CAPÍTULO 2
El aire estaba cargado de una tensión palpable mientras Dina se apresuraba a hacer un torniquete alrededor del pie de Tommy, donde Abby le había disparado. Con manos temblorosas, ajustaba la tela, tratando de contener la hemorragia mientras su mente luchaba por procesar la brutalidad de lo que acababa de suceder. A su lado, Ellie trabajaba frenéticamente en la herida de Joel, su corazón latiendo con fuerza, cada movimiento una mezcla de miedo y determinación.
Ellie: ¡Esto va a doler! -Advirtió Ellie, su voz entrecortada por la ansiedad. Joel, con el rostro pálido y sudoroso, la miró a los ojos, sus labios curvándose en una sonrisa débil.
Joel: Ellie, escúchame. -Dijo con voz grave, el dolor apenas disimulado.
Joel: Tienen que irse. Dejen esto. Con todos esos disparos, los chasqueadores pronto estarán aquí.
La gravedad de sus palabras se instaló en el aire, y Ellie sintió que el mundo a su alrededor se volvía más sombrío.
Justo cuando el eco de su voz se desvanecía, el sonido inconfundible de los chasqueadores irrumpió en el edificio, un eco gutural que enviaba escalofríos por la espalda. Eran una amenaza inminente, una sombra de terror que se cernía sobre ellos. La tensión se elevó a un nivel insoportable, las criaturas eran un recordatorio escalofriante de lo frágil que era su situación.
Tommy: ¡Ellie, ve con Dina! -Gritó Tommy, su voz llena de urgencia mientras intentaba mantenerse consciente a pesar del dolor.
Tommy: ¡Nosotros estaremos bien! ¡Tienen que ir por ayuda!
Joel se unió a la súplica.
Joel: No sabemos quién es ese francotirador, y más gente puede llegar en cualquier momento. ¡Tienen que irse!
La preocupación en su voz era palpable, y Ellie sintió que su corazón se rompía. No podía dejar a su padre, no ahora, no después de todo lo que habían pasado.
Ellie: ¡Jamás! -Respondió Ellie, su voz firme, pero temblorosa.
Ellie: No planeo dejarte aquí. Dina, prepárate para llevar a Tommy. Yo me encargaré de Joel.
La mirada de Ellie era una mezcla de determinación y desesperación, y aunque Dina asintió, su expresión revelaba confusión y shock. La situación era demasiado caótica, demasiado peligrosa.
El sonido de los chasqueadores corriendo por el pasillo se acercaba, un crujido que resonaba en sus oídos como un tambor de guerra. Ellie y Dina se pusieron de rodillas, apuntando sus pistolas a la entrada, preparadas para lo peor. La oscuridad del pasillo se cernía sobre ellas, y la inminente llegada de las criaturas era como un presagio de muerte.
Ellie: Dina. -Murmuró, su voz apenas un hilo.
Ellie: ¿Estás lista?
Justo cuando las criaturas emergieron de la penumbra, Ellie notó con horror que eran demasiados. Su corazón se disparó, y el instinto de supervivencia la invadió. Justo en ese instante, una ráfaga de balas acribilló a los chasqueadores, el sonido de los disparos resonando en el estrecho pasillo como un trueno.
Los ecos de los disparos aún resonaban en el aire cuando Tn emergió de las sombras, su figura imponente destacándose en medio del caos. En sus manos sostenía un AK, y en su espalda, el rifle de francotirador relucía con un brillo metálico. Cuando Ellie y Dina vieron su rostro, las expresiones de alivio y sorpresa se mezclaron en sus miradas. Tn, parte del campamento de Jackson, era un rostro familiar, y su presencia traía consigo una chispa de esperanza.
Tn: Es momento de irse. -Dijo Tn, su voz firme y decidida, mientras se acercaba rápidamente. Sin dudarlo, le entregó el AK a Ellie.
Tn: Toma, esto te servirá mejor que tu pistola. Necesitarás más fuego.
Luego, con una agilidad sorprendente, se acercó a Joel, ayudándolo a apoyarse en su hombro. La fuerza de Tn era evidente; cada movimiento denotaba una confianza que inspiraba.
Tn: Vamos, Tommy. -Dijo Tn, recargándolo en su otro hombro, creando una especie de improvisada estructura de soporte. Joel y Tommy se apoyaron en él, y aunque el peso era considerable, Tn no vaciló. Su determinación era palpable, y sabía que no podían permitirse perder más tiempo.
Ellie asintió con firmeza, sintiendo cómo la adrenalina comenzaba a correr por sus venas.
Ellie: ¿Viniste en auto? -Preguntó, su voz entrecortada por la urgencia.
