Sin Querer

Kuroo se mantiene firmemente parado en la entrada del salón de clases, Oikawa se encuentra a unos pasos de distancia, conversando con esa afortunada chica que había salido con él una semana atrás.

Una semana tan dolorosa para el azabache.

Siente como todo cae sobre él de nuevo, eso hace que recuerde la forma en que quedaron algunas de sus hermosas flores: destrozadas por su ira, por la frustración y el amor no correspondido que sentía por el guapo chico que agitaba su corazón con su sola presencia.

Suspira, sobrecogido por los sentimientos, cuando una notificación hace vibrar su celular. Al desbloquearlo puede ver el nombre de la persona que le mensajea de forma lenta.

Kenma:

¿Estás bien, Kuroo?

Kuroo:

¿Por qué siempre que empezamos una conversación tienes que preguntarme eso?

Sí, estoy perfectamente bien, Kenma, gracias por preguntar.

¿Cómo te encuentras tú?

Kenma:

Bien, supongo.

Esta tarde voy a salir con Hinata.

No sabía que las citas eran tan importantes.

Kuroo:

Kenma...

Tú...

Realmente no sabes lo que es estar en una relación.

¡Tanto que enseñarte, pequeño gatito!

Kenma:

No me hables así, me dan escalofríos.

En fin ¿A donde debería llevarlo?

Kuroo:

Supongo que una buena opción sería el cine, allí no gastarás tus energías.

Pero debes tener en cuenta que Hinata es... Un poco enérgico.

Tarde o temprano deberás llevarlo a una cita donde él también pueda disfrutar de hacer algo.

O hacerlo (☞ ͡ ͡° ͜ ʖ ͡ ͡°)☞

Kenma:

._. Ni siquiera te diré si ocurre algo parecido, Kuroo.

Kuroo:

Kenma, hieres a este corazón de anciano.

Kenma:

El anciano morirá virgen, no como su hijo.

Kuroo:

D: ¡¿YA LO HICIERON, KENMA?!

ME DUELES

ME LASTÍMAS

ME TODO

TODO, KENMA.

Kenma:

Para ya, puedo escuchar tus gritos y ni siquiera es una llamada.

Kuroo suelta una carcajada, no se dio cuenta del momento en que había caminado lejos de la entrada al salón, dejando atrás a Oikawa junto con esa hermosa chica.

Al demonio, pensó el chico, este chisme es mucho más importante.

Con una burlona sonrisa adornando su rostro, ingresa al contacto de su pequeño mejor amigo, dando rápidamente al icono de llamada, porque él debe de causar un drama más grande al menor.

Al segundo tono el teléfono es contestado.

─Kuroo─ escucha la voz quejumbrosa del otro lado de la línea─ estoy a punto de dejar el teléfono en modo avión.

─No comiences─ bromea su mejor amigo─, sé que te encanta escuchar mi voz.

─Eres tan molesto─ pero puede denotar el matiz de diversión que tiñe la voz del chico─, ¿Y Oikawa?

─Se quedó hablando con esta chica... Uh, no recuerdo su nombre, pero es con la que salió hace una semana ¿Recuerdas?

─Ah, ella─ el sonido de páginas siendo dobladas corta un poco la conversación─. No te preocupes, Kuroo, tú eres mejor que cualquier chica.

El corazón del azabache se agita con emoción, porque es muy poco usual que su mejor amigo le diga algunas de esas cosas lindas.

─Oh, Kenma, ¿Por qué no dejas a Chibi-chan y te casas conmigo? Prometo cocinarte lo que sea y comprar los videojuegos más recientes todas las semanas─ suelta con un tomo cursi, inconscientemente batiendo las pestañas.

La risa de Kenma suena muy bien para Kuroo, que suspira alegremente cuando el menor se muestra más juguetón con él. Como si se encontraran uno frente al otro.

─Perdón, Kuroo, sabes que te quiero pero estoy enamorado de Hinata.

Kuroo suelta una carcajada en ese momento, un sentimiento cálido desbordando su corazón.

─Sí, lo sé, pero podrías considerar darme el título de amante ¿O no?─ propone, sin saber que ahora alguien lo escucha mientras camina detrás de él.

Oikawa está allí, parado detrás de Kuroo, con el corazón latiendo desenfrenado mientras escucha como ese chico se relaja totalmente mientras habla por teléfono con una persona muy importante en su vida.

