#6
- Me levanté un poco adolorido por eso de estar durmiendo con alguien más, y sinceramente fue un poco molesto en realidad, jamás volveré a dormir con nadie más en mi vida. Ya que a pesar de haberme levantado ni los ojos querían abrirse de lo cansado que estaba, y es comprensible ya que últimamente me despierto algo más tarde además de dormir más tarde de lo usual, pero igualmente los abrí a regañadientes, caminé hasta el baño - o al menos donde tenía entendido que era - saliendo de la habitación con cuidado de no despertar a nadie. Cuando llegué me lave la cara con agua fría y me vi al espejo; ¿Será buena idea intentar algo con Claus? Fuera de bromas tontas o pesadas, él me gusta mucho, pero por eso no tiene porque ser el indicado para mí, ¿Y si sólo él será una fase de mi vida más no para siempre? Todo es posible, y no tengo idea de porque me pongo a pensar en esto ahora... Quiero decir eso lo voy a descubrir después supongo. Pero dejándome de torturar por cosas del futuro, al salir del hotel con comillas incluidas, caminé hacia mi casa, aunque no quiero ser exagerado pero siempre he sentido que ir de mi casa al pueblo me cansa mucho, es un buen tramo por el cual recorrer... Y ahora realmente no estaba de humor para eso. En algún punto de mi vida deje de usar el PSI de forma parcial por no decir definitiva, porque no lo consideré necesario ni ahora precisamente, pero... Hoy no quiero caminar.
- Me estiré un poco, ya que no lo hacía desde hace un tiempo, y después de buscar un terreno optimo para mi teletransportación - o correr, que es justo lo que haré. - y la ejecute. Al llegar como un rayo a mi casa allí me esperaba en la puerta mi madre que me sonrió amablemente, yo me fui acercando poco a poco a la puerta devolviéndole la sonrisa.
— Pensé que no querías usar más tu PSI. — Dijo de forma calmada mi progenitora. Yo reí un poco.
— Tenía flojera y por eso me teletransporte. — Me rasqué la nuca.
— Anda, pasa. — Ella entro a la casa dejando la puerta abierta para que pasara.
- Entre a mi casa y me dirigí a mi habitación para tomar ropa e ir al baño a bañarme, me iba a vestir ahí mismo si se lo preguntan, también agarre una toalla y salí lo más rápido de la habitación al baño para que alguna de mis hermanas no se apoderara de el por 10 horas. No habían moros en la costa o al menos eso creí ya que Minnie estaba saliendo de su habitación con una toalla y un patito de baño en sus manos, en medio del pasillo del segundo piso, nos detuvimos viéndonos por unos segundos, sabíamos lo que queríamos. Ambos corrimos hacia el baño, Minnie tenía una leve ventaja sobre mí, era imposible ganarle... ¡Literalmente ya estaba abriendo la puerta del baño cuando yo estaba sólo a unos pasos de ella! Pero en ese momento se me ocurrió algo.
— ¡Minnie! ¡Para! ¡Hay una cucaracha en el baño! — Dije cansado de correr. — ¡Detente!
— ¿¡QUÉ!? — Paro de repente, y ambos chocamos.
— Por eso es que voy al baño con tanta urgencia, voy a ir a deshacerme de ella. — Respondí de la forma más genuina posible.
— Ajá, ¿Y mataras a la cucaracha con una toalla? — Alzó una ceja, oh bueno no pensé en eso.
— ¡NO MÁS PREGUNTAS!
- Hice a un lado a Minnie y volé hasta el baño, cerré la puerta con pestillo y suspiré aliviado, escuché golpes en la puerta que probablemente provengan de Minnie.
— ¡No se vale Ninten! ¿En serio te tienes que bañar justo ahora? ¡Yo pensé en hacerlo hace una hora! — Me gritó mientras tocaba cada vez más fuerte la puerta.
— ¿¡Y POR QUÉ NO TE FUÍSTE A BAÑAR ENTONCES!? YO NO ESTUVE AQUÍ EN TODA LA NOCHE Y PARTE DE LA MADRUGADA, ¿NO CREES QUE TENÍAS MUCHO TIEMPO PARA BAÑARTE? — Aunque no la estaba viendo, seguramente rodo los ojos y se marchó por el sonido de sus pisadas.