Tn sacudió la cabeza, su expresión grave.
Tn: No. Por eso debemos apresurarnos.
Las palabras de Tn fueron como un balde de agua fría, y la realidad de su situación se asentó sobre ellos. Los ecos de los chasqueadores resonaban más cerca, un recordatorio de que el tiempo se acababa.
Con un movimiento decidido, Ellie fue la primera en salir al pasillo, su pistola lista. Sus sentidos estaban alerta, cada sonido resonando como un tambor en su mente. Se asomó con cautela, asegurándose de que no hubiera más chasqueadores al acecho. El pasillo estaba oscuro y lleno de sombras, pero no había tiempo para dudar.
Dina salió detrás de Tn, quien llevaba a Joel y Tommy a cuestas, una imagen que resonaba con la fuerza de su lealtad. Tn se movía con rapidez, sus pasos firmes resonando en el suelo mientras avanzaban hacia la salida. Ellie, con la respiración entrecortada, estaba lista para cualquier cosa.
Pero el momento de calma fue efímero. Más sonidos de chasqueadores comenzaron a llenar el aire, ecos de criaturas que se acercaban, sus garras rasguñando las paredes en la oscuridad. La amenaza era inminente, y el pánico comenzaba a apoderarse de Ellie.
Tn: ¡Rápido! -Gritó Tn, su voz resonando con urgencia.
Tn: No podemos quedarnos aquí más tiempo. ¡Vamos!
Con un último vistazo, Ellie se lanzó hacia adelante, con la pistola en mano, dispuesta a abrir el camino.
El grupo comenzó su marcha, una mezcla de urgencia y miedo. Las sombras se movían a su alrededor, y el sonido de los chasqueadores se hacía más fuerte, un recordatorio constante de la muerte al acecho.
La oscuridad de la noche se había cernido sobre ellos como una manta pesada, y el frío era casi insoportable. Sin embargo, la pequeña fogata que habían encendido les ofrecía un respiro, un refugio cálido en medio del caos. Las llamas parpadeaban, proyectando sombras danzantes sobre las paredes del refugio temporal que habían encontrado. A su alrededor, el sonido del crepitar del fuego era lo único que rompía el silencio, un recordatorio de que, al menos por ahora, estaban a salvo.
Joel, con la frente perlada de sudor y la respiración agitada, luchaba por encontrar el sueño. La fiebre lo consumía, su cuerpo necesitaba reposo, pero el dolor era una sombra constante que no lo dejaba en paz. Tn, concentrado en vendar la herida de Joel, se movía con la destreza de alguien que había hecho esto una y otra vez. La tela blanca se empapaba de sangre, pero Tn no se rendiría.
Tommy se encontraba en un costado, durmiendo, aunque su rostro reflejaba el dolor que sentía. Dina, exhausta por la tensión del día, había caído en un profundo sueño, su respiración tranquila en contraste con la inquietud de los demás. Ellie, sentada cerca de Tn, observaba todo con una mezcla de preocupación y gratitud.
Ellie: ¿Se pondrán bien? -Preguntó Ellie, su voz apenas un susurro, como si temiera romper la frágil calma que los rodeaba. En su interior, el miedo crecía, una sombra que no podía ignorar. La idea de perder a Joel era demasiado abrumadora.
Tn la miró, sus ojos reflejando la luz de la fogata.
Tn: Vivirán, Ellie. -Respondió, su tono calmado y seguro.
Tn: Pero habrá secuelas. A veces, estas cosas no se van tan fácilmente.
Su voz tenía un peso que resonaba en ella, y aunque la certeza de su respuesta le ofrecía un alivio momentáneo, la inquietud persistía.
Ellie se quedó pensativa, su mente divagando. No podía evitar imaginar qué habría pasado si Tn no hubiera aparecido. La imagen de Joel muriendo a su lado la llenó de terror, y un escalofrío recorrió su espalda. Se acercó un poco más al fuego, tratando de alejar esos pensamientos oscuros.
Ellie: ¿Cómo nos encontraste? -Susurró, su curiosidad superando su miedo.
Tn se tomó un momento para responder, sus manos trabajando con el vendaje.
Tn: Maria me pidió que revisara y asegurara los alrededores. Había rumores de saqueadores cerca.
Explicó, su voz suave pero firme.
Tn: Fue pura casualidad que los encontrara. Escuché disparos, y cuando me acerqué más...
Hizo una pausa, recordando el momento.
Tn: Apunté con mi francotirador y vi que eran Joel y ustedes.
