⠀𝟬𝟰. ❛ A WARNING ❜
004. ╱ ᝰ⠀⠀ ❝ una advertencia. ❞
EL SÁBADO LLEGÓ MÁS RÁPIDO DE LO ESPERADO, y fue algo bueno porque Angeline se estaba hartando de ver promesas horteras y de hacer exámenes inútiles. Hoy era la fiesta en la playa de los estudiantes de último año que se celebraba todos los años la semana después de las vacaciones de primavera.
⠀⠀—Ponte el bikini amarillo —Paige se lo lanzó mientras buscaba entre la selección de trajes de baño de Angeline—. Hace que tu piel se vea mucho más bronceada.
⠀⠀Angeline lo levantó y resopló, sacudiendo la cabeza.
⠀⠀—Estaba pensando en mi rojo, el rojo cereza, para ir con mis uñas.
⠀⠀Los ojos de Paige se abrieron de par en par.
⠀⠀—Oh, buena idea.
⠀⠀La chica rubia comenzó a buscar entre los innumerables bikinis que parecía tener Angeline, encontrando finalmente el que había descrito anteriormente. Paige lo inspeccionó con las cejas levantadas.
⠀⠀—Puede que tenga que tomar esto prestado, ¿sabes? —Tarareó Paige antes de pasarlo.
⠀⠀—Entonces nuestras vaginas estarán tocando el mismo material —exclamó Angeline—. Eso es como compartir pantalones.
⠀⠀—Bragas —la corrigió Paige antes de lanzarle una mirada de asco—. A veces dices las cosas más burdas, Angel. Además, para eso están las lavadoras.
⠀⠀Angeline suspiró y se quitó el vestido que llevaba. La morena deseaba dejar de decir cosas que la metían en problemas, pero era como si su boca no tuviera filtro. Si su cerebro lo pensaba, tenía que decirlo. Si no lo hacía, sentía que iba a explotar.
⠀⠀Nadie lo entendía, excepto quizá Ciara. Su amiga con el pelo decolorado pensó que el estallido de pensamientos de Angeline era realmente divertido, pero todos los demás parecían lanzarle miradas o decirle que era inapropiada.
⠀⠀Angeline se quitó el sujetador y la ropa interior y se puso el bikini, dándose la vuelta para que Paige le hiciera un nudo apretado en la espalda. Una vez asegurado, volvió a ponerse el vestido y cogió su bolsa.
⠀⠀—¿Cómo se ve mi cabello? —Preguntó.
⠀⠀Paige sonrió.
⠀⠀—Perfecto. Las dos estamos muy buenas.
⠀⠀Angeline sonrió a su amiga mientras Paige se giraba para mirarse en el espejo, claramente encantada con lo que veía. Angeline no era en absoluto insegura, ella también se quería, pero Paige se aseguraba de que todo el mundo supiera que no había ni un solo defecto en su cuerpo.
⠀⠀—¿Mitch estará abajo? —Preguntó Paige—. Tienes que presentarnos.
⠀⠀El rostro de Angeline se transformó en uno de ligero asco al ver que la belleza rubia se bajaba aún más el corte del vestido, y sus pechos prácticamente se desbordaban.
⠀⠀—Paige, ¡no te voy a engañar con la seguridad de mi padre! —Ella se quejó.
⠀⠀—Oh, vamos, Mitch no podrá resistirse cuando me vea —respondió Paige con una pequeña risita.
⠀⠀Angeline puso los ojos en blanco, divertida, y apagó la luz de su habitación. La pareja empezó a bajar la escalera de mármol, hablando de que los padres de Jackie Williams supuestamente se habían arruinado y ella estaba abandonando la escuela.
⠀⠀—Es literalmente tan embarazoso para ella —se burló Paige, sacudiendo la cabeza—. Creo que me moriría literalmente si me pasara eso.
⠀⠀Cuando llegaron al final de la escalera, Angeline vio que Mitch estaba de pie en el vestíbulo, tecleando algo en lo que parecía un iPad, pero ella sabía que era una cosa de seguridad de alta tecnología. Sabía que tenía acceso a todo lo que había en la casa, como las puertas y las cámaras de seguridad y las listas de personas a las que no se les permitía entrar, cosas así.
⠀⠀Paige se dio un rápido golpe en el brazo, llamando accidentalmente la atención de Mitch cuando éste levantó la vista.
