06
❝ HISTORIA DE ROSALIE ❞
DEJÉ EL AGUA HELADA CAER SOBRE MI CUERPO, NECESITABA RELAJARME. Desde la fogata había quedado en una especie de trance, donde mi alma pasada trataba de compartir cuerpo con la de ahora, uniendo recuerdos, atando cabos. Sé hacer cosas que antes no sabía, mi cuerpo aún tiene falta de entrenamiento pero mi mente ya está preparada. Los Cullen's me habían dado mi espacio para que pueda pasar esto en silencio.
Baje las escaleras luego de bañarme, estaba peinando mi cabello pero quedé en blanco al ver a los chicos cocinando. Los mire unos segundos, admirando como parecían verdaderos hermanos riendo y jugando, podrían ser mayores en edad cronológica, pero en estos momentos parecían pequeños chicos divirtiéndose. Emmett se giró a mi con una sonrisa y los chicos igual, Carlisle estaba de brazos cruzados en una esquina viendo a sus hijos que se movieron mostrando la mesa.
- Te hicimos el desayuno - Contó Jasper riendo un poco
- Se quemó un poco el pan del tostado - Secundó Emmett rascándose un poco la nuca - Es que no sabíamos cuando debía estar y tampoco podríamos decirte a ciencia exacta si está bien porque...
- No podemos comer - Finalizó Rose con una mueca - pero lo intentamos
- Sé que te encantará - Terminó Alice
Los mire enternecida, la cocina estaba un poco alborotada pero ellos tenían pequeñas sonrisas que le dieron un vuelco a mi corazón. Tomé uno de los tostados para darle una mordida bajo su atenta mirada, saboreé un poco viendo que estaba levemente quemado pero estaba delicioso, sonreí aún masticando mientras asentía gustosa, gesto que los hizo suspirar de alivio.
- Esta delicioso - Alague tapando mi boca al aún tener comida
- Les dije que estaba bien - Tranquilizó Emmett convencido mientras inflaba su pecho con orgullo
- O tal vez está asqueroso y no quiere lastimarnos - Siguió Edward - Lo que no puedo decirles porque no puedo leer su mente
- ¿Jasper? - Preguntó Rose un poco preocupada
- Le gusta - Asintió haciéndome reír, los chicos volvieron a suspirar aliviados
- Lamentó no haber bajado - Me disculpe tomando el café - Estuve hundida en mis recuerdos
- ¿Los de tú vida pasada? - Fue directo al grano
- Alice - Regañó Carlisle, la pequeña vampiro hizo una mueca de disculpa
- Si - Admiti yendo a la sala con ellos detrás - Estuve recordando cosas, algunas inclusive de esta vida, es algo confuso pero se van uniendo los hilos
- ¿Hora de historias? Cool - Alagó Emmett sentándose sobre el respaldo del sofá
- Es injusto, debo irme a buscar a Bella, yo quiero escuchar - Se quejó Edward, lo mire divertida mientras el resto lo veía burlón
- Ve, luego te las digo - Incentive a lo que maldijo por lo bajo saliendo, mordi otro pedazo de la comida viendo al resto que estaba pendiente a lo que dijera - Bien, les contaré pero luego debo ver la novela
- Empieza en media hora - Avisó Jasper, aún que el rubio no quisiese admitirlo, sabía que a él le había gustado la serie tanto como a mi
- No tienes que decirlo si no quieres - Se apresuró el patriarca al ver lo ansiosos que estaban sus hijos, pero negué despreocupada, necesitaba alguien con quien vaciarme y ellos estaban emocionados por escuchar, podía sentir sus sentimientos
- Al parecer tenía una hija, que creo es mi bisabuela en esta vida - Murmuré confusa lo último - Estaba con la tribu Quileute, era su guardiána. Esta mañana pude ver recuerdos más a fondo, al parecer antes había estado en una tribu con otras brujas, pero ellas fueron asesinadas, quemadas, algo que supe por el lazo con ellas, al igual que él que tenía con la manada hace unos días - Recordé triste
- ¿Qué es eso de tener un lazo?
