II. Escarlata
Llevo más sangre en mis manos
de la que fluye por mis venas.
El fuego de tus ojos
que a diario me condena.
Mis pensamientos vanos
a mí atados cómo cadenas.
Dejan de pasos despojos,
elixir que me envenena.
Indeseables veranos,
inviernos que leen penas.
Rosas, sangre a vivos rojos
a la luz de la luna llena.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top