⠀⠀—¿Vas a salir? —Preguntó Mitch, al ver el bolso en la mano de la morena, así como las chanclas en sus pies.
⠀⠀Angeline asintió.
⠀⠀—Sí, a la playa. Es una cosa de mayores.
⠀⠀El moreno le devolvió el saludo, y su mirada sólo se apartó de Angeline cuando la chica rubia que estaba a su lado tosió con fuerza. Mitch le hizo una pequeña inclinación de cabeza para reconocer su existencia, lo que no fue suficiente para Paige, que dio un codazo a Angeline.
⠀⠀—Esta es Paige, mi mejor amiga —les presentó Angeline, aburrida—. Paige, este es Mitch, uno de los secuaces de mi padre... quiero decir, de seguridad.
⠀⠀Mitch no tuvo la oportunidad de responder al comentario de Angeline porque Paige ya estaba riendo a carcajadas y metiendo su mano dentro de la de él para estrecharla. Ella batió las pestañas, haciendo el giro de pelo que normalmente funcionaba con los adolescentes con los que coqueteaba.
⠀⠀—Encantada de conocerte, Mitch —sonrió Paige.
⠀⠀—Igualmente —respondió Mitch antes de volver a mirar a Angeline—. Angeline, por favor, asegúrate de que tu teléfono está encendido en todo momento y si pasa algo pulsa el botón de tu aplicación.
⠀⠀La chica de ojos marrones resopló.
⠀⠀—Sí, sí. No tienes que pasar por ello cada vez que salgo de casa, ya sabes.
⠀⠀—Sólo hago mi trabajo.
⠀⠀Angeline cruzó los brazos sobre el pecho.
⠀⠀—¿Le dices eso a Elliot cada vez que se va?
⠀⠀—Quizá no sería tan malo que tu hermano desapareciera —bajó la voz Mitch para bromear.
⠀⠀Tal vez no debería haber sido tan poco profesional, pero hizo que una amplia sonrisa apareciera en el rostro de Angeline. Era lo máximo que había visto a la adolescente sonreír desde la pelea que había tenido con su padre hacía tres días; desde entonces había estado de mal humor.
⠀⠀—Vale, vale —Angeline sonrió a Mitch—. Dejaré el teléfono encendido o lo que sea. Nos vemos pronto.
⠀⠀Paige la agarró del brazo en cuanto la pareja estuvo fuera de la casa.
⠀⠀—¡Angel, te estuvo mirando todo el tiempo!
⠀⠀La chica de ojos marrones se rió un poco.
⠀⠀—Su trabajo es básicamente hacer de niñera de Elliot y de mí.
⠀⠀—Mmh —Paige frunció el ceño—. ¿Cómo es que tu padre necesitaba un tipo nuevo?
⠀⠀Angeline se encogió de hombros.
⠀⠀—Creo que está trabajando en nuevas cosas y le preocupa la interferencia de la competencia. Ahora tiene a Winston a su lado las 24 horas del día, así que necesitaba a otro tipo que se asegurara de que mi hermano y yo no estuviéramos haciendo estupideces o algo así.
⠀⠀—A mí me parece sospechoso —dijo Paige, pero lo dejó así, y algo de sus palabras rondó por la cabeza de Angeline.
LA PLAYA YA ESTABA ABARROTADA DE ESTUDIANTES DE ÚLTIMO CURSO DEL INSTITUTO FAIR HILL CUANDO LLEGARON PAIGE Y ANGELINE, que mostraron sus carnés de estudiante a un hombre de la puerta antes de que las dejaran entrar.
⠀⠀—Oh, genial: limbo —sonrió Angeline, señalando hacia donde algunos de los chicos y un par de chicas estaban jugando debajo de lo que parecía un palo de bambú.
⠀⠀Paige no escuchó, sino que empezó a tirar de la chica bajita hacia Ciara y Grace, que estaban sentadas junto a una de las barras, removiendo cócteles y escudriñando a la gente.
⠀⠀—Hola, chicos —saludó Angeline a sus amigos una vez que cruzaron la arena para reunirse con ellos.
⠀⠀—Ya era hora de que aparecierais —resopló Grace—. Jessica Morley ha estado pavoneándose como si fuera la maldita reina o algo así.
⠀⠀Paige parecía horrorizada; su cabeza dio un giro tan rápido que su pelo rubio estuvo a punto de golpear directamente a Ciara, que intentaba sorber lo que parecía un Cosmopolitan.
