chapter one ✧ summer break
𝑨𝒏𝒐𝒕𝒉𝒆𝒓
𝑭𝒂𝒊𝒓𝒚𝒕𝒂𝒍𝒆
‧₊˚ ⋆ chapter one
summer break ‧₊˚ ⋆
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Un nuevo ciclo escolar había comenzado en la preparatoria de Auradon, y eso solo significaba una cosa para mi: regresar a la cárcel.
Rochelle y yo caminábamos en dirección a nuestra habitación compartida, con estudiantes pasando a nuestros lados, todos con un una gran sonrisa en sus caras.
—Papá le sigue rogando a mi mamá en renovar votos, pero mamá dice que es muy pronto, aunque presiento que mi papá se quedó con muchas palabras que no le salieron cuando estaban en la iglesia —me comenta una Rochelle muy animada.
—Teniendo a la mismísima Rapunzel frente a mi, a mi tampoco me saldrían palabras de la boca, Rochie —le respondo con una sonrisa en mi cara, y suelto una pequeña risita.
—Ja, ja, ja, no toleraré más chistes sobre mi mami —Rochelle me reta mientras frunce el ceño y me apunta con su dedo.
—Entonces no querrás escuchar los que tengo sobre tú papá —al decir eso, se que Rochelle se enojo, así que adelanto mi paso, dejándola unos cuantos metros detrás de mí.
—Eso es todo —escucho como dice en un volumen bajo. Pero lo que no me esperaba es que se abalanzara sobre mi, subiéndose a mi espalda.
—¡Rochelle! —le grito mientras pierdo el equilibrio— ¡Yo no soy Maximus! ¡Bájate de mí!
Un horrible sonido nos detuvo de nuestra pequeña pelea. Rochelle y yo compartimos una mirada, asegurándonos que estábamos escuchando lo mismo, y entonces, mi amiga se bajo de mi espalda.
—¿Qué es eso? —inquirió Rochelle.
—Deben ser las puertas del infierno —le respondo.
El sonido provenía de atrás, así que nos dimos la vuelta, dándonos cuenta que esa horrible melodía provenía de nuestra habitación, y solo había una persona en este mundo que fuera tan puntual, y tocará el piano de esa manera.
Sin pensarlo dos veces, me acerco a la puerta, y la abro, dejándola abrirse hasta el limite, y ahí vemos a la causante del horrible sonido: Navya.
Nuestra amiga tocaba el piano de una manera rápida, tan rápida que es preocupante que se le vayan a caer los dedos. El sonido era alarmante, ninguna de nosotras podía escucharlo sin tener la urgencia de correr a donde esta nuestra amiga, y bajar la tapa del piano. Pero claramente no podíamos hacer eso.
—Santo dios, ¿a qué pollo Navy estará matando? —pregunta la chica a mi lado.
—No lo se, pero definitivamente el pollo está sufriendo —le respondo con una mueca en mi cara.
Navya no se molesto en mirarnos, y parece ser que nuestros comentarios hicieron que tuviera la urgencia de tocar cada vez mas rápido.
—Y puede escucharlas —nos respondió a ambas, dejando de tocar—¿Tan mal se escucha?
—Uh, ¿De verdad quieres que respondamos a eso? —pregunto mientras dejo mis cosas sobre mi cama.
—Linda yo digo que te tomes un descanso, una cansada empieza a tocar los instrumentos mal, mi mami me dijo eso —exclamó Rochie en un tono dulce, sin querer herir los sentimientos de nuestra amiga.
Navya suspiro.
—No puedo, he estado practicando desde en la mañana que llegue y esto tiene que ser perfecto, si no entonces...—dejó la frase al aire, acariciando un poco el piano en el que hace unos momentos estaba tocando.
—Sabes, por que no te detienes un rato, te relajas un poco, y nos cuentas como fueron tus vacaciones ¿si? —le doy un medio abrazo a mi amiga.
—Exacto Navy, vamos a detenernos un momento, si quieres más al rato te ayudo a practicar —dice Rochelle con una sonrisa, mientras se sienta en su respectiva cama, palmeando a su lado, para que Navya se siente con ella.
—¡Si! ¿Ves? No hay nada de qué preocuparse —le doy una sonrisa a la rizada—. Sabes, Navy, no por que tu padre sea bueno con los instrumentos significa que tu tengas que serlo. ¿Recuerdas a mi tía Rosetta? Bueno, ella es un hada de jardín y no le gusta el lodo, no hay por que ser perfecta en todo.
