IX. Here We Go Again


CAPÍTULO NUEVE
AQUÍ VAMOS OTRA VEZ



No habían pasado muchos días desde la ultima vez que vieron a Cisco y a Caitlin en Central City cuando ambos científicos había decidido ir a Starling City para entregarle unos datos a Felicity sobre el ADN que ella había pedido que investigaran. Además querían conocer el lugar de trabajo de Arrow, pues estaban emocionados de al fin saber quien iba bajo la capucha.

—No toques eso—se queja Oliver mirado a Cisco, quien observa las puntas de flecha con fascinación—Ni eso. Es una flecha lanzadora. Usa un gas com...

—Comprimido para lanzar cables de un polímero de elevada resistencia—completa el ingeniero—

—Si—suspira Oliver con molestia—

—¿Desde cuando vendemos entradas para ver la Arrow-cueva?—pregunta Roy confuso—

—Es... ¿Ves lo que has echo?—le pregunta Oliver a Felicity con molestia—

Ella le mira y pone una mueca al no tener ninguna excusa. Al fin y al cabo, ella había sido la primera en llamarla así.

—Es increíble—habla Cisco mirado el traje de Oliver—Tengo cantidad de ideas para mejorarlo.

Sus palabras hacen que Oliver ponga una mueca de confusión pero se borra al ver al chico caminar hacia el traje de Roy.

—Y ese—señala Cisco el traje rojo—Oh, jo tío, este... este es la bomba. Además el rojo mola mucho más que el verde ¿no es verdad?

—Este tío empieza a caerme bien—sonríe Roy—

—Eh ¿Para que es eso?—pregunta Caitlin sellando hacia la zona de entrenamiento—

—Para distraerme del trabajo—suspira Felicity mirando el aparato de dominadas—

—¿Donde están Tessa y el Señor Diggle?—les pregunta entonces Caitlin—

—Diggle siguiendo una pista—le responde Roy—Tessa...

—Tessa está en una cita—les informa Oliver—

—¿En serio?—pregunta Felicity con sorpresa—Me alegro por ella, espero que sea un buen chico. O chica, no es que me importe. Yo lo acepto todo. El amor es amor y...

—Felicity—la interrumpe Oliver—

—Lo siento—se disculpa ella—Es solo que me alegro de que siga adelante a pesar de lo de Sara.

—Si, yo también—admite él en un suspiro—

—¿Eran muy unidas?—inquiere Caitlin—

—Eran como hermanas—le explica el arquero con nostalgia—


—No sabes cómo me alegro de que tu idea de una cita no sea ir a un sitio caro a cenar—comenta Tessa al salir del cine—

—Bueno, no es lo mío—admite Jay—Además, no me lo podría permitir. El sueldo de un inspector no es muy grande.

—Yo he vivido toda mi vida rodeada de demasiado dinero y cosas caras e innecesarias—comenta ella en un suspiro—Pero venir al cine, ir al Big Belly Burger o simplemente dar un paseo es lo que más me gusta.

Jay asiente y la observa con atención.

Parecía relajada, tranquila, o al menos eso expresaba su rostro. Su pelo castaño se balanceaba delicadamente a causa del aire y sus manos abrazaban sus brazos mientras sus ojos brillaban reflejando la luz de las farolas y más en específico las de las estrellas y la luna que alumbraban el cielo.

—¿Tienes frío?—le pregunta entonces mientras se quita la chaqueta para colocársela sobre los hombros—Toma.

—Gracias—le sonríe ella conectando sus miradas—

Parecía que el mundo se había detenido a su alrededor pero sus teléfonos sonaron a la vez anunciándoles la llegada de un mensaje.

Ambos apartaron la mirada de otro y sacaron sus teléfonos.

—Tengo que irme—soltaron a la vez haciéndoles sonreír—

—El trabajo nunca para—le explica Jay—

—Ya, yo tengo una emergencia familiar—le explica Tessa mientras se dispone a devolverle su chaqueta—

—Tranquila, quédatela—le dice él con rapidez mientras se la vuelve a acomodar sobre los hombros—La necesitas más que yo y... bueno, así tendremos una excusa para volver a vernos.

