•Capítulo 19•

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Else comenzaba a despertarse lentamente, aclarando su vista para notar que estaba en un lugar algo oscuro, siendo uno de los calabozos del castillo.

Lentamente se sentaba al recobrar la conciencia, notando que estaba cubierto por una manta.
Su vista iba hacia una pequeña ventana que daba la luz, por lo que rápidamente se levantaba y trataba de ir hacia ella. Sin embargo, se frenaba de golpe, al notar que estaba esposado, con unas extrañas esposas que cubrían sus manos completamente, quedando las cadenas arraigadas en el suelo.

Al intentar estirarse con algo de fuerza hasta lo que las cadenas le permitían, lograba asomarse a la ventana y ver el exterior, estando todo congelado y los barcos detenidos por el agua helada.

-Oh no. Qué... ¿Qué fue lo que hice?-Susurraba el joven, sintiendo la culpa dentro suyo, cuando escuchaba alguien quedarse mientras despertaba

Al mirar detrás suyo, veía a la joven TN, recostada en otra de las camas de la celda, despertando para abrir sus ojos y sentarse confundida.

-TN, ¿estás bien?-Preguntaba el chico, acercándose rápido a la mencionada hasta donde podía

-Si... estoy bien-Murmuraba mientras intentaba querer abrigarse con la manta, pero al ver sus muñecas esposadas, esta se sorprendía, volteando a ver a Else
-¿Dónde estamos?-

Antes de que pudiera contestarle, ambos volteaban a la puerta, dejando ver a Hans entrar a la celda de ambos, con una lámpara que luego dejaba en una banca cerca de la puerta.

-¿Por qué nos trajiste aquí?-Preguntaba Else de manera seria, mirando con el ceño fruncido al joven

-No quería que lo lastimara-Explicaba el joven, abrazándose a sí mismo por el frío

-Pero soy un peligro para Arendelle-Recordaba el rubio, mostrando sus manos esposadas
-Trae a Anna-

-Anna no ha regresado...-Al mencionar esto, Else y TN se miraban preocupados, mientras Hans aún se dirigía al chico
-Majestad, por favor suprima el invierno, devuelvanos el verano... ¿Puede?-

Al escuchar su pedido, Else bajaba la mirada triste y angustiado, evitando que las lágrimas salgan, frunciendo el ceño frustrado.

-¿No lo entiendes? No sé hacerlo...-Confesaba el chico, mirando a Hans que se quedaba callado
-Tienes que decirles que nos liberen. TN no tiene nada que ver en esto...-

-Si, lo intentaré...-Sin más que decir, Hans se retiraría del lugar, dejando a ambos jóvenes solos

-Else, tranquilo.. ya encontraremos solución-Diría la chica intentando no preocuparlo, mientras se acomodaba la manta al rededor suyo, ya que sus esposas no cubrían sus manos como los de Else

-¿Cómo puedes mantenerte positiva en una situación así?-Diría el chico mientras volteaba a ver a la joven quien solo sonreía, alzando sus hombros

-Supongo que siempre suelo tener esperanza que habrá solución. ¿Recuerdas lo que dije en la fiesta? Nada es imposible-Ante su respuesta, el chico sólo se quedaba pensando, estando aún preocupado

Sin embargo, el momento de silencio en el que ambos buscaban una solución se interrumpía, cuando TN comenzaba a quejarse al sentir un dolor helado en su pecho.

-¿TN? ¿Qué pasa?-Preguntaba el joven asustado, notando que más mechones de su cabello pasaban a ser blancos, soltando un jadeo por el susto al recordar que era peor que cuando le sucedió a Anna hace años
-Oh, no-

-Else, tranquilo...-

Ya sin poder escucharla, el joven estaba asustado y nervioso, comenzando a perder el control. Al ver sus manos encadenadas, vería como estas comenzaban a congelarse por sus poderes, preocupando a ambos jóvenes.

(...)

Por parte de Anna, esta era llevada por Kristoff en sus brazos, mientras Sven corría a toda velocidad en la nieve hacia el castillo.

-Solo resiste-Diría Kristoff colocando su sombrero en la cabeza de Anna para intentar que no se congele del frío
-¡Rápido Sven, rápido!-

Su amigo haría caso, para correr con más velocidad, llegando al pueblo.
Olaf que se deslizaba en la nieve a su lado, de repente se desviaba del camino a causa de una roca.

