𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐈𝐈: Mentiras
𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐈𝐈: Mentiras
Sus hombros le duelen, había olvidado el gran golpe que recibió cuando detuvo el deceso del ninja que se lanzó por el acantilado, su brazo es de color morado y su piel quema. Los párpados pesan y puede sentir el sueño apoderarse de ella, cabecea y se detiene debe estar alerta, puede ver del otro lado de la habitación que el muchacho está tendido sobre la mesa. Está inconsciente o al menos espera que realmente lo esté, Ino intenta levantarse del lugar pero, se siente lo suficientemente mareada y sin fuerza para no levantarse, intenta tocar sus mejillas y es cuando se percata que lleva consigo una capa de ANBU protegiendo su cuerpo del infernal frío que cala hasta sus huesos, lleva sus dedos hasta su pierna y nota que el dolor ya no es tan intenso como solía serlo.
Está exhausta. ¿Cómo había llegado ahí? No lo sabe, poco recuerda y había sido más o menos así.
La noche caía y la oscuridad de aquel frondoso bosque los acurrucaba, el dolor en su pierna no había cesado ni un poco aún cuando Itachi había limpiado la zona correctamente, o algo parecido a eso, el compañero de Itachi (pues el emblema Uchiha no mentía) se mantenía postrado en el suelo mientras una gran fiebre la invadía, su rostro estaba sonrojado y la mirada del hermano de Sasuke se mantenía frente a ella. Aún podía ver aquellos huecos en el rostro del compañero de Itachi, la palma curativa había dejado de funcionar, estaba agotada y no estaba segura si debía gastar sus energías. Había sido por su mente, el terror se había apoderado de ella. Ino estaba segura que nada estaba bien, si Itachi Uchiha estaba frente a ella cerca de aquel acantilado, su instinto de supervivencia se había activado.
Los huecos dónde debían estar un par de ojos, la alarmaron. Pues, su primer pensamiento una vez que su mente se despejó un poco de aquella ensoñación fue pensar en el responsable de eso. Itachi.
—¿Qu-uién h-ha hecho es-so? —Preguntó Ino retrocediendo a rastras en tanto, el ardor en su extremidad no le permitía caminar.
Itachi no dijo nada y en cambio, la miró directamente. Tenía pequeños rastros de sangre en sus mejillas, como si estas hubiesen sido ensuciadas gracias a lágrimas de sangre.
—No fui yo quién hizo eso y tampoco le haré daño, señorita, si es lo que pregunta.
—Eres Itachi Uchiha oferta Ino, retrocediendo lo más que podía. El Uchiha ahora se veía consternado y confundido, si bien sabía la fama que tenía pero ¿De qué hablaba aquella bonita chica?
—Lo soy ¿Quién es usted? —Preguntó de vuelta él, Ino vio algo extraño en el semblante del Uchiha, era compasión. Su mente no podía percibir que el asesino de la Masacre Uchiha tuviera ese tipo de emociones, su chakra no mentía, cualquier cosa ella lo notaría de inmediato.
—¿Por qué habría de decírtelo? —Ino es una malcriada, se lo han dicho cientos de veces, sin embargo, tenía un buen argumento para serlo. Además, estaba confundida, aterrada y herida; no era la mejor opción podía llegar a ser ególatra, chillona o desesperante o en el peor de los casos los tres.
Itachi le regaló una sonrisa, pequeña y cerró sus ojos, el corazón de Ino se detuvo por unos segundos ante el gesto.
—Tiene razón, no debería confiar en un desconocido, pero parece que usted me conoce muy bien.
Ino bajó su mirada cohibida, Itachi tenía un punto.
—Está bien, no necesita decirme, —la Yamanaka se sorprendió en el acto y miró fijamente al contrario, él veía la pequeña fogata a sus pies.— Sólo quiero asegurarme que usted esté bien.
Itachi se acercó y ella no se movió. Él tomó entre sus dedos las hierbas medicinales entre sus dedos y vislumbró que la infección no se iba, necesitaban algo más fuerte. Ino por su parte, quedó estoica, no podría creer lo que veía. ¿Era el mismo Itachi Uchiha que todo mundo temía? No tenía ni una pizca de una doble intensión en lastimarla o si quisiera la inexpresividad que se decía que él tenía, las manos de Itachi tocaron la herida abierta y soltó un gemido de dolor. El Uchiha le miró preocupado.
