XII. Hawkgirl
CAPÍTULO DOCE
CHICA HALCÓN
—Hey—murmura depositando una rosa junto a la lápida—Hace tiempo que no venia por aquí. Siento eso. Pero soy feliz en Central City. Al fin y al cabo, esta ciudad, Star City, solo me recuerda a ti.
Un suspiro sale de su boca mientras se deja caer sentada en la yerba del cementerio.
—Hoy echo en falta uno de tus abrazos de hermano mayor. Siento que todo a mi alrededor, todo lo que había construido estos últimos años, se está desmoronando—admite limpiando las lágrimas que caen por sus mejillas—Toda la historia sobre mi madre era una mentira. James era una mentira. Y como siempre, cada cosa que sale por la boca de nuestro padre es una mentira. Hasta Octavia me ha mentido.
Sus manos nerviosas buscan la yerba a sus pies y comienza a jugar con ella con el objetivo de relajarse.
—Se que es estupido pensar que si no sé quien es mi madre no sé quien soy yo misma, pero... siento un vacío en mi interior ¿sabes?—continua mirando hacia el cielo estrellado con nostalgia—Y creí que conocerla, saber quien era, haría que desapareciese. Así fue por un tiempo, hasta que he descubierto la gran verdad. Ni siquiera se si ese pequeño cofre y todas las cosas en su interior que papá me dio eran verdaderamente de mi madre.
El viento golpea su cara provocándole un cosquilleo mientras su pelo se balancea hacia los lados.
—Se lo que me dirías. Casi puedo hasta oírte—sonríe con tristeza—"Estrellita, eres mi hermana pequeña. Eso es lo que eres y lo que cuenta para mi. Mi pequeña luz en el cielo, la persona a la que más quiero. Y no necesitas a nadie para ser feliz. Tú y yo somos imparables juntos. Y yo nunca te abandonaré"—le imita—Pero lo hiciste. Me abandonaste. Te fuiste. Y se que siempre estarás a mi lado, de una forma u otra, pero no es lo mismo, Tommy.
—Sabía que te encontraría aquí.
La voz a sus espaldas hace que se sobresalté, pero se relaja al verle sentarse a su lado.
—Creía que serías Barry—suspira mirándole—
—Siento decepcionarte—sonríe Oliver—
—No me decepcionas. Es solo que tiene la mala costumbre de preocuparse mucho y de espiar a las personas.
—Preocuparse por ti es algo inevitable, Tess. Sobretodo si estas distante, frustrada y decaída.
—Ya, lo siento—suspira bajando la mirada—Es una larga historia.
—Está bien. Venir aquí también me ayuda a pensar—señala la tumba de Tommy—
Tessa asiente y en ese intente el teléfono de Oliver suena anunciando la llegada de un mensaje.
—Es Felicity—le informa—Ha pasado algo con Kendra. Nos vemos en el búnker.
—Claro—responde al verle levantarse con rapidez—
Con la ausencia de Oliver el silencio vuelve a instalarse en el lugar, pero es roto de forma brusca con la llegada de otra persona.
—Tessa.
—¡Joder!—exclama sobresaltada—¿Hoy es el día de asustar a Tessa?
—Lo siento—sonríe por su reacción—No pretendía asustarte.
—Da igual—suspira poniéndose de pie para estar a su altura—¿Qué pasa, Hermes?
—Los dioses tienen una reunión en el Olimpo, por lo ocurrido con Apolo.
—Ya, no quiero hablar de eso—le pide frustrada—
—Solo quería que lo supieras, pero no vengo por eso—se acerca a ella y le entrega un papel—Aura no ha podido enviarlo, por lo de la reunión, así que me pidió que yo lo hiciese. Es la ubicación de la segunda daga. Supongo que es lo ultimo que quieres saber ahora, pero debía entregártela.