- Finalmente estuve solo para reflexionar tranquilo mientras me daba un baño - al mismo tiempo me cepillaba y me lave la cara rápidamente en la ducha, después de todo me estaban esperando - que fue reparador, más de lo que yo esperaba, ¿Y qué pensé por todo ese tiempo? Bueno, cosas de la vida como... PRESENTARLE A MI INTERÉS ROMÁNTICO A MI MEJOR AMIGA POR EJEMPLO, me pongo hasta nervioso de pensarlo, Ana es mi ex novia, dejamos de salir hace tiempo, y realmente me da miedo pensar en cual seria su reacción, ella es realmente dulce pero puede que se sienta incómoda por eso mismo, y no quisiera eso para nada, obviamente con Pippi sería más sencillo porque ella sólo haría algunas bromas... Pero, ¿Y si Ana se enoja o deja de ser mi amiga? Bueno eso es sólo un poco exagerado, pero no puedo evitar caer en la locura en momentos como este... Igual, como es una piscina Ness y Lucas estarán lo suficientemente ocupados para no interferir en esto, realmente me sentiría bastante avergonzado que supieran la verdadera razón por la que están ambos aquí... Al escuchar golpeteos en la puerta rompió mi inspiración para seguir pensando del asunto.
— ¿¡QUÉ!? — Grité bastante molesto.
— SALES O ROMPO TU GORRA CON MIS TIJERAS. — Amenazo Minnie, que mentirosa me salió la niña.
— Sí claro, y yo voy a ir al cielo. — Rodó los ojos divertido aunque Minnie no lo viera.
- Al otro lado de la puerta se escucho un sonido de unas tijeras abriéndose y cerrándose, ya con eso pude saber que iba en serio; Con la rapidez de Flash me sequé con la toalla.
— Estoy esperando. — Movió las tijeras con más agresividad.
— ¡QUEDATE QUIETA! — Dije molestándome más el asunto.
- Me puse mi ropa y abrí la puerta del baño, con el ceño fruncido, ella me sonreía mientras tenía mi gorra en sus manos y unas tijeras peligrosamente cerca de ella, le arrebate la gorra de las manos y me largué de allí, poco después escuché la puerta del baño cerrarse, Dios, que niñas... Subí nuevamente a mi habitación a colocarme las medias, mis zapatos, y mi gorra. Ya quitándome un peso de encima, procedí a ayudar a mi madre, ella estaba preparando la comida mientras yo iba buscando todo lo que llevaríamos, como protector solar, las toallas, y esas cosas, dejándolas en un bolso - bastante grande - que iba a llevar. Después de tener todo listo, llamé a Claus para darle la noticia.
— ¿Sí? — Contestó desganado.
— Necesito que vengas, iremos a una piscina. Trae también a Lucas.
— Oh, no te preocupes trajimos traje de baño. — Mencionó de forma muy relajada.
— ¿Qué? ¿Cómo demonios predijeron que íbamos a una piscina? — Amigo que demonios...
— No lo hicimos, eso se llama estar preparado para lo que sea. ¡Incluso traje patines!
— Claro, traes unos patines pero te dejas los calzones en la casa, te veo muy capaz de eso. — Rodé los ojos, ¿Para qué cree que le servirían los patines?
— ¡ESO NO ES CIERTO! Yo sí los traje y los traería.
— Ya bueno, ¿Puedes venir?
- Tan pronto como lo pregunté colgó, supongo que eso es un sí. Deje el teléfono aún lado y confié en que vendría sano y salvo con Lucas, ahora debía hacer otras cosas como seguir ayudando con esto del viaje. Podríamos decir que exactamente unos 30 minutos después vino Claus, pero solo, obviamente me enojé porque le dije que viniera con Lucas, ¿Acaso no había sido lo suficientemente claro? Tal vez no lo fui, tuve que detenerme - ya que estaba llevando una canasta llena de comida - para hablar con el ángel que tenía en frente.
— ¿Y Lucas? — Fruncí el ceño.
— Está alistándose aún.
— ... ¿Ness?
— No lo desperté. ¿Me ves con cara de niñera o qué? — Rodó los ojos.
— ¡DIOS ES LO MINÍMO QUE TE PIDO CLAUS! Pero, ¿Le dijiste a Lucas que lo despertará, no?
