Chapter 9:-

Jimin se encontraba completamente agotado en medio de la cancha, respiraba con dificultad y también estaba bañado en sudor. Pero, por más cansado y adolorido que estuviese, la presión de su pecho no se iba.

Había estado evitando a Rosé durante las siguientes semanas tras su enfrentamiento.

Mas, ella no parecía molesta por la idea, y eso era lo que más lo cabreaba. La rubia corría y se ocultaba de él, más siempre terminaba siguiéndola y admirándola en silencio. Se sentía un competo perdedor al ser controlado de aquellos manera, por unos sentimientos tan irrelevantes.

Su escape final era el baloncesto. Por lo tanto, practicaba tantas veces como su cuerpo pudiera resistir.

Ahora más que nunca estaba decidido en olvidar todo lo que estuviera relacionado al amor y a lo social. Personas que valieran la pena, eran muy pocas y solo le quedaban las que realmente era cercano y lo rodeaban.

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-¿Jimin-ah, estás bien? .-preguntó su entrenador. Él nombrado al levantar la mirada, de encontró con aquellos familiares marrones, que le hacían dudar de sus decisiones.

-Sí.-suspiró casi inaudible mente.

-¿No te estás sobre esforzando demasiado? .-cuestionó nuevamente Haejin, al ver a su alumno levantarse e intentar que sus piernas le respondieran.

-Tengo que mejorar.-termino de decir, para después entrar a la sala junto a él mayor.

-¡Jim, parecéis un saco de basura! .-río su padre al verlo cubierto de heridas y polvillo en sus ropas.-¿Haejin, te ha hecho morder él suelo nuevamente?

-Cierra la boca, viejo decrépito.

-¡Park Jimin! .-gruñó su madre al entrar al salón y encontrarse con la escena. Él menor la miró y bajó la cabeza avergonzado.

-Es hora de que me retiré.-pronunció él entrenador al tomar su bolso deportivo e ir hasta el recibidor.

-¡Hae! .-le llamó él cabecilla de la familia.-Espero que estés haciendo un buen trabajo con mi hijo, después de todo tu madre me lo prometió.

-Tranquilo, yo me encargaré de preparar y enseñarle todo a Jimin.-luego de sus palabras se inclinó levemente y se retiró de la residencia.
El silencio que habia quedado en aquellos segundos fueron interrumpidos por Jimin, quien nuevamente giró en sus propios talones y volvió a la parte trasera del hogar.

-¿Jiminnie, dónde vas? La cena ya está por servirse.-habló su madre con una bandeja en mano.

-No tengo hambre, seguiré practicando.

-¿No creés que Jimin ha estado muy concentrado en él deporte? Eso me preocupa.-comentó la dueña de casa.

-Dejarle ser mujer, él mocoso quiere ser el mejor. Además, no ha bajado su rendimiento en la escuela.

-Sí, pero aún así...

-Tonterías.-la detuvo dirigiéndole una mirada severa.-Si Jimin quiere superarme, debe seguir mis mismos pasos para ser él mejor como dice querer.

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-Bienvenida.-saludó Rosé al ver entrar otro cliente.
Siempre mantenía aquella hermosa sonrisa, pesé a tantas cosas que debía cargar día a día, ella estaba fresca y radiante.

-¡Rosie-ah, estás cada día más linda y brillante! .-le alagó la mujer al verla. La señora siempre asistía a la tienda para hacer sus compras a la mismos hora, por lo cual se hicieron cercanas y podían charlar unos momentos con la menor.

-Gracias señora Park. ¿Cómo se encuentra su pierna, ya puede pisar mejor?

-Mucho mejor niña, aunque no puedo mentir, con éstos fríos todavía me duele un poco. Lo que sucede, es que no quiero preocupar más de la cuenta a mi hija.-sonrió suavemente.-Oh, ¿tienen de esas maravillosas y dulces naranjas de la vez pasada? .-preguntó animada.-Mi hija está esperando un bebé, y creo que necesita vitamina C.

-Sí tenemos, llegaron esta mañana. Le aseguró que a su hija le encantarán.-respondió la menor, mientras buscaba algunas de las frutas y las dejaba en él interior de una bolsa.

-¡Estamos verdaderamente muy excitados por todo esto del bebé! .-mencionó la mujer mientras esperaba él pedido.-Es él primer bebé y, ella y su marido están totalmente asustados pero a la vez emocionados. Es algo tan bello.-decía Bom. Rosé continuaba con la misma sonrisa de antes.
-Deberías ver como lo ha unido él embarazo, no la deja sola en ningún momento, y la está ayudando siempre. Es tan lindo, que yo no puedo esperar para complacer a mi nieto.

-Me alegró mucho por usted y su hija.-dijo la rubia dándole el vuelto, sin dejar de lado su mueca sonriente. Después de que la mayor se despidiera de ella, otra presencia se acercó a la menor saliendo de la parte trasera del local.

-Esa Bommie, no puede estar callada por un sólo segundo.-sonrió su jefa cruzada de brazos.

-Supongo que está emocionada.

-No se da en todas las ocasiones, ¿verdad? .-cuestionó con seriedad.

-No sé a que se refiere, señora Lee.-Chaerin relajó su rostro y sonrió levemente.

-¿No me digas? Rosé-ah, he tenido tres hijos y tengo dos nietos, ¿crees que no reconozco a una mujer embarazada cuando la veo?

-Y-yo... ¡Yo lo siento mucho! ¡Mi intensión no era seguir mintiendo!

-De hecho, sí lo era, pero lo entiendo.-dijo dándole golpecitos suaves en él hombro.-Estás intentando sobrevivir, y todo para darle una vida cómoda a tu hijo, eso es algo admirable.

