𝑐𝑎𝑡𝑜𝑟𝑐𝑒


Confirmó la dirección que indicaba el mensaje. 

Rosslenne estaba muy sorprendida. La casa era realmente grande, quizás estaba exagerando. Puede que sea por su perspectiva ya que su apartamento es muy pequeño a comparación.

Desde la entrada se veía todo muy limpio. Tenía un hermoso jardín delantero. 

Constaba de dos pisos, colores vivos con un toque de madera. Había mucha vegetación con preciosas flores.

Nerviosa procuró respirar profundo antes de tocar el timbre.

Pronto escuchó unos pasos y una voz conocida. Inevitablemente sonrió al ver a Senjuro tan feliz de verla.

—¡Rosslenne! —buscó las llaves para abrir que estaban justo al lado de la puerta. —¡Qué bueno verte de nuevo!

Se abrazaron. La castaña sostuvo sus mejillas con cuidado. Así se veía cachetón.

—¡Tan tierno! ¡Yo también estoy muy contenta! —Senjuro sonrió algo avergonzado por el trato de la mayor.

Escucharon a alguien aclararse la garganta.

Rosslenne volteó con temor encontrando a Ruka viendo la escena.

Qué manera de conocer a tu futura suegra.

—¡Lo-lo siento! —estaba roja hasta las orejas. Hizo una reverencia, más bien bastantes.

—¡Ro-ross, tranquila! —Senjuro intentó calmarle.

¿Me dijo Ross...?  

Sintió más pena debido al apodo.

—No te tienes que disculpar. —la voz serena de la azabache le hizo calmarse. —No hiciste nada malo. Es un placer conocerte, mi hijo me ha hablado sobre ti.

Ahora los papeles se invirtieron.  El mencionado se puso completamente rojo mientras miraba hacia otro lado.

Pensó en Shinobu y en sus consejos. ¡Tenía que ser valiente!

—¡Muchas gracias por la oportunidad! ¡Me esforzaré mucho para que pueda mejorar en sus clases!

Ruka sonrió. A pesar de su porte fuerte y elegante es una mujer muy amable.

—No dudo eso. Por favor siéntete en casa, no tengas pena en pedir cualquier cosa que necesites.

Los tres caminaron y Rosslenne quedaba más maravillada por el orden y estética de la casa. Se sentía una vibra muy calmada hasta agradable. 

Se detuvieron en el comedor donde estaban unos libros encima de la mesa. 

—¿Quieres algo para tomar? Prepararé unas galletas.

—¡Cualquier cosa está bien, gracias! —sonrió.

Ella se retiró y decidieron no perder el tiempo para empezar a estudiar. Se organizó rápido ya que algunos ejercicios solían ser algo confusos así que se centraría en ellos.

Era muy buena explicando. Senjuro entendió sin problemas.

Así pasaron los minutos hasta que el olor a masa recién horneada le hizo despertar su apetito.

Tomaron un descanso.

—¡Te trajé el café que no te pudiste llevar cuando nos conocimos! —lo sacó de su bolso.

—¡No-no era necesario!

—¡Claro que sí! 

Agradeció y lo llevó hacia la cocina. Mientras Rosslenne revisaba su celular.

Estaba tan absorta del mundo exterior que no escuchó la voz de alguien llegando a la casa.  Mucho menos cuando este estaba al frente de ella.

—¡Rosslenne! —aquello le hizo asustarse demasiado. Casi que se le cae el teléfono de las manos.

Kyojuro reaccionó a tiempo y lo sostuvo.

La cuestión es que quedaron demasiado cerca. Si no fuera por la poca distancia podrían besarse.

Los ojos cálidos le observaban sorprendido todavía asimilando la situación. 

Rosslenne aguantó la respiración. Tanto así que se levantó golpeándose con la silla a su lado.

—¡Lo siento mucho! —se quejó un poco al sentir un dolor punzante. 

—¿Estás bien? ¿No te hiciste daño? —trató de acercarse.