— ¿Y tú qué crees? — Suspiré irritado y le di la canasta. — Ninten...
— Llévale esto a mamá y pregúntale donde lo vas a poner, iré a despertar a Ness. — Sin más que decir corrí fuera de la casa como flash.
- No tengo ni idea de que hora era a este punto, pero de acuerdo al sol que me estaba friendo entendí que muy temprano no era, gracias al cielo llegué antes de desmayarme por el cansancio. Al llegar a la habitación toqué desesperadamente la puerta y Lucas amablemente me abrió, como una bala entré, - seguramente estaba bastante confundido - tome un balde que encontré debajo del fregadero y lo llené con agua fría, y con toda la furia en mi interior fui hasta la habitación y se la tiré encima a Ness, este se levanto rápido, justo como lo necesitaba.
— ¿¡ABUELO ERES TU!? — Se sentó en la cama choqueado, yo me congelé.
— ¿TAN VIEJO ESTOY? — Dije comiéndome las uñas por el comentario, ¿ME ACABA DE CONFUNDIR CON SU ABUELO? Seguro era de la cara de muerto que traía por estar despierto desde temprano...
— Oh... ¡No! Era por el sueño que acabas de interrumpir... — Sonrió, aunque de forma un poco forzada.
— Ay que pena, ¿Qué? ¿Vas a llorar por eso? Por favor, son más de las 11. — En realidad no tenía idea de que hora era. Pero aún así me mofé de él.
— Yo duermo hasta las 1. Déjame en paz. — Enterró su cara en la almohada empapada. Pero para sacarlo de allí sería una tarea sencilla.
— Qué pena... Hoy íbamos a una piscina.
— ¿Y a mi que? — Me miró sin ningún interés.
— Pues, Lucas va a ir. Pero ya que no quieres ir... — Dije con una voz quebrada a punto de irme de la habitación dramáticamente.
- A Ness se le empezó a reiniciar el Windows, y era un poco obvio que iría, si estaba interesado en Lucas de verdad lo haría sin pensarlo demasiado, así lo hizo, de forma robótica se levanto de la cama y se fue de la habitación mojando todo a su paso. Solo de nuevo, que novedad, pero como soy una persona decente tome las sabanas y la almohada, con un buen life hack que me enseñó... No me acuerdo, tome una secadora que estaba en el baño y empecé a secar la cama, las sabanas y la almohada, no es un proceso especialmente rápido pero me servía, después de un ratito escuché que la puerta se había cerrado, significando que me habían dejado solo pero en el apartamento o eso creí, Lucas entró a la habitación a ayudarme.
— ¿Qué sucedió? — Dijo curiosos mientras yo sostenía el secador de pelo secando una de las sabanas.
— Desperté a Ness con agua. — Me encogí de hombros.
— Ya veo, con razón estaba todo lleno de agua. — Él rió. — Oye, de verdad te agradezco mucho. Me la estoy pasando bien aquí...
— Me alegro mucho amigo, ese era mi plan. — Le sonreí. — No tienes porque agradecerme.
— Bueno, es que sé que iba a estar estorbando entre ustedes dos. — Dijo tranquilamente, me paralice, y cuando terminé de secar la sabana lo mire a los ojos. Él me devolvió la sonrisa y tomo la sabana para doblarla.
— ¿Ustedes dos? — Repetí. Tome otra de las sabanas e hice lo mismo que antes bastante sorprendido.
— No soy tan tonto, ¿Sabes? Sé que Claus y tú tienen algo. Me lo contó un pajarito. — Al terminar de doblar la sabana la dejo en la otra cama. — O al menos quieres llegar a ese algo con él. Por eso lo invitaste a tu casa e invitaste a Ness, porque querías estar a solas con Claus.
— ¡Maldigo al pajarito que te contó todo eso! — Refunfuñé y el rubio sólo estalló en carcajadas.
- Después de unos largos diez minutos terminamos de dejar todo como estaba, para salir juntos hacia mi casa, realmente estaba aún más nervioso, ¿Quién fue el que le dijo todo eso a Lucas? No creo que Claus le haya dicho, ¿O sí? Tengo tantas preguntas que no podrán ser respondidas... Estoy tan asustado. Al llegar le reclamé un poco a Ness por no haberme esperado mientras Claus, Lucas, mi mamá y las niñas estaban esperando afuera, tuve que arreglarme un poco más ya que gracias a todo lo que hice estaba como un loco, aproveché de peinarme y consolarme en el espejo, finalmente salí para poder partir a la piscina.