-No, no lo es.-negó alzando la mirada.-Todos me odian por ello, y hasta yo comienzo a hacerlo. Algunas veces me pregunto, si debería de haberlo abortado en cuanto tuve la oportunidad.-dijo entre lágrimas.-Pareciera que todo lo que hago me dijera eso.

-No debéis pensar de esa manera. Tomaste la decisión correcta, pero no por eso serás menospreciada, muchas veces aceptamos la decisión incorrecta para satisfacer a los demás y hacer las cosas más fáciles, ¿no lo creés?

-Sí.-pronunció quitándose él resto de lágrimas.-De todas maneras, lo lamento mucho.

-Está bien Rosé. Si alguna vez necesitáis de mi ayuda, no dudéis en pedírmelo, ¿si?

-Gracias, de verdad lo apreció.

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Días más tardé...

Taehyung se encontraba junto al rubio en él gimnasio, mientras Park escribía algunos apuntes sobre el próximo y cercano partido amistoso.
Kim seguía intentando encestar, siendo visto por algunas chicas del equipo de animandoras.

Jimin era omiso a ellas, pero algo no pudo evitar escuchar, y eso era que aquellas féminas quienes eran "amigas" de Rosé hablaban de ella a sus espaldas.

Dejó su libreta a un lado y tomó un balón, para después lanzarlo con furia. Causando que la pelota anaranjada rozará él rostro de una de ellas.
Las uniformadas lo observaron sorprendida y con miedo, en cuanto se dieron cuenta de la mirada profunda y amenazante que éste le daba.
Sin más que hacer, tomaron sus bolsos y salieron del lugar despavoridas y chillando de angustia.

-¿Qué fue eso? .-preguntó él pelinegro acercándose al mayor.

-Se me fue la pelota.-le restó importancia y se sentó en el centro del gimnasio, recibiendo después otra pelota por parte del contrario.
Taehyung lo imitó en lo primero, sentándose frente a él. Ambos soltaron un fuerte suspiró de cansancio.
-¿Cómo lleváis el tema de que Jisoo noona es tu prima?

-Extraño. Llevar de secundaria siendo compañeros de salón, y de la noche a la mañana enterarme que somos familiares... Wow, es sorprendente.-lo miró un segundo y le arrebató él balón para llamar su atención.-¿Y tú?

-¿Yo qué?

-¿Por qué estáis tan alterado? .-Jimin desvío la mirada con molestia.-¿Podría tratarse de los rumores del embarazo de Rosita?

-No es ningún rumor. Ella me lo admitió, está embarazada.

-Sí, bueno, tarde o temprano te enterarías.

-¿Qué intentáis decir con eso? ¿Tú ya lo sabías?

-Jisoo noona me lo confesó hace un par de noches. Después de todo, son amigas y se cuentan todo.

-¡¿Y por qué demonios no me dijiste nada?! ¡Qué clase de amigos eres, eh!

-Jisoo noona me hizo prometer que no diría nada. Es algo personal, Jimin-ah, no podía divulgar algo así como así.-admitió alterado.-Además, parecías tan enamorado, que no quería lastimar tus sentimientos.

-¿Lastimarme? ¿Cómo diablos crees que me siento ahora? La primera mujer que amo, y resulta estar embarazada de otro.-golpeó él suelo con un puño asustando a su menor.-¡Rayos! Desearía mil veces que hubiera sido de una sola noche. Debería de haberme quedado con él recuerdo de aquella noche.

-¿Esa noche?

-En él campamento... Rosé y yo...

-¿A caso ustedes dos... ? ¡Park Jimin!

-Fue en la noche de tormenta.-Taehyung abrió sus marrones ojos con sorpresa, y luego revolvió sus cabellos sin dejar su mirada absorta.

-Me debo ir, nos vemos mañana, y por favor... No le contéis nada de esto a nadie, ni siquiera a Jungkook.-él rubio miró a su amigo por última vez, encontrándolo inmóvil en su propio eje.
No dijo más, y simplemente se retiró del gimnasio en silencio.

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Al pasar por fuera de los camarines, la vio irse con sus amigas mientras carcajeaban suavemente.
No podía continuar con todo aquello. No podía seguir con ella en él mismo lugar, dolía tanto, que su corazón casi explotaba por la presión.

Él ya no tenia ninguna oportunidad con Rosé, ella ahora tenía problemas más importantes de lo que ocuparse.
No podía continuar allí, sí todos los días iban a ser así de desgarradores... Lo mejor era dejarla ir.
No podía seguí así, no cuando ella no lo necesitaba más.

Sacó su móvil celular del bolsillo de la casaca, y marcó él numero de quien podría ayudarlo con todo esto. Una voz masculina le respondió al otro lado de la línea.

-Jim...

-Padre... Yo, aceptó.

Hubo un silencio por parte del contrario.

-Iré a Estados Unidos como dijiste. Quiero ser él numero uno del mundo.

-Es la mejor decisión que pudiste tomar.

-Sí.

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Taehyung llegó sin aliento al hogar de su tío paterno. La puerta principal fue abierta por la mujer de la casa, y sin siquiera saludarla corrió hasta entrar al cuarto de su prima. Ella se encontraba estudiando cuando lo vio entrar.

-¿Taehyung, qué hacéis aquí? .-él pelinegro se veía nervioso y sudado.

-Hace un tiempo, me dijiste que Rosé estaba embarazada, ¿no?

-Sí, pero... ¿qué sucede Tae? ¿Por qué estás tan alterado?

-Es Jimin, ¿verdad? .-la mayor lo miró sorprendida.-Jimin, es él padre del bebé que espera Rosé, cierto.

Sí...

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💕 Feliz día del amor y la amistad 💕

Momo 🍑💞