Mire a Carlisle que había preguntado, suspiré sacudiendo el recuerdo de mi mente para centrarme en el presente y poder responder. Mire a cada uno de los chicos que estaban pendientes a la respuesta.
- Cada bruja tiene un lazo. Mi madre tenía un lazo conmigo, algo así como de cuidadora y protegida, al cumplir los siete con siete días exactos, cada bruja debe elegir una protegida - Recordé el día con una pequeña sonrisa
- Bella es la tuya - Mire a Alice que jugaba con una de sus pulseras tiernamente
- Si, las brujas tenemos tres lazos: El de protegida, el de la tribu y con la manada en la cual nos convertimos en guardianas - Apreté los labios en una línea fina por lo último - Sólo los lazos de guardiána y tribu se pueden quebrar, pero con su protegida no
- ¿Por qué Bella no nació con magia? - Cuestionó Emmett curioso
- Supongo que con el tiempo la magia en nuestra sangre se va agotando, además de que si su madre no es bruja es menos probable de que ella lo sea, al igual de que si Isabella tiene una hija esta misma es aún menos probable de ser bruja. A diferencia de mis hijas que si pueden serlo - Sentí sus miradas pesadas, sabía exactamente en lo que pensaban pero preferí no comentarlo
- ¿Y tú hija? - Preguntó Rosalie, sentí sus emociones un poco agobiantes por lo que la mire fijamente con una mueca
- Mori antes de verla crecer, pero tenía el cabello rojizo, ojos violeta brillantes, una risa angelical - Sonreí recordando a la pequeña bebé de unos meses
- ¿Y el padre? - Murmuró insegura Alice
- Murió antes de que yo pudiera tenerla
Recordé el hombre de cabello rubio rojizo de ojos celestes, sonrisa radiante, residente en el pueblo vecino de la tribu, un ciudadano que estaba en contra del asesinato a las brujas y por esa misma causa se unió conmigo, terminando enamorados cual jóvenes. Ahí me di cuenta del por qué me disgustaba inconcientemente el amor o la idea de estar con Carlisle, por miedo a salir herida nuevamente.
- Recuerdo muchas cosas - Cambie de tema - Toda una vida, literalmente - Soltaron una risa aligerando el ambiente - Y eh aprendido bastantes cosas que no sabía que era capaz de hacer
- ¿Cómo qué? - Preguntó Jasper con un tono desafíoso
- Esto - Mire el cuadro detrás de él
De la pintura que tenía unas hermosas aves blancas, empezó a moverse como si temblara, ellos se giraron justo a tiempo para ver como uno de los pájaros salía del cuadro para volar y escaparse por la ventana. Abrieron sus bocas sorprendidos hasta que sonó la alarma de mi celular.
- ¡La telenovela! - Tomé el control escuchando su risa
- Nosotras debemos ir a cambiarnos, ya volvemos - Rosalie y Alice besaron mis mejillas antes de salir, a la par que yo prendia la televisión
Lástima que lo primero en mostrarse no fue eso.
En realidad se mostraba el canal de las noticias, hablando de los desaparecidos en Seattle, justamente cuando escuchamos como llegaba Edward con Bella.
- Seattle se encuentra aterrorizado - Sentí como Carlisle y Jasper se sentaban a mi lado y los chicos se acomodaban mejor - La policía esta confundida con la cantidad de gente muerta y desapariciones. Se especula que puede ser una nueva pandilla o un asesino en serie. En vivo desde...