⠀⠀—¿Qué coño? —Paige resopló, viendo a la pelirroja sentada con medio equipo de fútbol en bikini—. ¿Quién se cree que es?
⠀⠀Angeline se encogió de hombros.
⠀⠀—En realidad no está haciendo nada.
⠀⠀—Voy para allá —la chica de ojos azules la ignoró, quitándose con cuidado el vestido y metiéndolo en su bolsa.
⠀⠀—Oh, Dios —murmuró Angeline—. Sólo está hablando...
⠀⠀—Vamos, Grace —llamó Paige, ya dirigiéndose a ella.
⠀⠀Grace la siguió rápidamente como un cachorro perdido, las dos marcharon y tomaron asiento junto a los jugadores de fútbol. Angeline se quitó su propio vestido y se sentó en el taburete junto a Ciara en el que se había sentado antes Grace.
⠀⠀—¿Qué pasó con las chicas que apoyan a las chicas, eh? —Murmuró Ciara, haciendo un gesto al camarero para que se acercara—. Otro Cosmopolitan, por favor. Y una piña colada para mi amiga.
⠀⠀Angeline cogió su bolso y empezó a sacar algo de dinero para dárselo al hombre que estaba detrás de la barra mientras se encogía de hombros.
⠀⠀—No lo sé —murmuró—. Paige y Grace sólo apoyan a las chicas si les gustan.
⠀⠀—Té —murmuró Ciara.
⠀⠀Angeline pagó su bebida y empezó a dar un sorbo a su piña colada, girando en el taburete para mirar al resto de la playa. Sólo entonces se dio cuenta de la música de los años 2000 que sonaba a todo volumen por los altavoces al otro lado de la playa, algo de Britney Spears.
⠀⠀—¿Quieres limbo?
⠀⠀—Obviamente.
⠀⠀Mientras Paige y Grace luchaban contra Jessica Morley y sus amigas por la atención del equipo de fútbol, Angeline y Ciara se emborrachaban cada vez más con los cócteles y retaban a cualquier persona en un radio de dos metros de ellas a una batalla de limbo.
⠀⠀El sol empezaba a ponerse y Angeline y Ciara se habían acercado a la multitud de gente que bailaba, con los cócteles abandonados desde hacía tiempo pero con el alcohol zumbando positivamente en sus sistemas. Cantaban a pleno pulmón, con los pies saltando sobre la arena dorada mientras el sol empezaba a ponerse, con tonos naranjas y rosas mezclados en el cielo.
⠀⠀—Ba-by, you know that I miss you, I wanna get with you —cantaron Angeline y Ciara, tropezando entre ellas—. But I cannot baby girl and that's the issue!
⠀⠀—Oye, parece que Grace ha pescado —señaló Ciara.
⠀⠀Angeline inclinó la cabeza para echar un vistazo, y su corazón casi se detuvo cuando reconoció inmediatamente la fregona rubia que sus manos recorrían. Grace, vestida con su bikini rosa, estaba levantando los pies para besarse no con cualquiera, sino con el ex novio de Angeline: Levi Edwards.
⠀⠀—Es Levi —Angeline dejó de bailar, con los hombros caídos por la incredulidad.
⠀⠀Los ojos de Ciara se abrieron de par en par cuando hizo una doble toma.
⠀⠀—¿Qué coño?
⠀⠀Ciara agarró la muñeca de Angeline y empezó a tirar de ella, pero Angeline la soltó rápidamente y sacudió la cabeza. Casi tropezó con sus propios pies en el proceso, su cabeza daba vueltas.
⠀⠀—Yo no... Yo no tengo ganas de pelear con nadie más esta semana, Ciara —admitió Angeline.
⠀⠀Ciara la miró, un poco confundida. Supuso que Angeline sólo se refería a todas las discusiones que había tenido con Levi en la escuela y asintió, soltando un suspiro.
⠀⠀—¿Quieres ir a casa? —Preguntó.
⠀⠀Angeline asintió, sintiéndose enferma de traición. No podía importarle menos si Levi se había puesto con un centenar de chicas en la fiesta de fin de curso, sólo le importaba que hubiera sido Grace de entre todas las personas. Una de sus únicas y mejores amigas.
