Capítulo 41
Era un día común en la vida de Saiki.
Un día desastroso, como solía llamarlo
Aunque, realmente, ya estaba acostumbrado.
—¡Devuelve eso, Nendo!
—Si lo quieres, tómalo —Nendo alzaba el cuaderno de apuntes de Kaido, mientras él saltaba, tratando de alcanzarlo.
—¡Dame eso, gorila de dos metros!
—¿Cómo me llamaste, hombrecito?
Ambos discutían, y Kuboyasu estaba comenzando a perder la paciencia.
—¡Sólo dale el cuaderno, Nendo!
—Lo dices porque tampoco puedes tomarlo, son como un par de hormigas para mí —Nendo río estruendosamente.
Oh, eso sí había terminado con su paciencia.
—¡Ya verás!
Ahora Kuboyasu y Kaido trataban de alcanzar el cuaderno. Y Nendo seguía riendo, ésta vez, aún más fuerte.
Pero, en un intento de alcanzarlo, Kuboyasu hizo tambalear a Nendo, provocando que cayera encima de ambos.
—¡Nendo, quítate de encima!
—¡Es como si un escarabajo de estiércol gigante nos aplastara!
—¿Cómo me llamaste ahora?
Está bien, aún no estaba acostumbrado.
Las cosas siempre serían difíciles si se trataba de sus compañeros.
Últimamente, los viernes eran así, quizás era porque era el comienzo del fin de semana. Algo que los estudiantes anhelaban.
Y él también.
Eran al menos dos días sin tener que convivir y escuchar los pensamientos de adolescentes. En especial de su grupo de autoproclamados amigos.
Tenía un mal presentimiento sobre ese día, si, desde que despertó, supo que algo malo pasaría este día.
Pero aún no veía qué era. No hasta que terminaron las clases.
Podía oírlos, claro que podía.
Era un jodido cliché de nuevo, ya estaba harto.
Él escapando, y ellos buscándolo.
Parecía que todo estaba en su contra ese día, porque ya había utilizado su teletransportación y aún no pasaban los cinco minutos.
Los baños no eran una opción, había una pequeña multitud junto al baño más cercano
Ah, ya recordaba porqué, reparaciones gracias a un desastre causado por Takahashi.
¿Invisibilidad? No, muy arriesgado, por ahora.
En un momento de distracción, todos las personas que lo buscaban se reunieron en un punto cercano a él.
Debía hacer algo rápido.
Estaba cansado, pasó todo el día arreglando los errores de sus compañeros.
Tenía suficiente con el ajetreado día anterior, cuando tuvo que levantarse temprano para ver florecer los cerezos.
Caminó, esperando que pasarán los dos minutos restantes para teletransportarse de una vez.
Hasta que vió una oportunidad, una controversial oportunidad.
Ahí la vió, caminando calmadamente, a punto de salir de la Academia. Chisato no estaba a su lado.
Podría ser...
Mientras escuchaba los pensamientos de los demás acercándose, él caminó en su dirección.
¿Qué estás haciendo, Kusuo?
¿Acaso, puedes sentir tranquilidad al lado de alguien?
¿Puedes usarla a tu favor?
Cuando estuvo lo suficientemente cerca, ella lo notó y giró para verlo.
La emoción en sus ojos y una sonrisa iluminaron su rostro.
¿Desde cuándo lo mira así?
—Hola, Harada, que sorpresa verte.
¿Qué?
Pudo escuchar los pensamientos de los demás, “¿Dónde está Saiki? No lo veo por ninguna parte”.
Y pudo escuchar los pensamientos de Koemi, “Estoy feliz de verte de nuevo, Harada”.
Fue como un pequeño trance, hasta que al fin despertó.
Había cambiado de forma, sin darse cuenta.
¿Por qué?
—¿Estás aquí de paseo?
Fue como si sus pensamientos se detuvieran y no entendieran lo que pasaba.
—¿Estás bien? Te ves preocupado.
Volvió a la realidad.
Si eso podía hacerlo escapar, lo usaría a su favor.