-¡Nos vemos en el castillo!-Diría el muñeco mientras sujetaba su trasero

-¡Qué no te vean Olaf!-Gritaba Kristoff en lo que ellos seguían el camino

-¡Eso haré!-A pesar de que dijo eso, llegaba a cruzarse con unas personas, que al verlo gritarían asustados

Nuevamente con Kristoff, este lograba llegar a las puertas del castillo, siendo visto por los soldados, quienes avisaban que la princesa Anna había vuelto.
El joven bajaba de su amigo reno, para sostener a la chica en brazos, mientras esta temblaba del frío.

-Y tú.. ¿vas a estar bien?-Preguntaba la chica con la voz temblorosa, viendo al contrario sonreirle dulcemente

-No te angusties por mí-Diría para ver las puertas abrirse, dejando ver a algunos sirvientes preocupados

-¡Anna! Oh, nos preocupaste-Amvas mujeres ayudaban a Anna, luego de que Kristoff la bajara

-Cúbranla bien, y busquen al príncipe Hans-Indicaba Kristoff hacia uno de los sirvientes

-Eso haré, gracias-Agradecía el sirviente, para entrar al castillo junto a Anna y las sirvientas

-¡Manténganla a salvo!-Diría preocupado, viendo a Anna una última vez, cruzando ambos miradas, antes de que se cerraran las puertas

Al cerrarse las puertas, Sven se acercaba, haciendo un ruido de preocupación por la joven, mientras Kristoff baja la cabeza deprimido, soltando un suspiro antes de caminar hacia el otro aldo. Claramente no sólo le preocupaba de que estuviera bien, sino que además de eso, no admitía que había comenzado a desarrollar sentimientos por ella, pero el creía que ahora estaría con su amor de verdad.

(...)

Dentro del castillo, en un cuarto junto al fuego se encontraban el príncipe Hans y algunos duques.

-Volveré a buscar a la princesa Anna-Indicaba Hans mientras estaba por salir de nuevo

-Es peligroso que salga otra vez-Diría uno de los hombres que lo seguía

-Si algo le pasa-Intentaba decir el chico, cuando era interrumpido por otro hombre

-Si algo le pasa a la princesa, Arendelle solo lo tendrá a usted...-Al mencionar aquello, el príncipe se quedaría en silencio pensativo, hasta que alguien abría la puerta

-Aquí está, príncipe Hans-Diría el sirviente, trayendo a Anna con ayuda de una sirvienta

-¡Anna!-Corría rápido a ella, abrazándola para sentir lo fría que estaba
-Estás congelada-

-Hans, tienes que besarme-Diría de repente la contraria

-¿Qué?-

-Ahora, ahora-Pedía mientras tomaba al chico por el cuello

-Tranquila-

-Oh, les daremos algo de privacidad-Diría la sirvienta, para que todos salieran y dejaran a ambos jóvenes solos

-¿Qué te pasó Anna?-Preguntaba el príncipe al mirar el aspecto de la chica

-Hans, Else me golpeó con sus poderes-

-Pero dijiste que jamás te haría daño-

-Pero me equivoqué-Al decir esto, sentía un dolor en su pecho, por lo que se quejaba y se agachaba del dolor

-Anna-Preocupado, Hans se apresuraba para cargarla, recostandola en el sofá

-Congeló mi corazón y, solo un acto de amor de verdad me salvará-Explicaba la chica mientras colocaba sus manos en su pecho por el dolor

-Un beso entonces...-Diría el contrario al comprender como salvarla

Lentamente, Hans tomaba el mentón de Anna con sus dedos, acercándose poco a poco, mientras ambos cerraban sus ojos al estar cerca.
Sin embargo, antes de sí quiera rozar sus labios, Hans abría sus ojos, y daría una sonrisa de lado.

-Oh, Anna... Si hubiera alguna persona aquí que te amara-Al decir esto, soltaba el mentón de la chica, para levantarse

-¿Qué?...-Anna abría sus ojos sorprendida, mirando a Hans parado frente a la ventana
-D-dijiste que me amabas...-

El joven miraba a la ventana, tomando la cortina para comenzar a cerrarla, y así nadie viera el interior desde afuera.