—No creo que la necesitáramos—le dice ella con una sonrisa divertida—

—Por si acaso—sonríe él—

Tessa le corresponde el gesto inconscientemente y entonces Jay se acerca a ella y deposita un delicado beso en su mejilla.

—Adiós, Merlyn—le sonríe—

—Hasta luego, Halstead—responde ella intentando ocultar su sonrojo—


Al parecer el asesino del bumerán que estaban buscando se encontraba en ese momento atacando ARGUS, la empresa secreta en al que trabajaba Lyla, la exmujer de Diggle. Y como necesitaban ayuda, Oliver no había tenido otra opción que llamar a Tessa.

Los bumeranes volaban por doquier cuando Tessa llegó al edificio. Con rapidez sacó su espada y paró varios de ellos cuando estos volaban hacia ella mientras se acercaba a Lyla y a John. Aún así, hubo uno que no pudo ver y iba directo a su espalda. Si Oliver y Roy no hubiesen llegado a tiempo para desviarlo con una de sus flechas, ella habría quedado bastante mal herida.

Así que, mientras ella cubría a Lyla y a Diggle, Roy y Oliver peleaban contra el de los bumeranes, hasta que un rayo rojo y una ráfaga de viento pasaron por su lado agitando su pelo y cogiendo todos los objetos volantes que amenazaban con dañarles a ella y a sus compañeros.

Y aunque Barry les había ayudado y salvado la vida, también había sido una distracción lo suficientemente buena para que el atacante escapara del lugar sin ser visto.

—¿Que era eso?—pegunta Lyla una vez Barry desaparece de allí con su velocidad—

—Mejor esta pregunta—habla Oliver acercándose a ella—¿Quien os ataco?

—Y no digas que es un asunto interno de ARGUS—le pide John—

Lyla le mira molesta y suspira antes de hablar.

—Se llama Digger Harkness—responde—Servicio Secreto Australiano. Era especialista en armas y tecnología antes de largarse. Luego empezó a vender sus servicios al mejor postor. Le cogimos hace tres años.

—Pues se os ha escapado—comenta Tessa cruzándose de brazos—

—No exactamente. Sus habilidades hacían de él un recluta ideal para el grupo X—explica Lyla—

—El Pelotón Suicida—suspira John—

—Si, tenían una operación en Tanzania. Asesinar al caudillo local. Pero el objetivo estaba bien armado, la misión salió mal y hubo que sanear el equipo.

—Dirás asesinarlos, Lyla—apunta John, pues el conocía muy bien los métodos de esa organización—

—Waller estaba ilocalizable—habla refiriéndose a la directora del lugar—Yo di la orden. La microbomba de la nuca de Harkness debió de fallar.

—Debemos pensar que todas las instalaciones de ARGUS corren peligro—habla Oliver—Solo hay un sitio donde estarás a salvo.


—¿Estáis bien?—cuestiona Felicity al ver al equipo y a Lyla entrar en la guarida—

—Define bien—le pide Tessa colocando sus armas en su vitrina—

—¡Vaya!—exclama Cisco al verla—Tu traje mola. Es mejor que los de estos dos, sin ofender.

Oliver rueda los ojos y pone su atención en Lyla y John mientras Tessa le dedica una sonrisa a Cisco.

—No se puede trabajar para ARGUS sin crearse enemigos. Siento meteros a todos en esto—suspira Lyla mientras John deposita los trozos rotos de varios bumeranes sobre la mesa—¿Esto es propiedad de ARGUS?

—Son pruebas—señala él—

En ese momento otro rayo de luz amarilla y una ráfaga de viento pasa por su lado hasta que Barry se sienta en la silla de Felicity mientras se come el plato de sushi que acababa de ir a buscar.

—Eh—le llama la atención Caitlin al ver que no lleva la máscara puesta—¿Y tu identidad secreta?

