XXVI. Zoom
CAPÍTULO VEINTISÉIS
ZOOM
Un pinchazo de dolor golpeaba su cabeza a cada paso que daba. Si bien al despertarse se había encontrado completamente sola en una habitación que no era suya, Barry le había dejado un analgésico junto a un vaso de agua en su mesita de noche, lo cual aliviaba los síntomas de su resaca, pero no los hacía desaparecer.
—Buenos días—Wally fue el primero en saludarla cuando sus pies tocaron el suelo de la sala de estar de la casa West—
—Hola—le responde confusa—Creía que no vivías aquí.
—Podría decir lo mismo de ti—sonríe divertido—He venido a desayunar.
—Cosa que tú también deberías hacer—Iris aparece detrás de ella y la sujeta de los hombros para empujarla hacia la mesa del comedor—Te vendrá bien para la resaca.
—Eso si no vomito, otra vez—le responde dirigiendo su mirada hacia Joe, quien depositaba una taza de café sobre la mesa—Aunque nunca diría que no a un café.
—Barry dice que tampoco dirías que no a unas tortitas—comenta Joe antes de depositar un plato lleno de ellas—
—Barry tiene razón—sonreí—Muchas gracias.
—No hay de que—sonríe—Tengo que irme al trabajo. La gente cree que el que ayer entró en la discoteca a robar fue Flash.
—Menuda tontería, él...—sus palabras quedaron en el aire ante la mirada confusa de Wally—Bueno, no es que le conozca. Pero es Flash ¿Por qué se iba a volver malo de un día para otro?
—Es lo que cree mi jefe—comenta Iris—Se entero del incidente ayer mismo y ya nos mandó mensajes a mi y a mis compañeros sobre que nos preparáramos para abordar el tema de Flash Malvado en las noticias.
—No te ofendas Iris, pero siempre he odiado a los periodistas—le dice tomando un trago de café—He vivido rodeada de ellos desde que era niña.
—¿Y eso?—inquiere Wally con interés—
—Mi padre... tenía mucho dinero—le explica—Ya sabes, una gran empresa y atraes las miradas de la prensa. Y no, no pretendía que eso rimara.
Su comentario saca una sonrisa a ambos West mientras que Tessa se concentra en las maravillosas tortitas que Joe le había preparado a petición de Barry.
Esa misma tarde, después de su trabajo, Barry se adentró en Laboratorio STAR.
—¿De donde habrá salido ese velocista?—le pregunta a su mejor amigo—
—No lo se, tío—admite Cisco—Lo único que sé es que ese me birlo 60 pavos. Esto es ridículo.
—¿Podría ser otro de los matones de Zoom?—inquiere—
—Las brechas están cerradas—le recuerda—
—Ya, pero la otra manera de convertirse en velocista es con la explosión de un acelerador de partículas.
—Pero entonces ¿Por qué darse a conocer ahora?—pregunta Tessa cruzándose de brazos al verles entrar en el cortex—No sé, tendríais que haberle visto en acción antes ¿no?
—No digo que tenga sentido—apunta Barry situándose a su lado—Digo que es la única forma de convertirse.
—En realidad hay otra forma—admite Caitlin—
Los tres la miran confusos mientras ella se levanta de su escritorio y se adentra en su laboratorio en busca de un vial.
—Se llama Velocidad 9–declara—
—Uh, es una pasada de nombre—comenta Cisco—¿Qué es?
—Es una droga. Jay la tomo cuando estabais en Tierra 2 para salvarnos de un metahumano—explica volviendo al cortex—
—¿Qué? ¿Por qué no me lo contaste?—le pregunta Barry—
—Le prometí que no lo haría.
—Y eso no es nada sospechoso—comenta Tessa con ironía—
—Garrick sabía lo peligrosa que es—habla Harry entrando en la conversación—Yo también lo sé. Trabaje en ella con Snow.
—Chicos, he estado dejándome la piel en esto. Poniéndome al límite. Intentando ser mejor, ir más rápido. ¿Y ahora decís que todo el tiempo había algo que podía ayudarme?—cuestiona Barry con molestia e incredulidad—Podía haber acabado con Zoom, salvado al Joe de Tierra 2, salvado a Jay.
