[𝟜]
Narrador.
Que rápido pasa el tiempo ¿no?
Ahora mismo ya habian pasado 4 días, en esos cuatro días meg a ido recibiendo carta tras carta con aveces pequeños regalitos, la morena no lograba descubrir quien era el dueño de esas cartas.
Aunque a su ves le estaba empezando a agradar la llegada diaria de esas cartas, pero obviamente ella intentaría reprimirlo y negarlo rotundamente.
Una chica de pelo corto corría a toda velocidad por los pasillos esta traía una curiosa carta entre sus manos y un pequeño chocolate en ellos.
Lucía feliz y a la ves nerviosa, y se preguntaran ¿porqué?
—vamos Max... Tu puedes, ya lo has hecho más de tres veces sin ser descubierta— se dijo con un susurro la chica peli castaña mientras trotaba, esta miro a todos lados con nerviosismo.
No había estudiantes, ni profesores, o algún equipo escolar, era la hora perfecta para dejar su carta en aquel casillero, ella suspiro profundo y sonrió ahora con una actitud más confiada, se quedó mirando por un momento el contenedor.
—Algún día... Me presentaré ante ti, meg— deslizó aquella carta en uno de los huecos del casillero sin olvidar el chocolate, luego dio media vuelta y camino con total tranquilidad.
Pero al dar el primer paso escucho su nombre, sobresaltandose en el proceso.
—¡Max! No me digas, ¿otra de tus típicas bromas no es así? — hablo una chico pelinegro y una chica con chaqueta morada, ellos se acercaban a la susodicha, mientras se dirigirían, la azabache masticaba un chicle rosa y el otro solo se acomodaba el cabello.
—Ehmm... Y-yo ¡si¡ E-eso, eso estaba haciendo una de mis bromas, ya sabes no pasa nada si hago una qué otra broma por ahí... — Max bajo su mirada, intentaba no sonar nerviosa, así que tuvo que fingir con una voz despreocupada, a la ves tenía un sentimiento de culpa en su interior.
—Te ves un poco nerviosa ¿pensaste qué éramos un profesor o algo así? — dijo la chica de chaqueta morada burlonamente.
—No es eso bibi, simplemente me tomaron desprevenida, ya mejor vámonos antes de que nos vean y nos regañen por no estar en clases ¿si?— Max trató de sonar enojada y empujaria al dúo apurada.
—bien bien, pero de hecho nosotros ya nos íbamos a saltar el resto de las clases aburridas ¿porque no vienes con nosotros? Maxi— bibi agarro la mano de Max con una sonrisa maliciosa, la mencionada negó con su cabeza con un poco de nervios, apartándose lentamente.
—lo siento pero... Yo ya ando en la cuerda floja, me reprobaran por no ir a clases, así que... ¡Nos vemos chicos!— la castaña empezó a correr apurada, dejando a los chicos con dudas.
—Últimamente Max a estado comportándose muy extraña... Nos está ocultando algo— susurro el pelinegro apodado "crow"a lo que bibi asintió.
—hay que espiarla de ves en cuando, tenemos que averiguar qué pasa con ella— la azabache miro a su compañero seriamente los dos asintieron, si decir nada más, empezaron a seguir a Max desde lejos.
"ya no puedo parar de pensar en esas cartas, son tan melosas y torpes qué me esta empezando a agradar"
"¡Agh! Qué horrible"
La morena se encontraba en su salón intentanto leer su libro de mecánica durante sus clases de historia.
No podía.
No podía centrarse, se encontraba ansiosa de ir a su casillero y encontrar otra carta luego de eso leerla en su casa.
Ni podía esperar más.
Meg levanto su mano y pidio permiso para ir al baño como escusa para irse de allí, luego emprendio su camino hacia su casillero.
"No puedo creerlo, cada ves estoy más mal, necesito parar, pero a la ves no puedo, necesito leer esas cartas"
Tenía en su cabeza en pleito, si seguir leyendo las cartas o ignorarlas como lo hacía desde un principio.
La pelinegra ya estaba cerca de su casillero hasta que empezó a escuchar una voz.
Ella bajo la velocidad de su paso y en una esquina se quedo mientras poco a poco se asomaba, era una chica peli castaña, junto a casillero... Con un sobre.
—... —
Continuará.
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