Epílogo

Felicia

Hoy es la graduación de Amy y aquí estamos todos sin excepción. Porque, ¿quién sería capaz de perdérsela, cierto? Pues eso queremos saber todos porque Alejandro parece tener la intención de no llegar y para colmo su fiel amigo no quiere decir dónde se encuentra. Llegamos hace casi media hora y recuerdo haberle dicho a Amy si quería que la ayudara a vestirse, pero no. Ella nunca quiere que la ayuden. Miro el reloj de mi móvil y hasta yo me comienzo a impacientar mirando hacia todas partes. Desbloqueo el teléfono y decido llamarla de nuevo porque estoy segura que esto no va a tardar nada en empezar.

—Amy, ¿dónde estás? Esto está al empezar y me estoy preocupando —admito mientras me llevo mi uña a la boca nerviosa.  Adiós cien dólares en manicura.

—Ya voy, Fel, no me apures. Ya estoy llegando —acto seguido cuelgo el teléfono.

—Felicia, ¿qué te dijo Amy? —me pregunta Victoria nerviosa parándose frente a mí con su bata de graduada.

—Qué está a punto de llegar —le respondo rápidamente cuando logro relajarme un poco.

—Espero que se apure, esto va a comenzar —me recuerda Lily mientras llega al lado de Vicky y deciden irse de nuevo a la parte de adelante dónde se encuentran todos los estudiantes.

—¿Seguro que no sabes dónde está Alejandro? —pregunto por quinta vez a Kevin que no separa la vista del móvil y niega de nuevo con la cabeza.

La ceremonia empieza y a los pocos minutos empiezo a creer que me voy a dormir aquí. En el momento de los discursos lo único que escucho es: "bla, bla, bla gracias a mis padres", "bla, bla, bla gracias a mis maestros" y nada de Amy. Hasta que escuchamos al director de la escuela decir su nombre y creo que me va a dar un ataque.

—¿Amy Sánchez? —reitera y cruzo mis dedos fuertemente.

—¡Aquí estoy! —dice Amy entrando por la puerta y suelto todo el aire que tengo dentro mientras me incorporo a los aplausos.

Se acerca al estrado y sonríe a todos antes de iniciar su discurso. Qué rápido ha pasado el tiempo, para mí ayer mismo estábamos en primer grado comiendo creyones o  haciendo cualquier cosa y miren ahora, graduadas de la universidad. Para cuando Amy termina su discurso viene hacia mí, me imagino que con la misma pregunta que nos hacemos todos.

—Fel, ¿Has visto a...?

—No, no lo hemos visto y según Kevin no sabe dónde está —le digo interrumpiéndola mientras hago muecas y utilizo las manos para bajarle importancia.

La cara de Amy es obvia, decepción. Voy a matar a Alejandro cuando lo vea. Terminamos la graduación y mientras todos van para la fiesta mayor las chicas prefirieron ir para la casa. Cuando estamos saliendo de la escuela vemos una figura pequeña corriendo hacia nosotros. Cuando se acerca un poco nos sorprendemos al ver a Ale sudado, parece que ha corrido mucho para llegar aquí.

—¿Llego tarde? —se escucha decir entre respiraciones y todos nos fijamos en Amy.

—Llegas bien tarde, Alejandro. ¿Dónde estabas? —escucho decir a Amy de manera cortante.

—Me cogió tarde —comenta recomponiéndose mirándola a los ojos.

—¿Haciendo qué?

—Bueno, pues... —Vemos todos como se agacha mientras coloca una rodilla en el piso y comienza a registrar su bolsillo.

¡Oh, por Dios!

—Amy, ¿te quieres casar conmigo?

Pero esa es otra historia, chicos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top