I
Llego la noche tapando el mundo mágico en una capa negra haciendo el lugar oscuro para que nadie ni un ser descubra unas magos corriendo a toda velocidad bajo la lluvia hacia una casa que estaba ubicada en los más profundo el bosque prohibido.
-Rápido.- grito acelerando su corrida seguido de unos magos que caminaron más rápido.
En el transcurso del camino se topaban con animales o seres desconocidos que los atacaba a cada rato o cuando estaban es sus propiedades pero ellos siendo magos se protegían o los atacaba.
El camino fue tan largo hasta llegar a su destino. Los magos se detuvieron parados viendo a la nada o eso creían hasta que el que estaba encargado se acerco susurrando unas palabras haciendo que se muestre una pared transparente y abriendo un laberinto.
-Entremos.- los otros asintieron siguiendo al otro. Cuando todos estuvieron adentro la pared se comenzó a cerrarse poco a poco hasta cerrarse completamente.
Siguieron corriendo por el laberinto hasta llegar al final se encontraron con una casa un poco vieja y una persona parada en la entrada con los brazos cruzadas y los ojos cerradas pero los abrió cuando sintió la presencia de los intrusos que pararon su corrida hasta pararse delante de la casa.
-Que desean en mi murado hogar.- dijo viendo a los intrusos que ozaron entrar a su propiedad sin ningún permiso.
-Lo sentimos por entrar sin permiso.- se reverenció a la persona y los otros también.- pero vinimos a..-pero esa persona les interrumpió.
-Se bien a lo que han venido.- dijo la persona seria.- pero saben cual es el preció, nos es así.- les preguntó.
-Sabemos bien las consecuencias y es por eso que estamos aquí .- respondió otro mago haciendo que esa persona suelte una sonrisa.
-Bien.- abrió la puerta entrando a la casa sin antes.- síganme.
Se miraron un momento entre ellos cuando otro mago hablo.
-Están seguros de esto.- dijo un mago mirando a sus compañeros que estaban pensativos.
-No nos queda de otra.- contestó otro mago.
-Es la única manera para deshacernos de él.- otro mago habló.
-Señor.- miraron a su líder que tenía los ojos cerrados con los brazos cruzados mientras escuchaba lo que decía sus hombres.
- Entremos.- diciendo solo eso siguió donde se fue esa persona dejando a sus acompañantes confundidos mirando como su jefe se perdía de vista.
-Es un no o un sí.- preguntó otro mago sin entender.
Todos mirándose entre ellos tomaron valentía donde sea, entraron siguiendo a su señor haciendo que la puerta se cerrara a golpe.
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-Mira Harry, te traje esto para tu embarazo.- dijo mostrando un frasquito pequeño conteniendo un líquido transparente.
-Y para qué.- miro el frasquito entrañado, no le daba una buena pinta lo que contenía ese frasco.
-Es para que cuando nazca tu bebé.- tragando un poco la saliva para secar su garganta comenzó.- tenga una buena salud.- le explico que para Harry no convencido iba a rechazarlo pero su amigo Ron se interpuso convenciéndole en tomarla para que su bebé no nazca enfermo o alguna una enfermedad extraña que acepto tomarla.- tómatelo rápido, pueda que pierda sus efectos.- destapo el tapón dándole para que se tome.
-Esta bien.
Harry llevando el frasquito a sus labios se tomo haciendo que el líquido baje por su garganta hasta su cuerpo mientras sus amigos miraban como poco a poco el líquido se perdía de vista hasta quedar vació el frasco.
Ron tomando valentía pregunto a su amigo cuando este termino de tomar todo el líquido.
-Y como te sientes.- pregunto ocultando sus nervios mirando como su amigo estaba como sin nada. Tal vez ese veneno no era tan fuerte. Pero no tuvo que esperar tanto, ya que el veneno comenzó a ser su deber en su amigo.
-Bien porque.- dijo algo extraño por la pregunta de su amigo hasta que sintió su cuerpo dolerle haciendo que caiga al suelo.- que pasa con mi cuerpo.
-El veneno ya está haciendo efecto.- miro como Harry se retorcía de dolor en el suelo sin ayudarle.
-De que veneno estás hablando.- con en el fuerte dolor que sentía en su cuerpo pregunto a su amigo pero su amiga fue la que le respondió.
-Había veneno en esa poción que tomaste.- explico mirando como Harry poco a poco iba perdiendo fuerza.- era la única opción para deshacernos de ese bebé.
Cuando escucho a su amiga hablar de un veneno incrustado en su cuerpo que inmediatamente llevo su mano hacia su vientre donde descansaba su bebé, esa cosita hermosa que fue creada él y su amado cuando se entregaban por amor.
-No.....mi bebé....ah...me duele mucho el vientre.- se quejó agarrándose a su vientre y rezando que su bebé se encuentre bien.