—Necesita algo más fuerte.
Ino sabía que Itachi estaba en lo cierto.
—Puedo asistió, él mismo con sus ojos grandes observando su rostro. Ciertamente esa chica le parecía una persona muy enigmática desde sus grandes ojos azules hasta su exótica vestimenta que traía, francamente (y mentiría sino) la chica le parecía una persona muy hermosa.— Usted sabe que si esto empeora podría perder la pierna ...
Itachi buscaba hacerla entrar en razón y es que el físico de Ino, a pesar de verse tan bonita como el Uchiha pensaba que se veía, podía ver aquel rostro demacrado y las ojeras adornar sus preciosos ojos azules.
Ino no dijo nada y no entendía la verdadera razón por la que actuaba de esa forma habría sido otra persona ella habría huido o en su defecto golpeado, no podía creer que el asesino del Clan Uchiha estuviese a su lado, es más era irreal, no tenía su bata de Akatsuki y parecía más joven de lo que Sakura le había dicho. Necesitaba respuestas y lo cierto era que, extrañamente no tenía temor o en su defecto preocupación por su vida; no obstante, no quitaba el hecho de que su mente jugaba con ella, adjudicando memorias de sus sueños y de aquellas palabras que todo mundo decía sobre el Uchiha, en cierta forma solían ser despiadadas pues, lo trataban de monstruo y asesino, incluso ella lo había hablado alguna vez con Sakura. Sin embargo, su sexto sentido quitaba ese hecho, algo no estaba bien.
Más no bajó la guardia.
No necesitó mucho, Itachi pareció comprender la situación pues le había dirigido una cálida mirada sígueme, habría entendido si él hubiera hablado; se levantó como pudo con la ayuda del Uchiha, y él estaba tan cerca que podía sentir el aroma a roble que él desprendía. Ambos se miraron sin decir algo, y él simplemente se alejó lo suficiente haciéndole sentir un terrible hueco que no había notado desde que Itachi estaba a su lado. Y así había comenzado el viaje, saltando (como podía) entre los altos árboles del lugar, la noche era cada vez más oscura y menos transitada, el silencio era casi asfixiante en tanto seguía al ninja frente a ella. El lugar era poco conocido y no era precisamente la oscuridad, sino el extraño camino que tomó, arriba, abajo, arriba, abajo, era confuso y su mente poco entendía, porque el lugar era casi solitario y la ausencia de animales le aterró, no había ni un alma.
¿Dónde se supone que estaban? Comenzó a temer por su vida, Itachi Uchiha era un genio, ¿por qué llevarla a un lugar oscuro donde podía ser fácilmente su víctima?
No había sido su mejor plan ir a aquel lugar junto a los Uchiha, sin embargo, su mente la había traicionado.
—Es un lugar oculto por un genjutsu, solo los Uchiha sabemos llegar a él —había mencionado Itachi mientras bajaba de la copa de un árbol. Y visualizó que la entrada, era de piedra y el camino parecía bajar por la tierra. Fue en ese momento que se preguntó si Itachi Uchiha era un telépata o ella parecía confundida.
Cuando entró tenía razón. El camino era extenso e iba de bajada, las paredes eran de piedra, caminaron por extensos metros que parecían una eternidad. Cuando llegaron, era un cuarto vacío, pergaminos y libros por el suelo junto a una gran mesa de piedra, el aroma a humedad le inundó la nariz e Itachi pareció complacido ante el lugar, con facilidad recostó al otro miembro del clan sobre la colina baja . Su semblante estaba estoico. Fue la primera vez que le prestó verdadera atención, no parecía de mayor a ella (1) sin embargo, su cabello y esas extrañas líneas le obsequian edad, e incluso es alto aún más de lo que Shikamaru o Choji crecieron en los últimos dos años . Él le daba la espalda mientras se recarga sobre la pared, era fría y húmeda como lo imaginó.
Ino se alejó unos pasos y tanteó con sus dedos su pierna derecha, buscando el vendaje y el kunai que siempre cargaba consigo. No obstante, se asustó ya que no lo hicieron, encambió, solo sintió el viscoso líquido rojo entre sus dedos y una punzada en su pierna. La herida se había abierto de nuevo. Itachi estudió sus movimientos, más no dijo nada e intentó acercarse a la rubia frente a él.