—Si, gracias—le dice con una leve sonrisa—Eh, tengo que irme, pero... dile a Apolo de mi parte que deseo que acabe en el Tártaro y que se pudra allí por toda la eternidad. Oh, y si mis palabras sirven como declaración, por favor, díselas a Zeus.
—Oído—responde antes de desaparecer—
Tessa entra en el búnker y observa a todo el equipo rodear a un hombre inconsciente y encadenado a una columna. Frunce el ceño confusa y se dispone a preguntarle a Diggel que estaba pasando, pero Barry se da cuenta de su presencia y se acerca a ella.
—Hey—susurra al llegar a su lado—
—Hey—responde ella de la misma forma—
—Se que odias esta pregunta, especialmente hoy, pero... ¿Estas bien?—inquiere preocupado—
—No—admite—Pero lo estaré.
Barry la observa detenidamente y asiente satisfecho con su respuesta. Aunque en su interior aún se sentía impotente por no poder ayudarla.
—Oliver me dijo que fuiste a un sitio que te ayuda a pensar—comenta—
—Si. Por eso sé que estaré bien—le responde dedicándole una leve sonrisa que parece más una mueca que otra cosa—¿Quien es ese tío?
Señala al encadenado.
—No lo sabemos—admite mirándole—Tiene alas y secuestró a Kendra. Oliver y yo le hemos vencido. Y es la hora de las preguntas.
—Oh, a Ollie le gusta mucho hacer preguntas—comenta divertida—
—¿Donde está?—inquiere el hombre al despertarse—
Todos le prestan atención mientras Barry y Tessa se colocan al lado de Oliver.
—¿Quien eres?—le pregunta Oliver—
—La estáis poniendo en peligro. Yo soy el único que puede salvarla—dice mientras intenta soltarse de las cadenas—
—Tienes una perspectiva muy interesante de la palabra salvar—comenta Tessa cruzándose de brazos—
—Es el amor de mi vida, preciosa. No iba a hacerle daño—le responde posando su mirada en ella—Tenéis que soltarme.
—No, lo siento. Verás, para empezar tú y yo no nos conocemos, así que no me llames preciosa. Dejemos esos comentarios machistas de lado, por favor—le pide acercándose a él con molestia—Seguro que no te pareceré tan preciosa al cortarte las piernas con mi espada.
—Vale, ya está bien—le pide Barry sujetándola de la cintura para alejarla de él—Creo que lo ha entendido.
Tessa suspira molesta y se cruza de brazos.
—Chay-Ara—dice el hombre al ver a Kendra colocarse junto a Cisco—
—Mi nombre es Kendra Saunders—le corrige—
—En está vida—señala él—Yo soy... era Carter Hall, pero nosotros no somos esos.
—¿Qué quieres decir?
—Eres la Princesa Chay-Ara y yo el principe Khufu. Somos amantes—le explica—Hemos sido pareja durante miles de años. Nos atraemos en cada vida y al morir nos reencarnamos hasta que nos encontramos otra vez, y otra, y otra.
—Creo que esto ya lo he visto en una serie—murmura Tessa con una mueca—
—Ahora que te he encontrado deberíamos salir de aquí—insiste Carter—
—Vale, Romeo—habla Cisco—Para el carro.
—Está gente no podrá protegerte de Savage mucho tiempo—continúa hablando con Kendra, ignorando así a Cisco—
—¿Sabes quien es Vandal Savage?—le pregunta Oliver—
—En cada vida nos da caza y nos mata—les explica—Lo ha hecho 206 veces. Y no pienso dejar que sean 207.
—¿Por qué os mata?—inquiere Diggle—
—Su fuerza vital está unida a la nuestra. Cada vez que nos mata se vuelve más poderoso, así que calculad.
—¿Llevas cero de 206 y sigues creyendo que eres su mejor opción?—cuestiona Cisco con incredulidad—
—Lo que hay que hacer es encontrar a Savage y librarse de él—habla Barry—
—Bueno, eso no es tan fácil, amigo—le asegura Carter—
—¿A no? ¿Qué apuestas?