—¡Sí-si! Más bien gracias a ti por salvar mi celular. Creo que si no fuera por ti pasaría a mejor vida.

—¿Todo bien? —Ruka preguntó llegando con una bandeja y Senjuro con dos vasos de leche.

—¡Madre! ¡Me alegra verte! Rosslenne se lastimó un poco con la silla.

—Déjame ver. —dejó todo en la mesa. 

No sabía si agradecerle o sentir más bien hasta vergüenza por la atención que estaba recibiendo.

Se sentó con cuidado. Ruka notó como la piel estaba un poco enrojecida.

—Traeré algo para ponerte. 

Mientras tanto Senjuro y Rengoku hablaban.

Ojeó su celular suertudo para no pecar de entrometida. Además no quería ser obvia con lo acababa de pasar.

Agradeció que Ruka volviera. 

Cuando Senjuro volvió a su lado él le preguntó:

—¿Estás mejor?

—No pasa nada. Solo fue algo tonto.

Se sentía rara. Normalmente no era tratada con tanta dedicación y cuidado.

Kyojuro tomó unas galletas.

—¡Delicioso! 

Rosslenne no podía verlo a la cara. 

Agradeció que Senjuro le empezó a preguntar sobre algunas cosas. En eso se quedaron solos.

(...)

Ya en su hogar cuando estuvo terminando un ensayo tomó el cojín y pegó un grito.

Mañana tendría que verlo en la clase. Se consideraba una tonta porque no quería. Tenía demasiados nervios.

Y no solo eso. Podría pedirle de nuevo que le ayude después de clase.

¿Debería hablarle a Shinobu? Lo consideraba ya que era como su cupido.

Iba a guardar las cosas para el día siguiente. Incluyendo apartar la comida que quería compartir con ella.

En eso se quedó en la sala sentada sobre el sofá. Marcó el número. No tenía nada que perder.

¿Sí? —escuchó al otro lado de la línea.

—Quiero morirme. 

Eso es algo... —hubo ruido en la llamada. —Disculpa, estaba en la cocina. ¿Qué sucedió?

—Oh bueno. En realidad nada... Solamente que... ¡Por poco casi me beso con Kyojuro en una situación que no debería pasar en primer lugar si estuviera más atenta!

Más bien suena como algo muy favorable. ¡Dime detalles! ¿Cómo reaccionó? 

—Solo me asusté porque apareció de la nada y por poco se me cae el celular. —suspiró. —Lo salvo a tiempo pero quedamos muy cerca. No tengo idea que paso por su cabeza no podía ni siquiera verle.

Rosslenne... —su tono de regaño le intimidó. —¡¿Cómo se te ocurre perder tan valiosa oportunidad?! ¡Debiste notar algo, una señal de que tal vez muy en el fondo le gusto ese acercamiento! 

—¡No lo sé, sabes que Rengoku no se molesta por casi nada! ¡Eso le pudo pasar con otra persona y actuaría igual!

¡No estoy hablando de otras personas si no de ti! 

Se quedó callada al escucharle suspirar.

De acuerdo. Tendré que hacer algo, a este paso no avanzarán. Aunque no todo está perdido. Puede que esto le ocasione dudas. 

Rosslenne no dijo nada. Estaba pensando.

¿Sigues viva o te fuiste a soñar con Rengoku sensei? ~

—¡Sí-si! ¡Qui-quiero decir, estoy aquí! 

Bien. ¿De resto cómo te fue?

Siguieron hablando hasta que ya era algo tarde. 

Antes de poner la alarma se preguntaba que tramaría Shinobu el día de mañana.

Uy se viene AJJAJAJ. Nuestra mejor amiga esta harta de que la prota no sea directa. ¡Ya quiere acción! Y nosotras también. 

¿Qué pasará? Definitivamente me voy a divertir. Saben que adoro hacerle pasar pena a nuestra querida Ross JSSJK

Como siempre gracias por su apoyo (';ω;`)♡ Creo que me siento mejor escribiendo en la noche y subiendo el capítulo en la mañana. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top