Cuando sintió algo entre sus piernas con todo el dolor en su cuerpo se llevo su mano hacia abajo, topando algo tibió.
En eso entro alguien a la habitación mirando todo a su alrededor hasta que su vista fue a parar donde Harry miraba con terror su mano lleno de sangre.
-Veo que lograron que se tomará todo.- dijo el hombre viendo como Harry lloraba agarrándose su vientre cuando este escucho esa voz que la reconoció inmediatamente.
Alzando la mirada con todas sus fuerzas miro a su padrino entrando y cerraba la puerta detrás de el.
-Padrino.- hablo con dificultad soportando el dolor en su vientre. Iba a pedir ayuda pero no lo hizo, la mirada de su padrino no era la misma como siempre le miraba con amor y cariño pero ahora le miraba con seriedad y sin una pisca de amor, y lo mas peor fue que cuando entro dijo eso, sabiendo inmediatamente que el también estaba involucrado en todo esto.- por que.- le pregunto perdiendo poco a poco sus fuerzas.
Como su padrino siendo como un padre para el, le haga esto y a su bebé. Recordaba ese día cuando le conto sobre su embarazado que su padrino estaba tan feliz por la noticia hasta le hizo una fiesta y que sería el abuelo favorito de su bebé pero ahora viendo como su padrino se acercaba serio a él, todo esas promesas y cumplidos por él y sus amigos solo fueron puras mentiras y falsas como ellos.
-No iba a dejar que ese maldito bebé nazca y traiga la destrucción al mundo mágico.- grito Sirius con seriedad acercándose hacia Harry.
-Nunca te perdonaré por esto.- termino desmayándose sin antes susurrar el nombre de su amado.- Dra-Draco.
Sirius cuando escucho decir esas ultimas palabras de su ahijado hasta desmayarse, se sintió terrible por él y su bebé. Recordó como ese día su ahijado siendo como hijo vino a contarle muy contento sobre su embarazo.
-Padrino estoy esperando un hijo de Draco.- le conto Harry muy contento abrazando al mayor que quedo inmovilizado cuando escucho decir eso.
Lo que dijo él iba hacerse real.
Un bebé.
Un heredero.
Un soberano.
Una profecía.
El mundo mágico caerá en la destrucción por un bebé.
Con toda sus fuerzas correspondió el abrazo de su ahijado y felicitándole por su embarazo.
Y para que no sospeche organizo una fiesta por el nuevo integrante a la familia y contando a todos y los amigos de Harry para que les ayude a deshacerse del bebé antes que este nazca y traiga la destrucción.
Pero había un problema.
El bebé no muria con nada.
Era inmortal ese mocoso o que.
Cuando le dio unas pastillas a Harry para que abortara, solo le dio un dolor estomacal hasta desmayarse pero sin perder el bebé.
O cuando intento que se golpee o caiga de las gradas tampoco funciono.
O cuando esa vez le hicieron que suba a un hipogrifo para que cuando Harry tope sus plumas, este se ponga agresivo hasta hacerlo caer pero eso tampoco funciono.
Intentaron con:
Pociones.
Maldiciones.
Maleficio.
Hechizos.
Embrujos.
Cualquier cosa que les ocurriera en sus cabezas no les funcionaba, mas que Draco, el padre del bebé, estaba sospechando sus intenciones de deshacerse del bebé, que mando a unos de sus hombres de confianza para vigilar, cuidar y proteger a Harry y a su bebé.
Con todo eso no podían hacer nada, Harry a cada rato iba siempre vigilado por esos hombres a todas partes y revisando las comidas que iba a comer, no podían hacer nada, si tenían a cada segundo a esos hombres encima de ellos vigilando. Que dejaron de intentar por un tiempo hasta que Harry cumplió los 4 meses de embarazo faltando solo 5 meses.
Buscando por todo el mundo mágico hasta al fin hallar la única solución para salvar el mundo mágico antes que caiga la destrucción.
Ir a ver a esa persona por ayuda, les costo mucho encontrarla donde vivía pero no se rendieron hasta al fin encontrar su ubicación.
En el bosque prohibido.
Sirius acompañado por Ron, Hermione, Remus, Ginny y los gemelos Weasley fueron a ese lugar peligroso donde pudieron haber perdido sus vidas pero no, lo lograron llegar hasta estar delante de esa persona.
Esa persona escucho el problema de esos magos que les ayudo sin dudar pero sin antes algo a cambio de su gran ayuda.
-Quiero la profecía.- dijo severamente sorprendiendo a sus intrusos.
-Que.
-Para que necesita la profecía.- pregunto Sirius confundido.
-Eso no les incumbe, quiero esa profecía ahora.- miro a Sirius.- y se que lo traes contigo, así que entrégamelo o sino, no hay trato.- exclamo irritado esa persona.