—Estoy bien, solo estoy sorprendido de verte.
—Lo sé, tampoco esperaba verte por aquí.
Casi por reflejo, comenzaron a caminar juntos, alejándose de la Academia.
—¿Qué hacías? ¿Estabas buscando tranquilidad?
—Puede ser.
—Lamento volver a arruinarlo.
Ni siquiera sé si lo hiciste.
Sai... Harada notó la intranquilidad de Koemi, era como si estuviese nerviosa.
Pero aún así, su mente era casi la misma de siempre. Pacífica.
Caminaron, ni si quiera tenían un rumbo fijo, Kusuo sólo seguía a Koemi, y Koemi no sentía su presencia como algo molesto, más bien, se sentía cómoda a su lado, y eso era suficiente.
Hasta que pasaron por una pequeña pastelería. Fue cuando Koemi paró, y Kusuo también.
¿Será un mal hábito detenerse para observar los manjares de una pastelería?
Para Kusuo, esa pregunta tenía algunas variables.
De pronto, escuchó la voz de Koemi.
—Harada, ¿Quieres comer algo?
Él giró a verla, la expresión “Si” era evidente en cada poro de su piel.
Ambos entraron al local, y Kusuo pudo escuchar algunos comentarios sobre ellos, era un poco irritante.
Una mujer un poco mayor se acercó para atenderlos, parecía ser la dueña del lugar.
—Buenas tardes, jovencitos, ¿En qué puedo ayudarles?
Koemi sonrió, diciendo que buscaban algún aperitivo. Se asomó para ver las dulces opciones que estaban en el mostrador.
—¿Te gustan las cosas dulces, jovencito?
Kusuo asintió, a la vez que giraba para ver el mostrador.
—Para mí, las cosas dulces son lo mejor de lo mejor, en especial si viene de las personas.
Kusuo pareció no entender.
—¡Oh! Quiero ese flan con castella, por favor. ¿Qué quieres tú, Harada?
Kusuo miró el mostrador, maravillándose con un trozo de pastel de café que había allí.
Él lo señaló.
—Buena elección, aunque el pastel de café tiene un poco elevada la cantidad de cafeína. ¿Está bien?
Él asintió, es inmune a los efectos de la cafeína después de todo.
O eso creía.
Después de comprar su aperitivo, salieron de la pastelería.
—Harada, ¿Quieres ir al parque? Es un lugar tranquilo.
¿De dónde rayos sacaba el coraje para decirle eso?
Ni siquiera ella lo sabía, solo fue un arranque de valentía, de esos que tienes cuando la situación lo amerita. Cómo cuando sabes que quizá no vuelvas a ver a alguien en un tiempo.
Él aceptó, su casa tampoco era la definición de tranquilidad.
Siguieron caminando, hasta llegar a un cierto punto en el parque.
Kusuo ya había estado allí, era el mismo lugar donde había ayudado a Yumehara a perder peso con ayuda de la voz de Kaido.
Ese no era el tipo de recuerdo que apreciaría tener.
Sin embargo, si podía considerarlo un lugar tranquilo, y eso era lo que él buscaba.
—Hace mucho que no vengo por aquí —Koemi se acercó a la orilla, no demasiado, solo lo suficiente para observar el brillo del agua —. Es muy bonito y tranquilo.
Ella se sentó en el pasto, dispuesta a comer su flan. Pero antes de eso, giró para ver al chico.
—¿No quieres sentarte? Es más cómodo de lo que parece, pero podemos ir a la pequeña capilla de por allá si quieres.
Él simplemente se sentó a su lado. Ya estaban ahí, no quería caminar hasta allá.
Ambos comenzaron a comer sus postres, como un par de amigos en la escuela a la hora del almuerzo.
Kusuo escuchaba las voces de las personas que estaban a 200 metros al rededor de él, pero, principalmente, podía escuchar la mente de Koemi.
Simplemente repetía halagos al rico postre de esa pastelería.
No podía culparla, él también lo hacía.
O simplemente escuchaba las melodías de sus pensamientos.