⠀⠀El estómago empezó a dolerle, dando vueltas con todo el alcohol que tenía dentro. A Angeline le dolía la garganta y podía sentir cómo le sudaba la piel y le empezaban a doler un poco los dientes. Ciara agarró a su amiga cuando empezó a tropezar, enderezándola.
⠀⠀—Angel, ¿estás bien?
⠀⠀Angeline sacudió la cabeza, sintiendo que su corazón empezaba a acelerarse y que sus manos se ponían aún más agitadas. Desde que era pequeña, tenía un intenso miedo al vómito y a todo lo que tuviera que ver con él. La sensación de vomitar la hacía sentir como si se asfixiara, y la sensación de asco antes de que ocurriera la hacía entrar en pánico ante la idea de estar enferma.
⠀⠀—Creo que voy a enfermar —admitió temerosa—. Dios mío, Dios mío.
⠀⠀Ciara empezó a callarla, echando la mano hacia atrás y apartando el pelo de Angeline de su cara. Usó la goma de su muñeca para sujetarlo y abanicó sus manos frente a la cara de la morena, como si tratara de darle un poco de aire fresco.
⠀⠀—Estás bien —le prometía Ciara—. Estás bien. Si vomitas, me quedaré contigo, ¿de acuerdo?
⠀⠀Angeline consiguió asentir con la cabeza, pero las palabras de Ciara no consiguieron mantener a raya sus salvajes pensamientos. Sabía que probablemente era estúpido estar tan aterrada por algo tan natural, pero no podía evitarlo.
⠀⠀—Joder —Angeline se precipitó hacia unos arbustos y jadeó antes de vomitar.
⠀⠀Ciara se frotó la espalda, frunciendo el ceño ante los sollozos de la pequeña. Respiraba con dificultad entre el malestar, las lágrimas corrían por su rostro y su mandíbula temblaba mientras rezaba para no volver a enfermar.
⠀⠀—¿Quieres que llame a tu padre o a tu hermano? —Preguntó Ciara—. Estoy segura de que vendrán a recogerte.
⠀⠀Angeline negó rápidamente con la cabeza.
⠀⠀—No estoy en condiciones de hablar con ellos ahora mismo.
⠀⠀Ni nunca.
⠀⠀—Ha sido un susto —añadió, secándose los ojos cuando estuvo segura de que había terminado.
⠀⠀Ciara asintió con la cabeza y siguió frotando la espalda de Angeline en círculos tranquilizadores mientras seguían avanzando por la acera hacia la casa de Angeline. El cerebro de Angeline estaba consumido por los pensamientos de que Grace le había hecho daño y el miedo en el fondo de su mente de que pudiera estar enferma de nuevo.
⠀⠀—Vamos a comprar chicles —Ciara movió la cabeza hacia la tienda a un lado—. Estarás bien.
ANGELINE AÚN ESTABA BORRACHA CUANDO FINALMENTE REGRESARON A LA CASA DE LOS LEWIS. Ciara suspiró mientras la levantaba y utilizó la mano que le sobraba para pulsar el timbre de la puerta.
⠀⠀—Umh, ¿hola? Soy Ciara... La amiga de Angel. Está un poco fuera de sí ahora mismo —habló la adolescente.
⠀⠀—Te estoy llamando —dijo una voz desconocida a través de los altavoces y Ciara sólo pudo suponer que era la voz de Mitch.
⠀⠀El hombre que había dejado a Angeline en el colegio hacía unos días se acercaba al camino mientras Ciara lo recorría con Angeline, que se reía para sí misma y masticaba el chicle de forma odiosa. Mitch dio un pequeño trote para reunirse con ella a mitad de camino cuando se dio cuenta de que Ciara estaba literalmente tratando de sostener a Angeline, su cabello oscuro volando un poco hacia atrás con el viento.
⠀⠀Ciara dejó que Mitch le arrebatara a Angeline cuando llegó, sus grandes manos tirando de la adolescente hacia arriba. Angeline gimió cuando su cabeza giró aún más rápido, aferrándose a Mitch y dejando caer la cabeza contra su brazo.
⠀⠀—Me aseguraré de que llegue a su habitación —dijo Mitch a la chica de pelo blanco—. Gracias.
⠀⠀—Por supuesto —asintió Ciara, dudando un poco—. Sé que eres nuevo, así que te diré que Angel tiene fobia al vómito, por si no lo sabías ya.
