d i e c i o c h o

Aidan y ____ habían comenzado a buscar a Ryan por todas partes.

Llamaron a muchas puertas de personas que ella conocía, y ahora él estaba en la casa de la prima de ____, quien lo recibió calurosamente con mucha amabilidad y sin discriminación, y comenzó a buscar al joven.

Presa de la esperanza, también inspeccionó el baño, donde vio una silueta oscura recortada contra la ventana del dormitorio.

Oh, por Dios - habló con sorpresa.

- ¡¿Qué estás haciendo aquí?! - preguntó el sujeto nervioso

- No Ryan, ¿qué estás haciendo aquí? - replicó, sorprendido por su tono irritado - ¡Estaba tan preocupado!

Sin embargo, volvió a ser una estrella del cine mudo.

- Dime por qué estás aquí - ordenó.

En ese momento, Ryan negó con la cabeza y una terrible sospecha se apoderó de la mente de Aidan.

- Oh, no - dijo sorprendido - no, no, no, no

Empezó a acercarse - Mi jefe me dijo que lo hiciera, no tenía otra opción, créeme

- ¿Por qué no? - preguntó mientras sus palabras temblaban como lágrimas corriendo por sus ojos - ¡No están apuntando con un arma a tu cabeza!

Ryan se quedó en silencio

Aidan perdió la paciencia - ¡Vamos, escuchemos! ¿Qué hicieron para obligarte? - le urgió. Podía ver muy bien sus ojos de animal perseguidos, el temblor de sus labios, pero no le importaba.

La cara del hermano se dobló sobre sí misma - No puedo ...

- Ah, ¿quieres decir que no puedes negarte a robar pero puedes abandonar a tu hermano en este mundo repugnante y también puedes abandonar a alguien que te ha tratado bien como si fueras su amigo desde que te conoció? - pero las palabras murieron en su garganta, porque finalmente pudo ver una herida en la expresión de Ryan.

- Así que simplemente observó - De hecho, no puedes ...

Se miraron como dos peones en un tablero de ajedrez.

- Si no hubiera llegado, ¿qué habrías hecho tú? - Aidan preguntó

- Creo que habría seguido adelante con el plan

Su sinceridad lo desarmó.

Hizo una mueca. - ¿Conoces a Silvia?- Ryan preguntó

El hermano lo miró confundido

- La chica a la que le escribiste la carta hoy en la plaza -  aclaró y Aidan asintió con la cabeza. - Su padre sabe de ti, amenazó con denunciarnos. Y no es que miren lo sutil con personas como nosotros, ya sabes

- Sí, lo sé

Su rostro se convirtió en piedra

- Hemos estado en una ... bueno, una especie de prisión durante más de quince años. No deseo volver, yo tampoco creo que tú

En ese momento, Aidan ya no sabía qué decir.

- Sé que hice una estupidez -  concluyó.

- Sí, a veces se hacen estupideces, quizás porque pensamos estar solos

Los ojos de Ryan se encontraron con los de el.

Y luego sucedió

Se abrazaron a su manera fraternal.

- Lo siento, lo siento - sollozo en medio de las lágrimas

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top