014. una navidad para recordar


wanna be yours
capítulo catorce | una navidad para recordar

...

CYLIA SE DESPERTÓ en la mañana de navidad para encontrar una pila de regalos a los pies de su cama. Miró a su alrededor y encontró a Hermione y Ginny despiertas, preparándose para el día.

—Feliz Navidad, chicas—,dijo Cylia, quitándose la manta de encima y frotándose los ojos.

—¡Feliz Navidad!—respondieron las dos.

—Vamos a abrir nuestros regalos—.Ginny señaló las docenas de regalos.

Cylia recordó rápidamente que no había puesto sus regalos para Ron y Harry en su habitación.—¿Crees que Ron y Harry ya están despiertos? Debo poner sus regalos en su habitación—.

—¿Es una pregunta en serio?—,dijo Hermione, desenvolviendo uno de sus regalos.—Es obvio que aún están dormidos. Hazlo rápido—.

Cylia tomó las dos cajas de regalo de su maleta y bajó corriendo las escaleras hasta la habitación de Ron y Harry. Abrió la puerta en silencio, se puso de puntillas a los pies de sus camas y colocó cada regalo.

A Harry le regaló un estuche de cuero con un encantamiento de extensión, mientras que a Ron le regaló un cuadro al óleo que había pintado de ella y él sentados uno al lado del otro en la Sala Común de Gryffindor, y una sudadera roja. Había pensado mucho en qué regalar a Ron, casi le costó una semana decidirse.

Antes de salir de su dormitorio, miró al chico pelirrojo, que dormía tan tranquilo como siempre, dejando escapar pequeños y suaves ronquidos. Pensó en lo guapo que estaba, casi lo admiró durante minutos antes de verse obligada a salir.

De camino a su dormitorio, deseó a Tonks y a la señora Weasley una feliz Navidad.

—¡Gracias por las velas, Cylia!—,dijo Ginny en cuanto Cylia entró en su habitación.—¡Huelen delisioso!—

—¡Y gracias por los libros y la pulsera!—,dijo Hermione.—Abre tus regalos—.

Cylia sonrió a las dos chicas, se tiró al suelo y empezó a abrir sus regalos. Empezó por el de su madre, le había regalado unas piezas de joyería y una enorme manta esponjosa. Cylia pasó a los regalos de Hermione y Ginny, recibiendo un diario y un esmalte de uñas de Hermione y una sudadera de Ginny. Luego abrió los regalos de Neville, Luna y Dean, que consistían en ropa, dulces y cosas de Zonko's. Luego abrió los regalos de los chicos, recibiendo una caja de chocolates y dos libros de Harry.

Antes de abrir el regalo de Ron, agradeció a las dos chicas, y respiró profundamente. Tanto Hermione como Ginny estaban tan emocionadas como ella por ver lo que Ron le había regalado.—¿Qué creen que me ha regalado?—,preguntó ansiosa.

—¡Sólo ábrelo!—gritó Hermione.—¡Vamos, queremos ver lo que el enamorado te ha regalado!—.

Cylia comenzó a desenvolver la caja, sacó una caja de caramelos de Honeydukes y un montón de polaroids de ella y Ron.

Antes de que pudiera decir nada, tanto Hermione como Ginny gritaron:—¡Ahhh!—.

Cylia miró todas las polaroids, una era de cuando ella y él se metieron en las cocinas, otra era de él durmiendo en su regazo.

Sonrió para sí misma y soltó una pequeña carcajada.

—Qué bonito—,dijo Hermione, poniendo la mano en el hombro de Cylia.—Definitivamente le gustas—.

—Sí—,dijo Ginny.—Vamos abajo a ayudar a mi mamá con el desayuno—.

—Ustedes vayan—,dijo Cylia,—tengo que enviar unas cartas—.

Las dos chicas salieron del cuarto dejando a Cylia sola. Tomó un pergamino y escribió a su madre, a Luna, a Neville y a Dean deseándoles unas Felices Fiestas, agradeciéndoles sus regalos y asegurándose de que habían recibido los suyos.

Tiró todo el papel de regalo y estaba guardando todos sus regalos cuando, con un fuerte chasquido, George y Fred aparecieron en su habitación.

—Feliz Navidad—,dijeron los dos.

—Feliz Navidad—,respondió ella, recogiendo los envoltorios del suelo.—¿Necesitan algo?—

—Bueno-no—,dijo George,—pero queríamos que probaras este nuevo producto en el que estamos trabajando...—

—...para Sortilegios Weasley—,continuó Fred.

—Por supuesto que no—,dijo ella en voz alta mientras salía corriendo por la puerta.—¡Aléjense de mí en este momento!—

Los gemelos la siguieron fuera y comenzaron a correr tras ella por las escaleras, gritando. Lo que provocó que el retrato de la señora Black volviera a gritar.

—Dejadme en paz...—gritó Cylia antes de chocar con cierto pelirrojo.—Ah-lo siento, Ron—.

—No pasa nada. Feliz Navidad—.

Ambos estaban a centímetros el uno del otro, casi tan cerca como lo estuvieron durante su beso. Ron apartó un mechón de pelo castaño de Cylia de su cara.

—Feliz Navidad. Erm-gracias por el regalo, me ha encantado—,dijo ella en voz baja. Ambos se sonrojaron, sin apartarse el uno del otro.

—No te preocupes. Gracias, también me ha gustado tu regalo—,dijo antes de ser cortado por George.

—Mira eso, Freddie...—

—...Parece que nuestro hermano ha conseguido una chica, Georgie—,continuó Fred. Los dos gemelos miraban a Cylia y a Ron desde lo alto de la escalera.

Ron y Cylia se apartaron el uno del otro, ambos con la cara roja. Casi iban a tener la primera conversación adecuada desde su beso, pero George y Fred tuvieron que arruinarla.

—Oh, váyanse de aquí—,dijo Ron, rascándose la nuca y bostezando.

Cylia le dedicó una débil e incómoda sonrisa y bajó a la cocina dejándolo en la escalera.

Deseó a todos en la cocina una Feliz Navidad y tomó asiento junto a Harry en la larga mesa de la cocina para desayunar con todos.

—Rápido, todos—,dijo la señora Weasley mientrascolocaba los platos llenos de comida en la mesa.—Hoy vamos a visitar a Arthur en San Mungo—.

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