Gulf se queda viendo la pantalla completamente malhumorado. —Tomo tu mano, cariño, y la pongo en la mía.— Sigue la canción Zee mientras agarra la mano izquierda de Gulf de manera romántica (en broma) entrelazando sus dedos con los del piel café. Poniéndose a su lado. Sofocandolo y acabando con su espacio personal como esa chica coqueta. Por ello el angustiado bailarín lo mira mal también.
Pero la chica endereza su espalda, al igual Gulf y Zee y hacen un paso doble cruzado moviendo sus cuerpos a la derecha por instinto. Todos mirando a la pantalla de televisión con sonrisas a excepción del piel dorada.
—Sabes que me detuviste mientras pasaba. Y ahora te ruego verte bailar solo una vez más. Oh yo,— Uno de los bailarines iba cantando pero los oídos de Gulf ensordecieron las voces. Las convirtieron en sonidos distantes monótonos inaudibles por más que aumentaran de volumen.

De repente, Gulf miró a la chica coqueta y ya esta no era la chica coqueta. Esta era su anterior profesor de baile, Mew. Ese hombre de cabello largo hasta los lados de su fornido cuello... Vistiendo una chaqueta sedosa negra con pantalones negros y botas invernales. Sin camisa. Dejando al expuesto sus abdominales y hermosos pectorales. Sabe cómo son pues ha visto al profesor sin camisa en las anteriores clases. A veces el profesor sólo se ponía una chaqueta por encima.

La música fue reemplazada por una versión suave de "The Music of The Night" de la clásica película "El fantasma de la Opera". Ambos se miraron intensamente mientras que las luces de la habitación brillaban en ellos sus colores neones. El profesor se le quedó viendo y, en cámara lenta, se rodearon sin quitarse la mirada. Dando una confrontativa vuelta en ese mismo sitio a un pace suave. Mirándose con un caótico deseo. El profesor poco a poco sonriendo. Mientras que el bailarín estaba serio.

De repente fue como si para el bailarín sus demás compañeros desaparecieran y quedarán el profesor (que de seguro era una ilusión) y él. Dejaron de dar la vuelta para que el bailarín por fin cediera a un acercamiento definitivo. Se desplazo elegantemente con una pierna para llegar a su profesor y ambos rozaron narices ante la cercanía. El profesor agarrando un micrófono.

—En mi dormir él cantó. En mis sueños vino.— El Profesor Mew canta la canción al micrófono con unos ojos entrecerrados y una sonrisa mezquina. Gulf agarra el micrófono pero el profesor no lo suelta y en vez, acerca la mano del estudiante a su pecho. La desplaza por su desnudo pecho hasta hacerlo agarrar uno de sus pectorales. Frotando su mano ahí y haciendo que Gulf apriete el pectoral con fuertes frotes sensuales. Sacando gemidos roncos del profesor.

El piel dorada no se puede resistir, y tira al profesor al mueble del karaoke para besarlo. El profesor tiene las rodillas alzadas a los lados del bailarín mientras que se besan de manera ardiente. Gulf lo besa intensamente. Agarrándolo de las mejillas. El cabello de su profesor colándose.

El profesor pasa de su boca a besar su cuello y Gulf gime mientras cierra los ojos. Frunciendo el ceño. Sintiendo los gemidos de su profesor sobre su cuello mientras le desplaza sus besos. El profesor cuela una mano a agarrarle el mentón suavemente mientras le coloca dos dedos a la boca.

—Profesor.— Gime el piel café clara.

—¿Qué?— Ahora se escucho la voz de la chica coqueta. Confundida. Gulf frunce el ceño y al mirar abajo, regresa a la realidad: a quién beso y tocó todo este rato fue a la chica coqueta no al profesor. Su mente le jugó una mala fachada. Ella lo está mirando en confusión al igual todos los bailarines. Ya nadie estaba cantando. El piel dorada los miro a todos. Con miedo. Miedo de haberse expuesto. De haber expuesto la aún misteriosa relación de él y su profesor.

