𝐚𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚𝐬: digitación, juego
previo, relación establecida

Te reíste mientras ambos se dejaban caer en el suave cojín del sofá, con un ligero tinte rojo visible en su rostro. Robby te sonrió, tan feliz como tú de finalmente estar solos juntos de nuevo.

— Eres hermosa — murmuró, recorriendo suavemente con los dedos la línea de tu mandíbula.

Le tomaste el rostro entre tus manos y lo trajiste hacia ti para besarlo nuevamente. Él se movió más cómodo sobre ti. Gruñó cuando sintió que tirabas de su cabello y profundizó el beso aún más mientras comenzaba a mover su cuerpo contra el tuyo.

Se te cortó la respiración cuando sentiste que sus caderas se abrían paso hacia las tuyas. No pudieron evitar empujarse más el uno hacia el otro, sus cuerpos se fundieron en una sinfonía de deseo.

— Ugh... necesito más de ti —murmuró contra tus labios antes de que sintieras una de sus manos bajar para desabrocharte los jeans.

Pasó la mano por tu muslo después de quitarte los jeans, sintiendo el calor y la suavidad de tu piel bajo las yemas de sus dedos. — ¿Estás segura? — preguntó, queriendo asegurarse de que estabas de acuerdo con esto.

Asentiste con la cabeza. — Por favor… —, gimiendo, necesitada de que te tocara.

Sus dedos encontraron el borde de tus bragas y te miró sensualmente mientras las deslizaba lentamente por tus piernas. — Dime qué quieres —susurró contra tu cuello, mientras su mano trazaba círculos sobre tu estómago.

— Mmm… — te pusiste nerviosa al pensar en decirlo en voz alta — Te deseo… quiero tus dedos, los quiero dentro de mí — murmuraste en su hombro, incapaz de mirarlo mientras decías lo que querías.

El corazón de Robby latía con fuerza en su pecho ante tus palabras. Te dio besos suaves en el cuello, sus dedos encontraron tu entrada y lentamente se adentraron en tu coño húmedo.

Gemiste en voz baja sobre su hombro al sentir el cálido y ligero estiramiento de sus dedos. Comenzaste a jadear sobre su cuello.

Sus dedos se curvaron dentro de ti, acariciándote y provocándote mientras se tomaba su tiempo. A Robby le encantaba la forma en que  reaccionabas a su toque. — ¿Eso es lo que quieres? —, preguntó en tono burlón, con voz baja y ronca.

Tus manos se movieron hacia su muñeca, envolviéndola con fuerza, y comenzaste a frotarte contra su mano. Gemiste su nombre y asentiste con la cabeza.

Robby sintió una oleada de deseo cuando gritaste su nombre, tan hermoso en tus labios. Se inclinó más cerca, sus labios rozando tu oreja. — Te gusta eso, ¿eh? —, murmuró, empujando sus dedos más profundamente dentro de ti.

Arqueaste la espalda y apretaste con fuerza su mano. — Me encanta…—, suspiraste.

Tu corazón se aceleraba y se volvía más superficial a medida que continuaba introduciendo sus dedos más profundamente en . Gruñía ante la sensación de tu calor rodeándolo. — Estás tan apretada... —

— Estoy tan cerca, por favor — apretaste más fuerte su agarre en su muñeca mientras comenzaba a moverse un poco más rápido.

Al sentir que tu cuerpo reaccionaba a su tacto, Robby supo que estabas a punto de alcanzar el orgasmo. Te besó en el cuello con suavidad, mientras sus dedos entraban y salían de ti mientras continuaba introduciendo y sacando los dedos de tu chorreante agujero. — Déjate llevar — susurró con voz profunda y gutural.

Arqueaste la espalda y te levantaste del sofá mientras terminabas en su mano, jadeando pesadamente en el hueco de su cuello. Soltaste su muñeca.

Robby sintió la oleada de tu orgasmo cuando cubriste su mano, él continuó empujando, extrayendo hasta la última gota de placer de ti antes de finalmente alejarse.

𝐛𝐥𝐮𝐞𝐩𝐚𝐥𝐥𝐞𝐭𝐬