—Puede que sea más difícil de lo que crees—habla Malcolm apareciendo en el lugar junto a su escolta de la Liga de Asesinos—
—¿Es la única forma que conoce de entrar en una habitación?—señala Barry mirando a Tessa con confusión y molestia—
—Me han informado de que Savage a salido de Star City hace unas horas—informa Malcolm—
—¿Hacia donde?—le pregunta Thea—
—No estamos seguros, pero supongo que después de enfrentarse a vosotros sabe que necesita algo más potente para completar su misión. Creemos que intenta localizar el Cetro de Horus.
—Perdona, ¿Qué es eso?—inquiere Tessa confusa—
—Es una reliquia de nuestro pasado—habla Carter—Un arma ancestral y poderosa. Si Savage se hace con ella será casi imposible pararle.
—¿Desde cuando nuestro vida es como una peli de Indiana Jones?—murmura Cisco—
—Felicity—la llama Oliver—
—¿Si?—inquiere ella—
—¿Podrás encontrado?—le pide—
—Si. Seguro que estará en algún museo. Puedo usar mi magia a ver que encuentro.
—Se nos acaba el tiempo—se queja Carter mirando a Kendra—Tienes que emerger, ya. Venga, ¿Qué hace falta para que me creas? Ya has visto mis alas. Sé que sabes que es verdad. Déjame que te enseñe cómo hacerlo.
—Ósea, que quieres que salte—murmura Kendra mirando hacia el suelo desde la orilla de la azotea—
—Caer, saltar, hacer el ángel... lo que prefieras, pero hazlo—responde Carter—
—Oye, no es una trapecista—señala Cisco—
—¿Y es así como emerge?—inquiere Tessa confusa—Simplemente cayendo hacia la muerte.
—Si. 4.000 años de experiencia dicen que se hace así. Mira y aprende—le responde Carter—
—No—niega Barry frustrado—Lo siento, ¿Qué es esto? ¿Por qué le hacemos caso a este tío? Venga, Oliver, se supone que tú eres el que hace las preguntas.
—Vale, pero después de lo que he visto y lo que dice Cisco...—señala—Me parece increíble que diga esto, pero... tiene sentido.
Kendra les ignora y se coloca en el borde de la azotea.
—Eh—la llama Barry—
—Tengo que intentarlo—les dice Kendra—
—¿Estas segura?
—Lo está—confirma Carter empujándola—
Kendra cae al vacío, pero Barry no lo soporta y usa su velocidad para salvarla y volver a subirla a la azotea.
—¡¿Qué demonios haces?!—inquiere el velocista con nerviosismo—
—Salvarle la vida—le responde Carter—Tendrías que haber despertado. Algo te bloquea. ¿Por qué no pruebas otra vez, a ver que...?
—¡No!—exclama Cisco—
—No, no, no, no—niega Barry—No vamos a repetirlo. Esto no es necesario.
—Barry—le llama Oliver—
—Oliver—se queja el aludido—Podemos parar a Savage ¿vale?
—Barry—insiste el arquero—¡Barry!
—¿Qué?
—¿Hablamos un momento?—le pide haciendo un gesto con su cabeza—
—Oh, por dios—suspira el velocista—Vigílale.
Mira a Tessa y señala a Carter. Ella se cruza de brazos y asiente mientras Barry se aleja de ellos junto a Oliver.
—¿Qué es lo que estas haciendo?—le pregunta el arquero—
—Intentó mantenerla viva—le responde con obviedad—
—Pues déjala que salte.
—¿Estas de coña?
—Barry, entiendo que quieras ayudar y quieras ser el héroe, y quieras salvarla tú mismo, pero ella también tiene que colaborar—le dice—
—Es que las reglas siempre cambian—se queja frustrado—Un día debo viajar en el tiempo, otro lucho contra un gorila telepático y... y ahora ¿Qué? ¿Perseguimos a un demente inmortal que está obsesionado con una sacerdotisa guerrera reencarnada? Nunca pensé que tendría superpoderes y me sentiría más impotente que en toda mi vida.