—Ah. Lo siento. Voy... Al baño.— Se disculpa el bailarín antes de irse. Saliendo de la sala de karaoke bajo la confusa mirada de sus compañeros bailarines. Zee está demasiado confundido.

Gulf entra al baño, sujetándose al lavamanos fuertemente. Casi y expone la relación rara que tiene con su profesor si es que ya con ese gemido que hizo no la expuso. Se cubrió la boca con una mano al recordar cómo tan solo el gemido salió de su boca. —Tonto. Gulf. Tonto.— Se llamo así mismo. Dándose tres cantacitos en los labios antes de lavarse la cara con agua.

Se la lava, y vuelve a sacar su teléfono para mirar el mensaje del Profesor Mew. Se le queda viendo al mensaje de texto.

🩰

Por otro lado, el Profesor Mew parecía estar en su casa con las luces apagadas. Sentado en el mueble de la sala de estar. Desnudo. Con el teléfono en el brazo del mueble. Mew estaba mirando a la pantalla de TV encendida frente a él mientras que un hombre joven le parecía estar dando un mamada. Los gemidos del joven hacían eco por la habitación. Las chupadas que jalaban de aquella carne hacían un sonido tan vulgar como exquisito. El hombre joven a un punto de vista cercano, se podía ver que estaba desnudo.

—Mmm.— Gime el Profesor mientras se mantiene viendo el televisor. —Ngh.— Arquea su espalda con un gemido más alto. Ojos cerrados.

Hasta que se corre y hace un gemido placentero. Súper suave. Desviando la mirada para cerrar sus ojos y sostener su boca en un delicado puño. Sensual y elegante.

La persona alza su cabeza y era el detective Saint. Él se limpia la cornisa de su boca con su pulgar. Mew baja la mirada para verlo con una sonrisa. —Dices que,— comienza el profesor con mucho interés en el joven hombre. —¿eres detective?

—Sí. Mm... Normalmente no voy a la casa de hombres después de hacer informes en la comisaria pero tú...— Saint brinca sus hombros con una humilde sonrisa. —Te acercaste a mí en ese bar y...— Él relata sensualmente como se encontraron hoy mismo. Mew se inclina para besarlo a la boca. El detective le devuelve el beso. De ahí continuan los besos. Tomando avance y ritmo. Hasta que el detective se va poniendo de pie y se sienta en su regazo. Sujetando suavemente los hombros de Mew. El pelilargo lo sigue besando.

El detective introduce el miembro en su entrada y gime involuntariamente en los labios del contrario por instinto. Él comienza a brincar suavemente. Amasando sus muslos a los lados de los del profesor. Brincando suave y sutilmente. Con ritmo. Comenzando a gemir fuera de su control.

—Usted está investigando algún caso en especifico, ¿detective?— El profesor Mew se adelanta a preguntar durante los brincos del detective.

—Un caso en una academia. La Academia de Ballet.

Mew sonríe. —Pues qué coincidencia y unión del destino porque yo doy clases ahí.— Él termina de decir.

Saint deja de brincar y lo mira a los ojos completamente sorprendido. —Ay mierda, no.— Dice el detective. Mew va sonriendo.

—Mierda. No puedo relacionarme con ningún sospechoso posible del caso. Con nadie del caso.— Saint dice. Desesperado.

—Tranquilo,— Mew susurra. —Nadie,— Él rodea firmemente la espalda del detective con un brazo. —tiene por qué enterarse.— Comienza él a embestir al detective. Rebotando el cuerpo de este con suaves brincos.

—Ajá.— Saint débilmente cae redondo a por él. Asintiendo con la cabeza mientras se le queda viendo al rostro y Mew los acuesta a un lado. Para sentarse él, teniendo ahora las rosadas rodillas del detective alzadas a los lados de sus caderas y prosigue a embestirlo así.

*N/A: Ahora sí, primer capitulo terminado. Espero les haya gustado and por coincidencia de la vida el detective esta haciendo el delicioso con el profe 🙈✨🩰 Debo decir: Saint tendrá una historia súper interesante + él es uno de nuestros protagonistas así que espero hacer de esta historia una intrigante y divertida de leer con su suspenso💖*