•Capítulo 15•
Maratón 3/4
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-¡Basta, ya bájanos!-Gritaba Anna mientras intentaba soltarse
El hombre de nieve saldría del castillo a la entrada, teniendo en una mano a Anna y Kristoff, y en otra a Olaf y TN, la cual se mantenía callada mientras miraba a su amiga intentar luchar en vano.
-¡Fuera de aquí!-Hablaba el muñeco mientras lanzaba primero a Anna y Kristoff
Ambos se deslizaban por las escaleras de hielo, cayendo en la nieve mientras Sven tenía su lengua pegada en dicha escalera.
Luego, el hombre de nieve tomaba la cabeza de Olaf, lanzandolo por partes.
-¡Allá voy!-Al lanzar su cabeza, esta quedaba en una roca cerca de los otros dos
-¡Cuidado con mi trasero!-
Al decir esto, Anna y Kristoff se agachaban, esquivando las otras partes de Olaf.
Cuando iba a lanzar también a TN, esta tocaba la cabeza del muñeco, llamando su atención.
-¿Me bajas aquí? Puedo seguir sola-Diría de forma calmada, para ver que este parecía obedecerla y dejarla suavemente en el suelo
-¡Gracias! ¡Eres un buen guardia!-
Cuando dijo aquel comentario, el muñeco parecía alegrarse, pero a diferencia de TN que estaba tranquila, Anna estaba bastante furiosa.
-¡No es nada cortés, arrojar a las personas!-Diría esta tomando una bola de nieve, queriendo lanzarsela, pero el joven la detenía
-¡Ya suéltame!-
-Fue suficiente. Ya, relájate. Calmada, calmada-
-Okey, ya entendí, estoy bien...-
-Deja al hombre de nieve en paz-
-Estoy bien-Diría Anna volteando
-Gracias-Pero al creer ciegamente, Anna volvía hacia el muñeco y le lanzaba la bola de nieve molesta
-¿Qué te dije?-
Al caer la bola de nieve en el muñeco, el cual no le causaba ningún daño, molesto sacaba de repente unas garras y púas de hielo en su cuerpo, mientras sus ojos tomaban un brillo celeste y soltaba un fuerte rugido.
-Ahg, ¿no te dije? Ya se molestó-Diría Kristoff mirando hacia Anna que se sorprendía por la consecuencia
-Yo lo distraigo, ustedes dos corran-Diría Olaf mientras veía a los jóvenes y al reno correr, cuando la parte del cuerpo de Olaf, comenzaba a correr igualmente
-¡No, no, no ustedes!-
Cuando el muñeco pasaba a su lado, por el temblor de sus pisadas, la cabeza de Olaf caía al suelo.
-Esto va a ser más difícil-Murmuraba entre la nieve
Por parte de la joven TN, tenía pensado seguir a sus amigos. Sin embargo, al mirar hacia la parte alta del castillo, veía parte de los muros rasgarse.
Algo dentro suyo, le pedía que se quedara con el joven, aunque sabía que sería difícil, ya que aunque pedía que lo dejaran solo, sabía que no era porque él realmente lo quisiera.
-Debo estar loca...-Susurraba la chica, soltando un suspiro para mirar las puertas de la entrada, esperando lograr al menos algo con esto, y deseando que Anna y Kristoff estuvieran bien por su parte
(...)
El hombre de nieve perseguía a ambos chicos, deslizándose ambos en la nieve, para correr entre los árboles.
Cuando Anna veía un árbol caído agarrado por la nieve, se colocaba debajo de este, para tirar y provocar que el árbol se enderece, golpeando al muñeco y provocando que caiga, dándoles tiempo de escapar.
