XVIII. Father Of The Year
CAPÍTULO DIECIOCHO
PADRE DEL AÑO
La yerba a sus pies estaba fría y húmeda por la tormenta de la noche anterior. Sus zapatos la protegían del frío, al igual que su chaqueta y los bolsillos de esta, donde también ocultaba sus manos. El poco aire que soplaba movía su pelo con delicadeza y el frío que lo acompañaba golpeaba su rostro.
El frío pareció crecer en el momento en que sus pies frenaron frente a una lápida y sus ojos leyeron el nombre tallado en ella múltiples veces. Era lo más extraño que jamás había experimentado. Una sensación nueva y para nada agradable.
—Hola—su voz sale como un susurro—Siento no haber venido antes. Pero ya sabes que odio este lugar así que...
Nadie respondió a las palabras de Tessa, pues no había nadie a su alrededor y la persona a la que iban dirigidas no podía responder por si misma.
—Quería decirte que... todo está bien. Puedes irte en paz, Tommy—continúa mientras se agacha frente a la lápida—Yo estaré bien.
Saca una mano de su chaqueta y con la yema de sus dedos acaricia el nombre de su hermano en la fría piedra gris.
La esperada falta de respuestas hace que Tessa suelte un suspiro antes de volver a ponerse en pie.
—¿Que demonios quieres?—pregunta entonces al notar su presencia detrás de ella—
Se apoya sobre sus talones y da un giro para enfrentarle.
—Tus sentidos han mejorado—comenta Malcolm al verla a los ojos—
Una sonrisa falsa se hace presente en los labios de Tessa, mientras cruza sus brazos sobre su pecho e inclina la cabeza hacia un lado. Pero ninguna palabra sale de sus labios y eso hace que su padre continue hablando.
—Responderé a la pregunta que te mueres por hacer. No, el encapuchado no consiguió matarme.
—Ya, eres como las cucarachas. Escurridizo, inmortal y asqueroso—comenta Tessa con molestia—
Malcolm la observa mientras una sonrisa ladeada se asoma por la comisura de sus labios.
—No has respondido a mi verdadera pregunta—recuerda Tessa—¿Que demonios quieres?
—Que vengas conmigo—le responde él. Tessa le mira incrédula y comienza a reír—
—Ya ¿Y que más?—cuestiona con incredulidad—Ya no soy una niña, papá. No te necesito.
Se dispone a irse pero Malcolm la sujeta del brazo cuando pasa por su lado.
—Es por tu seguridad—insiste en un susurro—
—¿Mi seguridad?—cuestiona con el mismo tono mientras se suelta de su agarre—¿Tengo que recordarte que Tommy seguiría vivo si no fuera por ti? A tu lado no tendría seguridad, si no más opciones de morir.
—No lo entiendes, Tessa—niega Malcolm—No pretendo que te quedes conmigo. Solo quiero que me escuches.
—Llegas tarde para eso—se queja ella dándole un rápido vistazo a la tumba de su hermano—Habértelo pensado mejor antes de matar a Tommy.
Con rapidez se separa de su padre y se aleja de él sin mirar atrás. Lo que menos necesitaba Tessa en ese momento era hablar con Malcolm. Aunque una parte de ella quería darse la vuelta, acercarse a él y hacerle sufrir lo más posible. Pero había decidido dejar su venganza en el pasado y su padre no iba a destrozar más su vida.
Después del encontronazo con su padre Tessa se encontraba más distraída de lo normal. Si, odiaba a su padre por todo lo que había pasado con Tommy y por la infancia que había tenido, pero a su vez era su padre y una parte de ella solo quería abrazarle y llorar en sus brazos mientras él le decía que todo iría bien.
A eso se lo conoce como una relación tóxica.
Y se volvió aún más tóxica esa misma tarde cuando recibió un mensaje de Octavia para reunirse en una parada de autobuses.
—¿Volvemos a Themyscira?—pregunta cuando se encuentra a dos metros de la que había sido su entrenadora esos meses—
La peli negra dirige su mirada azulada hacia ella y la observa. Tessa iba envuelta en una chaqueta para protegerse del frío y sus manos estaban escondidas en los bolsillos de está para mantener el calor.
—Lo siento—susurra Octavia—
Sus palabras confunden a Tessa, quien se dispone a preguntar por qué lo sentía, pero antes de poder abrir la boca o dar un paso más hacia ella siente como una aguja se clava en su cuello y entonces todo se vuelve borroso y rápidamente negro.