⠀⠀Mitch enarcó las cejas, un poco sorprendido de que la gran malvada Angeline tuviera miedo de estar enferma. Se aferró más a ella cuando Angeline murmuró algo en voz baja, sus palabras eran ininteligibles e increíblemente arrastradas.
⠀⠀—Gracias por avisarme —canturreó Mitch—. Estoy seguro de que te enviará un mensaje cuando esté sobria.
⠀⠀Ciara intentó despedirse de Angeline, pero la chica estaba demasiado lejos, con el rostro oculto en la camiseta oscura de Mitch. El hombre, algo mayor, empezó a caminar con ella por el camino de entrada, murmurando cosas en voz baja sobre que cuidar a las adolescentes borrachas no estaba en el esquema del trabajo.
⠀⠀Ayudó a Angeline a subir las escaleras y a entrar en su habitación, ayudándola a tumbarse en la cama. Mitch dudó antes de salir y fue a buscar agua y aspirinas, volviendo después y poniéndolas en la mesilla de noche.
⠀⠀—Tienes que escupir el chicle o te quedarás dormida y te ahogarás —le indicó Mitch.
⠀⠀Angeline acercó la cara a la almohada.
⠀⠀—Como quieras, papá —respondió sarcástica.
⠀⠀—Angeline —dijo, más fuerte.
⠀⠀La adolescente suspiró y ladeó la cabeza, sacando el chicle entre los labios. Mitch arrugó la cara cuando se dio cuenta de que ella esperaba que se lo quitara y cogió la papelera que había junto a su escritorio, tendiéndola.
⠀⠀—Escupe.
⠀⠀Angeline hizo lo que le dijeron antes de empezar a reírse, incontroladamente. Su cara se puso roja de la risa mientras se apoyaba de nuevo en la almohada, mirando al techo.
⠀⠀—¿Qué? —Preguntó Mitch—. ¿Qué es tan gracioso?
⠀⠀—Normalmente no me mandan escupir —se rió.
⠀⠀La boca de Mitch se abrió un poco y juró allí mismo que Angeline Lewis sería su muerte. La chica no tenía ningún tipo de filtro, ni siquiera para él, que era prácticamente un extraño. Parecía que era aún peor cuando estaba borracha.
⠀⠀—Vale, ahora voy a buscar a tu padre —suspiró Mitch, frotándose la frente.
⠀⠀—No —murmuró Angeline—. Sólo se enfadará. Déjame dormir la mona.
⠀⠀Dudó, de pie en medio de la habitación y contemplando toda su elección de carrera. Cuando Mitch no dijo nada y salió de la habitación al cabo de un minuto, la puerta se cerró silenciosamente tras él, Angeline escuchó fuera, rezando por no oír pasos cerca de su puerta.
⠀⠀Escuchó y escuchó durante lo que parecieron horas hasta que se quedó dormida, y sonrió un poco al ver que Mitch había hecho lo que ella le pedía.
UNO DE LOS MUCHOS TALENTOS DE ANGELINE ERA NO TENER NUNCA MALAS RESACAS. Por muy borracha que se levantara, se despertaba con un pequeño dolor de cabeza, pero nada que una aspirina no pudiera solucionar rápidamente. Cuando llevaba una hora despierta, ya se sentía como nueva.
⠀⠀Después de una larga ducha y de lavarse los dientes, la morena se dirigió a la cocina para coger algo de comer. Se sirvió unos cereales y se sentó en la barra en el silencio de su gran casa, recordando todo lo que había pasado la noche anterior.
⠀⠀Recordaba haber estado de fiesta con Ciara antes de ver a Grace y a Levi prácticamente follando en seco en el paseo marítimo, y entonces había vomitado y eso era todo. Angeline se ocuparía de Grace más tarde; pero ahora mismo estaba recordando algo que Paige había dicho antes.
⠀⠀Me parece sospechoso.
⠀⠀Su padre era un tipo extraño; Angeline no se molestaba en tratar de entender las cosas que hacía, simplemente se sentaba y lo juzgaba desde la distancia, saltando para hacer comentarios ingeniosos cuando lo consideraba necesario. Salvo que al contratar a Mitch se sentía un poco rara.
⠀⠀Winston y Renolds eran viejos, llevaban años en la familia. Mitch debía de tener un currículum perfecto para conseguir siquiera una entrevista con su padre, ya que éste nunca confiaba en nadie fácilmente. Dejar entrar a alguien en su círculo exigía mucho, sobre todo cuando Mitch vivía con ellos como lo hacían Renolds y Winston.
