MENTIRAS
CAPÍTULO CUARENTA Y UNO
Mentiras,
Los ojos de Kyomi brillaron al observar la mesa decorada con sencillas velas blancas y un cobertor rojo. Rindo se acercó por detrás, acariciando su cintura suavemente, depositando un corto beso en el cuello de la mujer.
— ¿Qué te parece?
— ¿Desde cuándo puedes ser tan romántico? — El mayor sonrió con diversión. — Es muy bonito.
— Siéntate. — El hombre ayudó a la castaña a tomar asiento, imitando su acción segundos después. — Pide lo que quieras.
— Te lo agradezco. — Watanabe tomó el menú, buscando rápidamente algo que se le antojara. — Rin ¿En dónde está Ran? Es extraño no verlo tan seguido a tu lado últimamente.
— Está algo ocupado. — Rindo frunció su ceño. — Además es mejor venir sin él, es un dolor de trasero.
Kyomi soltó una risilla, decidiendo finalmente por lo que comería, dejando así la carta del menú a un lado.
— ¿Sanzu dijo algo antes de venir?
— ¿Lo dudas? — Ambos rieron. — El nivel de sus celos a veces me llega a sorprender.
— Déjalo y ven conmigo. — Bromeó Rindo, la mujer le observó por unos segundos sonriente.
— No seas acaparador. — Kyomi sintió como el hombre tomaba su mano, depositando un corto beso en sus nudillos.
— Pienso a veces en cómo demonios hacemos funcionar esta mierda. — Rindo entrecerró sus ojos, mirando a la menor por pocos segundos. — Debo suponer que Sanzu está en lo más alto de la pirámide, después estoy yo y de último mi hermano.
— ¿Por qué crees que Ran está de último y no antes que tú? — Rindo elevó sus cejas con sorpresa.
— ¿Ese idiota es más importante que yo?
— No lo es. — Watanabe negó. — Ambos se encuentran al mismo nivel.
— No sé si me alegra escuchar eso. — Rindo soltó la mano de Kyomi, observando al camarero acercarse con sus pedidos, dejando ambos platillos sobre la mesa.
— Gracias por la comida.
Ambos se permitieron comenzar a degustar de sus platillos. Kyomi parecía realmente concentrada en ello, sin darse cuenta de las fugaces miradas que Rindo de vez en cuando le daba, recorriendo su rostro por momentos, volviendo segundos después a su plato.
Rindo no sabía exactamente cómo sentirse, sabía que le había dicho a la castaña que iba en serio con ella, aunque dudaba que la mujer confiara del todo en esas palabras, también dudaba de que ella se sorprendiera demasiado si descubría que alguno de los dos era infiel.
Después de todo esa relación entre los hermanos y la menor era extraña en demasía.
Pero Rindo realmente intentaba no ponerle el cuerno a la mujer, aunque a veces le era difícil con esas mujeres que se insinuaban a él moviendo sus caderas sensualmente o intentando acercarse de más a su cuerpo en un intento por calentarlo. Aun así, de los dos hermanos la castaña podía estar segura de que el primero en ser capaz de ser infiel a esa relación informal sería Ran, no tenía pruebas, pero tampoco dudas al respecto.
Los ojos violetas de Rindo recorrían lentamente cada detalle de la menor: sus cejas bien definidas, sus ojos de aquel color miel, su piel clara y aquellos labios gruesos y rosados que adoraba besar una y otra vez cada que tenía oportunidad.
Pero todo era una mentira, y el hermano menor lo sabía.
— ¿Terminaste? — Rindo parpadeó un par de veces, saliendo de su trance. Kyomi le observaba con una sonrisa, limpiando sus comisuras con una servilleta.
— Lo hice. — El hombre miró su plato, este estaba a medio comer, pero realmente no deseaba continuar comiendo. Levantando su mano, el hombre de cabellos violeta llamó a uno de los tantos camareros que en el sitio andaban, pidiendo así la cuenta, pagando después por lo ingerido aquella noche.
Juntos, Kyomi y Rindo salieron del sitio, siendo la mujer tomada de la cintura por el mayor quien les guio hasta el vehículo en el que habían llegado.
— ¿A dónde vamos ahora? — Preguntó Watanabe, mirando al mayor, este le miró confundido.
— ¿Qué dijiste? No escuché. — La menor frunció el ceño, esa noche el hombre parecía realmente distraído.
— Pregunté que a dónde iremos ahora.
— Ah, eso. — Rindo sonrió coqueto. — No quiero dejarte aún con el imbécil de Sanzu, tampoco quiero ir a casa con Ran así que, iremos a otro sitio.
Kyomi soltó una risilla por lo bajo, negando.
— ¿Podemos pensar en cualquier otra cosa que no sea sexo, por favor?
— ¿Qué tiene de malo? — Rindo se inclinó, depositando un corto beso en los labios de la menor. — ¿Acaso no disfrutas cuando me tienes entre las piernas?
— No te pongas caliente aquí. — La castaña le alejó, mirando por la ventana. — La noche hoy está hermosa.
— Lo está. — El hermano menor observó también por la ventana, notando la Luna llena brillando e iluminando todo a su paso.
A su mente llegaron pasados recuerdos de diferentes situaciones con aquella persona que había sido su principal interés por tantos años. Una sonrisa nostálgica se estiró en su rostro, jamás olvidaría esa noche en la que ambos se confesaron al otro de una manera tan cursi y poco original.
'La luna está más hermosa que nunca hoy'.
'Puedo descansar en paz ahora'.
El auto deteniéndose volvió a interrumpir los pensamientos del hombre, encontrándose frente a un lujoso edificio.
— ¿Un hotel? — La castaña giró su rostro, mirando al hombre. — ¿No habría sido mejor un motel o algo así?
— No es cualquier hotel. — El mayor bajó, ayudando segundos después a la menor a hacer lo mismo entrando juntos a la enorme y lujosa construcción.
— ¿Entonces qué clase de hotel es? — Watanabe recorrió con su mirada la recepción, sorprendiéndose al ver al hombre solamente caminar al ascensor, subiendo ambos sin pedir alguna habitación o llave.
— Es mi hotel. — La boca de la menor se abrió con gran impresión. — Cierra la boca o te entrarán moscas.
Rindo sonrió con diversión, mirando a la mujer aún incrédula. Al detenerse el elevador en el último piso, Kyomi siguió al oji-violeta hasta la puerta al final del pasillo.
— Ahora me saldrás con que tienes una suite para ti solo. — Bromeó la mujer, Rindo le miró con seriedad. — ¿Qué?
— Es así. — Kyomi abrió sus ojos con impresión. — Vaya mujer adivina encontré.
Ambos entraron finalmente al piso, dejándose ver una enorme y lujosa habitación incomparable a las demás.
— Carajo, Rindo.
______________________________
💦 Un voto y un comentario se agradece.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top