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CAPÍTULO TRES
SWEET DISTRACTION
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LA NOCHE CAYÓ y fue el momento, todo Auradon se enteró del primer proclamó real. Todo fue un gran desastre.

La ceremonia se canceló antes de que empezara y muchos personajes e hijos querían reclamar a Ben, pero no pudieron. En cambio justo ahora él y todos sus amigos están respondiendo llamadas y cartas de personas molestas en el gran salón real del castillo de la bella y la bestia.

— Hey — llamó a Mariela — escucha esto: "Si es verdad lo que dices yo que tú cuidaba tus espaldas en las regaderas" — la miro con una expresión divertida y le mostraba la carta en sus manos — Saca tus propias conclusiones —rió

— Eres un cerdo — Lo miró con una expresión neutra y el la miró ofendido.

— ¡Nicholas! — lo reprendió su melliza que estaba a unos pasos del par — ¡Esto es serio! Ben está recibiendo amenazas de muerte, — dijo con una expresión de angustia. Camino hacia el y le hablo al oído — Es divertido pero no lo hagas.

—¡Te escuché! — gritó Ben desde el otro lado del salón con dos cartas, una de cada lado.

— Sorry not sorry — levantó los hombros sin darle importancia para después regresar a la computadora de escritorio junto a Chad para seguir leyendo los correos que le llegaban al castaño.

— ¿Hay alguien en Auradon que no me odie en este momento? — se sentó abatido en su escritorio.

Todos en la sala se miraron unos a otros, esperando a ver quién lo contradecía. Nadie dijo nada por unos largos segundos, varios ya veían otros lugares evitando la mirada entre ellos. Tal parecía que ninguno iba a responder. Ni siquiera Audrey.

Esa era la idea hasta que se oyó un suspiro en una de las esquinas del cuarto.

— Nosotros no te odiamos, Ben — Crystal comenzó a caminar hacía el hasta que la habitación se llenó de carraspeos y toses falsas. Se detuvo a mitad del camino mirándolos a todos molesta, respiro hondo y terminó por llegar hasta el morocho — Yo no te odio —corrigió luego le dedicó una sonrisa.

Ben le sonrió de vuelta provocando que la rubia se sonroje. Su contacto visual se vio interrumpido por el sonido del teléfono, que era el que ella estaba cuidando segundos atrás.

— ¿Aló?... A-ajá... — suspiró — okey... s-si... yo le paso el mensaje... —colgó rápidamente el teléfono mientras tenía una expresión de terror en el rostro.

— ¿Quién era? —preguntó Mariela.

— Gruñón.

— ¿Y qué quería? — levantó una ceja Hector.

— No quieres saber. — dijo ahogadamente.

Se oyó la risa de Nicholas desde el sofá, Mariela lo miro mal como en todo la tarde.

— Clásico del tío gruñon — siguió riéndose.

( 👑 )

La noche cayó, ya cada uno de los descendientes se encontraba en su hogar con sus familias.

Tal era el caso de Nicholas y Bianca que cenaban junto a su familia en el comedor de su palacio. Comían en silencio, aunque no hacía falta decir nada, lo preferían mejor así.

Sobre todo la princesa de pelo azabache que estaba absorta en sus pensamientos; lo de la bienvenida, tratar de que no linchen a su amigo y... Héctor.

Tenía que hacer algo con este último a la de ya.

No se la dejaba fácil y menos ahora que volvía a ser atento con ella. Sabía que era porque ahora el estaba enterado de que había terminado su última relación y no había que ser un genio para saber quién lo mantenía informado de la situación.

Giro a ver a Nicholas el cual tenía el tenedor a la altura de la nariz y veía el tofu con cara de desagrado. Bianca rodó los ojos.

Héctor tenía un punto, sabía que a ella también le gustaba.

Él siempre fue consiente de que era la espina que nunca pudo sacar y la competencia indirecta de todos sus ex-novios, que ninguno ha podido superar siendo así la razón de que los noviazgos de Bianca siempre fracasan.

Y eso se estaba convirtiendo en un problema.

No era tonta, estuvo consiente de cómo la miraba todo el rato en la biblioteca, una mirada que era muy común en los chicos que la veían, pero esta era más intensa.

Ella nunca había sufrido por un chico, todos los chicos con los que ha salido es porque eran escenciales para ciertos asuntos y que podían ayudarla en otros, nada sentimental por parte de ella.