⠀⠀El señor Lewis debía estar realmente desesperado por conseguir más seguridad, lo que hizo que Angeline se preguntara naturalmente: ¿por qué?
⠀⠀La pequeña morena terminó sus cereales y colocó el cuenco en el fregadero, mirando a su alrededor para asegurarse de que no la observaban. Hasta el momento, no había visto a nadie hoy, pero al menos un miembro de seguridad estaba siempre en la propiedad. Angeline miró a izquierda y derecha mientras subía las escaleras.
⠀⠀No sabía realmente lo que estaba haciendo. No se atrevía a intentar colarse en el despacho de su padre o en la sala de reuniones, todo lo realmente jugoso estaría en el edificio de su padre fuera de la casa. Pero tal vez Angeline quería saber sobre su nueva niñera.
⠀⠀Tal vez si descubriera lo que Mitch estaba haciendo aquí, descubriría por qué lo necesitaba en primer lugar, y entonces podría averiguar por qué demonios las palabras de Paige no dejaban de nadar dentro de su cerebro.
⠀⠀Hacia el final de la casa era donde su padre situaba las habitaciones de seguridad. Tal vez Angeline debería haber esperado hasta estar segura de que Mitch tenía unos días libres en el trabajo, pero quería saberlo ahora.
⠀⠀Angeline encontró la puerta de su habitación y giró el pomo, gimiendo en voz baja cuando descubrió que estaba cerrada con llave. Metió la mano en la parte posterior del moño desordenado que se había creado en la cabeza y sacó una horquilla, mordiéndola entre los dientes y ajustándola como Paige le había enseñado una vez.
⠀⠀—Oh, joder, sí —murmuró en voz baja.
⠀⠀Antes de que pudiera levantarse, oyó que alguien carraspeaba detrás de ella. Angeline gimió con fuerza esta vez, echando la cabeza hacia atrás y poniendo los ojos en blanco cuando vio a Mitch de pie con los brazos cruzados sobre el cuerpo.
⠀⠀—¿Buscando algo? —Por una vez parecía realmente enfadado, lo que contrastaba con el aspecto monótono que solía tener en su rostro.
⠀⠀—¿A ti? —Angeline lo intentó, su voz subió algunos tonos.
⠀⠀Mitch estaba enviando dagas a la chica bajita.
⠀⠀—Levántate, Angeline.
⠀⠀Angeline resopló y se levantó, cogiendo su horquilla del pomo de la puerta. La metió en el bolsillo de la chaqueta de punto de gran tamaño que llevaba, cruzando los brazos sobre el pecho para reflejar la postura de Mitch. Esperaba que eso lo intimidara, pero él no parecía ceder ante ella con facilidad.
⠀⠀—Ahora se lo vas a decir a mi padre, ¿no? —Angeline suspiró.
⠀⠀—Dime qué estabas buscando.
⠀⠀Se encogió de hombros.
⠀⠀—No lo sé.
⠀⠀—¿No lo sabes? —Repitió Mitch, sin creerla ni por un segundo.
⠀⠀Angeline negó con la cabeza.
⠀⠀—Sinceramente. Sólo tenía... curiosidad.
⠀⠀—No te metas en mi habitación —le sorprendió lo áspera que sonaba la voz baja de Mitch al acercarse a ella, como si la amenazara—. No intentes revisar mis cosas, no mires las de tu padre y no te metas en lo que no entiendes.
⠀⠀Angeline estaba un poco horrorizada, sintiendo que Mitch se había vuelto totalmente contra ella cuando ella empezaba a pensar que estaba bien. Tragó saliva y dio un paso atrás. Su expresión herida no hizo que él vacilara por un segundo y sólo entonces Angeline vio la mirada en sus ojos color avellana.
⠀⠀Ella no se quedó, sino que pasó junto a él, asegurándose de empujarle un poco con el hombro antes de acabar en su dormitorio. Sus palabras sonaron menos como una amenaza y más como... una advertencia. Diferente a cuando todos los demás hombres de la casa lo decían para hacerla sentir pequeña y patética.
⠀⠀No intentes revisar mis cosas, no revises las de tu padre, y no te metas en lo que no entiendes.
⠀⠀Mitch la estaba advirtiendo.
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