-¡Sí le di!-Celebraba Anna junto a Kristoff, hasta que ambos llegaban al final de la montaña, viendo el acantilado
-Es una caída de treinta metros-
-Y de Sesenta-Ante esto, Kristoff usaba la soga, atando parte de esta en la cintura de Anna y de él, para hacer algo en la nieve
-¿Eso para qué es?-
-Clavo un ancla de nieve-Explicaba el joven mientras movía la nieve
-Okey, ¿y si caemos?-Preguntaba Anna mientras el chico colocaba la soga en el ancla
-Hay seis metros de nieve fresca, será como caer en una almohada... Eso espero-Murmuraba lo último para si mismo, mientras veían los árboles moverse, para lanzar parte de la soga
-Okey Anna, a las tres, uno-
-Okey-Murmuraba la chica mientras intentaba tomar valor
-Nací más que lista-
-Cálmate-
De repente, un árbol era lanzado, cayendo frente al joven por lo que se cubría de nieve.
-¡Ahí voy!-
-¡¿Qué?!-Al ver a su lado, notaba a Anna saltar, arrastrándolo consigo al estar ambos atados a la cuerda, pero quedaban atorados
-¿Qué pasó?-
Por parte de Olaf, este llegaba corriendo con sus partes al revés, por lo que se encontraba cansado.
-Me hace falta ejercicio...-Luego de dar vuelta sus partes, acomodar sus brazos y volver a poner su nariz en su lugar, daba una sonrisa
-Ya estoy listo.. ¡Ey Anna, Seven! ¡¿Oigan donde están?! Ya dejamos a malvavisco muy atrás-
Olaf diría aquello en forma de broma, hasta que escuchaba pasos atrás suyo, por lo que voltearia para encontrarse al hombre de nieve.
-¡Hola! Justo estábamos hablando de ti. Cosas buenas, cosas buenas-Aunque decía esto, veía que intentaría ir hacia donde Anna y Kristoff
-¡No!-
Al no lograr frenarlo, se aferraba a una de sus rodillas de hielo duro, aunque parecía no surgir efecto.
-Esto no va a servir de mucho, ¿cierto?-Diría mientras el muñeco enorme de nieve intentaba quitárselo, para dar una fuerte patada, que lo mandaba lejos para caer por el precipicio
-¡Olaf!-Gritaba Anna al verlo caer, chocando con unas rocas dividiendo sus partes
-¡Resistan amigos!-Se escuchaba gritar mientras caía
-Ya, date prisa-Diría Anna al mover Kristoff la soga para bajar, hasta que algo los frenaba y los hacia volver a subir
-¿Qué pasa?-
Al ver hacia arriba, ambos notaban las manos del hombre de nieve, tomando la cuerda para hacerlos volver a subir. Anna desesperada, intentaba quitar la atadura de su cintura sin éxito, cuando al estar arriba, Kristoff se golpeaba la cabeza con una roca al hacerlos subir de forma brusca.
-¡Kristoff!-Llamaba la chica, viendo al contrario algo atontado por el golpe, mientras quedaban ambos frente al rostro del hombre de nieve
-¡No vuelvan!-Gritaba el muñeco, lanzando copos de nieve de su boca al gritarles como si fuera un rugido
-No lo haremos-Diría Anna, antes de tomar un cuchillo que tenia Kristoff en su cintura, y cortar la soga
Ambos caerían al vacío, mientras el muñeco solo se retiraba nuevamente hacia el castillo.
Los dos jóvenes gritaban, hasta que Anna llegaba a quedar la mitad de su cuerpo, enterrado en la nieve, cosa que la aliviaba al no doler.
-Oye, tenías razón. Igual que una almohada-Diría Anna con una sonrisa, cuando veía a su lado a Olaf estar agitado
-¿Olaf?-
-No siento mis piernas, ¡no siento mis piernas!-Gritaba este al mover un par de pies con zapatos
-Esas son mías-Diría de repente Kristoff al salir de la nieve por caer acostado, cuando ambos veían el cuerpo de Olaf caminar
-Hey, un favor, dame mi trasero-Kristoff tomaba la cabeza de Olaf, para colocarla en su lugar
-Ah, ya me siento mejor-
Mientras el joven se quitaba algo de la nieve, llegaba el reno junto a ellos, cosa que sorprendía al muñeco.