Navya nos sonríe un poco, y asiente mientras sacude su mano al aire, rendida de tocar el piano. Se levanta, y se va a sentar a su propia cama —la cual esta repleta de cosas y ropa que debían ser ordenadas—, ignorando la propuesta de hace unos segundos que Rochie le había hecho.
—De acuerdo, empecemos con las vacaciones —nos dijo a ambas—. Fueron normales, he estado tratando de manejar un instrumento como mi padre, pero parece que no saque su talento, así que me ha estado ayudando junto con el tío Louis, aunque intentan darme ánimos, veo que se ponen tapones en los oídos cuando me volteo. Pero, seré mejor, como debo ser ¿Y qué tal sus vacaciones? Rochelle, ¿Trajiste los libros de tu mamá? Amaría leerlos.
—¡Si!, los traje, además de que te traje un regalo, pero está en mi maleta —dijo con emoción—. Y antes de que me reclames, a ti también te traje algo Hanna.
—¿Tan especial soy para ti? —le respondo con una sonrisa sarcástica en mi cara—, es broma, Rochie, a ver, ¿Qué me trajiste? Ilumíname.
Al decir eso, de un brinco, me recuesto en la cama de Rochelle, con ambos brazos detrás de mi cabeza, Navya detrás de mí, así estando las tres sobre la cama.
—A Navy copias de algunos libros de mi madre y a ti te traje una pintura hecha por mi y mamá, de la vista de Corona, por eso que me dijiste que te encantaba la vista y querías un cuadro de ella— exclamó mi amiga con emoción, buscando los regalos en su maleta.
—Yo sólo quería la pintura hecha por Rapunzel, para así venderla por internet —le respondo, mientras admiro la pintura. Es realmente hermosa. Pero al levantar la cabeza recibo una mala mirada por parte de mi amiga—. Es broma, Rochie, muchas gracias, dile a tu madre que la amo, y a ti también.
Navya miro los libros sobre su regazo, y parece que recordó algo, ya que nos mira con una sonrisa.
—Bueno, mi mamá en realidad les trajo algo a todas —nuestra amiga corrió hasta su cama y sacó una canasta—, Beignets, la especialidad de mi mamá y del mejor restaurante de Nueva Orleans, disfruten y aprovechen que no se los voy a cobrar.
No pasaron ni tres segundos de que Navya dijo eso, y Rochelle y yo ya nos encontrábamos gritando de la emoción.
Desde pequeñas, cada que visitábamos a Navya en las vacaciones de verano, ella y su madre siempre nos horneaban pastelitos. Rochelle y yo en las noches, nos escabullíamos de la habitación, para así poder ir por postres, y tomábamos uno que otro panecillo, pero en lo personal, los Beignets de la tía Tiana son los mejores postres que he probado en toda mi vida.
—Vaya, no sabía que reaccionarían así —mencionó Navya—. Y solo tomen uno porque si comen muchos van a vomitar de lo llenas que estarán.
—¿A quién le importa vomitar, cuando tienes postres horneados por tu madre al alcance de tu mano? —le respondo a mi amiga mientras tomo un panecillo.
—¡Exacto!, los postres de tía Tiana son espectaculares mataría a medio Auradon por una migaja de un pan suyo —dijo Rochie tomando un postre del recipiente de Navya.
—Uh, especialmente a Chad —intervine rápidamente.
No es que me cayera mal —bueno, en realidad si—, simplemente que desde pequeños, Chad siempre estuvo detrás de mi, intentando que le hablara, y le hiciera caso. Pero a mi realmente nunca me intereso, y hasta el momento, me sigue insistiendo que seamos algo mas que "amigos".
Navya río un poco ante mi comentario, pero luego me golpeo con un trozo de tela que tenia en la mano.
—No lo digas ni de broma.
—Por muy mal que me caiga Chad, a el lo vendería por una bolsa de alimento para Percy —interrumpió Rochelle, mientras ponía sus manos en su nuca.
—¡Cierto! ¿Rochie, donde esta Percy? —le pregunto rápidamente, mientras tomo otro Beignet, recibiendo un golpe en la mano por parte de Navya— ¿Y eso por que fue?
—Dije: solo uno, no quiero vomitó en mis cosas, ¿De acuerdo? —me regaño mi amiga.
—Aquí está Percy, en vacaciones agarro la maña de estar en mi nuca para atacar a la gente, como mi papá —comentó la rubia mientras acariciaba a su mascota.
—Que suerte debe ser tener al señor Rider como papá, ¿Verdad, Hanna? —se burlo Navya, conteniendo una carcajada.
Yo solamente le asentí, con una sonrisa de oreja a oreja.
