Lo que sea que fuera, por lo menos el tipo que me recordaba a mi padre estaba herido, y eso me llenaba de una gran satisfacción.
Adolorido, y a la vez asustado, el sujeto se arrastró hacia mí, y con lágrimas en los ojos me pidió socorro. A lo que yo sólo reaccioné de manera especial, me agaché hacia el señor, quedando a su altura, le extendí la mano, fingiendo que lo iba a ayudar, y entonces, cuando el hombre sintió una plena confianza... se la arrebaté en un abrir y cerrar de ojos.
¿Cómo hice eso? Sencillo, al momento que el tipo me extendía su mano, entonces yo le arrebaté el bastón que poseía éste, para después darle un gran golpe en su cien, haciendo que se desmayara. Posteriormente, examiné su herida de bala, la cual era demasiado grave, por lo que decidí ayudarlo a que viera el mismo Infierno, y fue en ese mismo momento que le enterré su misma herramienta de apoyo entre su herida, haciendo que éste se desangrara más... Ahora sí, él estaba más que tieso.
Sin duda, eso fue un gran calentamiento, para mis próximas locuras...
Por fin todo estaba más tranquilo, es decir todo estaba demasiado aburrido, dentro de las inmediaciones del aeropuerto... La policía había llegado y lo arregló todo... Harto de ese lugar, procedo a recoger mi equipaje, para después tomar un taxi, ya que al parecer el chofer que me iba a llevar a mi nuevo apartamento resultó muerto en aquella balacera.
Luego, me enteré en la radio, que dicho incidente fue producto de un enfrentamiento entre una mafia italiana y una mafia de Gotham; y que, para mi suerte, esos capos habían desactivado todas las cámaras del aeropuerto, por lo que mi primer crimen en Estados Unidos estaba cubierto...
Minutos más tarde me encontraba en mi nuevo hogar, por lo menos estaba solo, y mi padre o Han-Seo no me estarían jodiendo la existencia. Tiré mi equipaje lejos, y procedí a recostarme en el sillón para pensar en todo lo ocurrido.
Fue una mezcla de emociones fuertes y a la vez adictivas...
Pero luego, toda mi euforia se me fue al caño, ya que recordé que mañana iba a la secundaria de Gotham. Y ante la educación, mi padre fue tan estricto, sin embargo, eso no hizo que yo odiara el estudio, sino que ahora, utilizaría todos mis conocimientos para destruir a mi progenitor de una vez por todas, tal y como se lo merece...
Por ende, suspiré desganado, en realidad estaba exhausto por todo el viaje, y aunado a ello, la diferencia de horario no ayudaba mucho, puesto que mientras en Gotham estaba atardeciendo, allá en Seúl sería la madrugada. Como sea, el caso, tenía que entregar mis papeles a la secundaria, para que al día siguiente me pusiera al corriente con el curso. En consecuencia, me levanté de mi asiento, tomé las llaves de mi motocicleta (una clásica Harley de los años 70's), bueno por lo menos el viejo me dio un increíble obsequio luego de deshacerse de su primogénito, y este vehículo me iba a servir mucho.
La belleza motorizada, de color negro brillante, combinaba con las penumbras de Gotham, porque a decir verdad esa ciudad parecía demasiado oscura, a pesar de que fuera de día.
Había llegado a la dichosa casa de estudio, muy gótica como la ciudad, creo que me está gustando Gotham, me agrada. Me adentré al sitio, estaba relativamente vacío, en las aulas no había estudiantes, sólo estaban los maestros ordenando sus planeaciones de las próximas sesiones.
Me dirigí a la oficina principal, el director ya me estaba esperando... Lo bueno de tener a un padre corrupto, es el beneficio de los trámites, por lo menos en eso no falla el viejo, porque como padre vale para pura mierda.
—Por fin, señor Han-Seok —él me dice cuando abro la puerta.
El aura de este tipo gordo transmitía cierto misterio... Podría aprender demasiado de las mentes de Gotham son una delicia...
—Joon-Woo —corregí al tipo. Decidí cambiar mi nombre, sólo porque se me antojó, como dicen las malas lenguas "nueva ciudad, nueva identidad", y eso mismo hice, quería empezar de nuevo, ya que quiero moldear una nueva personalidad...—. Jang Joon-Woo o mejor dicho JASON.
—Por supuesto, señor Jason. Tomé asiento —me incitó, a lo que yo solo asentí y proseguí con el trámite.
Fueron unos cuantos minutos de persuasión, pero al fin logré incorporarme al sistema educativo de Gotham.