-En mi reino yo soy el decimotercero en la línea. Allá nunca seré rey, tenía que casarme para acceder al trono en otra parte-Comenzaba a contar Hans, mientras apagaba una vela al lado de Anna

-¿D-de qué estás hablando?...-La voz de Anna era entrecortada por el frío y el dolor al escucharlo

-Podría haber tenido conexiones siendo amigo de Else, pero nadie lograba acercarse a él, a excepción de tu amiga.. pero se veía que no sería buena opción-Comentaba al admitir que había notado que TN fue la única en acercarse, pensando que la pudo haber utilizado de no ser porque no se dejaba engañar
-Pero tú...-

-Hans-

-Tú estabas tan sedienta de amor, que aceptaste ser mi esposa sin ninguna duda-Mencionaba con burla el joven, tomando una jarra con agua, para acercarse a la fogata
-Supuse que después de la boda, idearía un accidente para Else y tu amiga, por si acaso-

-Hans, no-Intentaba detenerlo al ver que apagaba el fuego, cayendo al suelo al intentar levantarse
-Basta...-

-Pero ellos mismos se condenaron. Y en tu torpeza, lo fuiste a buscar-Reía mientras dejaba la jarra a un lado, para acercarse a Anna
-Ya solo falta que, me deshaga de Else y recupere el verano. Y a tu amiga también, ya que puede saber la verdad y contarle a todos-

-No eres rival para Else-Mencionaba Anna molesta, intentando levantarse, mientras Hans se agachaba

-No. Tú no eres rival para Else-Tomaba su rostro, para ver que se corría a un lado, volviendo a levantarse y colocarse sus guantes
-Yo por otro lado, soy el héroe que logrará salvar a Arendelle de la destrucción-

Sin más, comenzaba a caminar hacia la puerta, mientras Anna lo veía molesta aún intentando levantarse del suelo.

-No te saldrás con la tuya-

-Ah... creo que ya lo hice-

Este le daría una última sonrisa, para salir del cuarto, cerrando esta con llave y dejar a Anna encerrada.
La chica rápidamente se intentaba arrastrar a la puerta, tratando de abrirla y dar leves golpes, cuando su cabello se tornaba completamente blanco, cayendo al suelo, intentando pedir ayuda por lo bajo.

(...)

En otra sala, estaban los hombres esperando noticias de Hans, para saber como se encontraba la princesa Anna.

-Hace más frío a cada minuto-Hablaba el duque de Whiselton, mientras todos temblaban de frío
-Si no hacemos algo pronto, nos vamos a congelar-

Justo cuando terminaba de decir aquello, todos veían a Hans llegar con un rostro devastado.

-Principe Hans...-

-La princesa Anna nos... dejó-Diría aquello mirando al suelo como si estuviera destrozado, dejando a todos sorprendidos

-¿Qué?-

-¿Qué le pasó?-El duque y otro hombre, ayudaban a Hans a sentarse en una silla, mientras se apoyaba contra sus piernas, mirando al suelo

-Fue atacada... Por el rey Else-

-No... ¿Su hermano lo hizo? Y su amiga estaba con él rey...-Recordaba el duque sin creerlo al igual que el resto, creyendo que TN era cómplice de lo que causó Else

-Tras decir nuestros votos matrimoniales... Murió Anna en mis brazos...-Terminaba de relatar Hans aquella mentira, cerrando sus ojos con pesar, mientras el resto lo miraba con pena

-Eso despeja toda duda-Diría el duque con seriedad, volteando a ver al resto
-El rey Else es un monstruo, y estamos en grabe peligro-

-Principe Hans... Arendelle depende de usted-Diría uno de los hombres hacia el joven, quien solo asentía, para hablar lentamente

-Con una gran pena... Acuso al rey Else de Arendelle y la joven TN.. De traición-Diría para luego mirar al resto decidido
-Y quedan sentenciados...-

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Yo no sé ustedes, pero si soy una sirvienta cuyo trabajo es cuidar de la familia real... creo que lo que menos haría, es dejar a la princesa sola con un desconocido y en CONDICIONES DE TENER HIPOTERMIA, EN VEZ DE AYUDARLA A NO MORIR PORQUE SI ESTÁ HELADA Y TEMBLANDO, ES POR ALGO!

SEÑORA, ¿QUÉ SE LE PASÓ POR LA CABEZA?

Pero bueno, no es como que todos en la película tomarán tan buenas decisiones, todos son muy suicidas si Anna busca a Elsa y termina hecha hielo Xd.

En fin, Bye♡

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