— Ya estamos listos ma.
— Perfecto, andando. — Contestó mi madre cargando algunas cosas.
— ¡Sí! — Las gemelas festejaron con sus voces agudas.
- Fuimos caminando con cierto grado de tranquilidad, todos hablaban entre sí mientras que yo y el ojivioleta andábamos en un silencio sepulcral, aunque yo no estaba demasiado tranquilo que digamos, tenía tantas cosas encima que tal vez me iba a morir, en serio, estaba llevando unas bolsas ahora mismo, iba a volverme loco con el peso y mis pensamientos, así que miré a Ness y decidí molestarlo un poco. Él estaba un poco alejado del grupo posiblemente evitando hablar con Claus y demasiado nervioso para hablar con Lucas.
— ¿Ya sabes que hacer en tu primera cita? — Él me tapo la boca y susurro.
— No digas esas cosas... ¡Sólo vine para conocerlo mejor!
— ¿En otras areas, no? — Subí y bajé mis cejas para molestar.
— ¡Shhh! Claro que no. — Suspiró. — ¿Me vas a ayudar? — Me mordí el labio inferior.
— Obvio que no, sólo quiero que me cuentes como te fue después. — Ya tenía demasiados problemas para tener uno más a la lista.
— Que buen amigo tengo. — Dijo rodando los ojos.
— El mejor. — Respondí con un tono divertido, aunque realmente estaba más que preocupado.
- Cuando llegamos lo primero que hice fue quedarme cerca de la piscina buscando con la mirada a mis amigas, Claus creyó que era buena idea acompañarme. Estaba bastante concentrado en localizarlas que él se dio cuenta.
— ¿Qué tanto buscas, Ninten? ¿A tu papá? — Lo fulminé con la mirada para suspirar.
— Realmente me da pena pensar que de verdad creíste que ese era un buen chiste. — Y seguí con mi cometido.
— Hablo en serio, ¿Qué buscas? — Dijo ignorando mi comentario.
— A unas amigas, quiero presentarte. — Lo mire con molestia. — ¿Puedes dejarme buscarlas?
— No creo que las encuentres sólo mirando.
— Yo... — Antes de que pudiera decir algo Ana y Pippi se acercaron corriendo.
— ¡Ninten! — Gritaron al unísono.
— Hola chicas, ¿Qué hay? — Salude con la mano, Claus levanto una ceja.
— ¿Y ellas son?
— Ana, y ella es Pippi, un gusto Claus. — La rubia extendió su mano para estrecharla con el pelirrojo.
— El gusto es mío. — Sonrió el pelirrojo de una manera... ¿Extraña? A Ana, al menos a mí nunca me ha sonreído de esa forma, mientras estrechaba la mano con Ana y saludaba a Pippi con la mano. Ana no se veía muy cómoda y estaba mirándome mientras estrechaba la mano con Claus, no sé que cara tenia pero no debió ser muy buena.
— Ninten nos ha hablado mucho de ti. Ana estaba entusiasmada de conocerte, como eres muy cercano a él y ella es su novia... — Dijo Pip bastante animada, aunque vio un poco de tensión en el ambiente. Y eso empeoró con lo último... ¡NO RECORDABA NO HABERLE DICHO A PIPPI QUE NOSOTROS NO ESTABAMOS SALIENDO EN ABSOLUTO! Ana no sabía que cara poner y yo tampoco.
— ¿En serio? ¿Qué les dijiste, Ninten? — Claus me volteó a mirar y yo lo mire también, simplemente no sabía que decir, él me dio la mirada más extraña que había visto jamás.
— Bueno yo... Dije muchas cosas... ¿Cómo-? ¿Cómo quieres que me acuerde de todas ellas? — Reí extremadamente incómodo.