Y ahora... ¿qué haría?... ¿procedería con mi antiguo plan?... Sí, lo haría, este plan consiste en estudiar demasiado derecho, administración y economía; ser el mejor de la clase; graduarme de la universidad (con honores incluso); para luego darle un buen golpe a mi padre, el cual sería asesinarlo, jajaja; y con esto realizado por fin me quedaría con Babel, aunque le haría unos ajustes, ataré hilos por aquí, controlaré a mi marioneta por allá, y sobre todo expandiré todo el poder de Babel por toda Corea. ¡GENIAL, ¿NO?!
Tengo un sinfín de objetivos... Pero algo se interpuso en mi camino, o más bien alguien me hizo cambiar de dirección...
Al día siguiente, me dirigía en mi bella Harley (mi fabulosa moto), a la escuela, y al llegar todos los que apenas entraban se me quedaron viendo estupefactos.
Atraer miradas alimenta mi ego...
Luego escuché susurros de envidia.
Atraer envidia enciende mi lado psicópata...
Y, por último, unos chicos bullies, se me acercaron, con la intención de amedrentarme. Sus frías miradas recorrieron todo mi cuerpo... Cualquier persona se sentiría con escalofríos o estaría incómoda... Sin embargo, me mantuve erguido ante su postura rebelde, y, por ende, sonreí de lado... Estos chicos me las pagarían...
Atraer a las presas para después comérmelas, es mi forma de vida, mi esencia e incluso, mi soplo de vida en este vacío mundo.
—Miren qué tenemos aquí, a un asiático —un tipo, el clásico bully americano (rubio, fornido y con ojos azules), dijo en tono sarcástico—. Chan, chin, chon, chun... Jajajaja. ¿Me entendiste?
—Jajaja, no hablamos taka taka, chino —otro chico bully, se sumó a la humillación.
No se debe de jugar con fuego, porque siempre hay consecuencias.
— ¿Se les ofrece algo? —les hablé en inglés, claro que sí sabía ese idioma, siempre estoy preparado, y la barrera del idioma nunca me fue un obstáculo ante mis locuras. Hasta incuso me había comunicado con el director en inglés, con un acento impecable.
Los chicos se quedaron impactados, a que no se esperaban eso.
—Pinche piel amarilla, a mí no me vienes a estar jodiendo —el chico rubio quiso golpearme, estaba preparado para darle su castigo, pero por desgracia el timbre sonó, interrumpiendo el cálido momento... Aww, mi primera pelea en Estados Unidos, increíble—. ¡Te salvaste por esta vez! —gritó de manera exagerada, haciendo que todos los presentes (quienes no hacían nada y sólo estaban de chismosos), se asustaran.
Creo que el chico popular y rudo quería hacerme la vida imposible... Y Jang Joon-woo no le iba a permitir eso, en sólo dos días ese hijo de puta estará tragando tierra, jajaja.
Luego de este inconveniente, me dirigí hacia mi clase de la mañana, la cual era química.
Los pasillos eran demasiados amplios, y la multitud de gente llenaba dichos espacios, pareciéndose a un océano turbulento. Por fortuna, no me perdí en las instalaciones, ya que el día anterior me dediqué a explorar el lugar, pero en la noche, cuando sólo las sombras reinaban...
Al llegar a la clase, todos (como siempre), miraban raro al chico nuevo, pero eso no me importaba.
—Clase, hoy se incorpora un nuevo alumno a nuestro sistema —la profesora, con una mirada dulce y comprensiva, habló en voz alta para llamar la atención de los 32 alumnos, aglomerados en un solo salón—. Preséntate, hijo —ella me animó, a lo que le dediqué una sonrisa falsa y a la vez dulce.
Mi nueva personalidad salía a la luz... Adiós Han-Seok, hola Joon-Woo alias Jason.
—Hola, soy Jason. Encantado de conocerlos —hablé con toda la seguridad del mundo.
—Excelente, puedes irte a tu asiento, escoge el que sea —la maestra dijo, y entonces visualicé todo mi alrededor, y justamente había un asiento vacío, al lado de una chica muy peculiar...
Llegué a su lado, y le sonreí, sentía su vibra en sintonía con la mía, como si fuéramos demasiados cercanos.
Ante el gesto, ella me devolvió la sonrisa, aquella que se me quedaría impregnada en mi mente y alma.
Grandes labios, dientes perfectos y una expresión de malicia en su ser... La combinación perfecta.
—Hola, soy Harleen, pero todos me dicen Harley —ella dijo.
Su voz, su exquisita voz fue como música para mis oídos.
Aquí comienza toda una odisea, toda una locura... Y por primera vez, siento algo raro en mi pecho, como si un puño estrujara por completo aquel órgano bombeador de sangre...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top