Trato de evitarlo todo el tiempo, incluso por la tarde cuando todos estaban en el castillo de Ben estuvo junto a Chad todo el rato que pudo. Claro que sin ningunas otras intenciones, también eran amigos de la infancia. Además ambos eran muy iguales, no podrían estar juntos ya que sus personalidades chocarían mucho.

Ella insistía en que aún no era el momento para que ellos dos estuvieran juntos. No podía concentrarse en una relación seria ahora. Estaba demasiado ocupada y el tenerlo la alejaría de su objetivo.

Era la misma situación cada cierto tiempo.
Estaba harta.

Había tenido suficiente le dolía la cabeza de tanto pensar. Lo mejor era buscar una distracción.

Y sabía perfectamente dónde conseguirla.

(👑)

Esperaba paciente en el lugar acordado de siempre. No tenía prisa, debía reflexionar varias cosas antes, creía estar lista nuevamente para esto, lo alejo por un tiempo pero ya era hora de volver a las viejas costumbres... y cómo había dicho antes, necesitaba distraerse.

Era tarde, había escapado de casa, eso no fue un problema ya que como había mencionado antes, no era la primera vez que hacía aquello.

Entonces lo vio.

Entraba por la puerta mirando hacia todo lados tratando de no ser visto. Cuando termino de revisar el perímetro y se dio vuelta pudo notar que no estaba muy feliz, y en cierto punto lo entendía.

Pero podría manejarlo, lo conocía perfectamente.

Nunca había tenido esa fachada de niña buena, sus padres lo saben, pero definitivamente si se enteraran de las cosas que hacía con el hombre no dudarían en mandarla al "retiro" de las hadas Flora, Fauna y primavera.

— ¿Por qué me llamaste? — Bianca tragó duro ante la impotente figura del hombre. Y demonios estaba más ardiente que el mismo infierno.

— Te queda bien tu nuevo look... aunque el anterior te daba ese toque... salvaje — sonrió coqueta y volvió a acercarse a él trató de tocarlo pero el fue más rápido y atrapó su diminuta mano en el aire.

— No me cambies de tema ¿qué es lo que quieres?

Tal vez se subestimó un poco y en realidad si iba a estar un poco más difícil, pero valdría la pena.

Estaba consiente de que él al igual que muchos fue de los tantos hombres que cayó rendido ante la belleza de su madre, pero eso fue mucho tiempo atrás. No le tenía envidia, jamás lo había hecho, fue una de las tantas personas que la educo para ser la gran persona que es ahora.

Pero también había que ser francos y no evitar un hecho, que así como las flores se marchitan, también la belleza, y Blanca Nieves ya estaba siendo cosa del pasado.

Ahora sólo quería ser ella. Salió de Blanca siendo una nueva, joven y mejorada versión de ella, era una nueva Blanca Nieves y y sabía que podía ser mucho mejor. Ese... era su objetivo.

Ahora los hijos de los que andaban detrás de su madre la persiguen a ella. ¿Y por qué no? También las mismísimas leyendas...

— Eric... ¿así tratas a tu vieja amiga? — dijo con fingida voz triste.

Eric

Ay su "tío" Eric, el cazador

El hombre que ayudó a su madre a sobrevivir de la reina malvada. Aquel que conoció desde niña, el hombre con el que irónicamente se terminó acostando.

— Claro... ya te aburriste de los principitos y vuelves a buscarme... ¿quién te crees eh?

— Ya te dije que no te cambie por nadie... —suspiró — y yo no me creo nada solo... — se quitó su "disfraz" que constaba de un gran abrigo de peluche y unos lentes oscuros para que nadie allí la reconociera
dejando al aire un revelador conjunto de ropa — Solo quería estar contigo — terminó por sentarse en la gran cama de hotel y cruzó las piernas de manera que su diminuta falda se subiera más.

El seguía mirándola serio. Claro como no estaría molesto si después de muchas promesas y encuentros cercanos lo voto como si nada.

Ella al ver que no cambiaria su cara resoplo de manera infantil.

— Ash, tienes que entenderme... en ese momento las cosas se pusieron complicadas y tuve que hacerlo... ya no te enojes conmigo — hizo un puchero

Y el sin darse cuenta estaba cayendo poco a poco, nadie se escapaba.

Sorry por la tardanza pero no se imaginan cuanto batallé para escribir este cap. Litt lo escribí unas cuatro veces y no me gustaba como quedaba y lo borraba y lo volvía a hacer, espero y lo hayan disfrutado ;)
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