—Ya basta con esos chistes, porque yo no te digo nada a ti Navya, porque tu padre está guapísimo —Rochelle grito, mientras agarraba un sartén que tenía en su maleta, teniendo la intención de pegarnos en la espalda.
Navya colocó su mano sobre el hombro de Rochelle, y le dijo:
—Lo lamento, hijastra.
No pude evitar soltar una carcajada, y veo a mis amigas, divertida por la situación.
—Basta, por que la viejita luego no podrá caminar ¿cierto Navya? —le dirijo una mirada cómplice a mi amiga.
Navya solo niega con su cabeza, y me da una pequeña sonrisa.
—No se de que me hablas.
—Son unas tontas, solo recuerden que soy solo dos meses mayor que ustedes —exclamó Rochelle con una sonrisa mientras se recostaba en su cama.
Navya se recostó junto a ella para mirar el techo, siendo yo la siguiente en imitar la acción.
Había una hermosa pintura hecha por Rochelle en el techo de su cama —o parte de su habitación—, la cual admirábamos unos segundos.
—Deberías abrir una tienda Rochie, y como frase poner "Vendo pinturas, si compras dos te llevas un abrazo por parte de mi padre" —le digo a mi amiga, mientras hago la seña de un nombre al aire—. Yo sería la primera clienta.
Navya rió un poco ante mi comentario.
—Ah, yo iría todos los días —sonrió burlona, llevandose una mala mirada de parte de nuestra amiga, que aún sostenía el sartén —Ya, ya, me callaré.
—Le haría caso a su broma pero decidiré ignorarla, así que solo diré que de pequeña sí pensé en vender cuadros, pero sentiría que es más una obligación que un hobbie —explicó calmadamente—. Pero cuando gusten, obvio les pintó algo.
Navya pareció querer soltar otra broma, así que la mire divertida, y ella solamente se quedo callada, buscando que palabras soltar.
—Me encanta la idea —se limitó a decir.
—Deberías hacerlo, te iría muy bien —respondí al comentario de Rochelle, dejando de un lado las bromas.
—Gracias chicas, igual saben que uno que otro mes abro comisiones aquí en Auradon para ganar dinero, no me gusta depender tanto de mis padres —comentó Rochie apoyando su hombro sobre el mío.
Navya asintió con su cabeza en repetidas ocasiones.
—Así podrás comprarnos el desayuno todas las mañanas y nuevos vestidos.
—Apruebo la idea de los vestidos —intervine rápidamente.
Nos quedamos en silencio un momento, pero entonces, Navya se levanto de la cama, y comenzó a colocarse sus tacones bajos.
—Deberíamos dar un paseo, me intoxicó de tanto encierro —propuso la rizada.
—Eso dijo mi madre y terminó conociendo a mi padre —comentó Rochelle con una sonrisa en su cara.
—¡Entonces vámonos! —al decir eso, doy un brinco de la cama y me coloco mi abrigo, recibiendo miradas confusas por parte de mis amigas—, ¿Qué? No podemos estar solteras toda la vida ¿o si?
Navya asiente, dándome la razón.
—Tiene razón, ya me cansa la idea de verlas todos los días —dice en broma, mientras palmea sus hombros, antes de entrelazar nuestros brazos.
—Hanna hablaba por nosotras, tú tienes a Ben, que en cualquier momento se juntan —dijo Rochie mientras empujaba con su hombro a la morena.
Navya se atraganto con su propia saliva al escuchar lo que dijo nuestra amiga, haciendo que se detenga, y comience a toser como loca.
Así que le palmeo la espalda un poco.
—Hey, respira un poco, ¿quieres? no queremos que te mueras joven —le digo mientras le aprieto el hombro.
—¡Ben es mi mejor amigo! ¡Jamás haría eso! Nos conocemos desde el primer año, además, escuché que está comprometido con Audrey —Navya comienza a negar frenéticamente con su cabeza, sacudiendo sus rizos.
—Puede que engañes a media preparatoria, pero no nos puedes engañar a nosotras, tus mejores amigas—dijo Rochelle.
Navya le dió una mala mirada, y se limitó a decir:
—¿Y si mejor me caso con tu papá? Sería una buena madrastra, lo juro— contraataco mi amiga.
—Solo si yo me puedo casar con el tuyo—Rochelle exclamo inocentemente.
—Uh, ¿Eso quiere decir que serían hijastras de la otra? —pregunte con una mueca confusa.
—No, quiere decir que si soy madrastra de Rochelle la encerraré en la torre más alta con una bruja malvada —me respondió Navya.