—Están casados—señala él mirado a Diggle y a Lyla—

—No lo estamos—dicen ambos a la vez—

—Bueno, están juntos—intenta justificarse—Le habrá contado lo mío.

Diggle le mira y niega con la cabeza.

—¿No?

—Mi oficio es guardar secretos, Barry—le recuerda—

—Ah, he metido la pata—habla con una sonrisa nerviosa—

—Tú eres...—murmura Lyla sorprendida—

—Flash—completa él sonriendo—¿Sushi?

Lyla le mira anonadada y niega.

—Yo si—habla Tessa acercándose al velocista—Me muero de hambre.

Barry sonríe y extiende su plato hacia ella.

—Tenemos que localizar al hombre que persigue a Lyla—habla Oliver—Se llama Digger Harkness.

—El primer paso es mirar las pruebas—comenta Barry sin dejar de observa a Tessa con diversión, pues parecía disfrutar de su sushi—

—Barry, ¿Puedo hablar contigo un momento?—le pide Oliver con algo de molestia—

—Claro—suspira él siguiéndole hasta la zona de entrenamiento—

—Agradezco tu ayuda en ARGUS—le dice Oliver una vez se encuentran lo bastante lejos de los demás—Pero esto es cosa nuestra.

—¿No quieres que colaboremos?—le pregunta con decepción—

—Aquí trabajamos de otra forma—intenta explicarle—Starling City es peor.

—Te recuerdo que el año pasado te ayude aquí, y eso fue sin poderes. He practicado todo lo que me enseñaste. Estoy estudiando nuevos ambientes, no entraré a ciegas.

Oliver suspira y rueda los ojos.

—Lo haremos a mi manera.

—Si—sonríe Barry—Sera alucinante. Vale, ¿Por donde empezamos?

—Hay que recomponer los bumeranes—habla el arquero caminando hacia el equipo—Tardaremos un poco, pero...

Barry corre hacia la mesa y con su velocidad los recompone en apenas unos segundos.

—Valdrá la pena—termina de hablar Oliver—

—¡Flipa!—exclama Cisco con fascinación al coger uno de ellos en sus manos—Este es más avanzado que el que llevasteis a Central City. Es un polimero impreso con un circuito que permite...

—¿Algunos de estos bumeranes explotaban?—cuestiona Roy interrumpiéndole—

—Oh, si. Este tiene ranuras donde podría ir C4–confirma el latino—

—Tal vez si averiguamos de donde saca sus componentes, le localicemos—habla Caitlin a su lado—

—No fueron hechos por Bum Bumerán—comenta Cisco—

—¿Cómo "Bum Bumerán?—pregunta Roy frunciendo el ceño—

—Si, ya sabes, el de los bumeranes explosivos...

—No es un buen nombre—le asegura Tessa con una sonrisa divertida—

—¿De verdad? yo pensaba...

—Silencio—ordena Oliver con seriedad—Si Harkness no los fabricó, hay que averiguar quien.

—Tuvo que pagar a alguien—habla Diggle—

—Markos—suelta Cisco haciendo que todos le miren—¿Ves este dibujo del nodo colapsable? Esta clarísimo. Es su firma.

—Tenemos que localizar a ese...—ordena Oliver—

—Klaus Markos—especifica Cisco—

Felicity asiente y camina hacia su ordenador.

—No hay dirección ni lugar de trabajo—anuncia la chica mirado la información—Pero el año pasado lo detuvo el inspector Quentin Lance.


Barry, Tessa y Oliver se adentran en la comisaría y no tardan en encontrar a Quentin, quien camina hacia ellos mientras habla con su hija Laurel.

—Hola Laurel—sonríe Oliver—Inspector. ¿Capitán? Ca... Capitán. Perdón.

—Tranquilo—le dice Quentin tomando un trago de su café—Cuanto tiempo.

—¿Va todo bien?—cuestiona Laurel confusa—

—Oh, muy bien—sonríe Oliver—Este es...

