©Shoco_Smoothie
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Contenido 💯 sexsual si no eres muy fan de este contenido simplemente no lo leas.... Claro no todos me harán caso pero para los fans uno de estos no hace daño al año 😏😳.

✩｡:*•.───🔥Milarion🔥─────.•*:｡✩

  Los dedos del Milori se entrelazaban con el cabello de la indefensa Clarion, sus caricias eran lentas y suaves, como queriendo acurrucarla como a una felina. Luego, su mano viajó hacia su mejilla, la uña puntiaguda de su dedo gordo dibujo círculos en ella para después pasarse a sus labios los cuales les obligó a abrir e introdujo su dedo en su boca, metía y sacaba con lentitud su dedo acariciando su lengua y empapándose de su saliva.

—¿Piensas en mí cuando te masturbas? —su voz salió profunda y áspera que hizo temblar las piernas de la joven 16.

 Usualmente el peliblanco era energético, le encantaba pelear y andar por ahí y por allá, pero en momentos como este era bastante sereno, sus ojos miel brillaban con intensidad ante sus lascivos deseos, y el hecho de haberla atrapado dándose placer a sí misma mientras gimoteaba su nombre solo lo hacía estar más a la deriva. Ya sentía atracción por la joven desde tiempo atrás, y hasta éste momento pudo corroborar sus sentimientos hacia él, aunque no fue de la manera que se esperaba.

 Milori sacó su dedo de su cavidad bucal y gentilmente la recostó sobre la alfombra. Ya no podía esperar más. Atacó su cuello sin piedad, mordía y succionaba su piel, seguramente dejaría una marca. Quería devorar cada centímetro de ella, ni un lugar de su cuerpo se salvaría de ser explorado por sus manos. Recorrió todo su ser hasta llegar a la zona alta de sus muslos donde se unían sus piernas con su pelvis, apretó sus muslos de manera intermitente, en el acto rozaba a propósito uno de sus dedos con sus labios vaginales, haciendo de la chica sintiera totalmente placentero.

   No pasó mucho tiempo más cuando el se decidió a penetrarla con sus dedos, cuidadoso de no hacerle daño con sus uñas. Era divertido juguetear con ella, pero él tampoco se encontraba en su versión más paciente, estaba hambriento y el manjar que deseaba estaba a su merced frente suya. Introdujo tres dedos a la primera, explorando su interior y revolviendo sus jugos, expandía sus dedos adentro de ella, causando que su vagina se expandiera. La joven mujer arqueó su espalda y echó su cabeza hacia atrás soltando un gemido el cual Milori atrapó con su boca al besarla, quería que gimiera en su cara.

—Ese ha sido el sonido más agradable que he escuchado —comentó el peliblanco—. ¿Puedo oír más? —procedió a morder su labio inferior a la par que llevaba sus dedos aún más profundo en ella.

 El cuerpo de la chica temblaba, su cabeza estaba llena de nieve, pero eso no era todo lo que Milori tenía para ella. El placer fue reemplazado por desesperación al sentir al señor del invierno que retiraba sus dedos de su interior, pero pronto fueron cambiados por algo que la hizo tocar el cielo y ver estrellas. Milori introdujo su miembro sin cuidado, la joven soltó un alarido al sentirlo, y sin previo aviso el señor del lado frío comenzó a embestirla. El sonido de sus líquidos siendo revueltos por su miembro resonaba en toda la habitación, los jadeos de Milori y los gemidos de la Clarion se unieron en un lascivo concierto. El apuesto hombre sostenía sobre sus hombros las piernas de la bella princesa, podía moverlas a placer y ella no se opondría.

  Su mente estaba nublada, en un instante se había embriagado de tanto placer, sentir su grueso miembro viril entrar y salir la hacía sentir extasiada en extremo. El no se quedaba atrás, amaba como su vagina se ceñía alrededor de él, casi como si quisiera devorarlo.

 El peliblanco se agachó sobre ella incrementado la velocidad de su movimiento, la abrazó en el suelo y la besó dejando que sus salivas se combinaran al no poder darse un beso en forma ya que los gemidos que escapaban de sus bocas sin aviso los interrumpían.

 Pocos minutos después Milori sintió una familiar presión sobre miembro acompañada de intensas contracciones rítmicas, estaba pronto a llegar al orgasmo por lo que aceleró sus movimientos aún más, provocando que eyaculara en un instante. Su semen se combinó con los fluidos de la muchacha, quien seguía sin poder recuperar el aliento y con la mirada perdida. Milori colapsó al lado de Clarion y tomó su mano en la suya, su respiración seguía siendo pesada aunque paulatinamente recobraba el ritmo.

Ninguno de los dos pudo decir nada por varios minutos, pero definitivamente era una experiencia que ambos querían repetir.

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No diré nada.... Adiós!