Los brazos de Malcolm sujetan el cuerpo de su hija y la acomoda para poder cargarla. Un brazo bajo sus rodillas y otro en su espalda.
Octavia suspira con pesadez y observa a su alrededor para cerciorarse de que nadie se encontrara cerca o hubiese visto algo que no debiera.
—Ni se te ocurra agradecérmelo—ordena Octavia al ver cómo Malcolm se dispone ha hablar—No hago esto por ti, Merlyn. Le hice una promesa a Alyssa, esa es la única razón para que deje que te lleves a Tessa.
—Lo se—asegura él—Yo también hago esto por una promesa. Pero también necesitaba pedirte algo, aunque odie tener que hacerlo.
—No hago tratos con asesinos—se niega Octavia—Nuestra relación se acaba aquí.
Se da la vuelta dispuesta a irse pero las siguientes palabras pronunciadas por el hombre hacen que frene en seco.
—Es por Thea. Necesito que la vigiles.
—¿Por qué demonios haría eso?—cuestiona al volver a mirarle—
—Es mi hija—la bomba cae de forma brusca y los ojos de Octavia se posan instintivamente en Tessa—Tengo razones para pensar que la Liga de Asesinos quiere matarme. Se que tú también tienes problemas con ellos y no han conseguido atraparte. Eres una buena guerrera, por eso te pido que la protejas. Si no lo quieres hacer por mi, hazlo al menos por Tessa.
Octavia suspira con pesadez. No tenía ninguna gana de hacerle un favor a Malcolm, ya se odiaba bastante por dejar que se llevara a Tessa, aunque fuera por una promesa que ambos le hicieron a Alyssa. Pero Thea era una persona importante para Tessa, ella misma lo había dejado muy claro durante su estancia en la isla.
La lista de personas importantes para Tessa era corta pero significativa. Tommy era el primero y eso nunca cambiaria, aún con su muerte. Detrás de él iban Thea, Oliver y Sara. Seguidos de Aaron, Izzie, Roy, Felicity, Diggle y su padre, Malcolm. Este ultimo podría ser una sorpresa, pero quien conocía a Tessa sabía que su padre era importante para ella a pesar de todo. Por eso no era de extrañar que Laurel y Quentin Lance también fueran parte de esa lista.
—Bien, lo haré—accede entonces—Pero solo lo hago por Tessa.
Malcolm asiente y la observa alejarse de él. Entonces aprieta el agarre en su hija y se adentra en un coche que había aparcado a unos metros de ellos. El viaje que tenían que hacer sería largo y en más de un vehículo, pero era necesario y por un momento Malcolm se sintió aliviado de que su hija no despertara hasta que llegaran a su destino.
—¡¿Hola? ¿Hay alguien? ¿Hola?!—la voz desconocida de un hombre fue lo primero en llegar a los oídos de Tessa—¡Yo no he hecho nada! ¡No tengo dinero, por favor suéltenme!
El dolor de cabeza hace que Tessa suelte un quejido. El hombre deja de gritar y posa su mirada en ella con confusión.
—¿Estas bien?—le pregunta con una extraña preocupación—
—¿Donde estamos?—cuestiona sin responder a su pregunta—
—No... no lo se. Me drogaron, y cuando me he despertado estaba atado a esta silla y tú frente a mi—le responde él como puede pues su respiración mostraba lo nervioso que se encontraba—Siento si te incomodo, pero... ¿nos conocemos?
Su pregunta toma por sorpresa a Tessa quien hace una mueca de dolor a causa de las cuerdas en sus muñecas que la mantenían atada a aquella incomoda silla.
—No lo creo—responde entonces—Me llamo Tessa.
—Oh, yo soy James.
James. Ese nombre provocaba una extraña sensación en Tessa. Hasta que cayó en porque ese nombre le sonaba tan familiar. Octavia le había dicho que el hermano de Alyssa, su madre, se llama James.
Si, podía ser una coincidencia, pero Tessa no lo creía. Aún así, antes de que pudiese decir algo, la puerta de la sala se abrió revelando a su secuestrador.
—Por supuesto, tenías que ser tú—la voz de Tessa suena fría al verle—El padre del año.
Malcolm la mira y sonríe con arrogancia. Tessa tensa su mandíbula e intenta soltarse de las cuerdas mientras que James hacer preguntas sin obtener ni una respuesta.
—¿Padre? ¿Os conocéis?—habla con nerviosismo—¿Qué es lo que quiere de mi? ¡Suélteme!