Las palabras de Tn resonaron en la mente de Ellie, y no pudo evitar sentir una oleada de admiración hacia él. Era fuerte, decidido, y había llegado justo a tiempo. En un mundo donde la muerte acechaba a cada paso, Tn era un faro de esperanza. Pero había algo más, una chispa que comenzó a encenderse en su interior. Era complicado, y Ellie no sabía cómo manejarlo.
Mientras lo observaba, su corazón latía con una intensidad que la sorprendía. Tn tenía una presencia que la hacía sentir segura, y a medida que la admiración se mezclaba con algo más profundo, comenzó a cuestionar su propia percepción del amor. Era un sentimiento nuevo, y confuso. ¿Era posible que pudiera sentir algo por él, algo que iba más allá de la amistad?
Tn, sintiendo su mirada, se volvió hacia ella y le sonrió, un gesto que iluminó su rostro cansado.
Tn: Estás pensando demasiado. -Dijo, interpretando su expresión.
Tn: Todo estará bien. Nos cuidaremos los unos a los otros, como siempre.
Ellie asintió, tratando de recomponer sus pensamientos.
Ellie: Gracias. -Murmuró, sintiendo que su voz se quebraba un poco. La conexión entre ellos era palpable, un hilo invisible que los unía en medio de la desolación.
Mientras la noche avanzaba, el sonido del viento aullando fuera y el crepitar del fuego llenaban el silencio, Ellie se permitió dejarse llevar por la calidez de la fogata y la presencia de Tn. Aunque la incertidumbre del futuro los acechaba, en ese momento, en esa pequeña burbuja de seguridad, se sentía viva y llena de esperanza. Y, quizás, en medio de todo el caos, había espacio para algo más en su corazón.
La luz del amanecer comenzó a filtrarse a través de las grietas del refugio, tiñendo el espacio con tonos cálidos que contrastaban con la fría oscuridad de la noche anterior. Ellie se encontraba en un profundo sueño, envuelta en la calidez de su abrigo, cuando de repente sintió una mano que la tocaba suavemente. Un escalofrío recorrió su cuerpo, y sus instintos se activaron al instante. Abriendo los ojos de golpe, se encontró con la intensa mirada de Tn, que la observaba con una expresión seria.
Tn: Es hora de irse.
Dijo Tn, su voz grave resonando en la tranquilidad de la mañana. Ellie asintió, aún aturdida por el sueño, mientras su mente comenzaba a despejarse. Al mirar a su alrededor, notó que Dina ya estaba despierta, al igual que Tommy y Joel, que luchaban por levantarse.
Tn sacó un cigarro de su mochila, encendiéndolo con calma, mientras Tommy, con una expresión de necesidad, le pidió uno también. Tn le lanzó un cigarro sin dudar, un gesto que demostraba la camaradería entre ellos. Mientras Tn ayudaba a Tommy y a Joel a recargarse sobre sus hombros, Ellie tomó el AK, sintiendo el peso familiar del arma en sus manos. La responsabilidad de proteger a su familia se sentía más intensa que nunca.
Dina se colocó a su lado, y juntos, salieron del pequeño refugio. Tn, en un movimiento ágil y preciso, pateó las cenizas de la fogata, asegurándose de que no quedara rastro de su presencia. Su actitud era la de un militar experimentado, cada acción calculada y efectiva, y Ellie no pudo evitar admirar su destreza. Era fuerte y seguro, un verdadero líder en tiempos de caos.
El grupo comenzó a avanzar por el sendero, y Ellie observó a Joel, que lucía notablemente mal. Su piel estaba pálida, y la fiebre aún lo consumía. Decidida a mantener el ánimo, se acercó a él, su voz suave pero firme.
Ellie: Oye, ¿te acuerdas de la última pelea que tuvimos?
Preguntó, una chispa de nostalgia en su tono.
Ellie: Fuiste increíble, como siempre. No quiero que me dejes, Joel.
Su corazón latía con fuerza, y el arrepentimiento se apoderó de ella, un peso que llevaba consigo desde aquel día.
Joel, a pesar de su estado, sonrió levemente.
Joel: No te dejaré, Ellie. Siempre estaré aquí, aunque a veces me sienta como una sombra.
Respondió, su voz cansada pero reconfortante. Sabía que debía ser fuerte por ella, y aunque su cuerpo no respondía como antes, su espíritu seguía intacto.
Mientras Ellie hablaba con él, el resto del grupo mantenía un silencio respetuoso. Tommy y Dina intercambiaban miradas, conscientes de la conexión profunda que existía entre Ellie y Joel. Era un momento que no les incumbía, una intimidad que debían preservar en medio de la incertidumbre que los rodeaba.
CONTINUARÁ.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top