derechos reservados a: 13bookworm raducción de ingles a español, adaptación y traducción echo por mi.
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Milori estaba afuera apoyada contra las puertas del salón de reuniones. Dentro de Clarion estaba convenciendo a los ministros de ignorar la regla que ella había hecho hace tantos años. Uno asumiría que ella podría hacer lo que sea. Ella era la Reina después de todo, pero también tenía que hacer que los ministros estuvieran de acuerdo. No tenía que ser unánime, solo tres de cuatro. Sin embargo, el tiempo comenzó a correr y Milori comenzó a impacientarse, incluso a preocuparse. ¿Y si los ministros votaran en contra de su propuesta? Pero, ¿por qué lo harían, verdad? La idea lo estaba atormentando.

Las puertas se abrieron y los ministros salieron, hablando entre ellos. Clarion luego salió y se acercó a él. Miró a ambos extremos del pasillo para asegurarse de que estaban solos. "Fue unánime", hizo una pausa, "¡Dijeron que sí!"

"¿En realidad?"

"¡Sí!"

Él la abrazó con fuerza, "Por fin".

"Podemos estar juntos", dijeron ambos al mismo tiempo.

Él la besó, esta vez más íntimamente, considerando que no había docenas de hadas mirando. Milori extrañaba besarla y sostener su cuerpo tan cerca para poder sentir su calor. Presionó su frente contra la de ella y dejó escapar un suspiro, "Te amo, Reina Clarion".

Todas las hadas estaban celebrando en Winter Woods y los dos gobernantes miraban alegremente a todos mientras se envolvían en los brazos del otro. Hubo gritos y risas mientras todo tipo de hadas se deslizaban por el hielo. Tink y Peri silbaron y de repente llegaron búhos volando con hadas de copos de nieve montadas en cestas. Con el tirón de una palanca, copos de nieve y bígaros caían por el aire. Fue increíble.

Todos parecían diez veces más emocionados ahora. Tink y Peri llegaron volando hacia ellos, "Gracias, Lord Milori".

"De nada chicas, pero yo soy el que debería agradecerles. Así que gracias".

"De nada." Las dos chicas se alejaron revoloteando.

Milori volvió su atención a Clarion. Ella lo miraba de tal manera que sabía lo que estaba preguntando. "Las niñas preguntaron si podían usar las lechuzas y algunas canastas".

"Ah, lo tengo". Ella besó su mejilla, "Te amo, Lord Milori".

La celebración había llegado a su fin y Milori estaba acompañando a Clarion de regreso al árbol, pero eso no les impidió hablar. "Entonces espera, ¿te golpearon con una bola de agua? ¿Quién la tiró?" le preguntó a ella.

"Silvermist, pero fue solo un accidente. Nadie resultó herido, no hubo daño, no hubo falta. ¿Por qué estás tan preocupado por mí? Deberías preocuparte por ti mismo con todas las cosas por las que te hicieron pasar esas hadas de invierno".

"Algunos concursos y viajes a la enfermería, nada importante", se rió.

"Bueno, me alegro de que todavía te las arreglaste para divertirte después de lo que pasó".

"Y tú también, ya veo."

Ella dejó escapar un bostezo y se inclinó más cerca de él. Él sonrió y la miró mientras ella cerraba los ojos. Susurró mientras la tomaba tranquilamente en sus brazos: "Te amo, Clarion".

Clarion se despertó en la noche para usar el baño. Cuando salió del baño dejó escapar un bostezo cansado y volvió a meterse en la cama. Clarion estaba casi dormido hasta que escuchó algo. Se puso de pie con cautela y caminó hacia donde venía el sonido. Una sonrisa apareció en su rostro. Allí en el suelo, apoyada contra la pared estaba Milori roncando tranquilamente.

Ella se arrodilló a su lado, "Milori". Se agitó ligeramente. "Milori, despierta", susurró en voz baja. Gimió y abrió los ojos.

"Clarion…"

"¿Incluso fuiste a casa anoche?"

"No…"

"Vamos, no vas a dormir en el suelo". Ella lo ayudó a levantarse y él se apoyó en su hombro. Clarion lo acostó en la cama y envolvió una manta alrededor de su cuerpo.

"Buenas noches, Clarion", murmuró.

Ella sonrió y besó su frente, "Te amo, Milori".

"Clarion", pudo escuchar débilmente, "Clarion". Abrió los ojos. "Buenos dias."

"¿ Ya es de mañana ?"

"Sí, querido."

Todo comenzó a enfocarse y Milori yacía a su lado. "¡Milori!" ella casi gritó, "¿Qué estás haciendo aquí?"

"Está bien."

Pero, ¿qué pensarán los ministros? Podrían...

"Deja de preocuparte, lo haces demasiado". Apartó el cabello castaño rojizo de sus ojos.

Dejó escapar un suspiro y se sentó, "¿Qué hora es?"

"Aún es temprano", él también se sentó y la abrazó mientras besaba su mejilla.

"¿Cuánto tiempo has estado despierto?" ella se apoyó contra su pecho.

"No mucho. ¿Ahora arrugas la nariz cuando duermes? En realidad es muy lindo".

"¡Oh, detente!" ella lo abofeteó levemente.

"Hablo en serio… te amo, mi amor."

"Yo también te amo, mi príncipe".

Esto no es muy largo, pero sigue siendo significativo.