—Estaba enfermo—revela Caitlin—La droga que tomó para recuperar su velocidad le causaba una degeneración celular. Estaba matándole. Intente ayudarle, buscar la cura, pero en todos mis experimentos los efectos era temporales. La V9 es mortal.
—¿Por qué no me lo dijiste?—insiste Barry—¿Por qué lo ocultaste?
—Caitlin—la llama Cisco colocando su mano sobre su hombro—
—¿Que pasa?—pregunta Tessa al ver que se queda callado—¿Estas bien?
—Ha vibrado—revela Harry—
Cisco se dispone a hablar pero las alarmas le interrumpen.
—Un metahumano—anuncia acercándose a su ordenador—¡Toma ya! Mi app de redes sociales funciona. Flash Malvado a vuelto.
Esas palabras son las únicas que Barry necesita para ponerse su traje e irse de los Laboratorios a toda velocidad.
—Flash Malvado—repite Cisco para si mismo—¿Qué? No. Estoy perdiendo mi toque.
—Va por la 5th con Everett—le informa Tessa mirando uno de los ordenadores—Usa el callejón para cortarle el paso.
Barry hizo caso a sus instrucciones. Sin embrago aquel velocista, o mejor, aquella velocista, era mucho más rápida que él.
—Una chica velocista—repite Cisco—Solo hemos tardado 2 años, pero por fin tenemos una. ¡Una chica velocista! Eh, tengo una pregunta, puramente científica. ¿Era guapa?
Su pregunta hace que Jay Halstead ría divertido.
—Estaba muy ocupado recibiendo una paliza, así que no puede fijarme—le responde Barry mientras Caitlin le limpia la herida de su cara—
—Ya, ya ya. Pero la próxima vez... por la ciencia—le pide Cisco—
—Claro, la próxima vez que me rompa la cara le pediré su numero de teléfono—le responde con sarcasmo—
—La pregunta sigue siendo ¿Quien es?—habla Jay—
—No tengo ni idea—le responde Barry separándose de Caitlin—
—¿Usaste el reconocimiento facial?—le pregunta Harry—
—Llevaba máscara.
—¿Como era su traje?—pregunta Cisco—Es una buena pregunta.
—Lo es—admite Harry—¿De qué estaba hecho su traje?
—No sé, era... bueno, muy bueno—admite Barry—Era como el mío. Estaba hecho por alguien que entiende las necesidades de un velocista.
—Entonces es alguien con acceso a tecnología y a un laboratorio—asume Jay—
—!Vaya! ¿Cuanto te ha costado llegar a esa conclusion, Halstead?—se burla Tessa a su lado—
—Oh, no—murmura Caitlin acercándose a su ordenador—Esto me da muy mala espina.
—¿Que pasa?—le pregunta Tessa—
—Al diseñar la droga tuve problemas para reformatear la matriz extracelular. Y llame a una colega de Laboratorios Mercury para que me ayudara—explica—Eliza Harmon.
—¿Sabe como hacer la droga de la velocidad?—le pregunta Barry—
—No—niega con seguridad—Seguí los protocolos para dividir la información. Le di solo 3 de los 8 componentes necesarios para la V9.
—Vale, entonces no tenía la fórmula completa.
—A no ser que haya creado su propia droga—comenta Harry—
—Eliza es un genio, pero esto no le pega nada—le responde Caitlin—
—Habrá que echar un vistazo—comenta Jay—
—Iré a verla—anuncia saliendo del cortex—
—Voy contigo.
—Genial—suspira Barry—Me voy a entrenar.
Tessa le mira, pero lo que llama su atención es la desaparición del vial de V9 de la mesa situada a su lado.
No muy convencida de lo que pasaba decidió esperar unos minutos antes de seguir a Barry por los pasillos.
—¿Qué estas haciendo?—le pregunta—
—Entrenar—le responde él—
—¿Entrenar?—inquiere confusa—Barry, no seas estupido. Se que has tomado la V9.
—¿Que dices?—le pregunta frenando en seco—
—¿A no?
—No—le asegura dándose la vuelta para mirarla—La tengo aquí, pero no la he tomado. Todavía.