- Quería escapar de ahí como diera lugar, mire de reojo a donde estaban Ness y Lucas, ellos no se veían ni un poco mejor a lo que pasaba aquí, así que decidí escaparme, dije algo como "necesito un minuto, ¡Debo salvar a un soldado!" y me fui torpemente, escuché un grito ahogado de la misma Ana pero no voltee hacia atrás hasta estar lo suficientemente lejos de allí, vi que Claus dijo algo y se fue con mis hermanas, le vi la cara de "auxilio" a Ness y decidí hacer como si lo ayudara o cualquier cosa, no sé, debo hacer ALGO para sentirme menos incomodo ahora.
— Hola, hello, vine por Ness, ¿Te molesta si lo tomo un segundo? Debo decirle algo importante.
— No hay problema. — Sonrió apenado.
— Thank you!
- Lo tome del brazo como si mi vida dependiera de ello mientras nos alejábamos aún más de todos, suspiré y deje que mis demonios internos salieran a lloriquear, Dios todo estaba saliendo peor de lo que esperaba.
— ¿¡Amigo pero tú estás loco!? ¡No puede ser que seas tan bocón!
— Lo sé, lo sé, menos mal que me sacaste de ahí.
— ¿Y cómo no? Pudiste haberle dicho hasta el nombre de sus futuros hijos si no te sacaba a patadas.
— ¡Ya! Deja de creerte la gran cosa, y dime, ¿Qué hago?
— Primero, cómprate un candado.
— ¿Para?
— ¡Para que cuando la cagues puedas cerrar la boca!
— Hablo en serio Ninten... — Miró a otro lado.
— Bien, si quieres un buen consejo, piensa las cosas dos veces, porque en tu mente de orangután puede sonar bien hasta preguntarle si tiene casa sola. — Dije con sarcasmo.
— ¿Podrías dejar de burlarte? A ver si tu eres bien romántico, ¿Qué harías en mi lugar?
— Le preguntaría a su hermano si me deja estar con esa persona, y si dice que sí, bien, si dice que no, me da igual, después sería más cercano a esa persona, recalcándole lo lindo que me siento cuando estoy con ella, vamos viejo, estuviste con Paula. — Estaba desesperado.
— Paula se me confesó de la nada, yo sólo acepte. — Se encogió de hombros, ni siquiera dude un segundo que él no estuviera bromeando. — Pero tomaré en cuenta todo.
— Bien, pero yo te ayudo cuando tengan una cita "oficial" después no me vengas lloriqueando porque la cagaste, ya no te cubriré más la espalda, estoy ocupado.
— ¿Haciendo qué? — Me puse un poco nervioso.
— Sacándote del camino a Claus, estoy entreteniéndolo.
— Oww, no eres tan mal amigo, gracias por esa parte también.
— ¡No te preocupes! Lo hago por voluntad propia. — Respondí mientras voltee a mirar a Claus mordiéndome el labio inferior.
- Me fui de inmediato antes de que me dijera algo más en dirección de comer un bocadillo, me gusta exagerar pero vamos, ¿En serio esto tuvo que salir TAN mal? Supongo que el drama es mi peor enemigo a veces.
— Mamá. — Dije al acercarme a ella, me sonrió cálidamente como es característico en mi madre, eso me calmó un poco.
— ¿Quieres algo de picar? Aún así es un poco tarde y podrías comer algo de afuera.
— No, gracias, estaré bien. Sólo algo ligero para mí. — Suspiré.
— Ninten, mi censor maternal me dice que te ocurre algo...
— ¡Sólo estoy un poco estresado mamá! Las cosas están bien.
— ¡Te estaba buscando Ninten! Buenas señora Carol. — Dijo una voz reconocible.
- Y era Claus, este puso su mano en mi hombro de la manera más serena posible, yo me estremecí sin voltearlo a ver, mi madre me dio mi bocadillo - o galletas - algo extrañada por como nos comportábamos, pero me daba más miedo lo que Claus tuviera que decirme de lo que mi madre estuviera pensando ahora. Me despedí de ella y camine junto a Claus a sentarnos en un lugar cerca de las gemelas mientras ellas jugaban en la piscina, que encontramos fácilmente.
— ¿Y? — Empezó a hablar el bermejo.
— ¿Y... Qué? — Mordí débilmente mi primera galleta, tratando de no hacer contacto visual, ¿Y si se enojó porque no le había hablado sobre que rompí con Ana? Espera, en ningún momento lo mencioné, ¿O tal vez? ...