—¿Está bien? Su pierna sangra de nuevo.
Él se veía genuinamente preocupado.
—No te acerques —advirtió Ino, tenía las de perder. Simuló unos sellos con sus manos para que él no viera detrás de sus intenciones, - aléjate.
Itachi no se inmutó y avanzó unos pasos.
—Su pierna, señorita.
—¡Dije que te alejes! —Gritó ella, una vez que hizo la posición para su jutsu destrucción de mentes. El dolor de su pierna era insoportable y sabía que no estaba en condiciones de aplicar el jutsu, no sólo había sangre bajando por su muslo y encontrándose con el húmedo y frío piso, sino que también aquel líquido lleno de linfocitos que indicaban una gran infección en su extremidad. Intentó reprimir el gemido de dolor. Su plan había fracasado, si me permiten decirles era casi absurdo por no decir estúpido: pensaba únicamente en salir de ahí gracias a sus técnicas mentales y huir, no obstante, había sido casi poético el que su chakra se acabara y sus armas también, además era Itachi Uchiha. Estúpida, pensó.
—Tranquila, no le haré nada... ofrecer él, puso sus manos frente a su cuerpo y avanzó a pasos pequeños hacia la muchacha.— Su pierna está mal...
Tenía toda la jodida razón, el hueco de esta estaba surcando aún más sangre y su pierna se esfuerzo bañada, sus extremidades inferiores temblaban, sólo era cuestión de tiempo para que cayera al suelo.
—¡Aléjate!
—No le haré daño, se encuentra muy mal... —La expresión en el rostro del Uchiha era verídica, podía confiar en él sin embargo, su auténtico miedo y aquellos recuerdos golpeando su cabeza una y otra, y otra vez, no le permitían pensar con claridad y sobre todo, por la fiebre gracias a la infección que ha adquirido.
Comenzó a ver borroso, Ino tocó su pierna rozando con la yema de sus dedos y se encendió el ardor en el lugar. La cabeza le comenzó a dar vueltas pero, sus sentidos fueron más rápidos e intentó disipar el dolor, mordiendo sus labios, y no funcionó. Ahora el dolor de la pierna eran tan insoportable como el de su labio.
—Señorita, —llamó Itachi acercándose lentamente hasta quedar a unos centímetros de ella, Ino no se alertó ante un posible ataque gracias al chakra de Itachi, solamente se quedó ahí, parada. No podía hacer mucho, su chakra no estaba disponible y en cualquier momento se desmayaría.— No tiene que hacerse daño, puedo curar su pierna.
Los oídos de Ino zumbaban e Itachi entendió que ella estaba a punto de caer inconsciente, más no lo hizo, ella siguió de pie aún para su sorpresa.
—No tiene que temer, la ayudaré.
Y fue ahí cuando Ino cayó de rodillas en el suelo, el golpee provocó un terrible dolor en su pierna y el charco de sangre fría le ayudó a comprender que, en realidad estaba peor de lo que imaginó. Sin embargo, esperó sentir su cuerpo caer, más no fue así; Itachi sostenía su cuerpo con su brazo derecho mientras le regalaba una mirada de soslayo, su orbe oscuro era tan profundo que lo único que pudo hacer fue encontrarse con esa mirada.
Y todo se había vuelto negro.
Y así se había desmayado hasta ese momento. Está extremadamente cansada, sus párpados pesan y había comenzado a bajar la temperatura pero, no. Ella no podía hacer eso dormir mientras Itachi estaba desaparecido y su compañero estaba inconsciente. Entonces, fue cuando comenzó a entrar en pánico nuevamente, uno verdadero. Había pensado por horas que era un genjutsu, incluso pensó que era un sueño vívido como los de los días anteriores, no obstante no es así. Y lo sabe, porqué ha intentado dispersar (1) e incluso alterar el flujo de chakra y no es posible (¿qué chakra? Está ahotada, no puede usarlo), no sale porque una vez más al abrir y cerrar de ojos se encuentra frente a un Uchiha con la pierna lastimada en una guarida debajo de la tierra.