—Bien—suspira aliviada—
—¿Por qué no debería hacerlo?—le pregunta confuso. Tessa se cruza de brazos—
—Piensa un poco—le aconseja—
—Si este juego ya está trucado ¿Por qué no puedo equilibrarlo?—le pregunta frustrado—Si todos los demás hacen trampas ¿Por qué no...?—frena sus palabras al conectar su mirada con la de ella—Quiero ser rápido para detener a Zoom y a cualquiera que intente hacer daño a mis amigos. A ti...
La sala se queda en silencio ante su última declaración.
—¿No debería utilizar todo lo posible para hacerlo?—continúa hablando después de unos segundos—
—¿Tomar un atajo?—le pregunta acercándose a él—¿Quieres tomar un atajo? Pues recuerda esto. Perderás un pedazo de tu humanidad cada vez que sacrifiques tus valores.
Barry la mira incrédulo y sonríe.
—Perdona, pero eso suena a chiste viniendo de ti que casi matas a dos personas por ser indirectamente responsables de la muerte de tu hermano—le dice sin pensar en el daño que esas palabras podían causar en ella—
—Pues no seas como yo—le conseja intentando ocultar su dolor y reteniendo las lágrimas que amenazaban por salir de sus ojos—Se mejor.
Se da la vuelta dispuesta a irse, pero Barry la frena con sus palabras.
—No... No quería decir eso—dice—Yo... sé que tu hermano...
—No sabes nada de mi hermano—le interrumpe frustrada—Y no tienes derecho a juzgar mis decisiones.
—Oh, ¿Pero tú si tienes derecho a juzgar las mias?—pregunta incrédulo—
—Solo intentó evitar que cometas los mismos errores que yo. No poder salvar a alguien no te hace responsable de su muerte—le dice—Y por mi no te preocupes, no necesito que me salves de nadie. Me valgo por mi misma.
Barry suspira frustrado por su falta de tacto y deja caer el vial al suelo, lo que provoca que se rompa. Entonces, dispuesto a arreglar las cosas, sigue a Tessa hasta el cortex.
—¿Sabemos ya quien es el velocista?—inquiere Tessa—
—Eliza parece legal—le dice Jay—
—Si, así que me he puesto a investigar, pero...—las palabras de Cisco quedan en el aire cuando los focos de la sala explotan—
Barry se coloca la máscara de su traje y en ese instante un rayo se hace presente y Barry desaparece del cortex.
—¡Cisco!—exclama cuando la velocista le encierra en una celda—¡Joe! ¡Me ha encerrado en una celda!
Su voz a través de las cámaras de seguridad llama la atención del resto del equipo. Joe y Jay actúan con rapidez y sacan sus armas, pero la velocista se las quita y les empuja con tal fuerza que les deja inconscientes.
Harry se dispone ha hacer algo pero ella le apunta con la pistola.
—¿Qué quieres?—le pregunta—
—¿Donde está la V9, Caity?—pregunta mirando a la científica—Necesito un chute.
—Eliza ¿Eres tú?—inquiere confundida—
—No, Eliza no está aquí. Mi nombre es Trajertory.
—Agh, ¿Por qué los más pirados se nombran a sí mismos?—murmura Cisco—
Tessa aprovecha su distracción y se dispone a dormirla con sus polvos, pero ella usa su velocidad y la saca del Cortex dejándola encerrada en una de las salas de Laboratorios STAR antes de volver al cortex para seguir amenazando con una pistola al resto del equipo.
—Eliza—la llama Caitlin—Es una droga muy peligrosa ¿Vale? Dejó a un amigo mío muy enfermo. Y eso que ya tenía la Fuerza Veloz en la sangre. Mira, tu estructura celular...
—¡Basta!—ordena—Estas matándome de aburrimiento. ¡Entrégame la V9¡
—Yo soy médico, hice un juramento. No puedo darte nada que te haga daño.
—Bien, pues o me das la V9 o ese pringado la palma—le dice disparado a pocos centímetros de Cisco, quien se esconde detrás del monumento de Garrick, lo que le provoca otra vibración—
Trajectory sujeta a Jesse y la amenaza colocando la pistola cerca de su cabeza.
—Espera—le pide Harry—Si quieres la V9... la haremos para ti.