— No me dijiste que salías con Ana.
— ¿Sí te lo dije? Amigo no puede ser que no sabías que salí con Ana por algún tiempo. — Rodé los ojos. — ¡Te conté todo sobre ella y te lo dejé claro! Lo que no te dije es que ya no salimos.
— ¡Yo no recuerdo que lo hicieras!
— Allá tú entonces, yo sí te lo dije. No me digas que te pusiste celoso. — Rodé los ojos.
— No lo hice, tú ex realmente es linda. No dudo ni un segundo que ella te gustara.
— ¡Oye no sé a que quieres referirte con eso, pero! — Me interrumpieron unos niños gritando como locos.
- ¿Por qué gritaban? Muy sencillo había un evento entre los niños de la piscina para jugar el escondite entre todos, así que Claus obviamente quería entrar y yo también en cierto modo, pero en parejas, afortunadamente pude elegir a Claus para que fuera de mi equipo para poder divertirme con él, y tal vez hablar más afondo del tema anterior, JURO que se lo dije por Dios. Éramos 20 personas y un lugar enorme, ya saben como podía acabar todo esto. Dos de unos niños que no conocía decidieron tomar el rol del "buscador" o como sea que eso se llame, así que nos fuimos a esconder a algún lugar o al menos intentamos ya que deambulamos por un buen rato, ¿Saben? Después de unos minutos encontramos una congeladora o freezer para escondernos, estaba abandonada así que no había mucho problema, nos escondimos aunque obviamente no había mucha luz allí dentro.
— Creo que me desmayaré. — Dije, el aire tampoco era abundante y tenía alergia al polvo, no demasiada pero podía ser un problema si nos quedábamos mucho tiempo allí. — Espero que encuentren a todos rápido, tengo un poco de alergia al polvo. — Acto seguido estornudé.
— ¿En serio? ¿Al polvo? Me imagino que TODO el tiempo estás tosiendo porque siempre hay en todos lados. — Recalcó como si fuera obvio y lo es.
— ¡A la concentración de mucho polvo! Obviamente nadie podría vivir así si fuera por un poco de polvo. — Grité un poco alto.
— Silencio Ninty, ¡Nos escucharán! — Fruncí el ceño y lo abofetee.
— ¡NO ME LLAMES NINTY! Y lo siento. — Volví a gritar, este se quedó confundido por unos instantes.
— ¿Por qué no te gusta que te llamen Ninty? — Lo abofetee de nuevo. — Ninty... — Y otra vez.
— ¡Te dije que no lo hicieras, no me gusta ese apodo! — Acarició la zona afectada y chasqueo la lengua.
— Bueno entonces no te llamaré así, a pesar de que lo ACABO de inventar.
— No te vayas del tema de antes.
— ¿Cuál, el del polvo?
— ¡No! Hablo del anterior a ese. — Especifiqué.
— ¡Ah! El de Ana y tú saliendo. Aunque ya hayan dejado de salir. — Asentí levemente con la cabeza. — Sigo firmemente creyendo que no me lo dijiste.
— LO HICE, de verdad que lo hice.
— ¡Cállate ya que nos van a encontrar!
- Más pronto que tarde volví a estornudar, y con todo el ruido que ya hacíamos nos encontraron muy rápido, fue un alivio en parte pero nada más, Claus hizo una pataleta porque de verdad quería ganar, pero no podía importarme menos, aunque sí me dolió no perder... Nos salimos del juego y fuimos a seguir jugando en la piscina, donde está vez si me metí y volvimos a juntarnos con Mimmie y Minnie que se habían ido igualmente. Pasamos el resto del tiempo allí jugando con el agua, hasta que supimos que mamá estaba repartiendo nuestra comida - pie de manzana - y fuimos corriendo a comer lógicamente, pero DEEEESPUÉS de eso, nos juntamos por ordenes de mi madre para que no nos perdamos, y eso hicimos.
— ¿Ustedes dos que han hecho toda la mañana? Ninten, Minnie, Mimmie, y yo hemos estado en la piscina. — Dijo Claus para sumergirse en el agua, no hizo mucho más aquí en la piscina más que eso.
— Lucas: No mucho hermano... Simplemente hablar y jugar las escondidas con el grupo al igual que ustedes.