Siente miedo, está varada pero... ¿Dónde? ¿El pasado? ¿Un mal jutsu? No tienen idea.
Algo debe explicar el porqué está ahí, el porqué Itachi está vivo y se ve tan joven perteneciente a ANBU.
Según recuerda y por lo poco que tenía en mente hacía unos meses, Itachi Uchiha había sido miembro de ANBU justo antes de masacrar al Clan, su mente viaja con vehemencia hacia sus pequeños recuerdos unos de los que no creía ser capaz de recordar, era tan sólo una niña de ocho años cuando eso sucedió. No tenía idea de lo que pasaba y ahora, lo tiene o pretende saberlo (que no es así) pero ¿Qué sucede exactamente ahora?
Sus ojos se sienten pesados, el frío arrasa en su piel y el sonido hueco de algo cayendo la despierta. Se intenta incorporar del suelo y falla pues, sigue inmobilizada en el piso y deja caer una capa con un aroma a roble que le cubría del frío. Frente a la enorme llama de fuego se encuentra el joven tirado con vendas en los ojos arrastrándose debajo de sus pies.
—¡¿Qué haces?! —Grita alterada, el tipo se arrastra e intenta quitar la venda que cubren sus cuencas vacías dónde se encontraban sus orbes.— ¡¿Estás loco?!
Ahora, indignada le sigue con la mirada mientras él intenta ponerse de pie, tocando la pared de forma rápida guiándose solamente por su tacto. Cuando el Uchiha logra ponerse de pie, tantea con su mano las vendas sobre su rostro y suspira, Ino casi esta segura que es por la ausencia de ojos.
—Oye idiota —dice posando sus brazos bajo sus pechos, aún cuando está postrada en el suelo— si sabes que no puedes levantarte así como así ¿verdad?
Él sonríe, y siente el enojo subir por su cuerpo. ¿Quién mierda se cree? Una vez más le observa posando sus manos sobre su cadera, importando le poco que el Uchiha tenga vendados los ojos. Él una vez más sonríe, e Ino puede ver que tiene una linda sonrisa.
—Idiota... —murmura, antes de levantarse del piso justo como él lo ha hecho, su pierna aún duele como el infierno mismo sin embargo, las hierbas recién cambiadas logran bajar un poco la inflamación y con ello puede caminar, bueno, sólo un par de pasos.— Eres muy idiota, ¿te lo han dicho?
—Shisui...
Entonces Ino lo mira de cerca, a pesar de tener la mitad del rostro vendado, puede apreciar que es realmente atractivo, mierda, mierda, mierda y su voz es profunda y percibe un poco de burla en ella.
—¡¿QUÉ?! —Cuestiona Ino, cabreada, el muy idiota ni siquiera borra su sonrisa.
—Mi nombre es Shisui, Shisui Uchiha, —el mencionado se acomoda en la mesa acostado mientras intenta quitar el vendaje, recibiendo un manotazo de Ino.— ¡Auch! Eres mandona, y por lo que veo —mal chiste, que irrita más a la Yamanaka—, no eres de por aquí.
Ino abre la boca sorprendida y la cierra inmediatamente, su risa es melodiosa y siente sus mejillas arder, no porque le guste, al contrario se siente descubierta eso no es parte del plan. Porque ni siquiera tiene un plan.
—Pero, pareces ser de Konoha.
—¿Cómo lo sabes? —Pregunta, acomoda los vendajes notando que, ahora entiende y se sorprende aún más, Shisui Uchiha tiene una capacidad de regeneración muy rápida, eso es alarmante sino tiene ojos, requiere de unos o al menos de una cirugía rápida; la carne dentro de las cuencas del Uchiha mostró la carne viva que se abstiene de revisar, pues sus manos se encuentran sucias.
—Porqué te oí decir que no dejarías morir a camaradas, pareces conocer el sentido de querer mejorar el mundo shinobi - le es imposible no recordar a Asuma, parece que después de todo aún no supera su pérdida y cómo no pudo curar ninguna de sus heridas muriendo así, en los brazos de Shikamaru, aún duele.
—Buena conclusión, —admite en tanto, finalmente coloca de nuevo el vendaje, mirando las pequeñas manchas de sangre en la tela blanca— heredé la voluntad de fuego de mi padre, y pude conocerla gracias a mi maestro.
