🐱Chapter eight
—¿Daddy?
La vocesita dulce de Jimin llegó hasta los oídos de Yoongi quien estaba parado frente a la estufa en su cocina.
Nunca había tenido una cocinera porque le gustaba cocinar él mismo. Se volteó con la espátula en la mano y se quedó con la boca abierta hasta el piso cuando vio al zorrito parado enfrente de él vistiendo una sola camisa blanca que estaba seguro era suya.
Jimin traía el cabello mojado porque recién salía de la ducha y se había colocado la ropa de Yoongi, a propósito claro está.
—Huele bien, tengo hambre, my Jisus, me comería una vaca ahora mismo.
Yoongi siguió el recorrido que Jimin hizo desde la puerta hasta una silla alta donde se sentó y cruzó sus finas y largas piernas una sobre otra dejando sus muslos casi expuestos.
—¿Daddy? —Volvió a Llamar.
—¿S-si?... —Yoongi espabiló moviendo su cabeza de un lado al otro. —Digo, no soy tu Daddy Jimin soy Yoongi, dime Yoongi.
El mayor tomó un plato donde tenía una fila de Panqueques recién hechos y lo dejó frente a Jimin quien se relamió los labios.
—Aquí tienes miel y mermelada y también algo de fruta.
—Como sea, eres mi casi padrastro así que ya dije que serás mi Daddy.
Jimin se sirvió todos los Panqueques que cabían en su plato y puso unos trosozos de mango, melocotón, fresa y kiwi y agregó la miel y comenzó a devorarlos con apetito.
Yoongi por su parte bebía su café. Eran las 9 y ya estaba demasiado retrasado para ir a trabajar porque al niño mimado se le había dado por despertar tarde.
Había tenido que llamar a Jungkook y decirle que después de llevar a Jimin al hospital y que le dieran de alta a las 3 de la madrugada había tenido que llevárselo a casa. Que no podría llegar a la reunión de las 10 que lo excusara con su padre.
El recuerdo de cómo lo había tenido que cargar y subir hasta su cama le golpeó. Jimin iba dormido y balbuceaba cosas que él si entendió muy bien y que había preferido no pensar pero le era imposible.
Seguro Jimin creyó que era su padre quien lo estaba arropando en la oscuridad de la habitación.
"Papito, tengo frío...
Papi ¿Soy un mal hijo? ¿Por qué mami nos abandonó papi? ¿Es porque soy un híbrido? Papi ¿por qué mamá no me quiere?"
Yoongi había tenido que contestar que no era un mal hijo y que era el híbrido más bonito del mundo y que debía dormir. Solo así Jimin se había quedado dormido y había dejado de sollozar en sueños.
Daehyun nunca había hablado de su familia de manera profunda, Yoongi solo sabía que había estado casada y que tenía un hijo de su primer matrimonio. No hablaba mucho sobre ellos. No entendía por qué la relación con su hijo era así de distanciada y fracturada. Según su versión, Jimin era muy rebelde y no la quería, que se habían separado con su esposo porque ya no había amor en la relación y que le había costado irse sin Jimin pero que su hijo se había negado a ir con ella. Pero algo no estaba bien ahí.
Yoongi no era tonto y podía sentir que Jimin le tenía mucho resentimiento a Daehyun. Eso solo le hacía suponer que ella había sido una mala madre para él. No había oportunidad de pensar lo contrario. Además a Yoongi, Jimin no le parecía un chico rebelde, era astuto y listo más no rebelde. No entendía por qué su prometida le mentiría así sobre Jimin.
—¿Me explicas que hago aquí Daddy? Esta es tu casa ¿Verdad? Todo huele a ti.
Yoongi quien había estado observando al zorrito comer con mucho ímpetu sin perder su elegancia bajó su taza de café a la mesa.
—No podía llevarte a las 3 de la madrugada a tu casa tu padre seguro iba a odiarme si me veía aparecer con un zorrito medio dormido. Hubiera imaginado no se que cosas.
Jimin asintió metiendo otro trozo de deliciosa masita dulce y calentita en su boca.
—My Good ésto es tan delicioso Daddy, la cocina se te da bastante ¿Qué más cosas sabes hacer con esas dos bonitas manos Hyung?
Yoongi sintió que el café le había dado calor, su rostro se torno rojo y tuvo que voltear hacia otro lado. Porque la sola mención de sus manos le hacia recordar que la noche anterior habia amasado aquel firme trasero del zorrito en su auto. Pero Jimin no se acordaba de eso y claro que él tampoco se lo pensaba recordar.