— Qué aburridos que son, y eso que Ness no he visto el tobogán de allá. — Apunté hacía el tobogán, ¿Qué? No tenía porque decir que había uno, era una sorpresa.
— ¿Tobogán? — Dijeron Ness y Lucas al unísono. Mimmie asintió.
— Fuimos a un tobogán también, Claus no fue al estar pendiente de ustedes dos. — Ellas sí habían ido, bueno yo no en realidad, por eso no lo mencioné chicos, no me odien. Claus salió del agua.
— ¿¡Y qué quieres que haga!? Es mi hermano, debo protegerlo. — Fulmino con la mirada a Mimmie, recibiendo un golpe de Minnie. — Auch...
— No le hagan caso, ¿Quieren ir?
- Todos dijimos que sí. EN UN MUNDO PERFECTO PORQUE LUCAS SE NEGÓ.
— ¿Qué? ¿Por qué no? — Dije con completa confusión, incluso me sentí atacado porque... ¡YO LLEVO LA CONTRARIA NO LUCAS!
— No me gustan los toboganes... Son peligrosos.
— Ay Lucas no seas nenita, ven con nosotros, yo te protejo. — Resplicó Claus alentando un poco pasivo-agresivamente a su hermanito.
— Puedes venir a vernos nada más. — NESS NO ENTIENDES EL PUNTO DE ESTO.
— Bueno... Si ustedes lo dicen... — Yay.
- Al subir vimos más de cerca la atracción mientras Minnie y Mimmie observaban felizmente desde la lejanía o más bien la seguridad del suelo, pude observar que habían 3 entradas para el tobogán, que era bastante grande de hecho, ¡Me impresionó realmente! Pero bueno no era hora de echarnos hacia atrás, subimos los 3 al mismo tiempo pero eso no significaba que ninguno estaría a salvo de la estupidez llamada... EMPUJARSE A PESAR DE TENER ESPACIO Y TIEMPO DE SOBRA PARA IR LOS TRES DE PRIMEROS.
— ¡Quítense idiotas yo voy primero! — Gritó Ness pateando a Claus.
— ¿¡Tú!? ¡Yo ni lo probé al igual que tú! Además soy el más machito de los 3, a ustedes dos no se les quita la cara de putos. — Empujaba con toda la fuerza que tenía a Ness, la zanahoria era fuerte para lo que le daba la gana.
— ¿Ustedes? Un idiota y una zanahoria no podrán con esto, ¡Yo les enseñare a ser un verdadero hombre! — Empuje igualmente con tanta intensidad como pude, dándole sin querer múltiples veces en el rostro a mi enamorado.
— ¡ENANO ME ESTAS DANDO EN LA CARA! — Mientras Claus se quería quitar de encima, Ness aprovechó y se tiro a la atracción, ¡QUÉ TRAIDOR!
— ¡NESS! ¡HIJO DE PUTA TE LANZASTE PRIMERO! — Gritamos al unísono, tirándonos del tobogán sin ni un poco de cuidado.
— ¡AHHHH! ¡ME VOY A MORIR! — Dijo Ness con terror. Estaba en alguna parte del tobogán ahora...
— No seas chillona, ¡ESTO ES VIDA! — Escuche en otra parte del tobogán. CREO que es Claus.
— ESTA ES LA MEJOR PARTE. — Grité.
- Vi la salida y me llené de adrenalina, ¡Esto era vida, realmente no sabía porque no me había montado antes! Está interconectada así que por obvias razones, así que le caímos arriba a Ness. ¡Jajaja, realmente fue gracioso!
— ¡SE VIENE TREMENDO GOLPE! — Recordó el bermejo.
— ANTES DE MORIR DEBO DECIRTE ALGO CLAUS. — ¿Morir? Me reí, Ness estaba exagerando. Aunque lo decía muy en serio...
— ¿QUÉ? — Contestó desganado.
— ¡ME GUSTA TU HERMANO! — ¡¡PERO SERAS TONTO NIÑO!!
— ¡NESS ERES UN IDIOTA! — Grité con toda la energía que tenía.
