Un día viernes como comúnmente, al rededor de la media mañana, faltaba poco para que tocará la campana para el comienzo del recreo.

Taehyung bajaba corriendo por las escaleras que daban a la primera planta en busca de su taquilla, tenía que ponerse a estudiar lo más rápido posible porque a la siguiente hora le tocaba rendir un examen algo importante y recién se había acordado.

Por lo que girando en una de las esquinas, chocó con un cuerpo musculoso quien lo sostuvo para que no cayeran ambos contra el piso. Supo que se trataba de su amado Jungkook al sentir el fuerte pero agradable olor a colonia que siempre habitaba en él pero también un olor a otro tipo de perfume llegó al olfato del menor quien se separó al constatar que Jungkook se veía, a pesar de muy alegre, desaliñado, su camisa estaba con los últimos botones deshechos y también se le hizo extraño el que no cargará sus sudaderas como siempre.

Por lo que, sin ser consciente de su tono de reclamo, preguntó:

---¿Dónde estuviste antes de llegar aquí?--- empujó mínimamente el pecho del azabache para que pudiera mirarlo a los ojos, sabía perfectamente que no podía hacer reclamos algunos pero también sentía que tenían algo íntimo como para fallarle. Que ingenuo.

Jungkook alzó una ceja en incredulidad y cruzó sus brazos. Taehyung tuvo que mirar hacía otro lado para no perderse en los trabajados bíceps del pelinegro y olvidarse de todo lo que tenia para decir.

---¿A qué debemos el interrogatorio?--- Tae bajó la cabeza un poco avergonzado y Jungkook sonrió para sí mismo.--- Digo, no me molesta decirte pero debe haber una razón, ¿No es así?--- volvió a acercarse al castaño y tomó su mentón levantando así su rostro para que pudiera observarlo a los ojos.

Taehyung sólo suspiró y dijo: --- No es por nada específico, sólo tenía curiosidad, no te había visto en todo el día. ---Hizo un pequeño puchero que fue besado por Jungkook a penas apareció.

---Entiendo, pues hace un rato estaba en el baño...--- No dio mas detalle y saltó a otro suceso --- Y no había venido a verte porque aunque no lo creas, yo si hago mis tareas y estaba en la biblioteca leyendo y haciéndolas.

Kim sonrió porque le encantaba saber esos datos, que el pensamiento que tenía sobre Jungkook antes de hacerse cercanos cambiara tan drásticamente y le gustaba mucho más sabiendo que era aplicado e inteligente.

---Si tienes dudas o problemas con la tarea puedes acudir a mí, yo podré ayudarte siempre que lo desees.--- Le mostró una muy bonita sonrisa cuadrada que Jungkook correspondió rápidamente.

---Pero eres un año menor que yo.--- al ver la cara que puso el contrario, rieron en conjunto.

---Pero sé mucho, así que quizás pueda ayudarte de todas maneras.

Después de eso Jungkook respondió que no quería abrumarlo con más tarea de la que ya tenía pero Taehyung insistió en qué si necesitaba ayuda no dudase en acercarse. Se besaron un poco y se fueron a disfrutar cada uno de sus cuarenta minutos de recreo.

--- ¡Seojun! --- llamó Lira, sabía que quizás al pelinegro se le haga extraño el hecho de que ella lo fuera a buscar para hablar pero la rubia quería salir de todas sus dudas con respecto al chico del que su mejor amigo estaba muy enamorado.

Han Seojun se volteó ante el llamado y sonrió en forma de saludo, él sabía que era la chica con la que Taehyung pasaba gran parte de su día.

Lira llegó hasta al frente de él y se dispuso a hablar.

---Hola, disculpa por venir a buscarte así pero tengo que hablar contigo.

---Claro, dime. ---El chico asintió esperando las palabras de la rubia.

Lira carraspeó un poco y continuó.

---Quiero saber que es lo que tenías para decirle a Taehyung.

---Pero, yo quería hablarlo con él personalmente. Él no quizo escucharme escusándose con mis sentimientos y que por eso yo iba a ponerlo en contra del imbécil de Jeon.

---Si, eso me dijo él y también creo que hizo mal, por eso quiero saber que es lo que sabes para tener en claro que debo hacer.

---¿Vas a interponerte si es necesario?--- Lira asintió sin dudarlo --- Eso está muy bien, yo tampoco quiero que Tae salga lastimado pero él está ya muy enbrutecido con ese chico que no ve mas allá.

---Si, así que te agradecería si me cuentas todo, te invito a comer algo si gustas mientras me cuentas.

El pelinegro aceptó porque comida es comida y además sentía la imperiosa necesidad de hablar de este tema con alguien y quien mejor para eso que la mejor amiga del chico que le gustaba.

Me encanta escribir esta historia, el ritmo que está tomando me está gustando mucho. Espero que para ustedes sea igual.

Voten y comenten por favor, me hacen muy feliz con eso <3

~Heidy