- Esta empeorando - Comentó Carlisle apagando el televisor - Tenemos que hacer algo
- Yo quería ver la novela - Susurre apoyando mi cabeza sobre el hombro de Jasper que rió levemente
- Se necesita más de uno de nosotros para causar el daño que reportan - Comentó el recién nombrado - Muchos más y son disciplinados, descarados
- Son neófitos - Comentó Edward
- Recién nacidos - Secunde asintiendo, sonaba bastante lógico
- ¿Vampiros nuevos? - Preguntó confusa Isabella
- Los primeros meses después del cambio... - Empezó el cobrizo
- Es cuando somos más incontrolables - Siguió Jasper
- Es cuando son más viciosos, enloquecidos de sed, entran a un mundo nuevo donde son más fuertes y veloces, donde nadie les enseña - Continúe viendo un punto perdido - Son bestias
- Tienes razón - Suspiró Carlisle viéndome
- Nadie ha entrenado a estos neófitos - Asintió Jasper a lo dicho por mi - Pero esto no es al azar
- Estan creando un ejército, Jasper - Sentí que se tensaba por eso, no era algo fácil para el ex soldado recordarlo
- Ahora si tenemos que ir a Seattle - Emmett bajo de un saltó del sofá
- ¿Para qué? - Pregunté viéndolo con regaño - No sabemos nada de esos recién nacidos, siquiera quien es su creador
- ¿Un ejército de vampiros? - Balbuceó Bella
- Fueron creados para pelear contra alguien - Respondió Jasper a su duda mental
- Somos el único clan cerca de Seattle - Apuntó Edward
- Y con la manada no van a ir - Negué - Ellos no han demostrado su presencia fuera de la reserva, y deben ser neófitos muy tontos para afrontarse a otra raza que desconozcan
- Sea lo que sea, si nosotros no los detenemos los Vulturi's lo harán. Me sorprende que aún no lo hayan hecho - Murmuró lo último más para si mismo
- Tal vez ellos lo planearon - Edward habló con un tono irónico, creyendo que era posible
- ¿Si recuerdas de quien hablas? - Comenté con amargura - Ellos si quieren hacer algo no se gastarán el tiempo en neófitos, tampoco tienen la paciencia para hacerlo
- Pero en Italia leí la mente de Aro - Defendió con una mirada sombría - Quiere que Alice y yo nos unamos a él, incluso pensó en ti - Me miró y pude notar como los rubios a mi lado se tensaban - Sabe que nunca lo haríamos mientras está familia esté viva
- Un ejército solucionaría eso - Murmuró Jasper
No podía creer que fueran ellos, simplemente no me terminaba de cerrar. Había algo más detrás.
Estaba sentada en el sofá jugando con Jasper al ajedrez, algo que había aprendido con mayor facilidad gracias a los recuerdos que recupere. Llevábamos al menos una hora tratando de vencer al otro, pero ninguno estaba dispuesto a hacer un movimiento obvio. Pasar tiempo con ellos me había gustado, pero Alice insistía todos los días en que me mudase con ellos, algo que negaba constantemente.
- No voy a mudarme Alice - Me ataje al sentir su aura a mi lado, pero pude ver como antes de decir algo, su mirada se perdió
- Edward - Llame antes de enviar una ráfaga a la mente de la pequeña vampiro
El cobrizo apareció en un segundo dentro de la sala, ambos viendo la misma visión que estaba teniendo Alice. Cuando está acabó, Edward No aguantó y golpeó la pared, destrozandola. Yo abrí los ojos como platos al ver eso.
Jacob había besado a la fuerza a Isabella.
- Edward, cariño, busca las llaves de tú coche
No respondió, simplemente asintió saliendo en busca de las llaves y yo tomé mi chaqueta para ponermela, camine unos pasos hasta llegar a la puerta pero antes me giré para enviar una ráfaga de energía y acabar con el rey del lado de Jasper.
- mate
Escuche un gruñido por parte de Jasper antes de salir a la parte delantera de la casa, donde Edward me esperaba apretando el volante del coche. Subi de copiloto tratando de pensar que había sido una idiotez, pero en realidad la había besado a la fuerza y eso me disgustaba.
- Dime que me entiendes - Murmuró con la mandíbula apretada, acelerando al máximo
- Estoy de tú lado en esta Edd - Tranquilice pasandome una mano por el cabello - La besó a la fuerza, además de que sabía que estaba contigo, y Bella ya le había dicho que te amaba, también lo dejó plantado para irse a Volterra por ti. Así que si, estoy de tú lado porque Jacob está obsesionado
- Gracias
Dió un giro bastante brusco, que no me moleste en reprochar siendo que en Italia había manejado horriblemente mal e ilegal para llegar hasta donde él estaba. No tardamos ni tres minutos en llegar frente a la casa Swan, justamente donde llegaban Jacob y Bella. Edward estacionó rápidamente antes de bajar a velocidad sobrenatural y encarar al lobo.