- Cuando caímos no podía creer la tontería que Ness había dicho, ¿Lo habrá hecho apropósito? Sí eso debe ser completamente. Mis hermanas y Lucas nos ayudaron a levantarnos ya que tremendísimo golpe que nos dimos... Claus estaba viendo a Ness en todo momento, claramente quería matarlo de primeras, y yo no me puedo meter de ninguna manera, lo máximo que hice fue sonreírle tímidamente al ojiverde. Volvimos a intentar volver a intentarnos sin darnos un golpe junto a Lucas.
— Yo no sé si sea buena idea. — Dijo con dudas el rubio.
— ¡Claro que lo es! Además iras con Claus, o con Ness... — Le di unos codazos a Ness, si había hecho una estupidez, ¿Por qué no molestarlo? El gemelo mayor miró a el pelinegro con un aura espeluznante o más bien con una carita de asesino en serie.
— Conmigo será.
— Uy. — Alcanzó a decir el pelinegro.
— Uh bueno... Pero, yo deje algo abajo creo que... — Dio unos pasos hacia atrás, ¿Qué cree que hacía? Él sabía lo de Claus, ya era hora de vengarme... Al menos un poco, porque en realidad sólo busco una excusa para desquitarme con alguien. Lo agarré del brazo tranquilamente.
— De aquí, tú no sales... — Dije simplemente preparándome para mi siguiente movimiento.
— Oye, espera... — Detuvo a duras penas el ojivioleta.
- Tiré a Lucas y me tiré de inmediato, no vaya a ser que me rompan un brazo por tirarlo, que miedito la verdad, no sé de que tanto tienen miedo si Lucas estará bien, ni que fuera de vidrio o algo. Al poco tiempo escuché que se habían tirado así que supuse que esta sería mi perdición.
— ¡YAY! ¡Qué divertido!
— Divertido va a ser cuando te rompa la mandíbula... ¡Por qué hiciste eso! — Me preguntó el bermejo, al parecer había quedado conmigo en la atracción.
— Ese es un tema confidencial. — Dije cruzando mis brazos.
— ¿Confidencial? Yo quiero saber cuando fue que te pregunté si eso me importaba. ¡DIME! — Reclamó.
— Te vas a enojar conmigo.
— Ya lo estoy ridículo, dime.
— ¡Porque sí! Sólo estoy jugando. — Reí y vi como su cara se ponía roja del enojo.
— ¡PAYASO!
- Caímos junto a los otros dos en un dos por tres, donde salude brevemente.
— ¡PREPARENSE PARA EL FINAL! — Dije emocionado.
—¡NINTEN ESTÁS CHALADO! — Me respondió Claus.
— ¡QUIERO IRME A CASA! — Lucas habló de la nada.
— Cálmense... ¿Están bien? — Tanto escandalo por una bromita... Dios que blandengues.
— ¡CLARO QUE NO MATARÉ A ESTE IMBECIL! — Le pateo la espalda a Ness, aunque sonó un crack muy audible.
— ¡CLAUS NO! — Replicó Lucas.
— ¡HIJO DE PERRA ME DI DURÍSIMO AHÍ! — Ay, me preocupé un poco por Ness.
— ¿NESS, TE PARTIÓ LA ESPALDA? — Le pregunté.
— No, todo... ¡AY MAMASITA!
- Nuevamente caímos a la piscina, bastante duro el golpe. Nos tuvimos que ir porque a Ness le dolía la espalda demasiado y mi madre estaba bastante preocupada por eso mismo, nos despedimos de Ana y Pippi, más adelante hablaríamos más seriamente entre los tres, pero por ahora Ness se veía bastante bien, antes estaba tan ido por el dolor que parecía estar en la Luna todo el tiempo.
— Lo siento... — Susurré.
— Ya que... — Se encogió de hombros.
— Estuvo divertido. — Respondió el rubio. Claus se quedó en silencio y se acercó silenciosamente a mí.
— Creo que sí... Iré a descansar. — Dijo de una sin pensar, espero que sí esté bien.
— Hasta luego Ness, hasta luego Ninten. — Se despidió el ojiazul.
— Bye enano. — Me dio una palmada en la espalda mi crush.
— Bye. — Respondí a ambos con simpleza.
— Adiós... — Dijo Ness desganado.
- Cuando llegamos a mí casa Ness fue directamente a mi cuarto a dormirse un rato, yo estuve con las gemelas un ratito esperándolo...
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