—No puedo hacerlo—le responde Malcolm colocándose frente a él—Le hice una promesa a alguien.
—Pues dígale a ese alguien que se vaya al infierno.
—No sabría decir si ya está allí—admite Malcolm—Cuando la conocí no me parecí digna de acabar en el mismo lugar que yo, pero no niego que sería bueno reencontrarme con ella cuando me llegue el día.
—Que será cuando me suelte—habla Tessa con frustración—
—¿De quien demonios habla?—pregunta James con confusión—
—Alyssa Morgan—suelta Malcolm—Tu hermana.
—¿De que conoce a mi hermana?
—Era la madre de mi hija.
Su confesión deja a James congelado. La última vez que había visto a Alyssa fue el día que se fue a Miami a estudiar. Y las veces que habían hablado ella no le mencionó que tuviese una hija. Un día simplemente llamaron a su familia y les notificaron la muerte de su hermana mayor. Pocos años después sus padres también murieron y él se quedó solo. Saber que tenía una sobrina era un rayo esperanzador en esos momentos.
—Lo dije a Octavia que no quería conocerle—se queja Tessa mirado a su padre e ignorando la confusa mirada de James sobre ella—Se lo dije. Confié en ella.
—La promesa que le hizo Octavia a tu madre no tiene nada que ver con James—le explica Malcolm colocándose frente a ella—Es la mía. Le prometí que os reuniría. Y lo he echo.
—Si, secuestrándonos—se queja ella con irá—
—Un poco brusco, lo se. Pero no aceptaste mi amable petición—le recuerda él—Así que..., bienvenidos a Paris, Francia.
—Espera ¡¿Que?!—exclama James—
—Octavia le prometió a Alyssa que Tessa sería traída aquí después de conocerlo todo sobre su origen—explica Malcolm ignorando su pregunta—
—¿Por qué aquí?—pregunta Tessa con interés y desconcierto—
—Por Diana. Ella debe entrenarte—le responde sacando un cuchillo para cortar las cuerdas de sus muñecas—Emma ya está con ella. Te recibirán en el museo del Louvre.
—¿Y él qué?—señala a su tío—
—Depende de él. Mi promesa solo consistía en presentaros.
Acto seguido, Malcolm le entrega el cuchillo a su hija y deposita un beso en su frente.
—Volveremos a vernos—le asegura—Y ese día espero que tengas las habilidades para poder matarme.
—Ya las tengo—le asegura ella apretando el cuchillo entre sus dedos—
Malcolm sonríe con arrogancia y se aleja de ella. Tessa le sigue con la mirada y, cuando desaparece detrás de la puerta, se acerca a James y corta sus cuerdas para liberarle.
—Puedes irte si quieres—le dice—Siento lo que ha pasado.
—No es culpa tuya, tu padre es un capullo—comenta él mientras estira sus manos—No me puedo creer que Alyssa se acostara con él, es... Bueno, a ella siempre le gustaron los capullos así que en verdad no debería sorprenderme.
Una sonrisa incomoda se asoma por los labios de Tessa, pues no sabe que decir.
—Ahora entiendo porque me sonabas—vuelve a hablar James—Te pareces a ella.
—Ojalá la hubiera conocido—admite Tessa sin pensar—
James sonríe y asiente nostálgico. Echaba de menos a su hermana, más de lo que se atreviera a admitir. Si, ella era unos diez años mayor que él y cuando murió él apenas tenía 12 años. Pero, aún así, dolía mucho.
—Admito que esta no ha sido la mejor manera de presentarnos, pero... puede que sea buena idea que me quede.
Sus palabras toman a Tessa por sorpresa. Cuando Octavia le hablo de él no quería acercarse por miedo a perder a más gente que le importara y quisiera, pero en ese momento Tessa sentía una extraña necesidad de familia.
—Oh, no... no hace falta. De verdad—habla con nerviosismo—Seguro que tienes una vida en Denver y yo... mi vida es complicada.
—Entonces será bueno que tengas a alguien en quien apoyarte—sonríe James—Además siempre he querido conocer Paris.
—Créeme esto será más fascinante que solo conocer una ciudad extranjera—sonríe ella mientras se acercan a la puerta para salir de allí—¿Has odio hablar de Wonder Woman?
Ultimo capítulo del primer acto como regalo de Navidad
Espero que os haya gustado
Os deseo una MUY FELIZ NAVIDAD 🎄
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