- ¡Si la vuelves a tocar contra su voluntad...! - Gruñó empujandolo pero el lobo lo esquivó, ambos ignorando las súplicas de Isabella. Caminé hasta tomar el brazo de mi sobrina para alejarla de ambos chicos
- ¡Ella no sabe lo que quiere! - Gruñó y pude sentir mis ojos volverse carmesí, obvio que Isabella sabía que lo que quería
- ¡Te daré una pista! Espera a que ella te lo diga - Enfrentó
- Bien ¡Y lo hará! - Siseo temblando levemente. Ambos se gruñian a la defensiva por el otro
- ¡Por Dios, mirense! - Grite señalandolos - Dos tontos adolescente teniendo miles de problemas pero se enfrentan por una mujer. Jacob, esto nunca debió pasar, entiende que Isabella quiere a Edward, puede que no estemos a favor ¡Pero por los ancestros! Es su desición, respetala, ella te dijo que no, y es no. Deja tú maldita obsesión - Mis ojos brillaban y estuve a nada de perder la calma si no fuera porque Charlie salió de la casa, agache la mirada esperando a que el color se baje
- Oigan, muchachos tranquilos - Se colocó en medio de ellos - Con calma, tranquilos - Quedaron en silencio y pude levantar la mirada - ¿Qué ocurre?
Quedaron en silencio y pude sentir la mano de Isabella aferrandose a mi chaqueta con fuerza mientras respiraba acelerada. Edward no quitaba su mirada fulminante de Jacob y yo trataba de controlar mi magia.
- La besé
- A la fuerza - Murmuré viéndolo con enojo
- Y se rompió la mano - Siguió tratando de ignorar las miradas - Golpeando mi cara
- Porque la besaste sin su consentimiento, sabiendo que ella estaba con Edward - Escupi aferrando a mi sobrina a mi espalda
- Fue un mal entendido - Se defendió
Nuevamente quedamos en silencio, siendo los grillos el único sonido presente en la tarde noche. Edward y yo veíamos con enojo a Jacob mientras este esquivaba las miradas, Bella y Charlie no sabían que hacer o a donde mirar.
- Vaya a dormir, Sheriff - Rompí el silencio - Deje que yo resuelva el problema adolcente de estos mocosos - trató de decir algo pero no salía sonido de su boca, parecía en shock así que sólo hizo extraños movimientos con su mano para entrar a su hogar
Esperamos hasta que este dentro. Cuando estuvo ya fuera del radar, no me contuve y lanze a Jacob con fuerza, enviándole un ráfaga que lo hizo golpearse contra un árbol.
- Que sea la última vez que la tocas sin permiso
Me cruze de brazos contra el pilar viendo a Isabella que tenía su mano siendo vendada por Carlisle, Edward estaba a su lado con semblante serio. A ninguno de los dos le había gustado lo sucedido.
- Es sólo un esguince - Tranquilizó el patriarca - Sanará muy rápido
- ¿Trataste de caminar y mascar chicle al mismo tiempo? - Bromeó Emmett sentándose sobre la mesa, sonreí levemente por la broma sintiendo a Jasper que se colocó a mi lado
- Golpeé a un lobo en la cara - Admitió con una sonrisa divertida, al menos se lo tomaba con humor
- Bien hecho, vas a ser una neofita muy dura - Felicitó
Desvíe la mirada antes de girarme y salir de la habitación, escuchando como ella devolvía la broma, salí sintiendo mis mejillas humedecerse. No me gustaba recordar eso. Me coloqué con los brazos sobre el balcón tratando de no llorar, escuche la puerta detrás y giré para ver a Rosalie que se colocó a mi lado.