—Debe ser un gran maestro.
—Lo era—, responde y mirando fijamente a Shisui por fin puede decir que él es un hombre muy guapo, su parecido con Itachi es bastante y rápidamente viene a su mente Sasuke, se pregunta ¿alguna vez Sasuke había conocido a Shisui? Y un nudo se forma en su garganta, porque no puede comprender lo horrible que fue para Sasuke vivir solo tantos años, o conocer a un primo, un tío o cualquier persona de su familia que le prestara atención.
Se siente miserable.
—Lamento tu pérdida.
—Fue hace bastante.
—No, no lo fue —menciona Shisui, tomando con delicadeza su muñeca, si él tuviese ojos le miraría fijamente, a pesar de no poseer las canicas, parece ver detrás de ella pues, siente el cuerpo de él tensarse.— No eres de aquí. —Repite nuevamente.
—¿Qué quieres decir? —Pregunta retrocediendo, sin mucho éxito, Shisui aún toma su muñeca sin ejercer fuerza pero, lo suficiente para retenerla.
—No eres de este tiempo, de Konoha sí, no de ahora. ¿Quién eres?
Se ha quedado sin palabras.
—¿Cómo lo sabes?
La ha descubierto. Eso no pasaría si fuera un genjutsu o ¿Sí?
—No tengo habilidades de un sensor pero sé reconocer el chakra de alguien y el tuyo no es familiar; ni siquiera puedo reconocerlo. Mencionaste a Itachi pareces conocerlo cuando él no te conoce. Tienes habilidades de ninja médico, no hay muchos en Konoha lo que me dice que tienes un gran control de chakra. Por lo que eres un sensor ninja con habilidades extraordinarias y solo dos clanes en Konoha las tienen, Morino y Yamanaka, y finalmente juzgando tu temperamento y considerando que eres una chica; eres probablemente una Yamanaka. Los Morino son en su mayoría hombres.
Siente el calor subir hasta sus mejillas, ese es el poder de los Uchiha, mayormente conocido como genios.
—Ino, soy Ino Yamanaka.
—Hija de Inoichi Yamanaka —dice él con cautela y posándose frente a ella, él es alto casi tan alto como Choji o más. Él la estudia, su presencia es tan jodidamente fuerte.— ¿Cómo llegaste aquí? Eres demasiado mayor para ser la hija de Inoichi.
—No lo sé, nos emboscaron y terminé aquí.
Su mente intenta recordar. No hay recuerdos y eso no está bien.
—No sabía que el viaje en el tiempo es posible —expresa Shisui estudiando a la rubia frente a él, su tono de voz, su aroma a lespedeza, y sobre todo a aquella presencia.
—Puede ser un genjutsu —responde ella, y sí es bastante tonto y Shisui lo sabe, ya que ríe y niega con la cabeza. Logra irritar a la rubia.
—No es un genjutsu, —responde el Uchiha.— Si fue un genjutsu, nosotros lo sabríamos.
—¿Entonces viaje al pasado? —Más que preguntarle a Shisui, parece meditarlo para sí misma con los brazos debajo de su pecho.— Eso explicaría muchas cosas, —mumura Ino.
—¿Cómo que?
Itachi vivo y siendo ninja de Konoha. Le recuerda su mente, no puede olvidar aquella banda de regulación en la frente del Uchiha y sobre todo, la presencia de otro miembro del Clan. Ella no responde a la pregunta. Tiene sentido su pensamiento, eso sería lo único que explicaría la presencia de Itachi y el porqué no es miembro de Akatsuki. Tiene esa misma vestimenta que tenía en sus sueños, aquella ropa perteneciente a ANBU, y es tan joven como se dijo que era cuando fue la masacre.
¿Por qué es tan diferente? Itachi es una persona completamente distinta a la que Naruto y Sakura le platicado en aquella cena en Ichiraku Ramen, no era despiadado o su chakra era nauseabundo como ese otro miembro de Akatsuki, Kakuzu de hecho, es cálido y es pacífico. No es un psicópata que mató a su Clan únicamente por poder, es más podría jurar que hay bondad en él, lo puede sentir en su chakra.
—¿Cómo es que llegaste hasta aquí? —Pregunta Shisui sentado sobre la mesa de piedra.