A ti te gustan las chicas, no Kuroo, se regaña mentalmente por sentir como un toxico sentimiento comienza a tomar control de su cuerpo.

Quiere llamar la atención de Kuroo, quiere apartar a Kenma de su lado. Cuando lo piensa ya es muy tarde, porque se encuentra abrazando a Kuroo por la espalda, con todas las fuerzas de las que se cree capaz.

─... ¿Oikawa no es rival para mi?─ puede escuchar la pregunta del chico ahora que está cerca del teléfono.

Kuroo se congela, mientras su amigo bromea como es poco usual y el chico que le gusta lo abraza por detrás. No sabe qué hacer o cómo proceder ante esa situación.

─Claro que soy rival, Ken-chan─ el menor se queda congelado al escuchar responder a la voz de Oikawa─ ¿De qué hablas? Estoy ganándote terreno en su corazón─ aunque su tono era divertido podía dejar ver claramente que también se encontraba molesto.

─Ah, Kuroo, Hinata ya está aquí, te llamo más tarde─ y cuelga.

Kenma comprendía demasiado bien como era la situación, él no debía interferir, no cuando era tan evidente que Oikawa se encontraba celoso.

En ese momento el chico ya había dejado de abrazar a Kuroo, su vista fija en el suelo mientras el más alto daba la vuelta para observarlo.

─¿No se supone que Kenma está saliendo con Chibi-chan?─ pregunta Oikawa cuando encuentra su voz.

Kuroo aún no podía creerlo.

─Estábamos bromeando─ explica, sin saber muy bien si en verdad eso merecía una explicación, al menos para la persona a la que se la estaba ofreciendo.

Oikawa le regala la mirada más fría que jamás en su vida había podido verle.

─¿Qué tiene de malo?─ pregunta un ahora molesto Kuroo, sobrecogido por la incómoda situación.

Ellos no eran nada, Oikawa estaba saliendo con una chica, a Oikawa le gustaban las chicas.

Sus palabras causan el mismo efecto que tendría dejarle caer una cascada de agua congelada sobre la cabeza, bajando inmediatamente todo el enojo que se acumulaba dentro de Oikawa. Kuroo tenía razón.

Mordiéndose la lengua, Oikawa comienza a caminar, dejando a Kuroo sin palabras pero sí con un intenso sentimiento de molestia dentro del pecho, porque él no era nadie para reclamar sobre el tipo de bromas que gastaba junto a su mejor amigo.

Un mejor amigo que parecía su novio, ambas cosas que Oikawa no era en la vida de Kuroo.

Kuroo también se marcha, pero tomando el camino más largo para poder despejar la cabeza. Al llegar a casa se deja caer sobre el sillón de la sala, donde puede encender la televisión para bajarle el volumen a sus pensamientos, pasando el tiempo con un programa terriblemente desagradable.

Está a punto de apagar la caja parlante cuando su teléfono vuelve a vibrar, esta vez acompañado de una canción, lo que representa una llamada. No necesita ver de quién se trata para saberlo.

─Kenma, no entiendo qué demonios ocurrió allí afuera─ se queja, acostándose para quedar en una posición más cómoda─ ¿Sabes? Puede que yo esté totalmente enamorado de Oikawa, lo estoy aún sabiendo que no tengo ni un atisbo de oportunidad con él, pero no lo entiendo. ¿Le gusto o no le gusto? ¿Le gusta la chica con la que está saliendo? Porque yo podría jurar que lo que hizo fue una escena de celos ¿O estoy loco solo porque quiero gustarle de alguna forma? A veces me odio tanto por no poder guardarme estos sentimientos, todo hubiese sido más fácil si él no hubiese tenido esa cita el día que yo planeaba confesarme... Todo se arruinó desde allí... ¿Kenma?

Pero la llamada se corta y Kuroo se separa el teléfono del oído para marcar de nuevo a su mejor amigo, que seguro cortó por error. Pero no, porque no había sido Kenma quien le había marcado.

Con un nudo formándose en su garganta y el estomago dando vueltas, llama rápidamente a su mejor amigo, que contesta al último tono.

─Kuroo, te dije que estaría en el cine con Hinata─ escucha el débil sonido de la voz de Kenma.

─Lo olvidé─ susurra el otro, sintiendo como el alama se le caía a los pies─. Kenma, lo olvidé.

─¿Qué ocurrió?

─Oikawa me llamó... y yo creí que eras tú─ su cuerpo se había congelado.

En ese momento, alguien tocó la puerta.

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