- No puedo creer que seas familiar de Bella - Repitió la misma oración que ya me dijo varias veces haciéndome reír levemente
- Yo tampoco - Me giré para acariciar su dorado cabello, podía percibir sus emociones - ¿Estas...
Antes de que pudiese preguntar por su bienestar, la puerta se abrió nuevamente y pude sentir la esencia de Bella entrar por ella. Deje de acariciar su cabello para girarme al frente y tratar de limpiar mis ojos aguados.
- Ve a otro lado a decir tonterías sobre ser una neófita - Demandó con su voz dura
- Oye, Rosalie - Balbuceó tratando de armarse de valor - Yo sé que me odias, lo que no entiendo es por qué - Rosalie rió con amargura, un toque de burla, antes de girarse a responderle
- Yo no te odio. Admito que no me agradas pero... - Reí un poco ante su sinceridad, ella me dió una sonrisa para tomar mi mano y sus sentimientos empezaron a ser de tristeza - Bella, te envidio
Apreté su mano con más fuerza al sentir olas de tristeza, odio, dolor. Me dieron inmensas ganas de llorar ante la carga de emociones de la rubio vampiro, pero la sinceridad de sus palabras eran notorias, y nadie podría creerle sino fuera porque eran ciertas.
- ¿Qué? Es ridículo - Vi como soltaba una torpe risa pensando que era una broma
- No, no lo es - Enfrentó apretando el agarré de nuestras manos - Tú puedes elegir, yo no pude. Ninguno de nosotros pero tú si y te estas equivocando, aún que tú vida humana sea miserable
- Mi vida no es miserable - Balbuceó avanzando unos pasos - Y no es perfecta, ninguna vida es perfecta
- La mía lo era - Alagó sonriendo levemente - Absolutamente perfecta, quería hacer muchas cosas: casarme, tener una linda casa y un esposo que me besara todos los días, mi propia familia
- Rose, no tienes... - Negué sabiendo que contaría su historia, ella me miró y la abrace por los hombros pero me dió una sonrisa antes de contarla
- Royce King era el soltero más codiciado del pueblo, apenas lo conocía pero yo era joven, estaba enamorada de la idea del amor - Envié una ola de calma a su cuerpo al sentir dolor - La última noche de mi vida, salí tarde de la casa de una amiga, no estaba lejos de casa
Sentí un hueco en mi pecho al oir la historia, no me gustaba la idea de pensar en que la fuerte mujer que estaba frente a mi sufriera aquello, el dolor de sólo pensar en que ella sólo volvía a su hogar y que le sucediera eso, me dolía. Y que peor aún sea algo tan común desde décadas atrás.
- Me dejaron en la calle pensando que estaba muerta. Yo hubiera preferido eso. Carlisle me encontró, olio toda la sangre, creyó que me ayudaría - No tenía valor para decir algo - Me vengue de todos ellos - Sonrió orgullosa y con amargura - Uno por uno, dejé a Royce para él final para que supiera que iría. Era un poco teatral en ese entonces
- Eres de las personas más fuertes que conozco - Admiti sintiendo como ella me abrazaba por la cintura y se dejó acariciar el cabello - Y estoy orgullosa de que les hayas dado su merecido
- Gracias mamá - Me abrazó con más fuerza, sonreí un poco y pude ver la sorpresa en el rostro de Isabella - Aún así todo mejoró cuando encontré a Emmett, pero siempre estaremos así... Estancados, nunca avanzamos. Eso es lo que más extraño, las posibilidades, estar sentada en el patio de alguna casa, Emmett envejecido a mi lado, rodeado de nuestros nietos, oir sus risas
- El destino aveces es cruel - Admiti sintiendo sus manos aferrarse a mi cintura
- Entiendo que eso es lo que tú quieres pero nunca voy a desear nada más que a Edward - Rodeé los ojos por eso
- Te equivocas, cuando hayas cambiado hay algo que desearas más, algo por lo que matarás - Corrigió usando su voz sombría
- Sangre - Termine
Tomé las manos de la rubia para ir adentro del hogar.
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