—¿Me llevaras a casa Daddy? Mi Dad debe estar preocupado por mi. —Jimin hizo un tierno puchero ignorando lo tímido que se había puesto su Hyung.
Yoongi por su parte se aclaró la garganta antes de responder.
—Tu padre cree que estás en casa de Taehyung, debimos decirle eso para que no se preocupara, no quiero imaginar que pondría el grito en el cielo si se entera que su hijito estaba en una fiesta bebiendo y consumiendo drogas.
Jimin en ese momento escupió su jugo de naranja y rápidamente tomó una servilleta para limpiar sus labios y parte de la mesa.
—¿Dro-drogado? ¿Yo? ¡No! My Jisus lord ¿Cómo es eso posible Hyung si ni si quiera bebí una sola cerveza?
Al parecer de verdad Jimin no recordaba como era que había acabado así en aquel estado.
—¿Qué recuerdas Jiminie? Después de que me pusiste el texto de que fuera por ti?
El pelirrojito hizo memoria de la noche anterior.
—Estaba con Taehyung, Suno y Taemin mi grupo de amigos... y Mingyu por supuesto, Mingyu se acercó para ofrecerme algo de beber y le dije que no bebería alcohol esa noche. Así que pidió piñas coladas para todos. Insistió en bailar y lo hice pero con Taehyung, después ofreció más licor y lo volví a rechazar y se enojó conmigo, dijo que me había invitado para divertirse y que era lo que menos estaba haciendo. Me enfadé, le grité y le dije a los chicos que nos fuéramos pero no querían dejar la fiesta. Entonces pensé en ti, por eso te escribí porque no tenía a quien más llamar.
Eso era mentira, había llamado a Yoongi para poder tener una excusa y verlo otra vez.
—¿Y no volviste a beber nada más?
Jimin cerró sus ojos para recordar más cosas, parecía todo borroso y distorsionado.
—Salí a esperarte afuera pero estaba tan oscuro que me dio miedo, Mingyu salió con otro vaso de piña colada a hacer las pases conmigo y después de eso solo recuerdo haber despertado esta mañana en esa habitación tuya.
Yoongi asintió, entonces Mingyu le había colocado la droga en su bebida, fue por eso que encontró a Jimin dejándose besar y manosear por el chico pulpo.
Pensar aquello le dio un retorcijon en el estómago que atrubuyo al hambre.
—¿Entonces me drogaron Daddy? —Jimin lucia preocupado, sus ojos se habian puesto brillantes debido a la duda y la sorpresa.
—Si, tu amigo el chico pulpo... pero tendré una conversación con él.
Demonios eso había sonado demasiado mal... Yoongi pensó que se debía a que sentía la responsabilidad de padre con Jimin, después de todo serian familia.
—Omaigat...no no no. —Jimin ahora lucia verdaderamente preocupado.
—Descuida en el hospital dijeron que no estaba muy mal, que seguro te dolería la cabeza durante el día y que despertarías con mucha hambre y sed pero que todo volvería a la normalidad. No habran secuelas.
Jimin entonces suspiró aliviado.
—Eso está bien, si paso el examen seguro me harán chequeos médicos y si sale algo como esto en el expediente no podré entrar. —Susurró bajito.
—¿Entrar a donde? ¿Exámenes de que? —Preguntó de manera desinteresada pero a decir verdad le interesaba y mucho.
Jimin jugueteo con el tenedor y un par de frutas y se llevó una fresa a los labios, el jugo de la fresa se le escapó por la comisura de sus labios y él lo lamió lentamente sin ser consciente de que los ojos de gato de Yoongi estaban dilatandose.
El mayor tuvo que parpadear un par de veces, su Maine Coon a veces parecía querer salir a flote.
—Pues, en la academia nacional de danza de Seúl Hyung, pero primero debo hablar con mamá ella es amiga de la directora y solo ella me puede conseguir una audición extraordinaria, ya que las clases comenzaron hace meses y Mi Dad no pudo hacer nada por mi.
—Mmm ya veo.
Jimin tomó más fruta y llevó el tenedor pero esta vez no hacía su boca si no a la de Yoongi. El pelinegro negó mirando con sus ojos verdes imperturbables a Jimin.
—Vamos Daddy, solo el café no es un desayuno, abre la boca.
Lo hizo, y Yoongi no sabia por que lo había hecho, acceder así de fácil no era una de sus virtudes. Pero al parecer con Jimin había pedido muchas de sus virtudes de hombre serio de negocios.
