Te busco hasta en recuerdos,
te persigo sin cesar.
Sin tener tu consentimiento,
poseo adicción por estar.

Donde nadie me deja,
pero mi locura me permite.
Observando como más te alejas
implorando que te evite.

Prohibidos encantos,
tu belleza que me incita
a cometer uno de tantos
errores que te irritan.

Aunque te perturbe, odies frío,
me pierdo en tu resiliencia.
Un porvenir que no es mío,
y no acerco por persistencia.

Cruda verdad, falsa existencia,
que omite mi conciencia,
esperando que tu pierdas la paciencia
o rendirme al suplicar clemencia.

Porque no me huyes, te enamoras;
no me equivoco, es el camino.
Pasan los segundos y las horas,
alma ciega por el destino.

Te busco hasta en recuerdos,
te persigo sin cesar.
Prefiriendo los aciertos
a la realidad de mi pesar.

Comprende desdichada dama,
mi sentir, mi desventura.
Fascinado mi ser que te aclama,
observando tu infinita preciosura.

Pero no estás, más que en ilusiones
y te tendría, si tu quisieras.
Pero me conformo con las visiones
que con cosas verdaderas.

Imagínate... ¡bello futuro!
Armonía imperturbable perfecta.
Accediendo tú, el ser más puro,
proceder de la forma correcta.

Un poco de tiempo, un poco más...
pues imposible no hay cosa alguna...