-¡Hola Sven! ¡El nos encontró!-Diría Olaf, sin darse cuenta que casi come su nariz, para abrazar su rostro mientras hablaba con un tono empalagoso
-¿Quién es mi reno lindo y tierno?-
-Hey, no le hables así-Diría el joven separando a Olaf de su amigo
-Hace cosquillas-Diría el muñeco entre risas
Kristoff al ver que Anna tenía dificultades para salir de la nieve, este se apresuraba para levantarse rápido e ir a sacarla.
-Te ayudo-Diría para tomarla bajo los hombros, y lograr sacarla de la nieve
-¿Estás bien?-
-Gracias-Suspiraba la chica aliviada, para luego verlo preocupada
-¿Y tú cabeza?-
Al tocar donde se había golpeado, el chico se quejaba y llevaba una mano a esta, riendo algo apenado.
-Está bien, no me duele. Tengo un cráneo duro-
-Yo no tengo un cráneo.... O huesos-Diría Olaf mirando a ambos estático
-Entonces, ¿ahora qué?-Preguntaba Kristoff mirando hacia la joven
-¿Ahora qué?-Reía Anna confundida, hasta que caía en cuenta
-¿Ahora qué?...-
Al pensar que no había resuelto nada, que su amiga se quedó arriba y que el invierno seguía en pie, llevaba sus manos a sus mejillas, apretando estas para luego comenzar a caminar en círculos.
-Ohh, ¿qué voy a hacer ahora? Él me hecho. Y no puedo ir a Arendelle con este clima, y TN se quedó arriba. Y también está tu negocio de hielo-Al verla muy preocupada, el contrario daba una sonrisa
-Ey, ey, no sigas pensando en mi negocio. Y TN estará bien, la conoces mejor que yo...-Diría con una sonrisa, hasta que notaba algo inusual
-¿Tú cabello qué tiene?-
-¿Qué? Caí de un barranco, ¿no has visto el tuyo?-Diría la chica confundida, mientras señalaba el cabello rubio del chico, cuando este bajaba su mano
-No, se está tornando blanco-Mencionaba preocupado
-¿Blanco? Es...-Al mirar una de sus trenzas, notaba que era cierto lo que decía, uno de sus mechones pasaba a ser completamente blanco, tomando este confundida
-¿Qué?-
-Es por el rayo que te lanzó Else...-Recoraba el joven preocupado de saber que no era la primera vez, además que no recordaba si TN también había recibido el rayo, ya que no la vio en mal estado
-¿Y se ve mal?-Preguntaba Anna mirando al joven que dudaba en responder
-No..-
-Oye, titubeaste-Mencionaba Olaf, alzando su cabeza con sus manos para quedar en medio de ambos
-No, no lo hice-Negaba para luego mirar a la joven
-Anna, iremos por ayuda, ¿okey? Síganme-
-Okey, ¿a qué lugar?-Preguntaba el muñeco con curiosidad
-A ver a mis amigos-
-¿Los expertos en el amor?-Preguntaba Anna al recordar lo que antes había dicho Kristoff de ellos
-¿Expertos en Amor?-Preguntaba igualmente Olaf con curiosidad
-Aja. Y tranquila, resolverán este embrollo-Aseguraba Kristoff mientras se colocaba su gorra en lo que caminaban
-¿Por qué tan seguro?-
Al escuchar la duda de Anna, este volteaba a verla, sabiendo que podrían ayudarla ya que lo hicieron cuando era niña, pero ella no lo sabía.
-Porque los vi hacerlo hace tiempo-Respondería solo con eso, para volver a caminar al frente
-Me gusta considerarme un experto en el amor-Diría Olaf mirando hacia Sven, quien solo haría un sonido, antes de seguir al joven que caminaba delante
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