—¡Papá, no puedes!—se queja Jesse—
—Tenemos los ingredientes—confirma Caitlin—
—No soy muy paciente, así que deprisa—les ordena—
Si acabar con Trajectory sería difícil para Barry después de que Caitlin y Harry le fabricarán más droga, Tessa lo tenia aún más complicado para enfrentarse a Alecto, la segunda Furia, que no había elegido momento para aparecer que ese, donde ella estaba encerrada en una de las salas de Laboratorios STAR.
Una patada en su estómago fue lo primero que Tessa sintió, y lo que la puso alerta. Sus brazos actuaron con rapidez y frenaron el puñetazo que la Furia iba a darle en toda la cara.
—No eres de hablar—comenta haciéndole una llave—
—Eso se lo dejó a Tisífone y a Megera—le responde levantándose del suelo de un solo salto—Yo solo quiero tu poder. No necesito hablar para eso. Solo matarte.
—Puedes intentarlo—le responde elevando su pierna para golpearla—
Alecto frena su pierna con sus manos y la sujeta del brazo lanzándola hasta una pared. La sangre brota de su frente e ignorando el mareo que el golpe le había provocado, busca la daga en su chaqueta, pero Alecto la interrumpe golpeando su espalda con una silla.
—Te soy sincera—susurra en su oído—Ha sido más fácil de lo que pensaba.
La respiración de Tessa se vuelve pesada, sus ojos se cierra, pero sus piernas actúan por inercia. Enreda su pie derecho en la rodilla de Alecto y con un rápido giro de su cuerpo la tira al suelo. Su mano encuentra la daga y se dispone a clavársela en el pecho, pero la Furia sujeta su otro brazo y usando todas sus fuerzas se lo rompe haciendo que grite de dolor.
En ese instante ambas se aferran a algo en sus manos, Tessa a la daga y Alecto a la pata de la silla de metal que había roto segundos antes. Entonces, justo a la vez, ambas mueven sus brazos y cuando él metal golpea la cabeza de Tessa, está clava la daga en el corazón de la Furia.
—Entonces... ¿Dices que Eliza se evaporó por correr muy rápido?—inquiere Iris—
—Parece una degeneración celular—comenta Caitlin—Igual que la de Jay.
—Nos advirtió que la V9 era peligrosa y ahora sabemos porque—apunta Joe—
—¿Has encontrado a Jesse?—inquiere Cisco al ver a Harry entrar en el cortex—
—A salido—responde sin entrar en detalles—¿Y Merlyn?
—Halstead a ido con Emma a buscarla—responde Joe—
—Barry, ¿Que pasa?—pregunta Iris al ver lo distraído que se encuentra—
—Justo antes de que Eliza... desapareciera, su luz se volvió azul—revela él—
—Ya, ¿Y si es un efecto secundario de la V9?—pregunta Cisco—
—Jay también se la tomó y su luz no se volvió azul—apunta Caitlin—
—¿A que velocidad iba?—pregunta Barry hacia su amiga—
—No tanta como la de Eliza—admite—
—¿Y si la V9 es lo que vuelve la luz azul?—insiste—Eso explicaría porque Zoom es mucho más rápido que yo.
—Si es así, debería de estar enfermo—comenta Cisco—
—Se muere—declara Harry a su lado—Por eso quiere tu velocidad. Se muere y necesita una cura.
—Igual que Garrick—apunta Barry—
—No—niega Caitlin—
—¿Jay?—inquiere Cisco confuso—No. Mu... murió delante de nuestras narices. Zoom lo mató delante de todos.
—Cisco, ya hemos visto que un velocista puede estar en dos sitios a la vez—le recuerda su mejor amigo—
—Solo hay una forma de saberlo—declara Harry mirando al latino—
—Supongo que debo deciros que he estado vibrando a Zoom—revela al sentir las miradas de todos posadas en él—
—¿Qué? ¿Has...? ¿Desde cuando?
—Empezó cuando cerramos la última brecha. Y siempre que me pasa, estoy cerca de esa cosa—señala el monumento—
Barry aprieta su mandíbula y sujeta una barra de metal para romper el cristal que los separa del casco de Jay Garrick, el cual sujeta y le entrega a su mejor amigo. Cisco lo coge con duda y entonces otra vibración llega a su mente.
—No, no, no—niega dejando caer el casco al suelo—
—¿Que has visto?—le pregunta Caitlin—
—He visto a Jay—revela—Es Zoom.
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