—Bart Allen ¿verdad?—le interrumpe Quentin mirado al chico—¿No te atropello un autobús?

—Barry—le corrige él—Y me cayó un rayo.

—Ah, que mala suerte—comenta él mientras posa su mirada en su hija—Trabajamos juntos en un caso el año pasado.

—Barry es un amigo—le explica Tessa a Laurel—Trabaja para la policía de Central City, y Oliver y yo esperábamos que le ayudara con otro caso.

—Claro.

—Oliver ¿Podemos hablar un momento?—le pide Laurel al arquero—

—Si—asiente él alejándose de los demás junto a ella—

—Quería encontrar a un sospechoso al que arrestó el año pasado—le explica Barry a Quentin—Klaus Markos. ¿Sabe donde podríamos encontrarle? No está en ninguno de los sitios de antes.

—Bueno, no hago seguimiento de los canallas que detuve cuando patrullaba—le responde el Capitan—No soy tan sentimental.

—Ya—sonríe Barry ante su broma—¿Y por qué le detuvo?

—Robó de identidad—responde después de pensarlo un poco—Con un chisme robaba números de tarjetas de crédito para la Bratva. La mafia rusa.

—Vale, muchas gracias—le responde Barry—

—No hay de que—suspira Quentin—Ya nos veremos. Hasta luego, Tessa.

—Adiós—le sonríe ella viendo como se acerca a Oliver y a Laurel—¿Sabes? Yo hablo ruso.

—¿En serio?—le pregunta Barry con sorpresa—

—Aja—asiente ella—Bueno, hablo muchos idiomas pero el ruso es el que más me llamaba la atención cuando empecé el instituto.

—No es muy usual que alguien estudie ruso—comenta él—

—Ya, bueno, yo no soy muy usual.

—Tessa.

La voz de Jay a sus espaldas hace que ambos se den la vuelta.

—Hola—sonríe ella al verle—

—Hey, ¿Que haces aquí?—le pregunta con interés e ignorando la presencia de Barry, quien les miraba a ambos con atención—

—Mi amigo Barry es de la policía de Central City y necesitaba ayuda de Lance—le explica señalando al aludido—

—Oh, encantado—le saluda Jay extendido su brazo al darse cuenta de su presencia—Jay Halstead.

—Igualmente—le responde él con una pequeña sonrisa—Barry Allen.

—Eh, ¿Podemos hablar un segundo, Tessa?—le pide entonces el ojiazul a la chica—

—Claro—responde ella siguiéndole hasta su escritorio—¿Que pasa?

—Oh, nada, nada. Solo... me gustaría que volviésemos a salir. Me lo pase muy bien anoche—le responde dedicándole una pequeña sonrisa—

—Si, yo también—admite ella—

—Entonces ¿Una cena con velas en un restaurante súper caro?—le pregunta con diversión—

—Si—sonríe ella—O... podríamos dar un paseo y tomar algo.

—Si, me parece un buen plan.

—Genial. Te llamo yo—le sonríe antes de alejarse de él para reunirse con Oliver y Barry—

—¿Es él?—cuestiona el arquero mirando al inspector—

—¿Perdón?—pregunta Tessa con confusión—

—El chico con el que saliste—le aclara—

—Oh, si. Se llama Jay Halstead, es inspector.

—Es mayor.

—8 años mayor—especifica ella—Oye, Ollie, la edad no importa en el amor.

—¿Amor?—pregunta Barry con rapidez y sorpresa, lo que hace que ambos le miren—¿Estas enamorada de él?

—¿Que? No—le responde ella—Solo... son dos citas. Me gusta, solo eso.

—Si te hace daño, le mató—le asegura Oliver antes de salir de la comisaría—

Tessa rueda los ojos y, bajo la atenta mirada de Barry, conecta su mirada con el inspector. Entonces ambos se sonríen, lo cual provoca una sensación extraña en el velocista.

—Tenemos que irnos—le dice a la chica rompiendo así la conexión de miradas—

—Oh, si, claro—suspira ella siguiendo a Oliver—

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