Jimin sonrió satisfecho cuando el mayor le recibió la fruta.
El sonido el celular comenzó a llenar la estancia y la voz gruesa de Yoongi también se hizo presente cuando respondió.
—Min Yoongi.
Joder, Jimin nunca había encontrado que alguien sonara tan sensual solo respondiendo el teléfono. No hasta que lo conoció a él.
—Hola querido, soy yo Dae, te hablo desde el hotel. Hoy sale mi vuelo de regreso. ¿Cómo están las cosas por allá? ¿Sabes si Jimin fue por mi vestido?
Jimin arrugó la nariz escuchando a su madre, él no tenía la culpa de sentir repulsión hacia ella, no cuando eso lo había aprendido precisamente de ella.
Se levantó y caminó dos cortos pasos para colocarse frente a Yoongi, giró su silla y logró colocarse justo entre sus piernas abiertas, Yoongi se sorprendió y sus ojos se abrieron cuando las manos de Jimin lo rodearon del cuello y se entretuvieron tocando su cabello.
—Hola Dae, todo está perfecto aquí. —Los ojos de Yoongi vagaron ligeramente sobre el rostro de Jimin. —Y si, Jimin fue por tu vestido no te preocupes.
Jimin puso sus ojos en blanco y acercó sus labios al oído de Yoongi para susurrarle: "Yo me vería más lindo con el vestido y eso que soy hombre"
Yoongi negó y trató de alejar a Jimin porque estaba muy cerca, bastante cerca.
—Genial, he pasado unos días geniales, he comido no te imaginas cosas deliciosas y también encontré un spa me hicieron las uñas y también...
Yoongi dejó de escuchar lo que la mujer hablaba porque Jimin también le estaba susurrando cosas muy bajito para que solo él pudiera escuchar. Cosas que no se imaginó saldrían de aquella boca, de esos labios rojitos como las fresas. Cosas que sin querer hicieron volar su imaginación.
—¿Yoongi? ¿Querido estás ahí?
Yoongi se aclaró la garganta y asintió hasta que su mente se disipó, era obvio que ella no le veía pero sentía su rostro arder.
—S-si Dae estoy aquí es... es que miraba la hora y se me hizo tarde....¿A que hora viene tu vuelo?
—A las 5 de la tarde, ¿Vendrás por mi?
—¡Joder..! Digo si, si iré por tí —Yoongi miró a Jimin de manera reprovatoria con ambas cejas casi unidas.
Jimin solamente sonrió inocente y travieso.
—Bien cariño estoy ansiosa por ver mi vestido, y mostrarte mis uñas y mi nuevo corte. Adiós.
—Adiós linda.
Yoongi colocó el teléfono y tomó a Jimin por las muñecas.
—¿Por qué demonios me has mordido Jimin? Tu madre vendrá hoy y ni si quiera se me ha quitado la marca de ayer por la mañana. ¿Estás loco?
—¿Tú estas loco Daddy? —Jimin había cruzado sus manos sobre su pecho y miraba al hombre con algo de fastidio en su bonito rostro. —¿La oíste? Nunca preguntó como estabas solo era mi vestido, mis uñas, mi cabello, mi, mi, mi.. ¿De verdad te quieres casar con esa mujer tan vacía y hueca?
Ouch, Jimin había dado justo en el clavo. Yoongi no era precisamente muy demostrativo con el afecto y esas cosas pero por lo menos que Daehyun le preguntara como había estado le habría gustado.
Sintió un golpe duro en el pecho.
—¿Y tú no eres exactamente igual? Con tu manía de "Mirenme soy lindo" tratando de llamar mi atención a toda costa. Eres exactamente igual de vacío y hueco que ella... ¿Cómo te soportan?
Yoongi calló lo que estaba diciendo en ese momento porque se había dado cuenta de que había cometido un grave error. Los ojos de Jimin habían comenzado a gotear.
Y no pudo hacer nada cuando lo vio ir escaleras arriba y encerrarse en su habitación y por más que llamó e insistió Jimin no abrió hasta que estuvo totalmente cambiado con su ropa de anoche y su bolso en su mano.
—Quiero ir a casa Yoongi. Quiero ir con mi Dad.
Unos minutos más tarde Yoongi se maldecía mentalmente mientras conducía hacia la casa del menor.
¿Por qué no se quedó callado? ¿Por qué se había desquitado con él?
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