—No lo sé.
—No dirás nada, ¿cierto? —Dice el Uchiha tras varios segundos de silencio.— Inteligente, pero algo me dice que realmente no tienes idea. ¿Cuál es tu último recuerdo? ¿Por qué los emboscaron?
Ino sabe que, Shisui en realidad tiene la intención de ayudarla no obstante, no puede hacerlo porque su mente está en blanco. Lo único que recuerda es la explosión después del Rasengan de Naruto. Sin embargo, salió algo mal y por eso se encuentra ahí. Su respiración se vuelve densa y sus manos comienzan a temblar, el dolor de su pierna es cada vez peor, necesita curar o en su defecto cerrar la herida pero, aún se siente bastante débil para usar su ninjutsu médico.
Toca con sus manos su piel está comenzando a tonar un extraño relieve y su temperatura aumenta, considerablemente la sangre y el líquido linfático se torna de un extraño color verdoso, debe curarse cuanto antes. Se separa de Shisui e intenta caminar sin embargo, cae y es frustrada por un alarido que sale de sus labios.
—Mierda... —Murmura e intenta activar rápidamente la palma de curación, pero el destello verde se apaga en cuanto lo activa. Quema por dentro.
—Necesita ayuda... —Itachi sale de la nada por la entrada de la habitación, Ino le mira sorprendida y es como si extrañamente él estaba justamente para ella.— ¿Qué tal te sientes? —Pregunta hacia Shisui, Ino les mira detenidamente mientras, Itachi pasa el brazo de la rubia por su cuello y la ayuda a levantarse.
—Ella cambió el plan original pero, me encuentro bien.
—Podemos insertar...
—No. —Silencia Shisui a su amigo, e Ino no pierde detalle de la conversación.— Ahora, ella es prioridad. Ayúdala.
Itachi asiente a dirección de su amigo, como si este pudiese verle. Toma la marcada de Ino y la ayuda a caminar lentamente hasta la entrada del lugar, pasando por ese lúgubre sitio. La noche estampa su cuerpo, esta tan oscuro, el viento cala su cuerpo, y hace bailar a los árboles contando una interminable historia entre ellos, la luna brilla por si sola y se pregunta si al menos Shikamaru ha notado su ausencia y una vez más duele pensar en él. ¿Acaso alguno se daría cuenta de su ausencia? ¿Cómo regresará a su hogar? Está en su hogar, pero en el pasado. O al menos eso cree. Debe buscar una manera de salir de ahí.
—¿Qué sucede? —Se pregunta y se abraza a sí misma, la noche es bastante fría y miles de pensamientos nacen en su mente.
—Hay un pequeño río a un kilómetro, lavaré la herida y hasta que no puedas usar tu ninjutsu, solamente usaremos hierbas, sabes cuales usar. —Responde Itachi e Ino infla las mejillas bastante irritada ¡Por supuesto lo sabe! Itachi le regala una sonrisa tenue
—Usted es Ino.
Con que ella es aquella chiquilla rubia que su hermano menor siempre mencionó que es molesta. Es ridículamente irónico.
Las palabras le hacen sobresaltarse y toca su pecho ante la emoción, Itachi también es un genio, no es raro que él haya escuchado su conversación con Shisui. Sin embargo, hay algo que no comprende, sus sentidos lejos de advertirle que se trata de un asesino, parece hacerla sentir extrañamente familiar; es como si conociera al joven que está a su lado.
—Lo soy.
—Es compañera de Sasuke.
Entonces voltea a su lado izquierdo, el está a escasos centímetros de su rostro observando el bosque y su inminente oscuridad tan extravagante y eterna. El viento mueve los mechones de Itachi, y... puede ver con más nitidez aquella mirada llena de preocupación. Se comprime su pecho, justo como en sus sueños, sin la capacidad de respirar o de mover.
—Era, bueno soy, supongo —ríe sin ganas.
—Gracias, Ino. Por salvar a Shisui, —dice él bajando su vista hacia un punto sin rumbo. Parece recordar algo, y perdido en sus pensamientos susurra apenas audible— es una gran kunoichi.