—No saquemos los traumas, lo ruego, por que si no estaríamos aquí todo el día —digo, y alargo la letra "o".
—Si haces eso tendré que darte con mi sartén, mi madre me crió bien— argumento Rochelle con una sonrisa en su cara.
Navya estuvo apunto de responder, si no fuera por los pequeños golpes que se escucharon el la puerta, así que la abro, y vemos a Ben parado frente a nosotras, confundido por los gritos de hace un momento.
Me giro para ver a Navya, y veo que esta totalmente paralizada, si no fuera por que Rochelle y yo la estábamos sosteniendo, se hubiera caído ahí mismo.
—Hola, chicas —saludo Ben, con una sonrisa de oreja a oreja.
—Uh, Rochelle, no es hora de... ¿retoque en el baño? —interrumpo, para así dirigirme a la mas alta, y entrelazo mi brazo con el de ella.
—Creo que si, debo de cepillar mi cabello —me respondió rápidamente, y ambas nos fuimos corriendo al baño de nuestra habitación.
Cierro la puerta a mis espaldas, y dejo un pequeño espacio, para así poder escuchar sobre lo que estaban hablando ambos chicos.
—¿Tú que crees que haya sido? —le pregunto a Rochelle mientras saco unas cuantas cosas de mi maleta de higiene personal.
—Percy, ¿que ves? —le preguntó Rochie a su mascota, elevándolo para que mirara por el pequeño espacio, y el animal simplemente negó con su cabeza— se fueron.
—¿Acaso tu eres la hija perdida de Blancanieves? —le pregunto a mi amiga, alzando una ceja.
—No, tonta, pero mamá y tío Pascal tenían la misma conexión que Percy y yo, ellos se sabían comunicar igual —me respondió com indiferencia.
—Vaya, y yo decía que mí día no podría ser más alocado.
Al terminar de organizar las cosas del baño, salimos de este, para así poder organizar toda nuestra ropa en nuestros armarios.
Veo como Rochelle camina hacia su maleta, y saca una pequeña bocina, poniendo un poco de musica.
—Yo desde pequeña siempre senti que había algo mas que amistad entre Navya y Ben, ¿tú no?
—Obvio que también lo vi, hay una vibra rara entre los dos, pero ambos siempre lo van a negar —respondió mi pregunta.
—Pero ambos son tan ciegos que no se darán cuenta nunca —le respondí mientras guardaba un poco de mi ropa en mi armario—. Espero que Ben cómo proclamación como nuevo Rey proponga armarios más grandes ¡No cabe nada de mi ropa!
— Nada de eso Hanna, lo que pasa es que tú eres compulsiva con tu ropa.
—Hay que estar a la moda —eleve mis hombros, con una sonrisa inocente en mi cara.
El tiempo paso, y finalmente Rochelle y yo terminamos de organizar toda nuestra ropa en sus respectivos lugares.
Ambas estábamos en la cama de Rochie, acostada sobre mi estomago, con la palma de mi mano sosteniendo mi barbilla, y Rochelle estaba leyendo un libro.
En alguna de nuestras pláticas —en las cuales solo yo estaba hablando, y Rochelle me escuchaba—, salió la pregunta de "¿donde estara Navya? "¿por qué no ha regresado?".
Así que nos levantamos de la cama, y caminamos hacia la puerta, yo estaba con mi oreja pegada a la puerta, intentando escuchar si es que Navya y Ben estaban fuera. Pero de repente, la puerta se abrió, haciendo que me cayera al suelo, y me diera un golpe en la cabeza.
Al levantar la vista, veo como mi amiga está totalmente pálida, y se queda estática en la entrada de la habitación.
—¡Pero por todos los sartenes!, ¿qué te pasó? —preguntó Rochelle preocupada, mientras me ayudaba a levantarme del suelo.
—¡Por dios! No es como que hayas visto al papá de Rochelle, ¿qué te sucedió? —solté una broma, mientras sostenía mi cabeza con mi mano.
Pero al decir eso, a Rochelle no le gusto mucho mi broma, así que con su mano, me da un golpe en la nuca, y al verla, veo como me frunce el ceño, y yo solo le doy una sonrisa inocente.
—Nada —suspira la rizada, negando con la cabeza—, nada.
Navya se recuesta sobre su cama, y cierra los ojos unos momentos. Rochelle y yo nos miramos unos segundos, ya que sabemos que es cuestión de tiempo para que a nuestra amiga no le quede mas remedio que contarnos lo que le sucede.
—Estoy comprometida —suelta de la nada.
—¡¿Qué?! —Rochelle y yo soltamos un grito, que estoy segura que toda la preparatoria escucho.