Su silencio no era especialmente incómodo, más bien, era una forma de estar que ambos habían adquirido sin saberlo.
Era, reconfortante y tranquilo.
Porque hay momentos en que las palabras sobran.
Koemi estaba feliz, y Kus... Yasuo estaba tranquilo.
A veces hablaban de cosas triviales, como sus gustos -aunque Kusuo sabía casi todo los gustos de Koemi- y demás cosas.
Kusuo no estaba mintiendo del todo.
¿Qué estás haciendo, Saiki?
¿No crees que podría descubrirte?
No, ella no conoce a Kusuo, no lo hará.
Habían perdido la noción del tiempo, el sol estaba a punto de comenzar a esconderse.
Un deleite para el ojo humano.
Koemi se levantó de pronto, acercándose al pequeño lago, observando el cielo.
El ocaso. La hora mágica. La hora azul. Estaban a punto de comenzar.
Era uno de esos ocasos, cuando el cielo es de un celeste claro, las nubes son de un rosa precioso y los últimos rayos de sol sobre el horizonte son dorados.
El cielo desprendía su última luz, que se reflejaba perfectamente sobre el pequeño lago, dándole una apariencia hermosa.
Y ahí estaba Koemi, totalmente fascinada con lo que estaba presenciando.
Frente al lago, el cielo no era lo único que se veía precioso.
Ella giró a verlo.
—Es muy hermoso, ¿No crees?
Kusuo la observó, y asintió.
Nunca había notado lo hermoso que era el cielo, a pesar de solo ser la luz del sol atravesando la atmósfera.
Su estómago comenzó a doler. Él llevo su mano hasta el lugar.
Santo Cielo.
Tal vez la mujer tenía razón, el pastel contenía mucha cafeína.
¿Qué acaso no era inmune?
Koemi se acercó hasta él y le sonrió.
—Ya es un poco tarde, debo volver a casa.
«Mis padres van a matarme»
—Yo también.
Kusuo se levantó, y volvieron a caminar juntos hasta que llegaron a una calle con varias intersecciones.
—Yo voy hacia allá —Koemi se acercó a él, lo suficiente para ver sus ojos claramente.
Oh, el color violeta comenzaba a encantarle.
—Fue un gusto caminar contigo, Harada, fue divertido. Espero no haber sido una molestia.
Harada...
—También fue un gusto.
Koemi sonrió de una manera que Kusuo no pudo describir.
—Espero verte pronto —ella comenzó a caminar —. Harada.
Harada...
Después de perderla de vista, Kusuo comenzó a caminar a casa. Su forma volvió a ser la misma.
Cuando llegó, su madre lo recibió con preocupación.
—¡Ku! Al fin llegas, estaba comenzando a preocuparme, el sol ya se escondió.
—Lo siento, estuve ocupado.
Su madre se acercó a él y lo abrazó, inusualmente, él respondió.
Para Kurumi, ese fue el acto más bonito que pudo pasar ese día.
—Prepararé té, ¿Quieres un poco?
Él asintió.
La noche fue tranquila, hasta que llegó la hora de dormir.
Esa noche, Kusuo no pudo conciliar bien el sueño. Lo cual era extraño, era un psíquico.
Aunque fuera algo devastador para él, decidió no volver a probar un pastel de café en un largo tiempo.
No hasta que controlara los efectos de la cafeína en su cuerpo.
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No sé, pero éste es uno de mis capítulos favoritos hasta ahora ahh 🤸🏽♀️
Ojalá les guste tanto como a mí.
¿Por qué creen que Kusuo cambió sin darse cuenta? 🤨
Fuera de tema, quiero mostrar un dibujo que hice de Koemi <3
Un dato curioso es que me inspiré de Futaba Yoshioka de Ao Haru Ride para su apariencia. Me gusta su diseño 🧚🏼♀️
Cómo siempre digo, pueden cambiar la apariencia a su gusto, lo importante es disfrutar la lectura <3
Es todo, iré a hacer mi tarea, hasta la próxima. ¡Voten y comenten! ^^
Cuídense y sonrían ☄️
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