Sirius vio por un momento a todos y que estos también hasta que decidió entregarlo sin rechistar.
-Acepto.- respondió sacando de sus bolsillos de su capa entregó la profecía a esa persona que se puso feliz de ver esa esfera en sus manos, que inmediatamente con un movimiento de su varita apareció un frasco que contenía un liquido negro como la oscuridad de la noche pero que unos segundos cambio a un color transparente.
-Solo con dos gotas es suficiente para que muera el bebé.- les entrego pero eso si advirtiéndoles que si una gota va de mas pueda no solo la criatura vaya a morir, sino también el que le lleva.
Esa persona diciendo las indicaciones -que la poción no se puede detectar con nada cuando vayan a poner en sus comidas o lo que sea - pero antes que se vayan les advirtió.
-Aunque se escondan o oculten sus poderes, el los encontrará donde sea que estén ustedes.- les aviso cerrando la puerta haciendo que Sirius y sus acompañantes estén afuera del bosque prohibido, impresionándoles mas como esa persona tenia tanto poder.
-Ahí que darle cuando este solo.- dijo Ron viendo como Sirius miraba con atención a ese frasco.
-Si.
Por el mundo haría lo que sea hasta sacrificar la sonrisa de su ahijado, sabia bien que cuando Harry pierda a su bebé iba estar desvastado y triste sin ningún sentimiento.
No había de otra manera, si ese bebé fuera normal podría vivir geliz pero no, ese bebé iba a traer la destrucción al mundo mágico.
Todos tomando su camino regresaron a sus hogares, mañana les esperaba un tarea difícil.
Como hacer que Harry tome esa poción sin que se de cuenta él o Draco.
Hasta decidieron entre todos que Hermione iba a darle diciendo que era una poción para la salud del bebé y Harry sin sospechar lo tomo haciendo que pierda la criatura.
El sabia que no podía hacer nada, tenía que proteger y cuidar al mundo mágico y a sus habitantes, no iba a dejar que un bebé traiga la destrucción al mundo mágico.
No iba a dejar que nadie ni un bebé destruya su mundo.
Viendo su cometido estaba hecho salieron dejando solo a Harry en suelo desangrándose.
Al fin ese bebé estaba muerta y tantos problemas que les dió.
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En la mansión Malfoy Manor se encontraba magos vigilando los alrededores de la mansión hasta que sintieron un gran poder que hizo temblar todo el mundo mágico.
Los magos reconociendo el gran poder que entraron a ver que pasaba encontrando a su señor rompiendo las cosas con su gran poder.
-Señor, pasa algo.- pregunto uno de los magos con miedo de enfurecer mas a su señor.
-Tráiganmelo a Sirius Black y a sus malditos lacayos vivos.- ordeno pero sus hombres no se movieron de sus lugares.- AHORA.- grito haciendo estallar unos jarrones con su poder que justo estaba cerca de sus hombres, que inmediatamente viendo eso salieron corriendo como cucarachas asustadas.
Pansy miraba como su amigo -pero de lejos- se desquitaba con todo lo que encontraba a su paso destruyendo la mitad de la mansión cuando vio entrando a Blaise a la mansión sin antes ponerse un hechizo de protección -como ella- para que ningún poder o hechizo que lanzaba Draco les tope.
-Vine lo mas rápido que puede cuando escuche decir que Draco estaba furioso.- miro la mansión media caída con escombros por todos lados.- pero no tanto, que paso para que se pusiera así.- le pregunto a la chica que ella sin dudarlo le conto.
Estaba conversando con Draco sobre los accidentes que tenia Harry en estos 4 meses que llevaba pero sin llegar a lastimar o perder al bebé y la vida de su amado.
-Crees que ellos están intentado que Harry pierda al bebé.- dijo la mujer tomando un poco de café.
-No lo creo. Estoy seguro que quieren que Harry pierda al bebé.- exclamo furioso pensando como esos desgraciados hacían lo imposible para que su amado pierda al bebé. Y es por eso que mando a unos de sus hombres de confianza a vigilar, cuidar y proteger a su amado y a su hijo.
-Ya veo.- dejo la taza en la mesa cuando iba hablar vio a su amigo cerrar un momento sus ojos hasta que los abrió a golpe.- pasa algo.- miro como Draco se levanto tan rápido de su asiento asustándola.
-No puedo sentir el poder de mi hijo.- cerro los ojos de nuevo para ver si no estaba equivocada pero de nuevo no podía sentirlo.- lo pagarán muy caro.- grito tan fuerte soltando su poder que hizo temblar el mundo mágico.
-No me digas que..- la chica asintió confirmando a su pregunta.
-No cabe duda.- su mirada fue un momento hacia Draco y regreso su mirada hacia Blaise .- llego el momento esperado. El mundo mágico será destruido.
Continuará..........
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