—Te vas veinte minutos de la habitación y regresas ¡comprometida! —exclamó Rochie en shock— Ben tiene mucho que explicar.
—O nos cuentas todo, o te sacamos de la habitación, necesitamos mantenernos informadas —le digo rápidamente.
Navya nos miro a amabas, y solo se limitó a negar con la cabeza. Rochelle y yo nos miramos rápidamente, aceptando la decisión de nuestra amiga, ya que cuando estaba incómoda sobre un tema, era muy difícil hacerla hablar, así que nos limitamos a elevar nuestros hombros.
—Creo que tengo la solución perfecta —les digo a ambas chicas—. ¡Noche de pijamas!
—¿No todos los días que estamos aquí son una pijamada? —preguntó Rochelle inocentemente.
—Pero esta es una ocasión especial, no todos los días Navya está comprometida —respondo a la pregunta de mi amiga, dándole una sonrisa a ambas.
Las horas pasaron, y después de ponernos unas cuantas mascarillas, comer un poco de los postres de la tía Tiana, y ponernos al día sobre nuestras vacaciones. Rochelle me estaba pintando las uñas de un color verde claro, y haciendo un pequeño diseño que mi amiga dibujo.
—¿Y cómo fue? —inquiero hacia Navya, la cual solo me mira en silencio, pero en cambio, Rochelle me jala la mano en forma de regaño— ¿Qué? ¡Yo quiero saber!
—Yo también, pero no la molestes —me murmura.
Navya se encuentra quitando los restos de mascarilla que se encuentran en su cara, toma un poco de aire. Rochelle y yo esperamos a que suelte alguna palabra, luego de dos largas horas en las cuales había estado callada todo el tiempo.
—Bueno —empieza a decir, aclarándose la garganta—, Ben y yo creemos que el compromiso nos ayudará a ambos para nuestro reinado, es como un trato, así que no se emocionen.
—¿No emocionarnos? ¡Literalmente 5 minutos antes de que salieras de la habitación lo predecimos! —le digo emocionada.
—¿Qué preguntas tienen? Las responderé, lo juro.
—¿Te dio un anillo? Aunque el valor no importa, pero aún así ¡Queremos verlo!— exclama Rochelle.
—¡Si, eso! —Navya extiende su mano, y Rochie y yo no tardamos en tomarla— ¡Espera! ¡¿Es el anillo que suele usar normalmente?!
Navya solamente asiente con su cabeza.
—Si, es ese.
—No puede ser, nunca he visto a Ben quitarse ese anillo en mis dieciséis años de vida —dijo Rochelle sorprendida—. De hecho, creo que lo he visto con la marca del anillo en su dedo por el bronceado.
Navya y yo soltamos una carcajada. La rubia y yo compartimos una mirada, y nos sonreímos. Finalmente habíamos logrado que Navy tuviera una sonrisa en su cara.
—Si, es que fue repentino —admite la morena—. Como sea, les pido que no le cuenten a nadie, aún estoy pensando como decirle a mis padres, así que si me corren de casa ¿Alguna podría adoptarme?
—Mamá estaría encantada de tenerte como hija —dijo mi amiga con una sonrisa, dándole una capa de esmalte transparente a mis uñas.
—A menos que quieras vivir en una cabaña con mi mamá, estás totalmente invitada a quedarte cuanto tiempo quieras —me giro hacía mi amiga.
Pero eso hace que Rochelle me jale de la mano, y me de una mirada indignada.
—Hann, deja de moverte, estropearas el diseño.
—Lo siento —me disculpo con una pequeña sonrisa en mi cara.
—Al menos tendré hogar —responde Navya de forma irónica.
—Bueno, pero no nos preocupemos por un hogar para Navy, pronto tendrá otro castillo enorme —exclamó Rochelle burlonamente.
Navya nos sonrió, y soltó rápidamente:
—A partir de ahora tienen que hacer una reverencia para referirse a su futura reina.
—No digas estupideces —le digo respondiendo a su broma, con una sonrisa en mi cara.
—A la única persona que le hago reverencia es a Maximo —intervino Rochelle entre risitas.
—No era una petición —insistió Navya—. Pero, cuando sea su reina, pueden pedirme cualquier cosa, haré lo que sea por ustedes.
Giro a ver a mi amiga, y le sonrió levemente, tomándola de la mano, y dándole un pequeño apretón.
Después de unas largas pláticas, comenzamos a bromear sobre Navya, poniéndole apodos como "La nueva Reina de Auradon", haciendo que todas soltemos risas.
Realmente había extrañado a mis amigas.
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