No tiene idea de qué está sucediendo. Itachi está a su lado mirando el gran astro que es la luna blanca frente a ellos y con su corazón latiendo como si de un caballo desbocado se tratase. Dentro de su pecho siente una calidez invadiendo su cuerpo, un Uchiha ha aceptado su talento y lo ha valorado, sonríe entre dientes Sakura estaría celosa de eso. Y entonces, como si un mal recuerdo fue, recuerda a su mejor amiga, no como la fuerte kunoichi que da con sus bonitos ojos verdes brillando con determinación para ser la mejor de todas y no quiere aceptarlo (lo hace más a regañadientes que nada) Sakura la ha superado y se siente un poco (sólo un poco ¿de acuerdo?) De orgullo por ella, porqué aún recuerda aquel débil chica queriendo apantallar a Sasuke y siempre ser salvada por Naruto. Porqué Sakura se convirtió en una magnífica ninja, dejándola atrás,
Suspira, no puede recordar nada antes de llegar ahí, no obstante, la presión en su corazón delata un dolor inquebrantable, algo sucedió que involucraba a Sakura, y espera con toda la fe que puede tener que Sakura esté bien o cuando menos no ahí, en ese lugar.
Debe juntar las piezas, debe encontrar la razón de estar.
Suspira pesadamente, la noche es profunda y ... Demonios, apenas recuerda que hacía cuando la masacre Uchiha había sido llevada acabo. Era o ¿es? Una niña deseando ser notada por Sasuke y siempre jugando a lado de Shikamaru, Choji o Sakura, la vida era más fácil deseando ser la mejor kunoichi que la Aldea de la pudo hoja tener; sin embargo, no fue así y nunca lo ha sido porqué Asuma murió frente a ella en sus brazos, porqué ha sido llevada al pasado y ni siquiera pudo detenerlo. Una punzada en su corazón es evidente, las ganas de llorar la invaden y reprime todo sentimiento, recordar a sus amigos le ha llevado a sentir un terrible dolor y melancolía, tan profunda que se pregunta si es posible sentir esa combinación y entonces, recuerda a Itachi, es joven y ver a su amigo caer por un barranco pudo ser horrible casi enfermizo, porque ella lo sabe casi sin querer hacerlo; y puede ver en esos grandes y bonitos ojos oscuros (2) que Itachi ama a Shisui justo como ella ama a Sakura, son familia, son hermanos.
Ino se braza así misma una vez que llegan a un pequeño río lo suficientemente limpio para que pueda limpiarse, diciendo una y otra vez que tiene frío que no es para buscar consuelo, un consuelo que nunca llegará porque está perdida, perdida en limbo que nació con una pequeña fisura en su alma, que comenzó como un desgarrador acto: iniciar en el mundo shinobi. Un mundo vil y cruel, nacido de la destrucción del hombre víctima de si mismo, de sus prejuicios y ambiciones en busca de poder producto del miedo a lo desconocido, excusándose en la banal idea de la protección de los suyos.
—Está triste —la profunda voz de Itachi le asusta, él la observa memorizando cada una de sus facciones, disimuladamente y toda la cautela que un ANBU puede tener.
Tú y tú historia , me ponen triste. Quiere responder sin embargo, no lo hace y solo recibe un pinchazo en su labio inferior acompañado de un sabor metálico, fresco y espeso.
—¿Por qué Shisui quiso quitase la vida? —Pregunta Ino asombrando al Uchiha ya ella misma. Shikamaru solía decir que es demasiado imprudente para el gusto de cualquier shinobi, no obstante, sabe que es una gran cualidad a la hora de preguntar y sacar información.
Itachi parece meditarlo segundos que carecen de sentido pues, son apacibles y eternos. Ino puede ver que él duda en decirle o no, finalmente lo hace.
—Porqué el mundo shinobi está lleno de guerras y él quiere detenerlas.
Ino no pierde detalle en la oración, Itachi en tanto moja un pequeño pañuelo y aplica en la pierna rojiza y con líquido amarillo que brota de la herida de la Yamanaka.
—Eso no suena muy alentador —responde la Yamanaka cruzando los brazos.— ¡Auch!
—Lo siento —responde Itachi concentrado en limpiar perfectamente el muslo de la rubia.