—Esa parte la entiendo—señala Oliver—Pero ya has ayudado a Kendra. La has mantenido con vida. Ayúdala ahora a recuperar sus alas y podrá llévate a Central City—sonríe, pero entonces se da cuenta de algo—Central City.
—¿Qué?
—Hay que buscar el Cetro en Central City—habla Oliver al entrar de nuevo en el búnker—Kendra, dijiste que la ciudad te atraía.
—Si—asiente ella—
—Creo que te atrae lo que te destruye, igual que lo hacéis entre vosotros—señala a Carter—
—Por eso no estaba en ningún museo ni colección privada—asume Felicity mirando su ordenador—Se consagró hace 8 meses en St. Marks, Central City.
—Hay que conseguirlo antes que Savage—habla Tessa—
—Carter, quédate aquí—le ordena Oliver—
—No pienso moverme.
—Llama a Thea y a Diggle para montar guardia por si Savage aparece—le pide a Felicity, ella asiente—Tessa...
—Ayudaré, pero necesito hablar con mi padre—le dice ella—
—De acuerdo—accede—
—Kendra—la llama Barry acercándose a ella—El año pasado perdí mis poderes y solo pude recuperarlos olvidándome de todo lo que me rodeaba y centrándome en quien era. Tú cree en ti misma y tu verdadero ser emergerá.
—Gracias.
Barry y Oliver se ponen sus trajes y Tessa sale del búnker en busca de Malcolm, el cual ya la esperaba en la calle.
—¿Como has sabido que quería hablar contigo?—inquiere cruzándose de brazos—
—Eres mi hija, te conozco—le responde con obviedad—Además, tú actitud a sido rara. ¿Qué te pasa?
—¿Lo sabias?—inquiere con los ojos llorosos—¿Sabias que todo era una mentira?
—¿De que estas hablando?
—Habló de James, mi madre, y la historia de la familia Morgan—le responde frustrada—Esa historia que Octavia me contó, la que tú conocías a la perfección cuando me reuniste con mi supuesto tio.
—¿Supuesto?—inquiere confuso—Él es tú tío.
—No, no lo es—niega nerviosa—Es Apolo, el Dios de las Artes. Hizo un truco de cambio de rostro y se inventó una historia, o al menos continuó con la mentira que mi verdadera madre creó.
—Tessa, yo... todo lo que te he contado es todo lo que sé—le asegura Malcolm—No tenía ni idea de eso, yo... investigué, me cercioré de que fuera cierto.
—Entonces... no lo sabias—asume mirándole a los ojos—
—No. Nunca te mentiría en eso—le asegura con sinceridad—Miento, si, en muchas cosas. Pero en eso nunca te mentiría. Lo que sí se seguro es que la mujer que sale sosteniendo un bebé en las fotos de aquel cofre es tu madre.
—Era Oliver. Savage tiene el Cetro de Horus. Quiere que vayamos a Central City lo antes posible—anuncia Diggle colgando su teléfono—
—Vale, bueno, Laurel ya está allí viendo a su madre, la llamaré para decirle que nos espere—suspira Thea—
—Si Savage está en Central City ¿Por qué volveremos?—inquiere Kendra—
—Para acabar con esto—le responde Tessa—
—Y si alguien puede eliminar a Savage son Barry, Oliver y la aquí presente, Tessa—habla Cisco señalando a su amiga—
—Ahora que has despertado será más difícil para él—comenta Carter mirando a Kendra—Juntos podemos acabar con Savage de una vez por todas.
—Vale, ¿Y como vamos allí?
—¿He dicho que soy la Consejera Delegada de una empresa con Jet privado?—sonríe Felicity—
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