Lo observa detenidamente, es tan parecido a Sasuke, hay diferencias como su cabello y aquellas marcas en sus mejillas. Sin embargo, es lo suficientemente parecido para no ver que es igual de atractivo. Sasuke, piensa con pesar. Debe ser un niño y el sufrimiento que tuvo al ver a toda su familia morir, es entonces que siente sus mejillas mojarse y ni siquiera sabe porqué, tal vez por que Itachi está ahí vivo justo frente a ella, tal vez porqué la masacre Uchiha no se ha llevado acabo o tal vez porqué tiene miedo, miedo a lo desconocido. Cientos de recuerdos golpean su mente. Ino recuerda la muerte de Asuma, aún puede escuchar y oler la lluvia sobre su cuerpo, puede sentir la sangre en sus manos, el aroma de del último cigarro de su maestro. Por otra parte Itachi está estoico, limpiandola la cortada su semblante inexpresivo le hace recordar un poco a Sasuke, su personalidad fría incapaz de sentir después de la muerte de su familia, de sus seres amados. Vuelve a sentireso, miserable la palabra correcta.
—No es tan sencillo, el mundo es egoísta y carece de sentido, el sacrificio es a veces la única opción.
—No, no lo es —dice ella,— no cuando las personas que amas se llenan de oscuridad por eso, no es justificable.
Itachi la mira de frente, con una expresión que no sabe exactamente que quiere decir, sus ojos abiertos y por un momento ve la culpa y el remordimiento, todo al mismo tiempo. Ambos saben sin si quiera decirlo, de lo que hablan.
—¿Usted ama a alguien? —Pregunta él, buscando respuestas en su mirada,— alguien por quién daría la vida.
E inmediatamente lo sabe, las personas por las que daría la vida una tras otra aún aún cuando ni siquiera lo piensen, porque no debe haber haber habido temor cuando proteges a la persona que amas, porqué conocer ese hermoso sentimiento es sólo un placer que debemos agradecer a la vida misma.
—Los hay... —Sus padres, Shikamaru, Chouji, Sakura, el idiota de Naruto, el desabrido de Neji, Tenten, Hinata, todos y cada uno de ellos están en su mente.
—¿Alguien por quién no le importaría hacer cualquier cosa?
Ino solo enmudece. No, no la hay. Aún no. Baja la mirada, casi en vergüenza
Su silencio confirma la respuesta, e Itachi se acerca y toca su frente con dos dedos de su mano izquierda y parece que él mismo se sorprende un poco ya que, no sabe porqué hizo ese gesto tan íntimo con ella, Ino retrocede hasta sentir el frío , Itachi vuelve a vendar la parte herida y puede ver que ya no hay mucho que decir.
—Tiene fiebre, no ha descansado lo suficiente —dice por último, Ino sospecha que es una forma para evadir cualquier pregunta, sinceramente funciona. El pelinegro le observa detenidamente, y siente una conexión extraña— Seguro con Shisui hay algo para disminuirla.
Y.
No había pensado dos veces, no tiene miedo de Itachi como lo había tenido en un pasado si lo visto, o si quiere una pizca de desconfianza, hay algo extraño en todo eso, hay algo de mentira en la istoria que ella conoce. Lleva su mano a la frente, sintiendo el cálido tacto de Itachi en el lugar, efectivamente corroborando que tiene la temperatura lo suficientemente alta para poder convulsionar o perder el conocimiento nuevamente.
No lo piensa y toma la mano de Itachi, quién la estira para poder llevarla de regreso. Sus dedos apenas y se rozan y siente una corriente eléctrica viajar de pies a cabeza. No obstante, la ignora está más ocupada viendo los rayos de la luna bañarlos a la par, especificamente a Itachi y esos orbes oscuros, oscuros, oscuros.
Todo lo que recuerda que alguna vez supo de Itachi es extraño, es como una mentira, una mentira hecha realidad.
(1) : Recordemos que la dispersión es usada para cortar el flujo de chakra. El genjutsu es únicamente usado si se tiene este flujo.
(2): En algunas ilustraciones se mira los ojos de los Uchiha grises, así que oscuros, puede ser más fácil describirlos.
N / A: Muchas gracias por leer, espero voten y comenten que ha sido lo que más les gustó. Practicamente reescribí todo el capítulo. Espero les haya gustado los cambios, ya se imaginan que la historia no irá por dónde era en un principio, gracias y ...
Nos leemos . ♡
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